Vivimos en una cultura digital exacerbada por la situación de encierro en medio de una pandemia mundial, en la que se instaló la idea de que “lo que no se muestra en redes sociales no existe”.
Por las situaciones que nos preocupan, las corridas para retirar a los chicos de la escuela, las presiones de nuestros trabajos, constantemente estamos enfrentando escenarios que nos obligan a dar un poco más de nosotras.
En la búsqueda de amor queremos cumplir las expectativas de todo el mundo, tratando de hacer felices a los demás, cuando todavía no sabemos ser felices nosotras.
Cada vez que hablamos desatamos un poder que puede traer vida o muerte. Pensá por un momento qué sentís cuando te dicen palabras hirientes, descalificativas o amenazantes
Es impactante cómo la invitación del Señor Jesucristo para que creamos que Él nos ha dado un papel en la historia, así como un lugar para brillar a través de su propósito.