Antiguamente, declarar hereje a alguien era una decisión que discutía toda una comunidad con sus líderes, y los acusados tenían una posibilidad de defensa.
Qué difícil nos es explicar el dolor, cuántos sentimientos se entremezclan y cuántas sensaciones nos invaden. Muchas preguntas surgen, ¿Por qué a mí?, ¿Acaso no soy una buena persona?
Comencé a creerle, a soltar el dolor y el miedo y caminar por fe, ha sido un año terrible y a la vez glorioso, ha sido el año en el que he comenzado a orar por cosas por las que nunca intercedía, cosas simples.
De todas las que creemos, hay muchas que podemos comprobar y verificar a través de nuestra razón, pero también hay otras que sobrepasan nuestras capacidades intelectuales.