La asociación está conformada por 400 instituciones del país que se dedican a estar presentes para la mujer y prevenir posibles abortos.
La Red, liderada por la docente y pastora Evelyn Rodríguez, tiene como objetivo amar a toda mujer sin juzgarla por su pasado o presente. Ella explica que “trabajamos en red con instituciones pequeñas y grandes, lo que nos permite complementarnos y llegar a los pueblos más pequeños para brindar diferentes ayudas como hospedaje de urgencia y asistencia social”.
El organismo tiene una línea nacional –0800 333 1148 (PRO VIDA)– a la cual llaman mujeres que están en situación vulnerable, y les otorgan contención y asistencia social, asesoramiento médico, legal y espiritual, si se lo solicita. La responsable de la red cuenta que “el objetivo es escuchar, y ahí toda preocupación comienza a desarmarse. El 85 por ciento de las mujeres que nos contactaron continuaron con su embarazo porque, en realidad, lo que les pasó es que tuvieron un shock, y cuando se sintieron acompañadas la cosa cambió”.
A su vez, la organización brinda herramientas a familiares que están con mujeres embarazadas y tienen deseos de abortar. “Estamos para ayudar a quienes quieran ayudar o tengan dudas, también atendemos por mensajes de WhatsApp a muchas adolescentes y, en especial, la comunidad de mujeres sordas, una línea atendida incluso los fin de semana (+549 298 450 3737)»,detalló Evelyn Rodríguez.
La pastora inició la fundación junto a su esposo, hace más de 20 años, en una iglesia de Rio Negro. La red de acompañamiento a la mujer surgió a raíz de una experiencia personal: “tenemos dos hijos y uno es de corazón, lo adoptamos hace 30 años. Su mamá biológica era una joven de extrema vulnerabilidad que fue acompañada por una familiar durante el embarazo y asi Cristian pudo nacer . Esto nos mostró con claridad cómo el acompañamiento a una mujer que pasa por esta situación hace la diferencia entre la vida y la muerte”.
La Red nació en 2018, luego de que irrumpiera el primer debate sobre la ley del aborto. Evelyn Rodríguez y su familia fueron invitados a contar su historia en la Cámara de Diputados. “Aunque nuestra provincia Río Negro era proaborto, Dios abrió las puertas para que demos nuestro testimonio allí y luego, entre muchas instituciones, nos agrupamos para acompañar a las mujeres de todo el país”, reconoce la responsable de la red.
El servicio es para todas las mujeres, creyentes o no. “Nuestro servicio es misericordia, algunas no quieren involucrarse en nada espiritual y las respetamos, pero otras reconocen lo importante que es conocer a Dios”, describió Rodríguez en cuanto el acompañamiento.
La organización consta de cincuenta y cuatro grupos de trabajo a través ene los cuales las colaboradoras son mujeres que ya pasaron por una situación de aborto o quisieron realizarlo. Rodríguez cuenta que “en los últimos meses, más de mil mujeres se comunicaron y 400 vidas pudieron nacer gracias a que sus madres continuaron los embarazos; quizás parezca chico pero es algo muy importante para nosotros.”
En relación a su sustento, en el 2019 realizaron un convenio con el Ministerio de Desarrollo Social, pero al exigirles un anexo sobre ideología de género decidieron desistir. La encargada cuenta que, “a partir de ese momento, comenzaron a llegar donaciones y empezamos a tener una experiencia maravillosa con el respaldo del Señor, porque Él nos dio todo lo que necesitamos”.
La pastora detalla que once mujeres de distintos países de Latinoamérica los contactaron para pedir ayuda e inspirarse para comenzar un servicio similar. «Nuestro propósito es vivir cada día en el centro de la voluntad de Dios. Además del acompañamiento de la mujer, este año vamos a estar dándole mucha importancia en la prevención del embarazo adolescentes, el abuso infantil y la atención de las mujeres que se han realizado un aborto y piden ayuda en la atención y acompañamiento posaborto”, concluyó Rodríguez.