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Reclusos en prisión de máxima seguridad son bautizados y aceptan a Jesús

El ministerio “Dios tras las rejas” trabaja llevando el Evangelio dentro de las prisiones. Su objetivo es ayudar a los reclusos y sus familias a encontrar la verdadera libertad en Jesucristo. También se han encargado de plantar iglesias en las cárceles para que los reclusos puedan sentir el amor de Dios y vivir en una comunidad de fe.

El ministerio “Dios tras las rejas” trabaja llevando el Evangelio dentro de las prisiones. Su objetivo es ayudar a los reclusos y sus familias a encontrar la verdadera libertad en Jesucristo. También se han encargado de plantar iglesias en las cárceles para que los reclusos puedan sentir el amor de Dios y vivir en una comunidad de fe.

El sitio web God Behind Bars compartió, no nos detendremos ante nada, asegurándonos de que cada recluso en los EE. UU. tenga acceso directo y personal al Evangelio y los recursos espirituales para no solo ayudarlos a crecer en su fe, sino también sanar traumas y heridas, romper adicciones, ciclos y permitirles conocer su identidad como hijos e hijas Dios”.

El ministerio ya ha predicado la Palabra a más de 526.000 reclusos y ha plantado 60 iglesias en las prisiones. También lanzaron una aplicación móvil llamada “PandoApp” para ayudar a los reclusos desesperados en sus celdas a escuchar canciones de adoración o prédicas. Más de 208 mil presidiarios tienen acceso a la aplicación de manera gratuita.

En el último mes, el ministerio ha bautizado a 18 reclusos dentro de una prisión de máxima seguridad. Antes de los bautismos, habían estado compartiendo el Evangelio y 35 convictos aceptaron a Jesús en sus vidas, más de la mitad tomaron la decisión de pasar por las aguas.

“Los bautismos dentro de las prisiones son muy raros, lo que acaba de ocurrir es un milagro. Muchos de estos hombres están presos hace más de diez años pero ahora han encontrado su verdadera libertad, Jesús”.

Para celebrar esta gloriosa victoria, usaron YouTube para compartir algunos videos tomados del bautismo.

«¡Estamos alabando a Dios por esta victoria y sabemos que el cielo está celebrando con nosotros!»

Más de 4000 personas se bautizaron en una playa histórica de Estados Unidos

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Bautizan a más de 4000 personas en EE UU

Una multitud fue bautizada en Pirate ‘s Cove el pasado domingo para celebrar el regalo de la vida eterna pero también para conmemorar el 50 aniversario del Movimiento de Jesús en el país.

Estados Unidos fue testigo de un momento único en un lugar mítico de California en el que Oceans Church organizó el “Baptize SoCal”, un evento anunciado como «el bautismo en agua más grande de la historia». Fue realizado en una fecha muy importante, ya que coincidió con el aniversario del despertar cristiano en el que cientos de miles de jóvenes aceptaron a Cristo en los años ’60 y ’70.

En esta ocasión, más de 280 iglesias y 8000 personas, vieron cómo 4166 personas fueron bautizadas a la orilla de Pirates Cove para declarar su nueva vida en Cristo.

Ray Gene Wilson, músico y pastor de West Coast Life Church comentó, que «la atmósfera era eléctrica mientras la gente alababa a Dios y celebraba». 

«Es absolutamente asombroso orar por todos en su nuevo caminar con Jesús. Bienvenidos a la familia del Reino».

Comentó uno de los asistentes

La líder de adoración, Lindy Cofer, dijo: «¡La Iglesia está viva! ¡Qué hermosa vista ayer en el sur de California! En el 50 aniversario del movimiento del pueblo de Jesús».

Mientras que el videógrafo, Eddy Ferguson expresó, «Fue una gran bendición ver a tantas personas bautizándose para uno, pero poder ver el mismo lugar en el que lo hicieron los hippies hace 50 años para The Jesus People Movement fue simplemente surrealista».

Algo curioso que además sucede es que el movimiento del Pueblo de Jesús y los bautismos en Pirates Cove aparecen en la película «Jesús Revolution».

La película se convirtió en un éxito de taquilla después de su estreno en los cines en febrero. Además subió al primer puesto en ventas de DVD y Blu-ray este último mes. 

«Qué día tan increíble e histórico; Miles bautizados en Pirates Cove, ¡Dios se está moviendo en California!».

Ray Gene Wilson

Si bien el éxito de la película puede haber sorprendido a Hollywood, no sorprendió al pastor del sur de California, Greg Laurie, quien declaró ver a Dios obrando a través de la película.

«La gente tiene hambre de esto», dijo Laurie. «Nunca escuché de una película en el cine en la que la gente comenzara a orar y adorar espontáneamente o, como escuché una historia, se mostró en el cine y luego algunos niños querían ser bautizados y los bautizaron en la fuente en frente del teatro. Nunca he oído hablar de esas cosas, así que creo que todos estos son como pequeños indicios de que Dios está obrando».

¿Cómo enfrentar el desaliento?

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contra-el-desaliento

¿Te pasó alguna vez que un momento de dolor profundo en lo físico pueda repercutir en la esfera de tu espiritualidad? Claro que sí, somos seres integrales y lo que nos afecta en un área es capaz de hacer eco en las demás. 

Recuerdo que hace un tiempo transité el COVID-19. En esos casi dos años de pandemia que sufrimos como sociedad, nunca me había contagiado y había escuchado muchísimo acerca de los diversos síntomas que se pueden presentar. Uno de los que más me llamó la atención es el desánimo o desaliento. 

No fue sino hasta que lo viví en carne propia que pude darme cuenta de que me estaba enfrentando a algo mucho mayor que un virus conocido mundialmente, que es algo aún más profundo. 

Quisiera citar textualmente un extracto del libro En el ojo de la tormenta: un ensayo sobre desórdenes emocionales en el liderazgo cristiano, donde su autora, Marijo Hooft, nos dice: “El desaliento, a mi entender, es el enemigo de nuestras almas succionándonos el aliento de vida y respirando sobre nuestra nariz su aliento fétido de muerte”. Qué gran revelación, el enemigo queriendo succionarnos, queriendo apagar el aliento que Dios sopló en nosotros. 

Soy una convencida de que hay luchas que da nuestro cuerpo pero también las dan nuestra mente y nuestro espíritu. En lo personal, viví más de diez años con un diagnóstico de dolor (endometriosis) y lo que más me costó fue no caer en el desaliento. 

Cuando el dolor es tan constante, sentimos que una nube negra se posa en nuestra mente y no podemos pensar con claridad. 

Tal vez hoy estás transitando esa temporada. Pero, ¿qué podemos hacer? Creo que es tiempo de que nos podamos “blindar” con “anticuerpos” que protejan nuestra mente y nuestro espíritu. Nadie está exento de vivir una enfermedad o una temporada de dolor, porque estamos en un mundo donde tendremos aflicción, pero la esperanza radica en que Jesús venció al mundo.

El dolor es parte inevitable en nuestra vida pero el vivir en desaliento es una opción que no podemos permitirnos.

Somos parte de una sociedad que está desesperanzada, a la que le cuesta poder encontrar el ánimo en medio de tantas “pálidas”. La manera de combatir, de no caer en la trampa y librarnos de las garras del desaliento es librando esta lucha donde la debemos librar.

Nuestra mente es el campo de batalla, por eso lo mejor es que cultivemos nuestra mente con la verdad. La verdad es una PERSONA y se llama Jesús. 

Los momentos de desaliento y desesperanza van a tocar nuestra puerta, por eso debemos afirmamos en la esperanza de gloria que tenemos en Cristo Jesús. 

Al momento de tentación se lo gana con la Palabra. Nadie nos puede prometer que no estaremos cara a cara con el mismísimo enemigo en medio de un desierto, pero la Palabra de Dios es el arma que necesitamos para combatir, porque están escritas cada una de las salidas que nuestra vida necesita; cada una de las promesas que Dios nos da por ser sus hijos y cada palabra que permanece para siempre.

Te invito a que puedas llenar tu mente de Sus palabras. Sé intencional, conoce la Palabra. Aunque no tengas ganas, aunque el desaliento haya sacado ventaja en tu vida, aunque hoy te cueste saber por dónde arrancar, no te des por vencido, no nos demos por vencidos. No vivamos de las palabras de otros sino que nuestra vida se motorice con la Palabra de Dios para nuestra vida.

No puedes pelear una batalla con un arma que no conoces, por eso, cuando venga el desaliento (y créeme que va a venir) recuerda esto, que no es más ni menos que Su palabra: 

"Mantengámonos firmes y sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa"Hebreos 10: 23 NTV. 

Julie Molina: “The Chosen está llenando un vacío que existía en la industria del entretenimiento”

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Entrevista a The Chosen

La Corriente estuvo presente en el congreso “Reino, influencia y poder”, en el que tuvimos el privilegio de dialogar con Julie Molina, directora general de Las Américas para The Chosen, aquella serie de la que tanto hablamos en nuestro medio y que impacta al mundo.

Julie compartió con nosotros historias, reflexiones acerca de la aclamada serie. También anticipó lo que se viene para las próximas entregas y futuros proyectos.

Un espacio que necesitaba llenarse

Sebastián Liendo: Te quiero hacer una pregunta para iniciar ¿cómo puedees explicar el fenómeno de The Chosen? Porque películas y series acerca de la historia de Jesús hay muchísimas. ¿Pero por qué esta en particular logró tal impacto?

Julie Molina: Mira, yo diría que The Chosen está llenando un vacío que existía en la industria del entretenimiento: el poder ver algo que sea bíblicamente correcto siempre y, a la vez, de muy alta calidad y con la capacidad de entretener; que, por encima de lo meramente literal, te lleve más allá gracias a la imaginación. Tal contenido da luz, esperanza, te transforma, pero al mismo tiempo, te hace reír y, por momentos, llorar.

Entonces, creo que faltaba un material de tal excelencia en el mundo del entretenimiento. Estamos ocupando ese vacío, y nos damos cuenta de que la gente quería ver algo así.

Sebastián Liendo conversando con Julie Molina sobre The Chosen en el marco del congreso «Reino, Influencia y Poder».

Dios usa los fracasos

SL: Quiero saber cómo se creó. O sea, comencemos por Dallas, el director. ¿Él lo inició como un proceso cinematográfico eclesiástico de su iglesia? ¿O fue y dijo “Ok, yo quiero hacer una producción”, y salió lo que salió? 

JM: Es una historia muy, muy chévere, porque de hecho nace de un fracaso de Dallas.

Él toda la vida estuvo en ese ámbito porque es hijo de Jerry Jenkins. Llevó adelante muchas producciones, pero llegó un momento en el que hizo una película llamada The Resurrection of Gavin Stone, y la hizo con estudios en Hollywood, con actores de renombre, y todo eso.

Dallas dijo: “Este es mi éxito, ya gané”. Y resultó que esa película fue totalmente un fracaso. No le dio en taquilla. Y entonces, esa primera noche estaban él y su esposa totalmente quebrantados, y preguntaron a Dios: “Señor, ¿qué pasó? ¿Por qué? ¿Por qué este fracaso?”. 

Y en ese mismo momento, recibió un mensaje por Facebook, literalmente de la nada, de una persona de la que ni siquiera eran muy amigos, que decía: “Mira, Dios te recuerda que no es tu obligación encargarte de la multiplicación, sino solamente de traer los mejores panes y peces”. Y Él se quedó como: “¿Qué quiere decir eso? ¿Por qué me lo dices?”. Y el muchacho le dijo: “No sé, te lo tenía que decir”, aunque ni él entendía el significado entonces. Pero debido a ese fracaso, salió de Hollywood, de Los Ángeles, porque como te imaginarás, esa industria no es muy perdonadora que digamos. Tuviste un fracaso y no vuelves a tener otra oportunidad.

Entonces, se fue de todo eso y simplemente empezó a trabajar en el equipo de audiovisual de su iglesia, así de sencillo. Se volvió para Chicago, para colaborar en su congregación, y allí le pidieron que hiciera un cortometraje para Navidad. Simplemente, algo para proyectar en su iglesia. De hecho, lo hizo en la finca de un amigo. Sin presupuesto y sin nada. Y ahí filmó un cortometraje que se llamaba El Pastor. Mientras estaba abocado a eso es que le empezó a llegar la visión y la idea de que podría empezar a hacer algo mucho más profundo que un simple cortometraje que relatara una historia ya tan conocida. 

Porque, en ese caso, era la historia del nacimiento de Jesús: una que ya se ha conocido, que en todo el mundo se ha escuchado, vista de todas las maneras posibles. Pero ahora iba a tener una perspectiva diferente, que la diferenciaba de las producciones a que estábamos acostumbrados; y todo, no, sino en el punto de vista de las personas a su alrededor, como el de aquel pastor que encontró el nacimiento de Jesús. ¿Te imaginas qué estaba sintiendo él? Entonces, ahí nace esta idea, esta visión, y desde ahí se desarrolla todo lo que ves hoy en día.

Julie Molina conversando con Sebastián Liendo

La gente necesita conocer a Jesús

JM: La gente tiene hambre de conocer a un Jesús auténtico. No de la religión. Y muchas veces, como Iglesia, nos hemos cerrado entre las cuatro paredes y nos hemos metido en un cuadrito en el que las cosas son de una sola manera, y cada denominación tiene el suyo. ¿Y qué hay de las personas que están fuera del cuadrito? Pero con The Chosen no nos atamos a ninguna denominación.

Decimos muy claramente: “No somos la Biblia”. No estamos aquí para reemplazarla, mucho menos para reemplazar a la iglesia local. Simplemente somos un programa de televisión que inspira a que las personas lean la Biblia, de manera que por sí mismas empiecen a buscar, reciban y conozcan a un Jesús auténtico, sin esas barreras que hemos puesto nosotros, como humanos. En cambio, estamos dándoles una prueba de ese Jesús auténtico, aquel que en realidad vino a romper barreras.

Sebastián Liendo y Julie Molina conversan sobre The Chosen

Informe revela una condena perpetua a un niño de 2 años por leer la Biblia en Corea del Norte

El ejército asiatico condenó a un menor de edad por haber sido encontrado junto a sus padres orando y compartiendo las Escrituras.

El ejército asiatico condenó a un menor de edad por haber sido encontrado junto a sus padres orando y compartiendo las Escrituras.  

Un informe de Libertad Religiosa reveló la inminente persecución a cristianos en el régimen norcoreano. Este episodio ocurrió una década atrás pero recién este año fue dado a conocer públicamente. 

Según un nuevo informe del Departamento de Estado de EE. UU, Corea del Norte ha llevado a cabo una severa persecución contra los cristianos, en el que se estima que más de 70 mil creyentes fueron encarcelados a causa de profesar su fe. 

En 2009, toda una familia, incluido un niño de 2 años, fue sentenciada a cadena perpetua por su fe y por poseer una Biblia. Las sentencias para los cristianos en Corea del Norte pueden variar desde 15 años hasta cadena perpetua.

En medio de toda esta escalada de violencia y persecusión desmedida, la organización sin fines de lucro, Korea Future, trabaja fuertemente para promover los derechos humanos en el país asiático. También afirmó que el gobierno del país persigue a las personas que practican la fe cristiana o poseen artículos, como cruces, biblias, etc o simplemente  se asocian con personas del mismo credo.

Esto implica que si son descubiertas, serán sometidas a un arresto, detención, incomunicación con el mundo exterior, tortura, trabajo forzado, deportación en el mejor de los casos o la muerte misma.

Aunque la libertad religiosa está garantizada en la constitución de Corea del Norte y las iglesias con sede en Pyongyang se utilizan para probar esta garantía, el informe del Departamento de Estado argumenta que estas iglesias son en realidad “obras de exhibición para los extranjeros”. Pero no así con los residentes del país. Ellos no pueden practicar la fe cristiana.

Este es un caso absurdo, en donde vemos hasta dónde puede llegar un sistema anticristo, apresando a un menor de edad, de tan solo corta edad, por el simple hecho de leer la Palabra de Dios. Por eso como iglesia debemos orar por aquellos que son perseguidos para que tengan denuedo y valor de seguir predicando el Evangelio.

Gracia sobre gracia para tu vida

Hace algunos años escuché la historia del hombre que compró un boleto de barco con el que cruzaría al otro continente. Como gastó lo poco que tenía en el ticket, decidió llevarse comida en un bolso. Esas galletas y algunos panes serían toda su provisión para los días que tenía por delante.

Cuando el barco zarpó le fue asignado un camarote donde decidió esconderse de todo el mundo por vergüenza, ya que pensaba que lo que hacía estaba prohibido en el navío. Así que se ocultó y comenzó a comer sus galletas durante cinco de los seis días que duraba su travesía. 

El último día pensó: “Entraré al restaurante y comeré algo con el poco dinero que me queda”. Entró y pidió el menú para elegir qué comer, entonces advirtió que la lista no tenía precios y le consultó al mozo la razón, quien sonriente le respondió: “Señor, el menú no tiene precio, porque todo está incluido en el boleto que usted compró. Todo es gratis. Ya fue pagado cuando compró su ticket”.

Entonces recordé las palabras del apóstol Juan: “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14).

Me asombró saber que el apóstol Juan, el discípulo amado, escribió primero el libro de Apocalipsis y luego el Evangelio. Apocalipsis trata acerca de la revelación de Cristo y de lo que habremos de pasar. 

Luego, a los 95 años, Juan escribió el Evangelio y allí describió a Cristo desde la óptica de lo que había visto en el cielo unido a lo que había vivido con Cristo en la tierra. En el cielo y en la tierra Cristo es la plenitud de la gloria, lleno de gracia y de verdad. El Cristo que ahora está viviendo en ti, al entrar en tu vida lo hizo con esa misma gloria que tiene en el cielo y que tuvo en la tierra. Juan dijo que el unigénito habitó entre nosotros y en quien pudimos ver sin velo Su gloria, y que estaba completamente lleno de gracia y de verdad. 

Hay quienes creen que tienen que ser perfectos para recibir la verdad de Cristo. Pero cuando Jesús se manifiesta en nuestra vida, viene primeramente con gracia (favor nunca merecido), luego con verdad.

Por lo tanto, no necesitamos ser perfectos, por Su gracia nos hace limpios de todo pecado. Cuando Jesús vio a la mujer que fue encontrada en adulterio y que todo el mundo la condenaba, le dijo: “Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni yo te condeno; vete, y no peques más”. Primero Jesús le dijo: “Yo no te acuso”. Eso es gracia. Después agregó: “Vete y no peques más”. Esa es la verdad. 

Con el enfermo en el estanque de Betesda sucedió lo mismo. Al verlo, lo sanó, diciendo: “Levántate, toma tu lecho, y anda”. Al día siguiente Jesús lo encontró en el templo, y le dijo: “Mira, has sido sanado; no peques más, para que no te venga alguna cosa peor”. Primero le extendió gracia, y después, verdad.

Entonces Juan continúa diciendo en el Evangelio: “Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo” (Juan1:16-17).

Todos “tomamos de Su plenitud”, no la recibimos, la tomamos. La palabra “tomar” en el griego original es “lambano” que significa “arrebatar, tomar posesión, echar mano, agarrar”. Amigo, si aún te falta algo de Dios, es porque no lo tomaste, porque Dios ya te lo ha dado. Quien no recibe el perdón, gracia y misericordia de Dios, y todavía se acusa a sí mismo, es porque no sabe que todo fue provisto en la sangre de Cristo. 

Porque nos fue dada “gracia sobre gracia”. Esto representa un continuo fluir, sin límite, de la gracia de Dios representada en Jesús, que está disponible constantemente para nuestra vida. Al igual que Su verdad, que está disponible para nuestra vida. Ambas, dice Juan, vinieron, se aparecieron, por medio de Jesucristo, el que vive en nosotros. 

No permitas que aquello que vivió ese hombre en aquel crucero ocurra en tu vida. Toda gracia y toda verdad están disponibles en ti a través de Jesucristo. No vivas mendigando y llenando tu vida de cosas que solo satisfacen, pero no alimentan. Disfruta de los maravillosos banquetes que Cristo ha preparado para ti, rodeándote de gracia y verdad.

¡Dios te bendiga!

¿El Evangelio es contextual?

Tim Keller dice “que la contextualización no es —como a menudo se piensa— darle a la gente lo que quiere oír. Más bien se trata de darle a la gente las respuestas de la Biblia a cuestiones sobre la vida que surgen en un momento y lugar específicos, en un lenguaje y una forma que pueden entender y por medio de argumentos contundentes que puedan sentir aun en el caso de que los tales sean rechazados”.

Tim Keller dice “que la contextualización no es —como a menudo se piensa— darle a la gente lo que quiere oír. Más bien se trata de darle a la gente las respuestas de la Biblia a cuestiones sobre la vida que surgen en un momento y lugar específicos, en un lenguaje y una forma que pueden entender y por medio de argumentos contundentes que puedan sentir aun en el caso de que los tales sean rechazados”.

La contextualización adecuada significa traducir y adaptar la comunicación y el ministerio del Evangelio a una cultura en particular sin poner en peligro la esencia y los rasgos del Evangelio mismo. La gran tarea misionera no es otra cosa que expresar el Evangelio a una nueva cultura de tal manera que evitemos que su mensaje se vuelva innecesariamente ajeno a esa cultura y, a la vez, sin quitar ni oscurecer el escándalo y la ofensa de la verdad bíblica.

Cada vez que el Evangelio nos dice que la salvación es gratuita e inmerecida, ofende, pues da a entender que todos hemos fracasado, espiritualmente hablando, de tal manera que la única forma de obtener esa salvación es un regalo. Para quienes piensan que su moral y decencia les da una ventaja sobre los que son menos morales, esto es ofensivo. Otro motivo por el que el Evangelio es verdaderamente insultante es que afirma que Jesús murió por nosotros. Nos dice que somos tan malvados que solo la muerte del Hijo de Dios podía salvarnos. Esto ofende la creencia popular en la bondad innata de la humanidad. También lo hace al decirnos que tratar de ser buenos y espirituales no es suficiente, insistiendo en que ninguna “buena” persona se salvará, sino solo los que vienen a Dios a través de Jesús. Esto ofende la noción moderna de que cualquier persona agradable puede encontrar a Dios “a su manera”. No nos gusta perder nuestra autonomía. Existen muchos motivos más por los que el Evangelio siempre ofenderá, porque revela que tenemos una necesidad que no podemos satisfacer.

Entonces, un Evangelio contextualizado está marcado por su claridad y atracción, aunque reta la autosuficiencia de los pecadores y los llama al arrepentimiento. Se adapta a la cultura y se conecta con ella, pero a la vez la reta y la confronta. Si fracasamos en adaptarnos a la cultura o si no la desafiamos —si nos contextualizamos en exceso o nos quedamos cortos—, nuestro ministerio no rendirá frutos, porque nuestra contextualización no se hizo bien.

Es necesario y saludable conectarnos a la cultura circundante, pero eso no debe primar sobre los valores y la esencia del Evangelio: el mensaje de la cruz siempre debe ser el centro. Hay que proclamar que la base de la salvación fue lograda por el sufrimiento y el servicio de Jesús —no, por la conquista ni por la destrucción—, y que seguirlo a Él significa sufrir con Él y servirle a Él. Aunque resulte poco apetecible para las personas que quieren que sus vidas sean seguras y cómodas, es el deber de la Iglesia, y eso no debe negociarse.

«El Evangelio no es un mensaje o un grupo de doctrinas religiosas o filosóficas, sino una VIDA: es Cristo».

En el Evangelio, las palabras y el poder se unen. Solo el Evangelio cristocéntrico produce personas e iglesias que atraen a los demás a confiar en Dios. La religión, el moralismo no lo pueden hacer. La verdadera fe del Evangelio opera desde adentro hacia afuera; todo lo que un hijo de Dios produce fluye de lo que existe en el interior para transformar lo exterior. En Cristo no hay divisiones, como lo dice el apóstol Pablo: “no hay griego ni judío, circunciso ni incircunciso, culto ni inculto, esclavo ni libre, sino que Cristo es todo y está en todos” (Colosenses 3:11). Dentro de su Reino, está incluido quien crea en Él, sea de la cultura que fuere.  

“Después de esto miré, y apareció una multitud tomada de todas las naciones, tribus, pueblos y lenguas; era tan grande que nadie podía contarla. Estaban de pie delante del trono y del Cordero, vestidos de túnicas blancas y con ramas de palma en la mano” (Apocalipsis 7:9).

Líderes militares se rinden a Cristo luego de un milagro

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Militares de Sudán se convierten a Cristo

Dios guió al misionero Wes Bentley a mudarse a Sudán del Sur, luego de estar viviendo durante cinco años en Rusia. Actualmente, Wes recibe a 1000 capellanes en el ejército de Sudán del Sur en su ministerio “Far Reaching Ministries”. Bentley compartió el Evangelio con el grupo de soldados, y muchos de ellos se convirtieron a Cristo.

Lastimosamente, durante su estadía en Sudán, Wes contrajo malaria 35 veces distintas, lo que lo llevó a la unidad de cuidados intensivos (UCI) en cuatro ocasiones. Fue en el primer año de formación como capellán cuando Wes contrajo malaria y decidió abandonar el campamento. Podría haber tomado un avión y volado a un hospital occidental, pero sintió en su corazón que el Señor le decía que se quedara en el pueblo.

De esta manera, Wes permaneció y experimentó momentos de alteración de la conciencia en medio de temperaturas extremadamente altas. Sobrevivió de milagro. Durante su recuperación, recibió visitas de dos destacados generales de Sudán del Sur: Mamur y Paul Malong. 

Teniendo esto en claro, Wes manifestó que su fiebre alcanzó los 43°C, algo que según la ciencia médica es letal, pero después de que pasó la fiebre, increíblemente, Wes sobrevivió. Poco tiempo después, Malong lo visitó y le reveló que pensaba que Wes moriría, señalando que no entendía cómo estaba dispuesto a morir por un país que no era el suyo.

Wes Bentley ora por un militar Sudán

Wes respondió que si moría, sabía que se iría para estar con el Señor, pero luego de esto Mamur mostró más interés en el Evangelio, por lo que el misionero le dio cintas de casete de enseñanzas cristianas para que pudiera verlas las veces que quisiera.

Wes Bentley con un miembro de la armada de Sudán.

Posteriormente, el misionero llevó a Mamur a su campamento y le preguntó: “Comandante, necesito hablar con usted sobre la decisión más importante que tomará en su vida. ¿Quiere ser perdonado por sus pecados?”.

De esta forma, Mamur aceptó la invitación. Ante 70 de sus oficiales, Mamur inclinó la cabeza y ofreció la oración del pecador. Finalmente, se convirtió en una nueva criatura en Cristo. Cuando Wes regresó a su propio campamento, allí estaba el otro comandante, Malong, esperándolo para también aceptar al Señor. Treinta minutos después, fue transformado en un hombre completamente nuevo.

La salvación de estos dos destacados líderes militantes fue el resultado de la voluntad de Wes de «estar incómodo», soportando un breve período de sufrimiento a cambio de recompensas eternas. Si hubiera tomado el camino más fácil, esto es, saltar a un avión tosco y ser llevado a un hospital occidental, es difícil saber cuándo estos dos hombres habrían encontrado la salvación.

Pablo Carlini: “Impartimos de lo que somos, no de lo que hacemos”

En el marco del congreso “Reino, Influencia y Poder” en Rosario, Sebastian Liendo conversó con Pablo sobre el rol que cumple el evento para con cada adolescente, la juventud y el propósito de su generación.

En el marco del congreso “Reino, Influencia y Poder” en Rosario, Sebastian Liendo conversó con Pablo sobre el rol que cumple el evento para con cada adolescente, la juventud y el propósito de su generación.

Reino, Influencia y Poder

El pastor Pablo Carlini se mostró muy contento al hablar sobre el Congreso para Jóvenes:

Reino, Influencia y Poder tiene muchas aristas. Una de ellas es la unidad. Mi sentir es poder reunirnos y que pueda ser un lugar donde nos congregamos en el Espíritu. Que vengan distintas congregaciones locales o de otras provincias, con diversidades y formas, para que podamos estar todos en un mismo sentir, en Cristo.


Cada vez que voy a algún concejo pastoral, para anunciar el congreso, contamos con la colaboración de cada uno de los pastores. Y les digo “prometo devolver a los pastores, jóvenes que sean un instrumento útil en las manos del Señor y de su iglesia local. No queremos ser una amenaza, por el contrario somos un aliado de cada congregación y de cada pastor”.

“Nuestro deseo es que la presencia de Dios sea una flecha en los corazones de cada jóven que participe del congreso para que su vida nunca vuelva a ser la misma”.

Pablo Carlini – Reino, Influencia y Poder

Impartir vida en los jóvenes

Nosotros creemos que el Espíritu se transmite. O sea, yo puedo decir algo, pero nosotros no somos lo que hacemos, sino lo que somos. Es decir, impartimos de lo que somos, no de lo que hacemos. Porque yo puedo hablar, predicar, y hacer muchas cosas que vayan para un lado, pero si mi espíritu o mis motivaciones van para otro lado, eso es lo que voy a impartir.

La importancia de ser uno en Cristo

Seba: La impartición equipa a la persona, el conocimiento le informa y eso lleva una herramienta en el espíritu. Porque yo trabajo un montón con jóvenes y también con mi ministerio musical, quizá tocamos más en el ambiente secular que en el ambiente cristiano y es algo que Dios nos está llevando. 

Pero algo que yo me estoy dando cuenta, es que la gente no quiere algo que se parezca a Dios, o sea, a la gente no le interesa que le ofrezcas una vida ordenada, economía administrada. La gente quiere a Cristo, no quiere algo que sea parecido a Él. 

Pablo: Totalmente y esa es nuestra idea de que Cristo sea formado, aportamos nuestro granito de arena para que Cristo sea formado un poco más en el corazón del joven y el adolescente que viene. Es por eso, también, que cuando armamos la grilla de invitados en Reino, tratamos de traer gente que manifieste a Cristo y no solamente hable lindo, sino que pueda manifestar la vida de Cristo y aportar de su experiencia, su don, su gracia en el cuerpo de Cristo.

Seba: Es que a veces nosotros nos rebuzcamos tanto en formar líderes, equipos, ministerios etc, pero en realidad nuestro llamado es formar a Cristo en las personas.

Pablo: Por eso a cada uno de los jóvenes que viene, tratamos de traer un menú variado para que se vayan con un alimento balanceado de parte del Señor.

¿Cómo sabemos que estamos creciendo en Dios?

Mucho se menciona acerca de este concepto. Por eso, en esta nota profundizaremos acerca del crecimiento espiritual.

Mucho se menciona acerca de este concepto. Por eso, en esta nota profundizaremos acerca del crecimiento espiritual.

El crecimiento es una marca de referencia de que hay sanidad en el cuerpo, pero debemos estar dispuestos como familia e iglesia para hacernos las preguntas difíciles: ¿Qué cosas hemos postergado o están detenidas? ¿Nos hemos acostumbrado a lo sobrenatural? ¿En qué áreas el Espíritu aún no es Señor? ¿Estamos dispuestos a atravesar la tribulación con gozo? ¿Cuál es la razón por la que arde nuestro corazón? 

Este es un año de decisiones para Argentina; se definirán las autoridades y eso marca algo en el mundo espiritual, porque nosotros tomamos decisiones más profundas pues ya hemos decidido quién es el que gobierna nuestras vidas: Jesucristo, y en el resto de las cosas, nos acoplamos para cambiar la realidad, nos involucramos para que Cristo sea conocido, para transformar ambientes logrando que las cosas sean diferentes y mejores. Esto lo hacemos entre todos y por medio del Espíritu. Pero este es el momento para arreglar todo lo desarreglado.

Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y, donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reflejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu. 

2 Corintios 3:16-18

En este texto, se nos dice que donde está el Espíritu del Señor hay libertad; por eso, si en nuestro hogar y vidas vive el Espíritu, seremos libres; de lo contrario, seremos esclavos del pecado, de la ira, de la rabia y de las cosas que no funcionan. La falta de santidad destruye los hogares; logremos ordenar nuestros hogares y amar con el amor de Dios. 

Debemos entender que en medio del crecimiento, hay cosas que en algún momento funcionaron pero que después en otros tiempos se volvieron obsoletas, porque la medida de lo que Dios tiene para nosotros es mayor. Las preguntas difíciles debemos hacerlas en los momentos oportunos, que es cuando Dios nos llama para poder estar preparados en el momento de la cosecha, a fin de estar listos para cuando llegue el momento.

La libertad como recompensa del crecimiento

La libertad produce plenitud, y mientras nosotros vamos mirando como en un espejo a cara descubierta la gloria del Señor, vamos siendo transformados. Donde el Espíritu del Señor está, hay libertad para crecer, para soñar, para esforzarnos, para avanzar y para cambiar nuestra manera de pensar.

Cuando vamos a la presencia de Dios, nos exponemos, y su gloria nos transforma de manera fuerte. El apóstol Pablo dice que esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un mayor peso de gloria. ¿Cuándo somos transformados? Cuando por la libertad que tenemos en el Espíritu atravesamos nuestras tribulaciones y nos encontramos con la gloria de Dios. 

Crecemos en Él cuando nos caemos y tenemos que volver a levantarnos, y nos miramos en el espejo, y allí no vemos nuestra vida arruinada, ni nuestros intentos fallidos, ni el daño que nos han hecho nuestros padres, sino que, habiendo atravesado la la tribulación, contemplamos la gloria de Dios. 

Entonces, aunque sentimos el dolor y estamos con nuestras emociones revolucionadas, vemos en el espejo su gloria transformándonos y preparándonos para lo que va a venir. Es imposible tener éxito en la vida si no hemos fracasado antes; es imposible que logremos lo que hemos soñado sin previos intentos fallidos; esto es la vida real, y en la vida real, Jesús es el protagonista.

Tenemos un Dios todopoderoso que penetró nuestra realidad, haciéndose carne, venciendo a la misma muerte, siendo perfecto y dejándonos un camino para que tengamos autoridad.

Por eso, esto funciona cuando vivimos una vida de integridad y santidad. ¿Qué hacemos con lo que tenemos a la mano? Expongámoslo y esforcémonos; amemos, desafiémonos a un ascenso, sirvamos a otros para que puedan crecer, mirémonos en el espejo de su gloria, no en el espejo de nuestra vida pasada, ni de los comentarios de las personas. 

Si vivimos sometidos a esto, la realidad será nuestro señor; pero nosotros nos movemos en el Espíritu, quien es nuestro Señor. Por eso, allí donde su gloria se expresa, nos exponemos y somos transformados a su imagen, creyendo que esto puede cambiar la ciudad y los corazones, y renovar nuestras vidas.

A medida que vamos entendiendo y viviendo eso, más crecemos.

Es un tiempo especial. Entendemos que cuando el enemigo quiere ganar la guerra, lo primero que dinamita son los puentes; por eso nos molesta todo el tiempo. Pero lo que no sabe es que cuando él viene, como río el Espíritu Santo levanta bandera sobre sus hijos. 

El ataque del enemigo nos fortalece porque por medio de la vida del Espíritu podemos vivir en libertad. Hagámonos en este tiempo las preguntas difíciles para poder estar listos, pues viene nuestro ascenso en camino. Creceremos, nos desarrollaremos, avanzaremos, vamos a romper con nuestras limitaciones, porque Él ya lo ha determinado todo, ya todo lo ha comprado en la cruz del calvario. Por eso, queremos estar listos, viviendo en la libertad del Espíritu, para que cuando llegue esa cosecha para nuestras vidas nada se nos escape.

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