¿Podemos decir que lo anterior forma parte de un ejercicio personal cotidiano e intencional que nos desafía a ser nuestra mejor versión y a vivir en buenos términos con nosotras mismas?
“¿Para qué balance? —me dijo alguien—, ¡si este es un año para el olvido! ¡Que se vaya pronto!”. Pero tal vez, si nos enfocamos intencionalmente en descubrir lo positivo detrás del velo del agotamiento, algo valioso surgirá.