Cuando hablamos de una juventud feliz, ¿qué es lo primero que viene a tu mente? Tal vez venga alguna imagen de Pinterest, pero si te dijera que nada de eso brinda felicidad a nuestra juventud, ¿lo creerías?
Debemos entender que en medio del crecimiento, hay cosas que en algún momento funcionaron pero que después no, porque la medida de lo que Dios tiene para nosotros es mayor.
Si realmente queremos ser familias que multiplican lo eterno en las generaciones, una de las cosas que debemos tener en claro por revelación es: qué es el Evangelio.
El darte cuenta de que está sucediendo es el primer paso. Es clave identificar aquellos comportamientos que te alejan de las personas o te aíslan de tus sentimientos.