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Curso sobre “Opinión Pública Cristiana”

Trata sobre temas de actualidad, desde una perspectiva cristiana.

La Escuela de Ministerio Urbano de Buenos Aires (EMUBA) lanzó este mes su curso de verano online denominado Opinión Pública Cristiana. Se trata de una materia perteneciente a la carrera de evangelismo de la institución, pero que fue abierta para ser realizada por quienes estén interesados en capacitarse en el área.

El curso pretende dar una respuesta sólida y coherente a las preguntas que el mundo se plantea hoy, desde una visión cristiana. Se compone de catorce clases, en las cuales se trabajan diversos temas presentes en la opinión pública. Algunos de ellos son: adicciones, aborto, ideología de género, política, violencia, maternidad subrogada, entre otros. 

Cada uno será abordado por un profesional especialista en el área, no solo desde lo académico, sino a partir de la experiencia. Se trata de profesionales con gran influencia en el ámbito que enseñan; muchos de ellos oradores o expositores reconocidos en el ambiente cristiano, tanto a nivel nacional como internacional.

La Corriente tuvo la posibilidad de entrevistar a Paula Del Vecchio, docente, tutora de la escuela y, además, esposa del director de EMUBA, Sebastián Sennewald:

LC: ¿De qué se trata este curso y qué objetivos persigue?

PDV: El curso de Opinión Pública Cristiana tiene dos objetivos. El primero, tener conocimiento técnico, o sea, saber sobre lo que hablamos. Por ejemplo, dices: “No, el aborto está mal porque la Biblia dice no matarás”, y con eso no ganamos nada. Entonces, tener un conocimiento técnico para decir: “Bueno, veamos, realmente ¿a partir de qué momento comienza la vida?”. ¿Qué dice la ciencia?, porque no es verdad que los científicos no se ponen de acuerdo., ¿Existen tipos de posabortos?, ¿qué es?, ¿cómo los podemos identificar? Esto está en medio de nosotros, no podemos decir que no existe, y afecta a todas las áreas de la vida.

como Iglesia, tenemos que estar preparados para eso. Tener el conocimiento técnico de los temas, las preguntas que la sociedad se está haciendo. 

Lamentablemente hoy la gente no se está preguntando si se va al cielo o no, tristemente, a la gente no le interesa. Entonces nosotros a veces estamos respondiendo las preguntas que la gente necesita saber, pero que no las está haciendo. 

El segundo objetivo es poder ser relevantes e influenciar los medios, o sea todo lo que nosotros tengamos, donde estemos, sea que trabajes en una panadería, seas remisero, seas docente… Estés en el puesto que estés, que tú sepas de qué estás hablando, que puedas dar una razón y que puedas ser de influencia. Desde las redes levantar una voz, y que todos estemos diciendo lo mismo.

LC: ¿A quiénes apunta la capacitación?

PDV: A todos, o sea, el público puede ser desde gente que se acaba de convertir y que dice: “Y ustedes, ¿qué creen de esto?”, como quienes se quieran capacitar. Edades, hay de todas las edades… Puede ser un líder, puede ser un recién convertido, puede ser un joven, puede ser un adulto, una señora de cuarenta años. La verdad es que mientras van escuchando las clases es como que Dios va encendiendo un montón de otras cosas.

También crecer en esto de decir: “Tengo conocimiento y tengo razón de la fe que habita en mi”. Por ejemplo, alguien pregunta: ”¿Está mal alquilar mi vientre?”, “Si me pagan, ¿puedo tener el hijo de otra?”. Y se empiezan a hacer un montón de otras preguntas, que mucha gente no sabe responder, son realmente preguntas muy profundas… 

Es lo que se viene: ideología de género, la ESI dentro de las escuelas, o sea, ¿qué respondemos?

La idea es empezar a levantar una voz, porque por muchos años la hemos solo levantado en la iglesia, nos hemos callado afuera.

Nos hemos comido la mentira de que la gente no la necesita y no es verdad. Entonces, necesitamos crear una opinión pública cristiana coherente.

LC: ¿Por qué opinión pública “cristiana”?

PDV: Porque opinión pública es la que generan los medios, y al final del día terminas pensando como ellos te dicen, aunque no quieras. Porque te expones todo el tiempo a eso. 

Pero para contrarrestarlo, ¿qué tenemos que hacer? Bueno, me tengo que informar, me tengo que capacitar, debo tener el conocimiento técnico pero a la vez saber qué dice la Palabra de Dios. Entonces, nosotros buscamos un referente de cada una de estas áreas, que pudiera capacitar a la Iglesia para que tenga una opinión.

LC: ¿Cómo está la Iglesia evangélica hoy en relación a la preparación que tiene para afrontar estos temas?

PDV: Y bueno, justamente vimos la necesidad. Mira, EMUBA tiene que ver con preparar misioneros urbanos. Por mucho tiempo se pensó ir a las misiones a la ventana 10/40, el misionero transcultural. Pero hoy lo transcultural lo tienes yendo al supermercado

Tiene que ver con prepararse para dar argumentos. Y la verdad es que muchas veces la Iglesia pareciera no entender la dimensión de la influencia que podría tener, de lo que el Señor comparó al decir que el Reino de los cielos es como la levadura que se puso en la masa, ¿no? 

Entonces en un momento pienso esto: la harina es el sistema, donde estamos inmersos, y el Señor dice que nosotros somos la levadura, nosotros hacemos fermentar; pero ¿qué nos falta para que fermente? Porque si yo pongo harina y levadura juntas nunca va a pasar nada; necesitamos un poco de agua, la activación, y al Espíritu Santo. 

El Espíritu Santo es el que hace que esto… que nos da esta autoridad y el poder que se necesita para que cuando uno hable con la verdad del Evangelio y con conocimiento del tema, el enemigo se tenga que callar. Pero tenemos que ir preparados. 

Entonces, quizás la Iglesia no esté totalmente preparada para dar razones. Por ahí se vio más ahora con el aborto pero, si hablas de ESI… Yo converso con muchas madres y están asustadas pero no saben qué hacer, no conocen sus derechos como padres. Por eso, pensamos: “¿Qué podemos hacer para levantar al Cuerpo de Cristo para ser relevante?”. Que seamos muchos hablando todos lo mismo, sobre un mismo tema.

Yo creo que si al final de la materia te quedas con ganas de seguir investigando o el Señor despierta otras cosas, entonces se cumplió el objetivo.

Sobre la EMUBA

La escuela es un centro de entrenamiento y recursos para la iglesia local, en lo que respecta a las misiones urbanas. Desde 2020, con motivo de la cuarentena obligatoria en el país, brinda capacitación en forma virtual a través de su plataforma online. La carrera de evangelismo a la que pertenece este curso se compone de dos años de estudio, y un tercer año opcional de mentoreo en el área que cada persona elija desarrollarse. En relación a esto Paula agrega:

“Hay muchísimas cosas para hacer y obviamente no con la intención de que los chicos salgan de su iglesia sino para que vuelvan, o sea el tema es ‘vayan’. No queremos seguir llenando las iglesias ni los ministerios sino capacitar al Cuerpo de Cristo para hacer la tarea que Él nos entregó, que es ir y hacer discípulos. Y que mientras ‘van’ transformen el lugar que Dios nos dio. Entonces cada cristiano es misionero donde está, cada cristiano es influencia, es sal y luz, es levadura en el lugar donde el Señor lo puso. Y la intención de EMUBA, digamos el propósito final, es que el Cuerpo de Cristo esté capacitado para hacer eso”.

Inscripción

El curso de Opinión Pública Cristiana ya está abierto. Este se habilita en la plataforma una vez que se abona. Debido a su modalidad de clases grabadas, puede realizarse cuando el alumno lo disponga, distribuyendo los tiempos y los contenidos como desee. Además de lo trabajado en cada clase, el estudiante podrá acceder a material y bibliografía extra sobre los diversos temas, y deberá realizar los trabajos prácticos solicitados.

El costo actual de la capacitación es de $1800 para residentes argentinos o de 12,99 US$ en el caso de extranjeros no residentes en el país. Hay diferentes formas y opciones de pago. Para registrarse y obtener más información, pueden acceder a emubaonline.com

Tratarnos bien

Tantas veces hablamos y escuchamos acerca de la importancia de ser asertivas, desarrollar una escucha activa, tomar la iniciativa en perdonar y desarrollar empatía, todas actitudes necesarias que abren posibilidades y son clave para edificar relaciones interpersonales sanas.

Pero ¿y hacia adentro? ¿Podemos decir que lo anterior forma parte de un ejercicio personal cotidiano e intencional que nos desafía a ser nuestra mejor versión y a vivir en buenos términos con nosotras mismas? Desde mi experiencia profesional y pastoral me atrevo a decir que no.

A las mujeres nos cuesta esta dinámica de “autorreflexión para el empoderamiento”.

Sin generalizar, creo que muchas de nosotras nos movemos en el marco de la “autorreflexión para el remordimiento”. Cuando una mujer se convierte en su peor crítica, el autoboicot se abre paso como un poderoso terrateniente que enseguida ocupa la amplia geografía de sus pensamientos y coloca cercos limitantes que la mantienen atrapada en patrones negativos.

Lo anterior nos aleja de una mirada introspectiva equilibrada y en ocasiones nos impide el desarrollo de la autocompasión necesaria para una autoestima sana. 

Tratarnos bien no puede ser una materia previa para ninguna mujer que desea desarrollar su potencial al máximo, caminar en el propósito para el cual fue creada y vivir en plenitud. Pero para superar esta instancia es preciso remitirnos a lo que podríamos considerar en muchos casos la raíz. 

Miles de mujeres crecieron en ambientes donde fueron desvalorizadas, desestimadas y ninguneadas. Otras en ámbitos donde la necesidad de competir, de demostrar y de “ganarse” el respeto, era moneda corriente. Al respecto tengo presente los testimonios de tantas que conocí en conferencias y talleres y otras que abrieron su corazón en la consulta profesional o en la consejería pastoral, compartiendo historias similares.  

Muchas de ellas, entradas en años aún luchaban con el automaltrato, desencadenado frecuentemente en palabras y declaraciones descalificadoras durante su infancia o adolescencia, que les atravesaron el corazón dejando un campo minado cubierto por las arenas del tiempo, pero latente. 

Resulta complejo desprogramar ese chip de incompetencia, inseguridad y vergüenza inoculado y reforzado en ocasiones por quienes tenían la responsabilidad de brindar aliento e impulsar mediante palabras de afirmación. Sin embargo es posible. 

“Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento”.

Frase célebre de Eleanor Roosvelt

Adhiero, pero creo que es una elección que requiere trabajar con enfoque y perseverancia de adentro hacia afuera y cuyos efectos se traducen, entre otros, en una relación de amor y estima propia, que nos permite entonces una sana proyección hacia afuera.

Tratarnos bien implica identificar qué tipo de relación mantenemos con nosotras mismas 

Desde la perspectiva de la inteligencia emocional, la invitación es a valorarnos y aceptarnos reforzando la inteligencia  “intrapersonal”, que incluye desarrollar un mayor nivel de autoconciencia y autoconocimiento para avanzar en observarnos y crecer desde una perspectiva integral.

Tratarnos bien comienza en nuestra mente 

Los mayores límites están allí y sin duda esto no es un cliché. Nuestros pensamientos son el área principal de trabajo en este arte. Será por eso por lo que en las Escrituras se nos desafía permanentemente a “cambiar nuestra manera de pensar para que cambie nuestra manera de vivir” (Romanos 12:2). Se nos aconseja “renovarnos en el espíritu de nuestra mente” como la primera opción para deshacernos de nuestra vieja manera de transitar la vida (Efesios 3:23).

Tus pensamientos te expanden o te limitan, te impulsan o te frenan, te habilitan o inhabilitan.

Ser indiferentes a lo anterior es como querer ganar, sin esfuerzo, un partido en el cual el arquero fue expulsado, los defensores están lesionados y los delanteros no tienen buen respaldo. Un juego extremadamente complicado.  Pero aun así, mientras se está en la cancha, siempre es posible darlo vuelta. 

La pelota está de tu lado. La decisión de abrirle paso al consejo sabio del apóstol Pablo, que dirigido e inspirado por el mejor DT de la historia, nos invita a “concentrar” para ganarle a esos pensamientos negativos que decantan en maltrato interno, es un buen punto de partida para un gol de media cancha inolvidable:

“…Concéntrense en todo lo que es verdadero, todo lo honorable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo bello y todo lo admirable. Piensen en cosas excelentes y dignas de alabanza” (Filipenses 4:8, NTV)

Tratarnos bien es tomarnos tiempo para preguntarnos y respondernos

¿Qué te dices habitualmente? ¿Cómo son tus diálogos internos? ¿Preponderan las palabras de fe, impulso y activación, o esos diálogos te hacen dudar y mantenerte en tu zona de confort? ¿Qué adjetivos usas para definirte, especialmente cuando las cosas no salen como esperabas?¿Te hablas constantemente en “modo reproche”? ¿Te dices habitualmente palabras esperanzadoras y amables o esas las dejas para los demás y te las regalas muy de vez en cuando y con culpa incluida?

Tratarnos bien requiere renunciar a la autocrítica destructiva, dar paso a la aceptación y al “hacernos cargo” de la parte que nos toca

Naturalizar la autocrítica destructiva, esa que lejos de ayudarnos a reflexionar y mejorar nos mantiene paralizadas machacando en el error, centradas en la frustración y con la mirada fija en el pasado, nos lleva a sumergirnos en el autorechazo. Como señala el Dr. José Batista (2014):

“Cuando una persona tiene una confesión negativa, se desestabiliza todo su sistema neurológico. ¿Por qué? Porque se trata de culpa atrapada, de falta de esperanza disfrazada y de temor que gobierna la vida”. Y refiriéndose a la necesidad de desaprender hábitos, actitudes y palabras limitantes e incorporar nuevas, concluye: “Dios no reemplaza tu responsabilidad, Él te ayuda en tu debilidad cuando tratas y no puedes, pero no cuando no haces nada y esperas que Él haga todo”. ( Batista, José: Dile adiós a la T.I.A , Bs. As.: Ed Peniel, 2014). 

Se publicó la Lista Mundial de Persecución 2021

El ministerio internacional Puertas Abiertas difundió una lista sobre los 50 países más hostiles para predicar el evangelio.

La organización, que se dedica a ayudar a iglesias y misioneros que padecen persecución por causa de Jesucristo, publicó en su sitio web oficial el mapa global de las naciones más peligrosas para profesar abiertamente la fe cristiana.

El informe está ordenado por diversas categorías como extremismo religioso, gobiernos dictatoriales, números de mártires que no negaron la fe. En la página web se puede acceder, de manera gratuita, a toda la información clasificada en una infografía. Los buscadores del informe permiten observar la situación por región, año, motivo de persecución y posición en el ranking de peligrosidad para predicar.

Corea del Norte encabeza el listado desde hace veinte años y, según expresa el documento, cuando el régimen coreano descubre a un creyente «será llevado a un campo de trabajos forzosos cómo preso político, si no es asesinado en el momento”. También añade que “todos los miembros de la familia suelen recibir el mismo castigo”.

En segunda y tercera posición se encuentran Afganistán y Somalia, respectivamente. Ambos países son gobernados por la República Islámica, lo que hace que sea imposible para un cristiano confesar abiertamente su fe. En estas regiones, grupos terroristas talibanes como el ISIS persiguen todo tipo de fe que no sea la del islam.

En la información recabada por Puertas Abiertas se expone que “entre el 70 y 80 por ciento de las mujeres afganas se enfrentan a la realidad de un matrimonio forzado, y más de la mitad de las mujeres del país contraen matrimonio antes de alcanzar la edad mínima legal de 16 años”.

Los enlaces conyugales se utilizan para garantizar que la mujer siga siendo musulmana y no tenga derecho a elegir su confesión religiosa. Aquellas que profesan el cristianismo y han sido descubiertas son asesinadas, violadas o vendidas con el fin de someterlas a esclavitud o prostitución.

La fundación Puertas Abiertas no solo realiza este tipo de investigaciones, sino que también asiste a los creyentes que son perseguidos en el mundo. El ministerio internacional apoya a 90 mil cristianos norcoreanos, proveyéndoles alimentos, ropa, refugio y ayuda por medio de sus redes en China, entre muchas otras acciones que se realizan en favor del Cuerpo de Cristo en todo el mundo.

Desde las fiestas de fin de año se triplicaron los casos en todo el país

El reporte diario de ayer informó 13.783 contagiados y 194 muertes por coronavirus.

Desde el inicio de la pandemia, hay un total de 1.744.704 personas que tuvieron el virus, de los cuales ya 1.527.861 son pacientes recuperados y sólo continúan activos alrededor 171.995 en Argentina. De todas formas, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollan, alertó ayer que actualmente la cantidad de casos de coronavirus en la provincia de Buenos Aires «está creciendo mucho más rápido que lo que creció en la primera oleada».

El informe del martes registró en Buenos Aires 6.967 casos; en Santa Fe, 1.434; en Córdoba, 790; en Neuquén, 647; en Chubut, 602; en Entre Ríos, 485; en Río Negro, 413; en Santa Cruz, 393; en La Pampa, 352; en Chaco, 267; en Corrientes, 248; en Tucumán 237; en San Juan, 208; en Mendoza, 196; Tierra del Fuego, 141 ; en Santiago del Estero, 99; en Catamarca, 82; en Formosa, 59; en Misiones, 50; en San Luis, 51; en Salta, 37; en Jujuy, 16 y en La Rioja, 9.

Desde el gobierno bonaerense, ayer se realizó una conferencia de prensa en Mar Chiquita, el que estuvo presente el gobernador Axel Kicillof, el ministro Gollan y varios funcionarios del gobierno para estableces la continuidad de medidas con el objetivo de disminuir los casos en todo el país. Una de las decisiones conversadas, y que ya se aplica en algunos balnearios de la costa atlántica, fue establecer restricciones nocturnas para circular entre la una de la mañana a seis.

Reunión bonaerense con los intendentes de la costa atlántica para continuar con el plan de medidas para prevenir el coronavirus. Crédito: GPBA

Durante la reunión se buscó coordinar con los intendentes de la costa que aún no establecen estas limitaciones y se fundamentó que los protocolos no afectan la actividad económica. El intendente de Pinamar, Martín Yeza, afirmó que «es muy positivo el balance de las primeras 48 horas de restricciones nocturnas”.

A su vez, el ministro de Salud bonaerense, Gollan, destacó que las consultas a la línea 148 por síntomas de la Covid-19 tuvieron tres días de aplanamiento. En consecuencia, enfatizó «es un indicador muy predictor de lo que puede pasar y eso nos da un poquito de esperanza. Creemos que la sociedad empezó a ver lo que está pasando y lo que pasaba con su entorno y empezó un proceso de toma de conciencia».

En Carolina del Sur un grupo de médicos quiere detener los abortos

Legisladores analizarán proyectos de ley para detener los abortos cuando los médicos detecten latidos en el corazón del bebé por nacer.

En diciembre de 2020 se presentó el Proyecto de Ley 1, también conocido como Ley de Protección contra el Aborto y Latido del Corazón Fetal. La iniciativa fue presentada por un grupo de médicos provida que en 2019 lograron la aprobación del proyecto en varios estados del país norteamericano como Kentucky, Ohio, Misisipi, Georgia y Louisiana.

El tratamiento representa un punto bisagra en Estados Unidos, país en el que el aborto está abalado legalmente y se practican más de 600 mil al año, por lo que buena parte de los profesionales sanitarios intentan prohibir la práctica cuando se descubran los latidos del niño en gestación.

Planned Parenthood posee más de 8 mil clínicas en todo el mundo donde se practica el aborto.

La única forma en que este proyecto de ley podría ser exceptuado, es si se presentaría un caso de riesgo para la vida de la madre. De aprobarse la iniciativa, si una clínica que infringiera la normativa, los responsables podrían llegar a ser sancionados con arrestos o multas a partir de los diez mil dólares.

A pesar de que en otras ciudades se logró que la Justicia regule y prohíba el aborto apenas se detecte los latidos del bebé, en Louisiana las agrupaciones pro aborto presionan para que el proyecto sea anulado y no sea tratado a nivel legislativo. Pero quienes presentaron la iniciativa mantienen la esperanza que en este año sea aprobada.

La ANMAT insistió en que la gente no consuma dióxido de cloro

Luego de la muerte de un paciente de 93 años, con síntomas de COVID-19, al que la Justicia le autorizó utilizar la sustancia, el organismo emitió un comunicado solicitando a la población que no utilice el producto.

Jorge García Rúa estaba internado en el Sanatorio Otamendi por la infección del virus cuando su hijastro presentó una solicitud a la Justicia Federal para que se le autorizará la administración del dióxido de cloro. El juez Javier Pico Terreno aprobó la suministración, pero el estado del paciente empeoró y falleció.

La Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), recordó ayer a la comunidad, a través del comunicado que, “al igual que se informó en agosto del año pasado, esta Administración Nacional recomienda no consumir productos que contengan dióxido de cloro o sustancias relacionadas (clorito de sodio, hipoclorito de sodio, lavandina). No hay evidencia científica sobre su eficacia y el uso de estos productos podría ocasionar graves efectos adversos».

Comunicado de ANMAT en www.argentina.gob.ar

En agosto pasado ya se había emitido un comunicado similar desde el organismo y se ordenó eliminar más de cuatrocientas publicaciones de venta del producto en internet. Además, en esa oportunidad, también se citó el informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en el que establece los efectos adversos que ocasiona el consumo de la sustancia.

El organismo destacó en el comunicado que «en función de la reciente circulación de información respecto del producto mencionado, ANMAT recuerda que la utilización de dióxido de cloro para el tratamiento de Covid-19 u otras enfermedades, no cuenta con estudios que demuestren su eficacia y no posee autorización alguna por parte de este organismo para su comercialización y uso».

Los voceros del Sanatorio Otamendi, en el que falleció García Rúa, dejaron en claro que la persona que terminó suministrándole el dióxido de cloro es un médico externo. Por lo que el centro médico apeló el fallo judicial y se allanó el consultorio del profesional.

Alex Sampedro: “hay que hablar, encarnar y enamorarse de la Biblia”

El reconocido conferencista, músico y escritor internacional valenciano invitó a sus seguidores en redes sociales a leer toda la Biblia en cincuenta días. En diálogo con La Corriente, nos cuenta cómo se puede hacer esta maratón bíblica y cómo apasionarnos por la Palabra de Dios.

LC: En tus redes sociales se puede observar que tenés un fuerte compromiso con el estudio bíblico ¿cómo fue que surgió? ¿el aislamiento social tiene algo que ver?

AS: El confinamiento puede que lo haya potenciado, pero en realidad yo comencé a leer la Biblia de manera comprometida a partir de los 15 años, cuando un pastor me animó a que leyera las Escrituras en un año, y así lo hice. Desde entonces, no dejé de profundizar en la Palabra, acompañado con muchos libros de estudio. Aunque siempre tuve presente que lo importante es volver a la fuente, por eso hay que recurrir a la Biblia.

LC: En esa línea, lo más reciente de tus contenidos en redes fue una maratón bíblica de 50 días ¿Cómo surgió este plan y de qué se trata?

AS: Quería comenzar el año leyendo la Biblia otra vez porque hacía tiempo que no la estudiaba de manera sistemática y completa. Así que me propuse leer la Biblia en 50 días. Pero si alguien empieza el plan conmigo, no necesariamente tiene que terminarla en ese período.

El plan que tengo es sencillamente leer la Palabra, una hora por día. Yo comencé en Mateo, pero cada quién puede empezar desde donde considere, tal vez en Génesis o Job. El punto central es adquirir el hábito de leer todos los días, sin importar si eso te lleva 45, 50 o 70 días.

Para participar se necesita solo una Biblia y muchas ganas, eso es todo. Ahora, si un día no puedes leer, no te sientas mal. Y si otro día solo puedes 15 minutos, sigue perseverando en la lectura hasta que puedas más.

Yo por ejemplo tengo dos niños pequeños, uno de dos años y otro de dos meses. Generalmente tomo a uno de mis hijos en brazos e intento leer. Cuando me levanto o en cualquier momento, voy leyendo de a ratos, particionando la lectura en tiempos de 15 minutos, porque lo importante es construir el hábito y no perder el ritmo, así que puedes montarlo como quieras.

Por mi parte, estaré en las redes sociales haciendo refuerzos, posteando pensamientos y publicando lo que voy aprendiendo para animar a la gente. Las personas también van subiendo historias de cómo van con su plan. así nos animamos mutuamente, porque hacerlo juntos es más motivador que hacerlo solos.

lo importante es volver a la fuente, por eso hay que recurrir a la Biblia.

LC: Pensar en leer la Biblia en menos casi dos meses suena tentador, pero también parece ambicioso ¿Se puede leer y estudiar toda la Biblia en ese período de tiempo?

AS: Claro que se puede. Los estudios dicen que, dedicándole una hora al día, se puede terminar en 48 días incluso. Es verdad que es un poco apretado y se necesita un ritmo de lectura veloz, pero se puede. Si no es en dos meses, es en tres, pero es posible. La mayoría de la gente le tiene miedo al grueso de la Escritura. Gracias a Dios no es un solo libro, en realidad es una biblioteca de 66 libros en uno. Así que podemos distribuir mejor el tiempo y psicológicamente establecer micro metas para ir avanzando por más.

Miremos los adolescentes, ellos leen libros muy largos que van desde ciencia ficción hasta aventuras o fantasías que se desarrollan en sagas que terminan siendo más extensos que la Biblia. Así que el que realmente se lo propone lo logra.

LC: ¿Existe alguna disciplina de la teología por la cual te sientas atraído o te guste más enseñar?

AS: Debido a mi trabajo, tengo que estudiar mucha bibliología. Paso por diversas ciencias bíblicas como contexto histórico, dónde se ubican los profetas cronológicamente, el Nuevo Testamento y las epístolas paulinas, a quiénes iban dirigidas las cartas, cuáles eran la circunstancia, por qué Pablo dice una cosa y no otra. Los cuatro evangelios, o mejor dicho el evangelio con los cuatros puntos de vista, por qué cada evangelista tiene un enfoque diferente en torno a la persona de Jesús. Son muchas cosas.

Pero si tuviera que elegir una disciplina sería la Cristología, que se enfoca en la persona de Cristo, el estudio de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Es de la temática en la que más he invertido dinero en libros.

LC: ¿Con qué tipo de material de lectura te nutrís para estudiar la Biblia? ¿Tenés autores de preferencia?

AS: Leo libros devocionales de Timothy Keller o Calvino. También a San Agustín y autores reformados, progresistas, de la crítica textual. Leo comentarios de introducción del antiguo y nuevo testamento.

En cuanto a mis autores favoritos, me encanta CS. Lewis, N. T. Wright o José Antonio Pagolia, que es teólogo católico muy interesante. A decir verdad, no tengo un autor preferido, leo de todos los cortes, pero el libro Mero Cristianismo de Lewis me gusta mucho.

debemos enfatizar mucho más en el estudio de la Palabra porque todo fluye desde ahí

LC: Crees que las iglesias, en líneas generales, ¿hacen lo suficiente para discipular a sus miembros en el estudio de la Palabra de Dios?

AS: Generalizar, siempre es un pecado muy grave, no se puede poner a todos en la misma bolsa. Pero si creo que las Escrituras en el discipulado debería ser una prioridad porque, de hecho, es la gran comisión en lo que se refiere a discipular. 

Es interesante que este verbo que utilizamos los cristianos comúnmente no está reconocido por la Real Academia Española (discipulado). Y esto nos habla de que la palabra que debería de articular la vida de la iglesia no exista oficialmente en castellano, podemos discernir algo asintomático en esa realidad.

Pienso que debemos enfatizar mucho más en el estudio de la Palabra porque todo fluye desde ahí. Pero hay que hacerlo con un matiz armonioso, no estrictamente como un estudio técnico de las Escrituras. No se debe reducir solo al estudio teológico, la Biblia hay que hablarla, encarnarla, enamorarse y apasionarse por ella.

A mí lo que me gusta del estudio de la Palabra es que es el conjunto de libros más increíble que existe. Allí están todas las temáticas que puedas imaginar. Además, habla de nosotros de una manera muy real, ya que plantea una cosmovisión que da el diagnóstico correcto. Pero no queda solo allí, también nos da la respuesta correcta a nuestros problemas. Y eso se debe a que la Biblia es empática porque es viva, eficaz y funciona.

Sin dudas que debe de tener un lugar fundamental. Y no para ser bibliólatras, sino para vivirla. Porque en ella y a través de ella se nos revela Jesucristo de Nazaret.

LC: Desde lo pedagógico ¿qué propuestas innovadoras en la formación bíblica te parecen destacables y aconsejas?

AS: Permíteme entonces hacer un poco de publicidad en esta respuesta -se ríe-. Tengo una academia online se llama www.academiadelabiblia.com donde damos una formación con varios cursos de antiguo y nuevo testamento, con contexto histórico. También tenemos una comunidad virtual de apoyo, con clases todos los días y tutorías semanales que ofrecen apuntes para descargar, con exámenes por cada libro de la Biblia.

La metodología y pedagogía que usamos es muy sencilla. Primero que nada, te enseñamos a pensar en lugar de qué es lo que debes pensar. Luego que profundizamos en el estudio, los animamos a tomar notas y que lo puedan convertir a su propio lenguaje porque cuando uno puede describirlo con sus propias palabras. También animamos a que lo compartan, porque ese es el secreto de los predicadores, ya que se aprende mucho comunicando. Todo esto forma parte de su proceso educativo como aprendizaje.

Finalmente, los instruimos a que apliquen lo aprendido, porque de eso se trata la cuestión. Sino nos convertimos en oidores olvidadizos.

Si bien hay muchas metodologías, yo abogo por el estudio comunitario en grupos pequeños, que no es innovador, pero funciona bien. Creo que, muchas veces, por tanto ánimo de innovar en las iglesias se olvida de lo fundamental, que es volver a la Palabra.

Para tener un encuentro con las Escrituras, primero tienen que encontrarse con el Señor de las Escrituras.

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LC: Muchos creyentes tienen dificultades para llevar adelante una vida comprometida con la lectura o el estudio bíblico ¿Qué consejos le darías para tener un encuentro con las Escrituras?

A.S: Mira, por ejemplo, a mí me cuesta mucho ir al gimnasio solo. Entonces, lo que hago es generar una comunidad que me ayude a lograr mis objetivos. Recomiendo el mismo principio para esto, busquen personas que tengan la cultura del estudio bíblico y lean juntos.

Por eso, también comencé este maratón por las Escrituras para que sea motivador para aquellos a los que les cuesta leer solos y podamos hacerlo en comunidad. Ese es mi consejo, que busquen compañeros que los animen a estudiar, sin andarse juzgando, y animarse los unos a los otros.

También quiero insistir en este punto, que no se sientan mal cuando un día no logren leer o estudiar la Palabra, o algún texto cueste más que otro, porque la culpabilidad te bloquea. Pero si lo hacemos con amor y entusiasmo, es posible avanzar poco a poco.

Para tener un encuentro con las Escrituras, primero tienen que encontrarse con el Señor de las Escrituras. Hay que encontrarse con Dios a través de la Biblia, porque ella está escrita para nosotros y apunta a nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Café con Dios, dediquemos un tiempo a Él

¿Cuántas veces nos resultó difícil encontrar un tiempo de lectura, un tiempo con Dios y su Palabra? ¿O tal vez nos pareció poco posible generar el hábito de comenzar todas las mañanas con él? Seguramente que no me pasó solo a mí. Sé que la rutina, la agenda, tareas y demás actividades nos pueden llevar a minimizar aquello tan fundamental como hacer a Dios parte de nuestro día.

A continuación, quiero contarte cómo aprendí a compartir con el Señor esos momentos. Personalmente anhelaba descubrir cada vez más acerca de Él, y entendí que para esto el mejor recurso que tenemos es su Palabra porque la Biblia nos muestra más en profundidad acerca de Él. 

Mi interés era descubrir sus características, su carácter, sus recónditos pensamientos e intentar entender su amor hacia nosotros. Todo aquello pasó a ser lo más importante para mí, ahora te cuento como comenzó todo: 

Hasta mi adolescencia, Dios me parecía alguien lejano, sin embargo eso acabó el día que escuché a una mujer hablando sobre Él. Su mensaje era simple pero muy real y verdadero y me conmovió en lo profundo de mi espíritu. Ella compartió acerca del sacrificio de Jesús y uno piensa “Pero todos conocemos esa historia”. 

Claro que sí, solo que esta vez fue diferente, ella hablaba como si fuera su amigo, como si le doliera que yo no lo conociera. Su rostro buscaba que yo entendiera lo que me estaba contando y así fue, definitivamente ese día no pude alejarme de Dios, mi espíritu lo entendió todo. 

Necesitaba conocerlo más, necesitaba saber acerca de aquel Salvador del que nadie me había hablado durante años. Para este tiempo me regalaron una Biblia de aquellas que tienen marcadas las promesas. Cada mañana me levantaba, me preparaba mi café y allí estaba, a mi lado, la Biblia que poco a poco comenzó a tener color. Muchas oraciones me resultaban difíciles de comprender, y cuando digo “muchas” es literal, pero anhelaba entender el contexto, las historias, el porqué de cada escrito. Yo comencé a amar eso. 

Ese “tiempo con Dios” lo prioricé, le fui dando el lugar, entendiendo que tuve muchos años “sin conocer aquello tan inmenso”. Y cuidado, que no digo que necesitamos estar horas y horas leyendo los sesenta y seis libros de la Biblia para que el Señor haga algo en nuestra vida. Él te bendice porque te ama, así sin titubear, sin mezquinar, sin dudar y sin condición. Pero sí quiero enseñarte algo hoy que es una perlita fundamental: 

Le contestó Jesús: —El que me ama, obedecerá mi palabra, y mi Padre lo amará, y haremos nuestra morada en él (Juan 14:23).

 

¡Si amamos a Dios y leemos su mensaje, Él vendrá y habitará en nosotros!

Entonces me pregunto: ¿Cómo amar a alguien que no conocemos? ¿Cómo saber qué le gusta a una persona si yo no le dedico tiempo, conversaciones o momentos? ¿O cómo tener idea de lo que piensa, de lo que le duele o lo que le hace feliz si no me abre su corazón?

Todo lo que busquemos conocer de Dios, lo revelará mediante su Palabra, mediante esos encuentros a solas, apreciándolo. No caigamos en ser solo “quienes piden” y “amén”.  Pregúntate: ¿Me presento a Dios solo cuando necesito algo? El hecho no está mal, porque siempre responde nuestras oraciones, pero si a ti te escribieran solo cuando necesitas algo, ¿qué dirías? 

Si me permites te daré un consejo: que tus mañanas tengan a Dios. Dedícale tiempo a Él.

Recuerdo a aquel salmo: “Oh Señor, por la mañana escucharás mi voz; por la mañana me presentaré ante ti, y esperaré (Salmos 5:3, RVC). Es allí donde nos revelará secretos desde lo profundo de su corazón. Nos mostrará sus detalles, nos llamará la atención aun cuando estemos con prisa. Nos mostrará su amor desde los aires nuevos que se respiran desde temprano, desde los rayos del sol que se asoman por la ventana, desde el sonido del silencio. 

Nos hablará desde lo sencillo que nos muestra la creación… y sé que no nos conocemos, pero sí tenemos un amigo en común, Dios. Él será tu momento favorito, no tengo dudas. Si le permites, Él vendrá y desayunará contigo por las mañanas, será hermoso porque Él es hermoso.

Oración

Señor, te entrego este día y lo pongo en tus manos. Gracias por renovar tus misericordias cada mañana, gracias por mostrarnos tu grandeza y bondad por medio de las cosas simples. 

Ayúdame a abrir mis ojos y a afinar mis oídos a tu mensaje. Quiero amarte más y conocer tus pensamientos más profundos. Quiero abrazarte con mis acciones y obedecer tus palabras. Guíame en el camino y que pueda estar alineado a tu voluntad, en el nombre de Jesús, amén. 

¿Por qué muchos odiamos nuestro cuerpo?

Básicamente porque fuimos educadas y educados para eso. ¿Qué estás diciendo Tam? Eso digo, que la cultura te educó para estar incómoda, incómodo, en tu propio cuerpo.

¿No te pasa que te miras al espejo y muchas mañanas no te apruebas, te empiezas a juzgar y criticar? Empieza el calor y tienes ansiedad porque no llegaste con el cuerpo del verano. ¿No dejaste de ir a alguna pileta porque te veías “mal” físicamente? 

Si te pasa o te pasó esto alguna vez, tranquilo, estás dentro del 99,9 % de los seres humanos que no fuimos aprobados por nuestro propio censor. Ahora bien, ese censor que nos juzga, ¿de dónde aprendió a hacerlo? De todo lo que vemos y oímos a diario desde que nacemos. 

El constante bombardeo de imágenes que recibimos desde que somos niños en publicidades, películas, series, revistas, televisión y, ahora, redes sociales de cuerpos estereotipados va educando nuestro censor y dejándonos en claro que todos los que no entran en ese parámetro, no son dignos de un “me gusta” y deben cambiar para encajar. 

Pero no son solo imágenes las que nos condicionan, sino que también hay hechos concretos que nos llevan a pensar que nuestro cuerpo está mal y debemos esconderlo:

En Argentina, el 70% de las personas tienen problemas para encontrar ropa de su talle siempre o frecuentemente  

(Fuente: Anybody Argentina)

Y es así como vamos creando una percepción de belleza que no está marcada por lo real sino por lo que la cultura dice que en este momento es lindo y aceptado. El mensaje que se graba en nuestra mente es: No alcanza con ser como sos para ser aceptada o aceptado, necesitas hacer algo para gustar y parecerte a tal o cual. 

Por eso no podemos llevarnos bien con nuestro cuerpo, porque ese ideal cultural está sembrado en nuestra mente, y cuando te ves al espejo y no respondes a ese ideal, aparecen los conflictos: comparación, rechazo, ansiedad, miedo, fobia social o trastornos de alimentación, entre muchos otros más. 

Si bien esto es algo que ocurre desde siempre, en esta era, la de la hiperconexión, el mensaje es mostrado y repetido infinitamente y pareciera que no podemos escapar de él.

Abrir Instagram en verano es someterte a un desfile de cuerpos “perfectos” y entonces comienza una incesante carrera por modificar lo que traemos de origen al punto de, en muchos casos, ya no parecernos en nada a nosotros mismos, todos nos empezamos a parecer un poco. 

Por ejemplo, ahora la cultura dice que las pestañas que trajiste en tu versión original están mal y te muestra que las correctas son esas súper voluminosas y arqueadas. En un principio, no compras, pero al verlo repetidamente, un día entras en el juego de estar disconforme con tus pestañas y cedes a la presión pidiendo un turno urgente con quien te pueda dar “las pestañas que se usan”. 

Así vamos descartando las características únicas que traemos de origen, esas con las que nos creó Dios, comprando las que todos usan, ya que “si todos las usan, entonces deben estar bien”.  Y caemos en la trampa de la insatisfacción crónica y la búsqueda de aprobación. 

Ya tienes el like más importante de tu existencia

Está claro que no vamos a gustarle a todo el mundo, y eso está bien. Aunque paradójicamente estemos en la era del “me gusta”, no gustarles a todos es normal. Pero a muchos de nosotros nos cuesta asumir esa verdad y cuando no gustamos, sufrimos. Cuando no somos aceptados, la pasamos mal. 

Jesús era rechazado por multitudes enteras y eso nunca lo desanimó, ¿sabes por qué? Porque vivía con la aprobación del Padre. Cuando Él terminaba de dar una enseñanza, miles de personas lo seguían y otras miles lo dejaban de seguir. Pero eso nunca hizo que Jesús quisiera modificar algo de sí, porque sabía que el problema no estaba en Él sino en el afuera. 

El afuera nunca puede ser la regla con la que midas tu vida, porque afuera las reglas siempre van a cambiar.

Los ojos de Dios custodiaron tu embrión, Él te hizo y te miró mientras te ibas formando en la panza de tu mamá con mucho amor y detalle. ¿Tú piensas que alguien que fue hecho a mano por Dios puede tener algo que está mal? Lo que está mal es este sistema en el que vivimos. 

El like más importante de tu existencia ya lo tienes porque Él te amó primero, antes de que los que te aman o te amarán. Tú vales porque eres creación de Dios y tu vida vale vida, la de Jesús. Así como la cultura pelea a diario por ganarse tu mente y te educa para rechazarte, en el corazón del Padre tienes lo necesario para educarte en amarte. Ahora mismo, donde estás, puedes decidir vivir con la aprobación del Padre, quien te amó primero, porque eres lo que Él dice que eres y eso es suficiente.

¿Cómo lograr la restauración familiar?

¿Cómo seguir adelante frente a los problemas matrimoniales? ¿Cómo ayudar a nuestros hijos? ¿Cómo llevar a cabo la restauración de la familia?

La ausencia de alguno de los padres tiene diferentes causas. Si ambos se ausentaran, es esperable que sea por causas extremas. Lo más común es llamar padre o madre ausente cuando hay una separación o un divorcio. 

Este distanciamiento, además de ser muy incómodo, puede confundir a los hijos y a la misma pareja. Se trata de la separación de la convivencia: casi siempre, uno de los cónyuges se queda en la casa con los niños y el otro se va a vivir a otro lugar.

Cuando las posibilidades económicas de la familia no soportan el mantenimiento de dos viviendas, si no hubiere amigos o familiares que “presten” un espacio, ese distanciamiento es bajo el mismo techo. La confusión es penosa. En este tiempo de cuarentena por la pandemia se acrecentaron este tipo de separaciones y la convivencia puede hacerse insoportable. 

En mi trato profesional con tantas parejas y familias, puedo notar que la cuarentena puede ser un tiempo feliz y de unidad en la familia, o de mayor distanciamiento dentro del hogar. Esto dependerá del espíritu de colaboración y ayuda previa al confinamiento obligatorio. 

En momentos de tormenta no puede enseñarse a navegar.

Muchos optan por soportar hasta poder separase formalmente, esto trae más dudas e incertidumbre a todos en el hogar y a la familia extendida. Un futuro incierto es la peor guía para los hijos.

¿Puede restaurarse una familia en medio de la pandemia? ¿Puede repararse un navío bajo la tormenta? Hay dos caminos: el primero es poseer un plan previo, un protocolo para tiempos de caos. Por ejemplo: la familia sabe discutir, sabe llegar a acuerdos, cada uno tiene en cuenta el momento oportuno, todos siguen los principios bíblicos de comunicación, de paciencia y colaboración. Es como tener una guía de salvataje.

En segundo lugar, se debe aplicar un concepto que mi hijo suele repetir asiduamente: es imposible saber todo, por eso es bueno tener el contacto del que sabe. En estos casos, la consulta a un profesional, un terapeuta en pareja y familia puede ser la solución. Hay pastores y líderes que se especializan en el trato con parejas y niños, pero aun ellos tienen sus propias desavenencias en estos tiempos tan especiales. 

Un psicólogo o psicóloga cristiana con experiencia puede, aun por vías online, tratar a todos y a cada uno de la familia. El o la profesional sabe reparar la nave en medio de la tormenta. La restauración debe iniciarse a la brevedad, porque cada minuto cuenta cuando algo empieza a hundirse.

Los padres o madres ausentes

La inmadurez que a veces los padres jóvenes pueden tener. No pretenden ser un modelo para sus hijos y a veces son un niño o niña más en la casa.

La irresponsabilidad emocional y económica de padres que por crecer en su estatus profesional y aparentarse jóvenes, se comunican con sus hijos solo por las redes, como si quisieran ser sus amigos.

Los padres presentes físicamente, pero ausentes en afecto y comunicación. Son la ley y las imposiciones, no escuchan a sus hijos y en general tampoco a su esposa. Creen tener siempre la razón.

Los padres proveedores que deben trabajar demasiadas horas y dejan a los niños al cuidado de la madre en todas las áreas. No se comunican ni elogian a sus hijos. No comparten ni saben nada de los niños.

Los divorcios o separaciones traumáticas. Esta pueden provocar la ausencia del padre y el deseo de venganza de la madre, teniendo de rehén al hijo y hablándole mal de su papá. Esto produce problemas en la manutención, en las visitas. Las madres se vuelven controladoras.

Existe la esperanza de reconstruir un hogar incomunicado 

Siempre apuesto a la restauración de la familia. Si los padres asumen que deben tomar decisiones adultas, aceptarán que cuando los hijos nacen hay un compromiso que se sella para siempre, porque serán padres toda la vida.

Las parejas que traen la intención de separarse a mi consultorio vienen pensando en que los niños no sufran. Yo les aseguro que de alguna manera los niños van a manifestar su tristeza porque no es lo que tenían en mente. Les cambiaron el escenario, el libreto y la participación de los directores.

Además, siempre les recuerdo que no están siendo fieles a sus propias promesas, ya que cuando se unieron, se comprometieron (la mayoría de las veces ante Dios) a estar juntos, aun en las adversidades. Trabajo en la reconstrucción. Pero, a veces llegan tarde cuando la infidelidad o la violencia, en todas sus formas, se desata. Cuanto antes recurran a una consulta, mayores posibilidades de restauración habrá.

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