Es impactante cómo la invitación del Señor Jesucristo para que creamos que Él nos ha dado un papel en la historia, así como un lugar para brillar a través de su propósito.
Si no hubiera sido por el hecho de que Dios me habló al corazón con respecto a mi destino como misionero, sin dudas estaría viviendo frustración tras frustración.
A veces se nos presenta un abismo entre nuestros sueños y nuestra realidad, entre las expectativas y nuestras posibilidades, es entonces cuando miramos a Jesús y encontramos su gracia y misericordia sin límites.
Evita procrastinar: no dejes para mañana lo que puedes hacer hoy; ordena tu agenda: no corras detrás de urgencias. También es un llamado a disfrutar del momento presente