Un video del líder de los secuestradores se filtra y mientras se alargan las negociaciones para conseguir la liberación de los raptados, la iglesia de Cristo se une para clamar.
En La Corriente relatamos acerca de este hecho perpetrado la semana pasada por una violenta pandilla haitiana, que reclama un millón de dólares por persona para liberar a los 5 niños de entre 8 y 15 años, 5 hombres y 7 mujeres. Pero el último dato actualizado es que también se incluiría una persona más, el chofer haitiano que fue capturado junto con los misioneros, lo que elevó a 18 el total de personas secuestradas por la pandilla.
Ante toda esa situación Christian Aid Ministries, con sede en Ohio, Estados Unidos, el jueves pasado llevó a cabo un día de ayuno y oración por sus misioneros «Nosotros, junto con las autoridades gubernamentales, seguimos trabajando duro para traerlos a casa de manera segura», dijo el grupo. “Este momento de dificultad nos recuerda el sufrimiento continuo de millones de haitianos. Mientras nuestros trabajadores optaron por servir en Haití, nuestros amigos haitianos soportan crisis tras crisis, violencia continua y dificultades económicas».
El FBI y otras agencias estadounidenses se han sumado a las acciones del Gobierno de Estados Unidos para lograr la liberación de los misioneros, dijo el martes la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
“Este grupo de trabajadores ha estado comprometido con su ministerio en la empobrecida Haití”, afirmó Christian Aid Ministries. El último proyecto de los misioneros había sido ayudar a reconstruir casas derruidas en el terremoto de magnitud 7,2 que golpeó el suroeste de Haití el 14 de agosto, informó el grupo misionero.
El jueves pasado Wilson Joseph, vinculado a la banda secuestradora 400 Mawozo, publicó un vídeo en el que asegura que pondrá “una bala en la cabeza” de los misioneros si no se cumplen las exigencias. Ante esto más de 100 personas de la comunidad Hart, en el oeste del estado, se reunieron en un pequeño pueblo de Michigan para orar por la liberación de una familia local que está entre los 17 misioneros secuestrados.
Los presentes en la vigilia del domingo cantaron y oraron con pastores de varias iglesias de la zona para pedir por la seguridad de los misioneros.
Además de la intervención de la iglesia, en una manifestación pacífica el martes al norte de Puerto Príncipe, decenas de personas caminaron por las calles de Titanyen para pedir la liberación de los misioneros. Algunos llevaban carteles con mensajes como “Liberen a los estadounidenses” y “¡No a los secuestros!” y explicaron que los misioneros les habían ayudado a pagar facturas y a construir carreteras y escuelas.
La posición tradicional de Estados Unidos es no negociar con secuestradores, y Psaki rechazó comentar detalles de la operación. “Sabemos que estos grupos atacan a ciudadanos de Estados Unidos porque asumen que tienen recursos y finanzas para pagar rescates, aunque no sea el caso”, dijo Psaki. El gobierno ha instado a los ciudadanos estadounidenses a no visitar Haití, informó.
Es el secuestro más numeroso de su clase en los últimos años. Las bandas haitianas se han vuelto más audaces tras el asesinato, el 7 de julio, del presidente Jovenel Moïse, y después de la devastación que dejó el sismo que mató a más de 2.200 personas.