Su carácter, constancia, obediencia y su relación íntima con el Señor lo convirtieron en un hombre justo que vivió en medio de una metrópoli corrompida.
Con un nivel de ternura elevado y un mensaje claro, “Yo creo” es una excelente pieza cinematográfica, apta para todo público y con un especial atractivo para los más pequeños.