En medio de la gran crisis vivida durante esta pandemia, lo que claramente se vio afectado fue la familia.

Es por eso que, durante este tiempo difícil, las peticiones de consejería aumentaron considerablemente, sobre todo en áreas tan importantes como las crisis matrimoniales y las crisis de ansiedad en jóvenes y adolescentes.

1.- Crisis matrimoniales:

Debido a todas las restricciones que nos impidieron salir de casa por la pandemia, a través de cuarentenas estrictas, toque de queda, etc., se comenzó a realizar el hoy conocido “teletrabajo”, ante lo cual los matrimonios tuvieron que verse en la obligación de convivir las 24 horas del día, y los 7 días de la semana. Y esta convivencia generó amplios roces diarios debido a la constante permanencia con el cónyuge, lo que trajo como resultado discusiones, diferencias de temperamento y en algunos casos llegó a la violencia intrafamiliar, o incluso, en los casos más drásticos, al divorcio en plena pandemia.

El consejo pastoral basado en la palabra de Dios siempre estuvo presente para aquellos que pidieron ayuda y principios bíblicos como el aprender a trabajar en equipo, y entender lo que nos habla Eclesiastés 4:9-12, ahí nos dice que mejor son dos que uno, porque si uno cae el otro levantará… Y que, si alguien viniera en contra de ellos, se pondrían espalda con espalda para protegerse y defenderse, no de frente para atacarse mutuamente, sino que para protegerse, cuidarse y resguardarse el uno al otro.

«Y si entendemos lo que significa ‘cordón de tres dobleces no se rompe fácilmente‘, sabremos que está claramente representando al matrimonio con la figura de: Esposo + Esposa + Presencia de Dios». 

Jorge Bravo, pastor y consejero

“Vosotros, maridos igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo”, (1 Pedro 3:7 RVR 1960)

Aquí la palabra nos da claridad de que el esposo debe tratar con delicadeza a su esposa, no solo en el aspecto físico, sino que también en sus palabras y su trato y contención emocional hacia ella. Es tan poderoso lo que ahí dice que incluso muestra la condicionante de que, en caso de no tratar de esa manera a nuestra esposa, y darle honor con nuestro cuidado y nuestro buen y sabio trato, pues la gran problemática es que “nuestras oraciones tendrán estorbo”, vale decir nuestras oraciones no tendrán respuestas, algo así como que nuestra señal de WIFI de la oración será suspendida hasta nuevo aviso.

Hoy que el matrimonio y la familia pasan más tiempo juntos, debemos verlo como una oportunidad de crecer, avanzar y madurar en nuestra relación, y que esto jamás despierte los malos tratos, sino que active el amor, el compañerismo y el trabajo en equipo, de tal manera que cuando ya todo esto vuelva a la normalidad y volvamos todos presencialmente a los trabajos y estudios, nos extrañemos muchísimo, a tal nivel que anhelemos que las horas pasen rápido, para volver a estar juntos

2.- Crisis de ansiedad de jóvenes y adolescentes

Dadas las exigencias de las autoridades tanto de la OMS (Organización Mundial de la Salud) como así también de las autoridades locales y gubernamentales, se implementó al principio la cuarentena total en el país, lo cual obviamente fue acompañado de la suspensión total de las clases presenciales en los colegios, universidades, institutos, etc.

Los jóvenes y adolescentes se vieron inmersos en una realidad que no conocían, la cual los separó de sus amigos, y no sólo eso, sino también de la sociedad en la cual ellos estaban acostumbrados a vivir día a día.

Jorge Bravo, pastor y consejero

Este cambio de realidad trajo como consecuencia una explosión de cuadros de ansiedad en nuestros jóvenes y adolescentes, los cuales se vieron traducidos en desórdenes alimentarios, ya sea por exceso de consumo de alimentos y bebidas azucaradas o, por el contrario, en dejar de comer, llegando al borde de la anorexia. 

Estos trastornos también se vieron reflejados en la decisión de encerrarse en sus habitaciones, para estar solo dedicados a jugar videojuegos en línea por días y noches completas sin dormir, sin lograr detenerse, ya que esta era la única forma en que se sentían conectados con la sociedad y con sus pares.

Todo esto trajo mucha angustia y preocupación a sus padres, quienes no sabían cómo enfrentar cosas tan impactantes, como el ver que los dedos de sus hijos sangraban ante el resultado de comerse sus uñas, al nivel de casi arrancárselas de sus dedos, todo producto de la terrible ansiedad que ellos sentían.

«Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”. (1 Pedro 5:6-7 RVR 1960)

Cuando vemos esto ante la luz de la Palabra del Señor, nos podemos dar cuenta de cómo Pedro nos muestra que no obstante la realidad a la que estamos expuestos día a día, como el caso de sufrir ansiedad en nuestra vida, la salida bíblica es “tomar esa ansiedad y echarla sobre nuestro Señor, porque Él tiene cuidado de nosotros”. Es decir, no estamos solos, sino que nuestro buen Dios siempre nos cuida y nos guarda, y nuestros hijos, jóvenes o adolescentes no son la excepción.

Por ello hoy el Señor también ha permitido que nuestros hijos puedan ser llevados a Cristo a través de nosotros como padres, y mostrarles a un Cristo accesible y cercano, que en cualquier momento de angustia o ansiedad Él estará ahí para nuestros hijos.

Jorge Bravo, pastor y consejero

Y esto ha sido tan impactante, ya que hoy hemos visto cómo los padres se han unido a sus hijos, y viceversa, y que incluso se ha restaurado la comunicación entre padres e hijos de una manera maravillosa, en donde de forma intencional hoy hacen cosas en conjunto, no solo en la lectura de la Palabra y en la adoración, sino que también en pasar tiempo de entretención juntos, ya sea viendo una película, o jugando juegos de mesa como “sequence”, “Caras y Gestos”, “Adivinanzas”, “Karaoke” y tantos otros más, lo cual trajo una verdadera reactivación en la familia, que hace mucho se había perdido en el hogar, y que trajo como consecuencia que la familia volvió a unirse y volvieron a reír juntos otra vez.

Es pastor, pianista, cantante y compositor. Desde hace 22 años es parte de la iglesia Cristo Tu Única Esperanza (CTUE), en la que es pastor asociado. Se desarrolla en las comunicaciones en Radio Corporación, donde ha sido uno de los conductores del programa "La hora del break” por más de 10 años. También es el director general de CTUE Adoración, es profesor de la Escuela de Liderazgo de Servicio (ELS) y, además, desde hace 6 años, ejerce la consejería junto a su esposa.