Carlos Annacondia, el referente de la organización, cuenta cómo es llevar la Palabra de Dios a los lugares en que la delincuencia, droga e inseguridad están presentes.
Como líderes y referentes, creo que tenemos una deuda con nuestros jóvenes y con las generaciones que emergen. No hemos sabido ofrecerles un futuro que los esperance y les haga ver las cosas de manera diferente