Crecer duele. Crecer nos saca de nuestra zona de confort, nos desafía, nos confronta, y el proceso de crecimiento de una oveja para discípulo muchas veces es un desafío, no sólo para la oveja, sino también para el pastor.
Hoy, en tiempos donde parece que la Iglesia pasa por una confusión, buscando aferrarse a lo espectacular, a lo vistoso, a lo que produce más likes. sería bueno retomar el tema del Espíritu y su presencia en la Iglesia.
La Iglesia está llena de jóvenes que se visten bien y aprenden las palabras correctas para hablar, las formas adecuadas para decir las cosas y cómo encontrar un fundamento bíblico para cada situación.
Muchos pastores creen que están activos en la web por tan solo tener sitio web, redes sociales y transmitir los cultos de la iglesia en vivo. Eso es igual a tener un auto sin nafta, no vas muy lejos