El autor de los gálatas nos deja una pista para vencer a nuestros deseos pecaminosos. Si despejamos la x de la ecuación podremos resolver el problema.

Esta creación tiene una vestimenta, que no es cualquiera, sino una que El Padre diseñó de manera específica.

Dios nunca tratará de solucionar nuestro pasado, ni mejorar nuestra vida, ni arreglar la vieja naturaleza pecaminosa que vive en nosotros.

¿Cómo será esto posible? Fue la pregunta que le formuló Nicodemo a Jesús y es la misma que nos hacemos nosotros constantemente. 

Pablo nos enseña una verdad espiritual que muchas veces obviamos o pasamos por alto

Si Él no regresó de la tumba, sería, como lo dijo Albert Schweitzer de manera memorable, una persona más enterrada bajo la rueda de la historia.

Blaise Pascal escribió: “Dios hizo al hombre a su propia imagen, y el hombre le devolvió el cumplido”.

El Padre nos proveyó todo en su Hijo Jesucristo, y aunque para la mente natural sea una locura, en el plano espiritual es un hecho consumado.