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¿Qué ropaje te pondrás hoy?

Esta creación tiene una vestimenta, que no es cualquiera, sino una que El Padre diseñó de manera específica.

La justicia y santidad son el ropaje que el creyente debe ponerse todos los días. Ya que son la representación de la imagen de Dios.

Cristo no solo nos proveyó la salvación, sino una nueva vida espiritual.

La Corriente

Así como nos vestimos todos los días para ir a nuestros trabajos, al colegio, o quehaceres personales, así debemos en oración ponernos las prendas que Cristo nos otorgó para manifestar su vida.

La ropa a lo largo de la humanidad fue cobrando una relevancia no sólo de funcionalidad sino de status y poder. 

En la segunda guerra mundial, los nazis, establecieron un taller de costura dentro de los campos de concentración en el que usaban a modistas judías para diseñar y coser los trajes de los militares y los vestidos de sus respectivas esposas y amantes.

Ellos habían entendido la importancia de diferenciarse por medio de la ropa de sus enemigos. 

Bracha Berkovic, fue una de las sobrevivientes del campo de concentración más conocido de la historia, Auschwitz. Ella narró su testimonio antes de morir y contó cómo los nazis estaban obsesionados con vestir prendas de alta costuras, tanto así que Eva Braun, la amante de Hitler, un día antes de la invasión a Berlín, entre explosiones, tiroteos y una ciudad en llamas salió a la calle para ostentar un vestido de novia con unos lujosos zapatos Ferragamo.

Esta trágica y horrible historia nos deja en evidencia que el enemigo tiene sus ropas en este mundo. Pero la buena noticia es que Dios tiene otras incorruptibles para nosotros, que no se gastan ni manchan.

Ahora, retrocedamos un poco más atrás en la historia: cuando el hombre peca, ellos tejen un delantales de hojas, sin embargo Dios, mata un cordero y los reviste de pieles, cubriendo así su desnudez. 

Jesús mismo narra una parábola en la que en las bodas del Rey, un invitado se encuentra con una ropa que no era de fiesta, en ese momento la realeza proveía las vestiduras de sus invitados, y fue expulsado del lugar. Dando el relato vital importancia, no solo en aceptar la invitación del esposo, sino de vestir correctamente. 

Un punto clave a entender es que Cristo no solo nos proveyó la salvación, sino una nueva vida espiritual en el que esta creación tiene una vestimenta, que no es cualquiera, sino una que El Padre diseñó de manera específica. La justicia y santidad son el ropaje que el creyente debe ponerse todos los días. Ya que son la representación de la imagen de Dios

Esta vestimenta está cargada de una proyección poderosa ante el mundo y es la de la Gloria del Padre en su Hijo. Todo aquel que es nacido de nuevo, no solo lo muestra interiormente sino ante el mundo. Este ropaje, no solo da estatus y poder sino representación de un reino que no es de este mundo. Por eso así como nos vestimos todos los días para ir a nuestros trabajos, al colegio, o quehaceres personales, así debemos en oración ponernos las prendas que Cristo nos tejió para manifestar su vida. 

¿Qué ropaje te pondrás hoy? ¿El que te ofrece el mundo o el que te diseñó el Padre?

Redacción
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