La serie busca exponer la crisis global de persecución religiosa y étnica y presionar a los gobiernos para que hagan cambios que protejan a estas minorías.
La situación en el país empeora cada vez más y genera terror e incertidumbre. Luego de que los talibanes asumieron el poder todo se volvió un caos y peligra la vida de miles de cristianos.
La difusión de una radio surcoreana a través de Corea del Norte busca poder transmitir el Evangelio, en una sociedad que desecha el cristianismo y donde la fe en Dios es causa de persecución.
Rubina, de 37 años, vivía en un pequeño pueblo en el suroeste de Bangladesh con su esposo y sus dos hijas, pero ahora no tiene adónde ir. Su familia musulmana la echó.