Cuando hablamos de una juventud feliz, ¿qué es lo primero que viene a tu mente? Tal vez venga alguna imagen de Pinterest, pero si te dijera que nada de eso brinda felicidad a nuestra juventud, ¿lo creerías?
Si realmente queremos ser familias que multiplican lo eterno en las generaciones, una de las cosas que debemos tener en claro por revelación es: qué es el Evangelio.
El darte cuenta de que está sucediendo es el primer paso. Es clave identificar aquellos comportamientos que te alejan de las personas o te aíslan de tus sentimientos.
Si Dios es un ser todopoderoso y victorioso, ¿será que le afectó cuando Jesús murió? ¿Es posible que el majestuoso Rey eterno y santo sintiera tristeza y dolor?
Hasta las palabras más simples toman otro sentido cuando la experiencia con Dios se hace realidad, por eso cuando su amor se vuelve nuestro amor, solo queda disfrutar.