Hay que comenzar por aquellos que nadie escucha, los que están al borde, los marginados, los perdidos. En Argentina todavía hay lugares donde no se habla de Jesucristo.
En pentecostés a los discípulos se les había ido Jesús que ascendió al cielo, a muchos de nosotros se nos fueron seres queridos que ya no están ni veremos más.
La oración es la comunicación entre el hombre y Dios, y entendemos la importancia de vivir esta comunicación con el creador. Es como la supervivencia de todo lo cristiano.
Creo que todos podemos coincidir en que una práctica fundamental en la vida cristiana es la oración. Ahora, así como lo es para la vida de un seguidor de Jesús, lo es también para su cuerpo, la Iglesia.