El misionero Peter Sandobal cuenta cómo junto al equipo de trabajo de los pastores Daniel y Raquel Bilevich, del ministerio de Fontana First Assembly, realizan esta actividad.
Sandobal misiona junto a la iglesia de California en el límite entre Estados Unidos y México. La actividad la realizan desde el 2008 y allí brindan comida, ropa y contención, él explica “este propósito nace inmediatamente después del terremoto en la ciudad de Mexicali, México, que generó una devastación por los movimientos sísmicos de más de 7.2 grados”.
El equipo de Fontana en ese momento asistió a gran cantidad de inmigrantes. Sandobal detalla “aparte de poder suplir las necesidades materiales y físicas, sabíamos que ante la vulnerabilidad de las circunstancias podemos también llevar la salvación a través de suplir esas necesidades”.
Sandobal expresa que la pandemia afectó la frecuencia de la asistencia por lo que están yendo a la frontera de 4 a 6 veces al año por el momento. Él explica “nuestras salidas las teníamos diseñadas para fechas de fin de año y mediados de verano, pero esto fue impactado por la pandemia también”.
«ORAMOS POR TODOS Y LAS PERSONAS SON MUY AGRADECIDAS CON TODAS LAS COSAS»
Peter Sandobal, misionero del ministerio Fontana First Assembly
La evangelización hacia las personas menciona que es conforme la situación se les presente, el misionero cuenta “podemos encontrar a alguien en la calle y dejar las bolsas llenas de artículos y presentar plan de salvación y orar por ellos o alguna necesidad”. A su vez plantea “con otra iglesia hermana realizamos actividades para todas las edades que incluye brindar un plato de comida, entregar las bolsas de ropa, regalos y cajas de cereales a las familias, y sobre todo brindar el mensaje del Evangelio”.
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Sandobal revela que “en estos últimos años en las áreas de frontera, es decir directamente en la aduana, aumentaron las caravanas de indocumentados, cada vez hay más personas cerca del cruce fronterizo”. Él ejemplifica que esto sucede en general en el cruce entre Tijuana y San Ysidro, el cual es el más transitado del mundo, se calculó que anualmente cruzan 7.300.000 peatones y 25.550.000 automóviles, pero en la pandemia, debido a las restricciones, apenas la mitad de personas pueden ingresar a Estados Unidos.
El misionero cuenta que en las áreas de cruce fronterizo dan prioridad a tiempos de conversaciones para conocer sobre sus vidas. Él explica “muchos están cerca de la línea y esperan su oportunidad de que un coyote los ayude, se les llama así a quienes los guían ilegalmente por los huecos del muro fronterizo”.
“En la frontera conocemos mujeres que son víctimas de tráfico humano al igual que niños y niñas o hombres que son obligados a traficar drogas por los carteles”, revela Sandobal. En consecuencia, él explica “por eso muchos de ellos deciden quedarse en áreas fronterizas y a veces no regresan a sus países o pueblos natales”.
«LA GENTE SE ALEGRA AL MIRAR QUE EN MEDIO DE LAS ADVERSIDADES Y SUFRIMIENTO LLEGÓ ALGUIEN CON COMIDA, ROPA Y SOBRE TODO ESPERANZA EN JESÚS»
Peter Sandobal, misionero del ministerio Fontana First Assembly
El equipo cuenta “somos muy bendecidos de saber que aunque nosotros hagamos planes de poder ser bendición con todo lo que hacemos, es Dios quien nos pone en los caminos para los que están listos para recibir el Evangelio”. Además, el misionero plantea “a todos les podemos dar algo, pero hay personas que nos topamos con ellos y es evidente que Dios tenía planes para el encuentro”.
Las trayectorias de espera en el cruce fronterizo revelan que son de 3 a 4 horas, según el día y la hora, pero Sandobal recuerda que en uno de los últimos viajes esta espera se hizo menos llevadera también por los 44° C de calor. En consecuencia, él revela “después de renegar sanamente, el Espíritu Santo me recuerda cuál es el propósito de espera y por guía de la oración me doy cuenta de que la única persona que me queda hablarle de Jesús es el mismo agente aduanal”.
“Las interacciones de agentes y personas en vehículo son específicas, ellos interrogan y vos contestas. Después de una pregunta específica me trae la oportunidad Dios de hablar de Jesús”, detalla Sandobal. Además, él expresa “fueron casi 12 minutos de poder compartir las buenas nuevas que culminó con una oración”.
«ACTUALMENTE SOSTENEMOS IGLESIAS EN ÁREAS FRONTERIZAS»
Peter Sandobal, misionero del ministerio Fontana First Assembly
El ministerio de Fontana First Assembly detalla que uno de sus templos está cerca de la frontera de Tijuana y otra en Calexico. “Allí somos un centro de conexión espiritual, social, laboral, es decir somos el recurso que Dios le da a otros a través de ser bendecidos”, explica Sandobal.
El misionero explica “continuaremos siendo una iglesia con enfoque a las misiones, colaborando con 33 misioneros por todo el mundo”. Él cuenta que pese a la pandemia continúan con su trabajo en las fronteras “para bendecir aún más y extender los brazos de amor de Cristo sobre las personas”, expresa Sandobal.