Me desperté, transpirando frío y gritando: “Dios, tiene que haber algo más. ¿Voy a invertir los próximos treinta años de mi vida para obtener fama, riqueza y éxito solo para descubrir de repente que eso es todo lo que hay?”.
Sanidad, restauración y una increíble entrega de vidas fue lo que se vivió en una noche entera dentro del evento realizado por un destacado pastor de multitudes.
¿Cómo deben los cristianos comprometerse y relacionarse con la cultura circundante? ¿Es posible vivir en el mundo pero no ser del mundo? Estos interrogantes han desafiado a la Iglesia en toda su...