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Entregar el amor de Jesús para sostener la vida

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Tenía 18 años cuando surgió la idea de realizar una escuela de discipulado y entrenamiento misionero en Jucum, en aquel momento vivía en Comodoro Rivadavia, en la provincia de Chubut, . En el 2014 me casé con Miguel Gomez y tuvimos un hijo. Por varios años servimos juntos como misioneros enfocados en el entrenamiento de otros obreros. 

Un tiempo después, recibimos el desafío de mudarnos. Nos vinimos a abrir una comunidad misionera en la ciudad de Río Gallegos, provincia de Santa Cruz, en la Patagonia Argentina. Aquí nació nuestra segunda hija. 

Hace más de 3 años que estamos en esta ciudad, donde Dios nos envió para seguir creciendo como comunidad y expandir las misiones a lo más profundo del territorio. Desde el comienzo hemos hecho evangelismo en comedores infantiles, con equipos más grandes o más chicos, en iglesias y en actividades sociales. 

Si bien estamos en el país donde nacimos, irnos tan jóvenes a vivir a un lugar que no conocíamos fue un gran desafío, tuvimos que adaptarnos a un nuevo lugar y aprender una nueva cultura. Pero saber que Dios nos envió aquí nos llevó a amar y respetar este lugar, entonces Dios nos fue abriendo puertas con vínculos, familias, pastores, que con el tiempo se hicieron amigos y nos ayudaron a adaptarnos, a sentirnos amados y contenidos en el desarraigo que supone una mudanza. 

Una de las problemáticas fuertes que atraviesa esta provincia es el suicidio, es por eso que junto a un equipo de trabajo nos propusimos hacer algo y en principio escribimos unos carteles con frases de ánimo y concientización, entonces un joven que no era cristiano vio el cartel e hizo una publicación en Facebook, comentando lo que estaba pasando, que sin duda había una nueva ola de jóvenes que se levantaban e iban a ayudar para ir en contra de este problema. 

Me sorprendió que un hombre que no sabía quiénes éramos ni conocía nuestro trabajo viera más allá de un cartel y sintiera la esperanza que queríamos transmitir en la provincia a través de la fe. Sin duda Dios confirmó su voluntad. Al principio sentía mucho temor, pero con el tiempo se fueron abriendo y permitiendo que oremos por sus vidas y los llevemos a Dios.

Desde entonces nos dedicamos a trabajar con los proyectos que tenemos para dar de Jesús a quien lo necesite, a través de campamentos, escuelas externas y escuelas de discipulado y entrenamiento. Por otra parte, nos interesa trabajar con adolescentes y ofrecerles un espacio donde ellos puedan expresarse y conocer más de Dios.

En Río Gallegos se vivió una muy triste y angustiante ola de suicidios que duró 5 meses aproximadamente. Llegaron a suicidarse 2 personas un domingo, luego 8 personas, hasta que fueron 1 cada 3 días, y así fue escalando este drama. Fue cuando entendimos que éste era un tema a tratar en el lugar, y por eso empezamos  a capacitarnos e incentivar a las iglesias y amigos a aportar lo que estuviera a su alcance. 

Eso nos llevó a estudiar una diplomatura en suicidiología y, una vez con esas herramientas de abordaje, empezamos a hacer charlas de prevención del suicidio, abiertas a todo público, y aun ahora tenemos muchos proyectos a futuro para seguir aportando en este aspecto.

En nuestro trabajo vimos que son muchas las familias que tienen un ser querido que se suicidó, o que tiene riesgo de suicidio. Tuvimos que escuchar con profunda tristeza a madres que quisieron quitarse la vida junto con sus hijos, o que ellas lo intentaron y ahora sus hijos también. Es doloroso ver sus realidades y creemos que como cristianos tenemos que tener un espacio de contención y apoyo a las familias.

Hace ya doce años que Dios me llamó a hacer misiones, y me demostró claramente que su visión sobre mi futuro era muy distinta a la mía. Nunca me imaginé ni en Argentina ni trabajando en esta temática; sin embargo, las misiones no tienen que ver con distancias geográficas sino con conocer a Jesús y mostrar su amor por nosotros. 

JUCUM-rio-gallegos

Melissa Abigail Stubbe  en el 2009 comenzó a servir a Dios en Juventud Con Una Misión. Desde 2018 junto con su esposo e hijo lideran Juventud Con una Misión en Río Gallegos- Santa Cruz.
https://www.facebook.com/JucumRioGallegos

La Navidad también puede ser ecológica

Celebrar al niño de Belén y ayudar a cuidar el medio ambiente es posible si ponemos atención a detalles que vale la pena considerar. 

En fechas tan especiales como la Navidad y fin de año, la música, el árbol, los regalos y la comida, son elementos elegidos de manera especial. Aunque no son el fin en sí mismos, son una hermosa excusa para pasar una noche con seres queridos recordando la llegada de nuestro Redentor. Pero ¿qué tiene que ver con el medio ambiente?, ¿cómo podríamos ayudar en una situación de celebración? Podemos afirmar sin dudar que, de muchas maneras.

Hay varios trucos o tips que pueden servir si queremos sumarnos a aquellos que quieren cuidar su ambiente, que como sabemos, es un nuevo derecho humano, así como lo afirma la Comisión de Derechos Humanos. Entonces, si ponemos atención, hay varios aspectos a tener en cuenta. 

Cuando hablamos de cuidar el medio ambiente nos referimos a disminuir el impacto de nuestras acciones sobre el deterioro del planeta. Para ello hay que saber que los recursos naturales, la gestión de basura y el consumo responsable de los alimentos, son puntos claves. En este sentido podríamos mencionar algunas ideas para ser más “ecológicos” este fin de año: 

Ideas para el consumo responsable

Envoltorios reutilizables: A todo el mundo le gusta que sus regalos estén envueltos, sin embargo, se desperdicia una gran cantidad de papel. Para evitarlo, puedes reutilizar el envoltorio de otros años o forrar tus regalos con papel de revista o de periódico. ¡Serán los regalos más originales!

Donar juguetes: En Navidad hay un gran consumo de juguetes, que muchas veces terminan abandonados en un armario. Para darles una segunda vida se pueden donar a alguna ONG o regalar a niños que sabemos los pueden recibir con mucha alegría. 

No desperdiciar la comida: En las fiestas se producen grandes cantidades de comida, que luego acaban en la basura. Puedes aprovechar las sobras para preparar nuevos platos. Si ves que se puede donar o regalar, también podrías llevarlas a algún comedor social, donde te lo agradecerán.

Gestión de la basura: Es muy importante que los residuos generados se depositen en el contenedor correcto. La basura en bolsas negras en contenedores negros, y en bolsas verdes todo aquello que se puede reciclar. 

Ahorro de energía: Si vas a reunirte con familia o amigos, recuerda apagar las luces innecesarias en tu hogar. 

No tirar los adornos navideños: Una vez terminadas las fiestas, considera guardar los adornos navideños, no pasan de moda. Por eso son válidos de un año para otro. Puedes pintarlos de un color diferente o cambiarlos de sitio y le darán un toque diferente a tu hogar. Por otro lado, con la ayuda de los peques de la casa, puedes crear nuevos adornos con materiales reciclados como papel, plástico o aluminio.

Las Navidades son las fiestas más contaminantes del calendario. Por este motivo, esperamos que estos consejos te ayuden a lograr una mayor sostenibilidad. Reciclar y reutilizar ayuda a reducir nuestro impacto ambiental. Ser sostenible en Navidad es posible si te lo propones.

Un combo de películas para ver en Navidad

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Películas de Navidad para ver en familia

¿Podés creer que ya llegaron las fiestas? ¡Sí!, seguro está pensando que fue un año fugaz. Lo cierto es que está época es de las más lindas. Las personas se preparan, decoran sus hogares, organizan la cena familiar o con amigos, incluso algunos olvidan sus diferencias (aunque sea momentáneamente) para compartir con los afectos. 

Por supuesto, celebrar es necesario, sobre todo para traer luz a esta temporada de pandemia que nos golpeó tan fuerte. Ahora bien, ¿qué es lo importante de la Navidad?, ¿los regalos?, ¿la comida? Definitivamente no. 

Jesús es el centro de nuestra celebración, siempre. En esta fecha y en cada fecha de nuestras vidas. Dentro de nuestra comunidad de fe están aquellos que celebran Navidad y otros que se abstienen debido a que el nacimiento del Mesías no fue precisamente el 25/12. Lo importante, si festejás o no, es que tus ojos y tu corazón estén puestos en Jesús. No te distraigas en cosas vanas. 

Para ayudar a enfocarte te traemos algunos films que hablan de Cristo y de su obra redentora. Podés aprovechar y verlos en familia:

Rey de Gloria

Es una producción sobre la Biblia, con formato documental, dividido en dos partes. La primera relata con imágenes el Antiguo Testamento y en la segunda el Nuevo Testamento. A ambos los considera una correlación, el primero profetiza lo que en el segundo vemos concretado: la venida del Salvador. 

Es una excelente alternativa para aprender el relato bíblico. Muy recomendable para aquellos que recientemente empezaron a escudriñar la Palabra. Les será de gran utilidad. 

Mirala a través de YouTube. 

La resurrección de Cristo

Una película maravillosa disponible en la plataforma de Netflix. Nos relata los últimos días de Jesús en la tierra. Sobre todo, se enfoca en lo que ocurre tras la muerte del Mesías. 

Los rumores de que Jesús iba a resucitar preocupan a los líderes religiosos. La tumba está escoltada por soldados romanos para evitar cualquier intento de robo del cuerpo. Pero lo increíble sucede, Jesús se levanta de entre los muertos. 

Pilatos, el gobernador romano, asigna a un centurión la investigación sobre la desaparición del cuerpo. Este romano será impactado por la veracidad del testimonio de los discípulos y seguidores de los que seguían a Cristo. 

¡Te va a encantar!

El Nacimiento

Bien ajustado al relato bíblico, este film nos cuenta sobre la antesala del nacimiento de Jesús – cuando María es elegida por Dios para la gran misión de llevar en su vientre al Hijo de Dios -, el contexto en que el niño nace y sus primeros años de vida.

Perfecta para ver en familia y recordar que Él es nuestra esperanza. Su paso en la tierra marcó nuestra vida y la historia de la humanidad, y su promesa de que regresará está intacta. 

Disfrutala en la plataforma de YouTube. 

El león de Judá

Por último, te dejamos la alternativa para los más pequeños. El león de Judá es una realización infantil en 3D. Unos simpáticos animales de granja nos cuentan los acontecimientos que tuvieron lugar en Jerusalén en los días en que Jesús fue juzgado y condenado a la cruz. 

Un mensaje transmitido desde el humor y la dulzura que tiene poder para conmover a los más chicos. 

Está disponible en Amazon Prime. 

Así que ya sabés, tenés muchas alternativas cinéfilas. Elegí la que más te guste. Dios te bendiga.

La Encarnación ¿Qué consecuencias tiene que Dios se haya hecho hombre?

El cristianismo no es una fe ciega, hay muchas cosas, de todas las que creemos, que podemos comprobar y verificar a través de nuestra razón. 

Es parte del gran mandamiento dado por Dios, el honrarlo con nuestra mente. Pero también es verdad que no todo el cristianismo entra en esta categoría. Hay partes de nuestro credo que tenemos que creerlas, abrazarlas y vivirlas por medio de la fe solamente; cuestiones que sobrepasan en eterna medida las capacidades intelectuales de nuestros pequeños y limitados cerebros. Además, ¿qué es nuestra mente comparada con el universo? Pero aún así, queremos comprenderlo todo. Uno de los conceptos que entran en esta categoría es el de la Encarnación. 

Encarnación significa literalmente: hacerse carne. Leemos en Juan 1:14 “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros”. Está completamente fuera de nuestro alcance intelectual poder llegar a imaginar o entender cómo el Dios creador, el que habita la eternidad, quien no está condicionado por nuestra realidad espaciotemporal, quien sustenta todo con la palabra de su poder, quien conoce el final desde el principio y no tiene ninguna clase de limitante decidió hacerse carne. 

Y no solamente eso, sino que su entrada no sería grandiosa ni espectacular como cualquiera lo habría esperado, sino que desde el principio dijo que sería a través de una semilla, a través del mismo proceso de todos los seres humanos. No solamente se haría humano, sino que lo haría del todo, sería un bebé, indefenso, dependiente y con necesidades. 

Luego de la caída del hombre en el Edén, Dios anunció el Evangelio de la salvación en estas palabras: “Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón”, Génesis 3:15 NVI. ¡El Padre nos anunciaba al Hijo desde el inicio! 

El Padre solamente tiene un mensaje, un tema de conversación, una sola predicación y es el Hijo. Es por eso que durante siglos nos dejó señales de cómo sería, de cómo haría la movida que cambiaría la eternidad. Algo tan impensable que solamente a Dios se le hubiera ocurrido. El Dios sin límites, tomando un cuerpo limitado. El Señor del universo, volviéndose pobre y necesitado. El que sustenta todo, teniendo necesidad de comida, agua y sueño. El eterno, naciendo. 

Las implicancias de que Dios haya elegido tomar carne son mucho más espectaculares de las que podemos alcanzar a comprender y a agradecer. Quiero compartir algunas de ellas. 

Primero, Hebreos 2 dice que Jesús se hizo hombre. Él sabe perfectamente las tribulaciones que estamos pasando, pero también sabe exactamente cómo nos sentimos. Sabemos que Dios conoce nuestras situaciones pero olvidamos que Él también sabe lo que es pasar por ellas. Solamente una mujer que ya dio a luz sabe cómo se siente otra que está en trabajo de parto, quienes no hemos pasado por esa experiencia, jamás podremos entenderla; podemos querer ayudarla, pero solamente una mujer que ya estuvo en su situación puede verdaderamente compadecerse de ella y ayudarla de forma efectiva.

De la misma manera Jesús tomó nuestra forma para poder tener misericordia de nosotros y ayudarnos, porque “Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados”, Hebreos 2:18.

Por otro lado, el sacrificio expiatorio solamente era posible y válido si un hombre se entregaba por el resto de nosotros. En el Edén un hombre pecó y todos llevamos las consecuencias de ello. La sangre de los sacrificios no podía quitar el pecado porque no es comparable un cordero con una criatura que fue hecha a imagen del mismo Dios. Por lo tanto, solamente uno de nosotros podría ayudarnos a salir del problema en que estábamos metidos, solamente la sangre de uno de nosotros podría reparar el daño. 

El problema mayor es que ninguno de nosotros podía verdaderamente cumplir su demanda y mucho menos pagar por la del resto. La única forma en que nuestra deuda podría ser saldada era si un hombre perfecto recorriera el camino que no le era necesario transitar, porque era perfecto, para que el resto de nosotros podamos hacerlo a través de él. 

En palabras de C.S Lewis “supongamos que Dios se hace hombre… supongamos que nuestra naturaleza humana que puede sufrir y morir se amalgamase con la naturaleza de Dios en una persona. Esa persona, entonces, podría ayudarnos. Podría entregar su voluntad, sufrir y morir, porque era un hombre, y podría hacerlo perfectamente porque era Dios. […] no podemos compartir la muerte de Dios a menos que Dios muera, y Él no puede morir a menos que se haga hombre”. 

Jesús tenía que ser completamente Dios para poder vivir una vida perfecta, y completamente hombre para poder sufrir, ser herido, traspasado y golpeado. Tenía que ser completamente hombre para poder morir, pero completamente Dios para que la muerte no pudiera retenerlo, y resucitar. 

Por último, de todas las cosas que no entiendo, posiblemente esta es una de las que menos puedo llegar a imaginar y más me sorprenden. En Hechos 2 leemos en el relato de la ascensión de Jesús al cielo, mientras los apóstoles ven a Jesús irse, que dos ángeles llegan y dicen estas palabras “Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo”, Hechos 2:11. 

Este mismo Jesús, no otro, no uno parecido, no uno similar, tampoco otro casi igual pero con ligeros cambios. No. El mismo. Esto quiere decir que hoy hay un ser humano, de carne y hueso, con sus manos y pies horadados delante del Padre; no solamente presentándose como pago por mis pecados y los del mundo, sino intercediendo por mí, y al mismo tiempo llevando en ese mismo cuerpo humano la plenitud de la gloria de Dios (Colosenses 1:19-20). 

Y a ese mismo Jesús es al que esperamos nuevamente, por ese mismo Jesús nuestros corazones arden y anhelan su regreso. 

Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.  2 Juan 1:7.

Jesucristo, el plan perfecto

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Jesucristo, el plan perfecto, por Lito Choda
“Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz”, Isaías 9:6 NVI.
“La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel (que significa «Dios con nosotros»)”, Mateo 1:23 NVI.

¡Cuánto nos hemos emocionado con este versículo! Desde niños y como familia disfrutábamos tanto el mes de diciembre, y aún seguimos haciéndolo. Era una fecha que anhelábamos que llegara, con mucho entusiasmo, para celebrar juntos -también por los regalos-. La vorágine de la vida actual nos ha llevado a que todo sea apresurado. Honestamente, considero que antes se vivía un clima diferente en las familias, en las calles, ¡se acercaba la Navidad!, ¡se la esperaba con emoción y alegría! Más allá de mi cumpleaños, que coincide con ese día, siempre cobraban gran importancia esas semanas y las horas previas para recordar el nacimiento del Niño Jesús. 

En la iglesia preparábamos con alegría y esmero pesebres vivientes, canciones, cantatas de los niños, del coro y todo enfocado en esos versículos citados. Volvía a nacer una nueva esperanza, el nacimiento del Salvador. Mateo 1:23 era tan relevante y disfrutábamos cuando se leían los versículos hablando del tema, no cualquier tema, sino a los profetas anunciando que un niño muy especial nacería: el hijo de Dios, Emanuel, DIOS CON NOSOTROS.

Quiero invitarlos a que reflexionemos juntos sobre la importancia del Dios que se hizo hombre. 

“Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá será llamado Hijo de Dios” (Lucas 1:35).
¡Qué manera de venir a este mundo! ¿Podría haberlo hecho de otra forma? Él era Dios, pero decidió que fuese así; “el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse” (Filipenses 2:6).

Sin duda el amor de Dios lo excede todo, no hay palabras que lo logren explicar plenamente. Este amor inmenso demostrado al entregar a su hijo, hacerlo semejante a los hombres y vivir una vida terrenal, adaptarse a una vida cronos, a un proceso de instrucción, aunque lo sabía todo. ¿Por qué lo haría? Con un solo propósito: morir. Es que la única forma de cumplir su propósito completo en la tierra era nacer, vivir y morir para después resucitar. 

El plan era perfecto, pero había que llevarlo adelante sin interferir en nada en base al diseño. Había un único requisito: OBEDIENCIA extrema y absoluta al plan. Por eso vimos su gloria, dijo Juan: “Y aquel Verbo fue hecho carne y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

Nada se hizo fuera del plan perfecto. Jesús fue cabalmente obediente al Padre absolutamente en todo. Los evangelios se encargan de relatarnos los “pequeños detalles” de su caminar en la tierra y nos refieren, por ejemplo, cuando estuvo en la tierra sanando enfermos, liberando endemoniados y luego despidiendo a la multitud para apartarse a orar. Jesús, el Hijo de Dios, también es Dios, pero lo increíble es que se hizo hombre y nos dejó una enseñanza en cada paso que dio en la tierra, para que también nosotros podamos caminar conforme a su voluntad en cada momento.

Estos versículos que hacen referencia al nacimiento de Jesús no deben leerse como una historia del “Niño Jesús”. Si así lo hacemos corremos el peligro de que, aunque sepamos que el Cristo hoy nos habita, lo mantengamos como en la historia en nuestros corazones, como un niño recién nacido y poniendo el foco en esto sin recordar todo el plan y obra redentora que se llevó a cabo a través de Él, plan que nos incluye. Recordemos lo siguiente: “Y Jesús crecía en sabiduría y en estatura, y en gracia para con Dios y los hombres” (Lucas 2:52).

Necesitamos tomar conciencia de que Cristo debe ser formado en nosotros. El apóstol Pablo dijo “Hijitos míos, por quienes vuelvo a sufrir dolores de parto, hasta que Cristo sea formado en vosotros” (Gálatas 4:19). Para lograr llevar adelante el propósito de Dios en nuestras vidas, necesitamos crecer exactamente en lo mismo en que crecía el Señor y menguar nosotros, para que él crezca.

Es imperioso que pasemos de la historia del niño en el pesebre a la realidad de un Cristo glorioso que nos habita y cuya vida en nosotros debe aumentar. Necesitamos migrar de solo leer a aplicar lo que leemos. Estamos en un tiempo en que ya no alcanza con festejar una vez al año el nacimiento del Salvador, sino que debemos tomar conciencia de la necesidad de este incremento de su vida en nuestro ser interior para que podamos decir como dijo Pablo: “ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí”.

Asombroso descubrimiento, hallaron un anillo de más de 1700 años que refiere a Jesús

La Unidad de Arqueología Marina de la Autoridad de Antigüedades de Israel descubrió tesoros de dos naufragios frente a la costa de Cesarea en Israel. Pero un objeto destacó del resto.

Los hallazgos arqueológicos que están relacionados con las Escrituras nos estuvieron acompañando a lo largo de todo el 2021, y sin dudas es una muy buena noticia que un descubrimiento de tal magnitud ocurra cuando el año está terminando y a pocos días de la Navidad.

En este caso, unos submarinos de la Unidad de Arqueología Marina de la Autoridad de Antigüedades de Israel descubrieron unos objetos de valor entre los que se encontraban cientos de monedas de plata y bronce de mediados del siglo III de nuestra era y unas 560 monedas de plata del periodo mameluco del siglo XIV. Una estatuilla de bronce con forma de águila, símbolo del dominio romano, y una estatuilla de un pantomimus romano con una máscara cómica. 

Monedas encontradas en el hallazgo

Según Jacob Sharvit, director de la Unidad de Arqueología Marina, y su adjunto Dror Planer, «los barcos probablemente estaban anclados cerca y naufragaron por una tormenta».

Resto de los objetos. De frente a la imagen una estatuilla de un pantomimus romano con una máscara cómica. 

Pero entre estos artefactos hallaron un anillo de oro grabado con la figura del que podría ser el Buen Pastor. La imagen es también una de las más antiguas utilizadas en el cristianismo para simbolizar a Jesús como el pastor compasivo de la humanidad. Este término está a lo largo de la Biblia, en el Antiguo Testamento, como en Isaías 40:11 donde dice «Él apacienta su rebaño como un pastor: toma los corderos en sus brazos y los lleva cerca de su corazón». Jesús incluso se llamó a sí mismo pastor: “Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas «, Juan 10:11. 

El anillo fue descubierto cerca del puerto de Cesarea, un sitio de gran importancia en la tradición ya que fue uno de los primeros centros del cristianismo y albergó una de las primeras comunidades cristianas. Al principio, solo los judíos pertenecían a esta comunidad y fue aquí donde el apóstol Pedro bautizó al centurión romano Cornelio, como se relata en Hechos 10.

El anillo de oro octogonal se considera el artefacto más exquisito del grupo. Cuenta con una piedra preciosa verde en el centro que fue tallada para representar la figura de Jesús como un joven pastor, que está vestido con una túnica con una oveja alrededor de sus hombros.

Uno de los buzos, mostrando el anillo de El Buen Pastor

«Representa a Jesús como el pastor compasivo de la humanidad, extendiendo su benevolencia a su rebaño de creyentes y a toda la humanidad», compartió IAA en un comunicado.

Imagen cercana al anillo entontrado

Si bien el cristianismo se practicaba en foros clandestinos en ese momento, el informe también señala que el Imperio romano era relativamente tolerante con las nuevas formas de adoración, incluso en torno a Jesús, por lo que era razonable que un ciudadano rico del Imperio usara ese anillo. 

Helena Sokolov, curadora del departamento de monedas de la IAA que investigó el anillo del Buen Pastor, dijo a la AFP: «Este fue un período en el que el cristianismo estaba en sus inicios, pero definitivamente estaba creciendo y desarrollándose, especialmente en ciudades mixtas como Cesarea». También dio a entender que debido a que el anillo es pequeño, probablemente perteneció a una mujer.

Imagen de cerca con el anillo hallado.

Dentro de los restos submarinos hubo otro artefacto que llamó la atención de los arqueólogos. Entre los objetos personales raros de las víctimas del naufragio había una piedra preciosa roja con la talla de una lira. Este instrumento en la tradición judía se llama Kinor David («el arpa de David»). Según 1 Samuel 16:23, el rey David tocaba su arpa para Saúl, “siempre que el espíritu de Dios venía sobre Saúl, David tomaba su lira y tocaba. Entonces llegaría el alivio a Saúl; se sentiría mejor y el espíritu maligno lo dejaría».

Piedra preciosa roja con el grabado de una lira

Según Eli Eskozido, director de la Autoridad de Antigüedades de Israel, “las costas de Israel son ricas en sitios y hallazgos que son activos de patrimonio cultural nacional e internacional inmensamente importantes. Son extremadamente vulnerables, razón por la cual este organismo lleva a cabo estudios submarinos para localizar, monitorear y rescatar las antigüedades».

Los científicos aseguran que el anillo representa la imagen del Buen Pastor, sin dudas queda mucho por ser estudiado y revelado para las organizaciones arqueológicas, pero este hallazgo revela que, una vez más, muchos tesoros pueden encontrarse, pero no hay tesoro más grande que el encontrar a Cristo, a nuestro buen pastor.

Celebremos a nuestro Salvador

Friends Saying Prayer Before Eating Meal Together

¿Conoces la historia de la Navidad? Imagino que has escuchado acerca del niño que nació en un pesebre, aquel que vino para salvarnos, ¿lo recuerdas, a quien llamamos Jesús? 

Probablemente sepas toda la historia acerca de los ángeles, los humildes pastores y los sabios que llegaron de Oriente buscando al bebé para adorarlo, pero la Navidad es acerca de Jesús viniendo a salvarnos para que podamos estar con Él para siempre en el cielo. Todo lo que tenemos que hacer es poner nuestra fe en Él.

De eso se trata realmente la Navidad, celebramos el día en que Jesús nació en el pesebre porque significa que Dios envió a Su Hijo a la tierra para estar con nosotros, para morir en la cruz y perdonar nuestros pecados, y además para invitarnos a tener una relación con Él que nos lleve a la vida eterna. Celebramos la Navidad porque ese día, en un pequeño pesebre de Belén, Dios nos dio el regalo más importante de todos, una nueva forma para estar otra vez con Él, como debía ser desde el principio.

Dependiendo el país donde estés leyendo este plan, puede ser que noviembre y diciembre sean meses llenos de festividades, lo cual aumenta la presión en nosotros, porque nos ponemos a pensar en buscar regalos ideales, en los ingredientes de la comida, en los gastos de la fiestas y  en muchas cosas más. Pero, ¿recordamos por un momento el nacimiento que cambió la historia?

Me gustan las películas navideñas, sean nuevas o clásicas, me gusta disfrutar las noches decembrinas viéndolas, pero entre tantas opciones que presenta la industria del entretenimiento no he visto alguna que dirija nuestra atención a ese nacimiento. 

Son tiempos llenos de locura, pero entre tantas actividades, es importante mantener la verdadera razón de nuestra celebración, la cual consiste en que un niño, de padres sencillos, trajo consigo muchos regalos, el principal de ellos, la salvación eterna. Festejamos su nacimiento cuando vivimos sus enseñanzas y conservamos su legado.

La necesidad más profunda del hombre en la Tierra no es otra cosa que la salvación de su alma, su gran problema es el pecado y por esta razón el ángel dice 

“Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados”, Mateo 1:21.

Hoy podemos contar con Jesús para encontrar salvación. Desde el génesis, Dios estaba con el hombre y este fue siempre su deseo, pero el pecado del hombre rompió esa unidad perfecta. Jesucristo es el plan para la humanidad, el camino de regreso a Dios para reconciliarnos con Él. 

Dios no se alejó jamás del ser humano, siempre ha permanecido en el mismo lugar; mientras muchos en estos días organizan la fiesta, qué comer, dónde hacerlo, qué regalos llevar y demás detalles, se olvidan de que Jesús es la Navidad. Muchos creen que la fiesta es por la familia o por los esfuerzos del año, pero permíteme decirte que la Navidad se centra en Jesús y su nacimiento es el que hoy celebramos, porque gracias a Él podemos volver al génesis perfecto.

Probablemente nuestra realidad actual nos impide poder celebrar estas fechas como acostumbramos, y esta Navidad sea diferente a otros años. Es comprensible, quizás hemos atravesado cambios fuertes últimamente, pero recuerda que aún cuando no veamos los rayos del sol por las circunstancias, volverá a amanecer para tu vida. Jesús es sinónimo de esperanza, una esperanza que llegó hace más de dos mil años. 

Hay algo que nunca cambia y lo que sí puedes hacer este año es darle la oportunidad a Jesús de que haga cosas maravillosas en tu vida y tu familia. Confía en que vendrán tiempos mejores, celebra hoy las bendiciones que conservas y recuerda, esta época se trata de la esperanza.

Escuché un día que nadie es demasiado pobre como para no poder dar algo y nadie es demasiado rico, como para no necesitar algo. En ocasiones la mejor manera de cambiar nuestra vida es hacer algo por otros. ¿Qué tal si esta Navidad aportas a alguna causa benéfica, participas de una actividad social o le regalas algo a quien no puede pagarte por ello?  No pienses solamente en dinero, puede ser tiempo o esfuerzo. La intención es que des aquello que tienes, para que te llenes de eso que no sabías que tanto necesitabas. 

Familia, los aliento a que en este día hagan una Navidad distinta; en vez de levantar una copa y brindar, a cambio únanse y levanten juntos una oración a Dios, agradeciéndole la vida y en voz alta declaren ¡Emanuel!

La Navidad es Jesús, su nacimiento hizo brecha para que podamos decir ¡EMANUEL! Dios con nosotros.

Una historia de amor a los niños, al circo y a Jesús

Miguel Ángel García, con su nombre artístico Rulito, desde hace diez años evangeliza en la sociedad a través de este arte.

Las presentaciones son números de equilibrio y malabares, de los cuales Rulito explica que luego de cada show relaciona el Evangelio con la dinámica. “Hablo de lo importante de tener un buen equilibrio en las distintas áreas de la vida con Cristo ya que nos permite llevar adelante distintas tareas sin que perdamos el control en el intento”, revela él.

Rulito cuenta que en esta fecha especial de Navidad organizaron un evento solidario en la puerta del canal C5N en el que vecinos, empresas, sindicatos y agrupaciones de todo el país se acercaron hasta la puerta del canal a dejar diferentes insumos y regalos para luego donarlo en comedores, merenderos y hogares de chicos. Además, la actividad “Compartimos Juntos”, evento evangelístico para toda la familia en la Plaza las Toscaneras, Villa Real, y “Por más familia”, evento solidario en el cual la entrada era un alimento no perecedero.


El artista se presenta en cada lugar con el propósito no solo de entregarles un regalo material o emocional, sino también presentarles a Cristo. “El comenzar a predicar a través del circo fue un proceso largo, ya que al trabajar en las carpas, teatros y eventos privados mis números artísticos eran visuales: equilibrio en altura sobre sillas, monociclo, malabares, es decir, entraba a la pista, realizaba distintas destrezas y me retiraba sin hablar con el público”, describe Rulito.

“Esta misma forma de trabajar la repetía cuando me invitaban a algún evento evangelístico”, destaca el artista. De todas formas él revela “había alguien que convocaba a la gente, me presentaba y salía a hacer mis números artísticos, con lo cual llamaba la atención de la gente y una vez que finalizaba venía algún líder o pastor a compartir el mensaje”.

Rulito especifica “la misión para mí era el llamar la atención de la gente y que otro luego predicara, para mí lo que yo hacía a nivel artístico circense era solo para atraer gente”. Pero recuerda “nunca imaginé que Dios tenía otros planes con dicho arte hasta que en un viaje misionero estaba por terminar mi presentación y antes del último número una de las personas que viajaba con nosotros pasó por el costadito mío y me dijo en voz baja ‘mirá que el encargado de compartir el mensaje no viene, vas a tener que darlo vos’”.

Él admite que se sorprendió luego de ese mensaje, hasta que un día en medio de un show dudó y le preguntó a Dios cómo compartir su Palabra. “De repente me baja como del cielo a la mente un mensaje evangelístico utilizando ese mismo truco, pero asociado con el mensaje de salvación, lo compartí, y terminé invitando a la gente a reconciliarse con Dios a través de Jesús”, revela Rulito.

“ME ABRIÓ UN MUNDO NUEVO, COMENCÉ A VER QUE TODO LO QUE HACÍA A NIVEL ARTÍSTICO tenía UNA TREMENDA CONEXIÓN CON EL MENSAJE DEL  EVANGELIO”

El artista cuenta que realizó una Diplomatura en Teología en el IBRP (Instituto Bíblico Río de la Plata), y expresa “el objetivo es poder hablar de Jesús de la manera más excelente que pueda”. Es por este motivo, que cuenta que todos sus shows tienen un hilo conductor y explica “que el mensaje lo empalmo con algo artístico, algunas veces noto que algunos adultos se van cuando comienzo a hablar puntualmente de Jesús, pero mi objetivo primordial es mostrar el amor de Cristo a toda la familia”.

Himnos navideños

SESSIONS LIVE NAVIDAD

Desde La Corriente te invitamos a escuchar los mejores himnos navideños, junto a una banda de lujo, con invitados especiales y la dirección musical de Jairo QueuPul. Estas canciones fueron preparadas para que disfrutes en familia y junto a los que más querés. Que cada melodía llene tu alma del Espíritu de Dios.

Cinco cosas que no debes hacer en esta Navidad

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5 cosas que no debes hacer en Navidad

¡Si eres de los que busca superarse como persona y crecer en Cristo, estos consejos son para ti!

La Navidad deja ver claramente dos tipos de personas, aquellas que la aman y quienes la odian. Ya sea que estés de un lado o del otro, si quieres celebrar la Navidad alineado a los valores de Cristo, la mejor manera de lograrlo es tomando acciones. Es por ello que te traigo cinco hábitos que debes descartar de tu vida si quieres tener una Navidad en Cristo Jesús.

  1. NO CRITIQUES:

La discusión de cada año entre los cristianos es si festejamos o no, si el arbolito sí o el arbolito no, si Papá Noel está bien o está mal, si los magos del Oriente eran 3, si eran reyes o no. Ya todos sabemos que el 25 de diciembre no es la fecha exacta en la que nació Jesús, pero no por ello debemos ponernos en contra de quienes festejan la Navidad.

Todos los días tenemos que celebrar la vida de Jesús y mucho más aún en  estas fechas en que el mundo entero se frena para conmemorar el nacimiento del líder más grande de la historia, el Rey de reyes y Señor de señores. Oponernos a todo solo nos aleja más de la gente y en verdad debemos ser luz y llevar las buenas nuevas.

Si tú no quieres festejar, no festejes. Quizá pienses que en realidad es una celebración pagana o que solo es puro márketing, y es verdad. Pero recuerda que Pablo usó el altar al dios no conocido para predicar el Evangelio. Entonces ¿qué pasaría si en lugar de oponernos redimimos estas fechas? 

Debemos tomarlo como una oportunidad para enseñar sobre Jesús y compartir su mensaje. Enseñemos con amor y no condenemos. 

  1. NO MALGASTES TU DINERO:

Diciembre es un mes que te invita a gastar. Mi consejo es que no gastes como si no hubiera un mañana. Piensa que la vida sigue y la deuda tienes que pagarla en enero. Un rey sabio llamado Salomón tuvo la oportunidad de pedirle a Dios cualquier cosa; este podría haber pedido riquezas o poder, pero lo que pidió fue sabiduría para administrar su nación. Pídele a Dios sabiduría para administrar tus finanzas y tu hogar. Dios hace milagros, pero depende de nosotros ser mejores.

No te prendas a los mandatos sociales, no quieras impresionar a los demás gastando en regalos extravagantes si vas a endeudarte. 

  1. NO PIENSES SOLO EN TI, COMPARTE:

Si hablamos de compartir Jesús es el mayor ejemplo, su paso por la tierra se trató de compartir. Nos compartió su sabiduría, su amor y hasta su propia vida. La Palabra de Dios nos enseña que la verdadera religión es ocuparse de los huérfanos y de las viudas, es decir, de nada sirve celebrar la Navidad si nos olvidamos del prójimo. Antes de pensar en lo que te falta mira a tu alrededor y fíjate si hay alguien que se encuentra en soledad, si alguien necesita un abrazo o una palabra de aliento. Te desafío a que te animes a tener un gesto especial, que hagas una buena acción. Visita un asilo, llama a esa persona que perdió algún ser querido en la pandemia, acuérdate del vecino que vive solo. 

Hagamos la diferencia y pongamos en práctica el amor de Cristo. 

  1. NO GUARDES RENCOR, PERDONA:

Así como dice la oración que nos enseñó Jesús, perdonemos, así como Dios nos perdona a nosotros. No seamos como aquel siervo malo que luego de ser perdonado se encontró con un compañero que le debía dinero y lo estranguló exigiéndole que le pague y hasta lo mandó a la cárcel (Mateo 18:21). Es importante que al recordar la gran obra que hizo Jesús en la cruz entendamos el valor del perdón. 

De nada sirve sentarse en la mesa a compartir si hay personas a las que no puedes mirar a la cara porque les guardas rencor. 

  1. NO DEJES A JESÚS AFUERA:

Arma la mesa larga, decora, ponte la mejor prenda que tengas y prepara la mejor cena que puedas, pero es importante que no te olvides de dejar el lugar esencial para Jesús. La Navidad no tiene sentido si Él no es el centro. Si quieres una Navidad diferente pon a Jesús como protagonista y tendrás las mejores fiestas que jamás tuviste.

Espero que estos consejos te hayan servido y deseo que tengas felices fiestas, que la paz de Jesús abunde en tu mesa, pero sobre todo en tu corazón.

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