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Se inaugura el primer Hospital Evangélico en Barcelona

El Hospital Evangélico de Barcelona ha celebrado su 145º aniversario con la inauguración de nuevas y modernas instalaciones en la ciudad. Este centro de cuidados intermedios, que sirve como puente entre la atención primaria y los hospitales de agudos, cuenta ahora con unidades especializadas en cuidados subagudos, paliativos, convalecencia y larga estancia.

El Hospital Evangélico de Barcelona ha celebrado su 145º aniversario con la inauguración de nuevas y modernas instalaciones en la ciudad. Este centro de cuidados intermedios, que sirve como puente entre la atención primaria y los hospitales de agudos, cuenta ahora con unidades especializadas en cuidados subagudos, paliativos, convalecencia y larga estancia.

Después de dos años y medio después de intensas obras, el hospital ha duplicado su tamaño original, expandiéndose a más de diez mil metros cuadrados y aumentando su capacidad a 200 camas. «Disponer de estas nuevas y modernas instalaciones para el pueblo evangélico, además de ser un servicio a la ciudad y a nuestra sociedad, nos da una visibilidad muy clara dentro de la vida de la ciudad», expresó Francisco Mira, presidente de la Fundación Hospitalaria Evangélica.

La inauguración ha sido bien recibida por Jaume Estany, gerente del Consorcio Sanitario de Barcelona, quien destacó la dedicación de los responsables del hospital: «Han sido capaces incluso de endeudarse para hacer posible este nuevo hospital evangélico»

Las nuevas instalaciones no solo destacan por su luminosidad y espacio, sino también por su enfoque en la sostenibilidad y la tecnología de vanguardia. Una de las innovaciones más destacadas es la «habitación empática», diseñada para que el paciente se sienta casi como si estuviera en una habitación individual. «Habitualmente, en las habitaciones dobles las camas están una al lado de la otra y las personas tienen que girar la cabeza para hablar. Aquí, las camas están en el lado opuesto, lo que facilita mucho la comunicación», explicó el director del hospital.

Mirando hacia el futuro, la entidad espera continuar creciendo en los próximos cinco años, de cara a su 150º aniversario, con proyectos de atención domiciliaria, residencias, pisos tutelados y la creación de una Escuela de Compasión para formar a profesionales en el tratamiento humano y cercano de los pacientes. «Desde el principio, la motivación de quienes nos antecedieron no fue solo compartir el evangelio, que para nosotros es una prioridad, sino también ser sensibles a las necesidades reales de salud que todos tenemos. En ese sentido, el ejemplo de Jesús es maravilloso; él enseñaba y predicaba, pero también sanaba«, subrayó el presidente de la Fundación Hospitalaria Evangélica.

Fundado en 1879 para atender a los evangélicos marginados del sistema oficial, el Hospital Evangélico de Barcelona es el tercer hospital más antiguo de la ciudad. A lo largo de su historia, ha desempeñado un papel crucial, especialmente durante la guerra civil y la dictadura franquista, cuando evitó su clausura al poner su administración bajo la protección de consulados de países de tradición protestante. «Para nosotros es motivo de alegría, satisfacción y también agradecimiento al Señor porque desde aquel primer piso alquilado para ayudar a las personas con necesidades sanitarias del barrio, hemos llegado, tras varias etapas, hasta este momento. Vemos cómo el Señor multiplica desde algo pequeño, desde darle dos peces y cinco panes», concluyó Mira.

Integridad Vs. reputación

Integridad Vs. reputación

¿Lo que ven en mí por fuera es lo que soy por dentro? Muchas veces me hice esta pregunta al darme cuenta de que aquello que las personas veían en mí solo eran apariencias formando una reputación que abría puertas humanas pero que en el fondo solo hablaban de los vacíos de mi corazón.

Reputación, en otras palabras, es “lo que la gente piensa de nosotros como consecuencia de nuestras acciones”.

En el afán de construir una buena reputación, muchos empiezan a escribir una vida de apariencias. Desde las redes sociales hasta los ámbitos laborales, incluso los ambientes familiares o eclesiásticos están inundados de esta búsqueda de una buena fachada digna de aplausos. 

Día tras día trabajamos hasta el hartazgo en nuestra apariencia para ser aceptados por un grupo social, y aún más, escalar hacia supuestas cimas: el influencer del año, el mejor promedio, el pastor más ungido, el cantante más escuchado, etc. Todo esto en la búsqueda de suplir una adicción oculta que yo llamo “necesidad de ser alguien” o aparecer en el mapa, y esto desemboca en imitar a otros que, en teoría, ya son “alguien”. 

¿Está mal construir una buena reputación?, Por supuesto que no. Pero de anhelar esto, deberíamos preguntarnos ¿Cómo la construyo? ¿a qué precio? 

Matías Haurich

El problema surge cuando se está dispuesto a crear una reputación ficticia como medio para lograr aquello que se desea. Mostrar algo que no se es, con tal de recibir la aprobación del entorno o vender la propia identidad con el único fin de alcanzar las metas anheladas. Todo esto por encima de algo que es más importante que la reputación: la integridad. 

Entre tantas definiciones de esta palabra, la siguiente resume la idea que deseo transmitir. Una persona íntegra es aquella que no carece de ninguna de sus partes. Una persona completa, que sabe quién es, sabe a dónde va y, por sobre todo, ha permitido que sea Jesús quien complete y dé sentido a todas las partes faltantes.

La integridad se manifiesta en un plano que es ciego a los ojos humanos, pero ampliamente visible a los ojos de Dios.

Dicho de otro modo, lo que intento manifestar es que le hemos dado mayor valor a lo externo que a lo interno, siendo esto último la revelación de lo que en verdad somos. 

Lamentablemente, este fenómeno también se ramificó en la iglesia llevándonos como cristianos a trabajar con más fuerza en una reputación que responde a formas o estructuras que no son la esencia, pero las hemos convertido en dogma. Lentamente nos transformamos en aquel sistema “mundano” contra lo que tanto hemos luchado, generando en las comunidades de fe una insostenible presión por cubrir con las expectativas de los demás, abriendo un espacio de competencia, comparaciones y, en muchos casos, divisiones nocivas para la iglesia y motivo de provecho para el infierno.

Hoy veo que, lejos de luchar por una misma iglesia, por un mismo cuerpo, nos parecemos a corredores de bolsa en Wall Street donde cada uno pelea por sus propios intereses eclesiásticos y, al mismo tiempo, se desarrolla una guerra fría de comparaciones y rivalidades escondidas detrás de una fachada de sonrisas y una hermandad poco sincera.

La realidad que hoy observo es una muy diferente a la que Jesús soñó cuando nos dijo que seamos UNO para que el mundo crea. 

No me considero un iluminado que está exento de esto. Confieso que en muchas oportunidades me dejé llevar por este “sueño americano” de la iglesia ideal, y en más de una oportunidad me frustré hasta las lágrimas por Intentar de todo y no poder ser como determinado pastor, o no lograr levantar una iglesia como las que veía a mi alrededor.

No obstante, este fenómeno no es nuevo. Desde los tiempos bíblicos, estas tendencias han sido motivo de problemas. Son varios los episodios donde Jesús confrontó con palabras duras para la época. Palabras que también son aplicables a nuestro siglo si somos lo suficientemente humildes para recibirlas y hacer un mea culpa.

Los maestros de la ley, fariseos y escribas eran profesionales de la reputación. Eran intachables. Hasta diría que su devoción por mostrar que cumplían la ley al pie del cañón era digna de admiración, cualquiera podría sentirse pequeño al lado de hombres como estos. Sin embargo, Jesús tenía una percepción diametralmente opuesta a la que, quizás, la sociedad tenía de ellos. Ya que les dijo lo siguiente: 

“¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. Así también ustedes, por fuera dan la impresión de ser justos, pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad”, Mateo 23:27-32 NVI.

¿Fuerte, verdad? Por supuesto, es una palabra que es difícil de tragar. Pero al mismo tiempo percibo belleza en ella. El Maestro veía más allá de la reputación, Él analizaba el corazón. Porque, así como veo a un Jesús que confronta a los eruditos de la época, veo a un Jesús que defiende a una mujer con un historial extenso. Una mujer que, a juzgar por su reputación y apariencia dejaba mucho que desear, pero su corazón y entrega genuina formaban en ella una integridad única que cautivó el corazón del Mesías (Lucas 7:36-50).

Obviamente no está todo perdido. Tenemos la posibilidad de acercarnos al trono de gracia, quitarnos nuestras caretas y, de una vez por todas, ser vulnerables delante de Su presencia. Porque los aplausos, los títulos, los seguidores, iglesias o estadios llenos, las felicitaciones, los likes y nuestros conocimientos teológicos NO SIRVEN DE NADA si al terminar el día, de todos modos, sabemos que nuestra vida es carente de sentido e inundada de fachadas.

Lo que la gente ve por fuera es importante, pero lo que hay en el corazón tiene más valor porque, a fin de cuentas, eso es lo que ve Dios.

Tu relación con Jesús es más significativa que tu servicio. El fruto del Espíritu, más relevante que tus dones; y tu integridad, más trascendente que tu reputación.

Alison Gibson, la atleta cristiana que representará a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos

Alison Gibson, una atleta cristiana, representará a Estados Unidos en clavados en los Juegos Olímpicos de París, que comienzan el próximo 26 de julio. Después de su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, donde ella y su compañera Krysta Palmer terminaron octavas en el trampolín de 3 metros sincronizado, Alison decidió retirarse.

Alison Gibson, una atleta cristiana, representará a Estados Unidos en clavados en los Juegos Olímpicos de París, que comienzan el próximo 26 de julio. Después de su participación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, donde ella y su compañera Krysta Palmer terminaron octavas en el trampolín de 3 metros sincronizado, Alison decidió retirarse. 

“Sentí que decepcioné a mi país, decepcioné a mis amigos. Fue un sentimiento realmente desgarrador”, reveló en una entrevista.

Tras regresar a la vida normal y trabajar en horarios regulares, Alison sintió el llamado de Dios a volver al deporte. Su ex compañera de buceo, Krysta Palmer, la animó: “Creo que podemos formar parte del equipo olímpico. Deberías regresar”, dijo Krysta. 

Al principio, Alison dudó, pero la llamada despertó algo en su corazón. “Comencé a orar por eso. Y Dios seguía empujándome: ‘Alison, tengo algo para ti’”, testificó Gibson. Todo empezó a cooperar para su regreso: sus padres se ofrecieron a ayudarla económicamente, surgieron patrocinadores y su empresa le permitió trabajar a tiempo parcial. 

Alison volvió a entrenar y se clasificó para los Juegos Olímpicos en la competición de trampolín de 3 metros, esta vez en categoría individual.

Además del apoyo de familiares y amigos, Alison contó con el respaldo de la iglesia de sus padres, la Iglesia Bautista en Austin, Texas. “Ella recibió mucho apoyo en oración de nuestra iglesia, de la clase de estudio bíblico de sus padres, lo que realmente la llevó a ese sistema de apoyo. Tenía tarjetas de oración que le fueron escritas y que incluso le serán enviadas a París”, dijo Jonathan Spencer, pastor de la iglesia. 

Alison también quiere utilizar su participación en los Juegos Olímpicos para promover el trabajo humanitario de Missions of Hope International, una organización cristiana que apoya a los niños pobres y sus familias en Kenia. “He ganado medallas, trofeos y premios, pero todas estas cosas desaparecen. La medalla queda polvorienta en un estante y la gente se olvida de ti y de tus logros. Pero lo que no se olvida es el impacto que tienes en la vida de alguien, un impacto que puede afectar a las generaciones futuras”, reflexionó.

Su fe ha sido su guía desde que encontró a Jesús en la universidad. “Define mi forma de actuar, de tratar a las personas, de las decisiones que tomo. Desde ese momento hasta ahora, realmente me he inclinado hacia eso, me he inclinado hacia mi relación con Dios”, afirmó Alison.

Bear Grylls: “Cuando tienes una conexión con el Todopoderoso, todo lo demás es una fachada”.

“El sobreviviente” y presentador de televisión revela con franqueza su fe y cómo esta le otorga una vida plena.

Quizás lo vimos subir montañas, tirarse desde alturas inimaginables, adentrarse en las selvas mas peligrosas y sobrevivir en ambientes hostiles, pero Bear Grylls vive una vida más aventurera de la que cualquiera se imagina. Según sus propias palabras, seguir a Cristo es la aventura más grande y esta no logra superar ninguna de sus travesías.

“El sobreviviente” y presentador de televisión continuamente habla de su fe y cómo esta le otorga una vida plena. ”Intento empezar cada día de la misma manera, de rodillas, en silencio, recordándome a mí mismo que necesito desesperadamente la presencia de Cristo conmigo”, expresó en uno de sus capítulos.

Hace algunos años que Grylls confiesa repetidamente cómo vive su vida en Cristo, incluso sorprendió a sus seguidores cuando publicó su libro de devocionales titulado Soul Fuel a Daily Devotional

El aventurero reconocido por poder adaptarse a los ambientes más salvajes y hostiles del mundo. El conductor era capaz de introducirse a días de supervivencia en selvas, desiertos y montañas. Y en reiteradas ocasiones utilizó momentos de sus episodios o películas en donde compartió el Mensaje de Cristo.

Bear Grylls

Realizó innumerables expediciones peligrosas, escaló el monte Everest, comió serpientes y arañas e incluso sobrevivió a un accidente de caída libre en paracaídas en África. Sus libros, desde manuales hasta técnicas de supervivencia y novelas, también han vendido más de 15 millones de copias en todo el mundo. Pero su mayor tesoro no se encuentra en sus trabajos y logros, sinó en Dios.

En su último libro “Mind Fuel: Simple Ways to Build Resilience Every Day”, ofrece formas honestas y prácticas de mejorar la salud mental, que él cree que es la clave para una vida saludable que honre a Dios. Ella usa sus luchas con la autoestima y la confianza para desafiar a los lectores a priorizar su salud mental y desarrollar resiliencia.

“Creo que el mundo está más duro que nunca. Hay muchas cosas que afectan, especialmente a los jóvenes, desde todos los ángulos”, dijo Bear, “He escrito libros sobre fitness, he escrito libros sobre nutrición y ejercicio, etc. Pero el combustible espiritual es una parte importante de nuestro arsenal; puede ayudarnos a mantenernos fuertes y desarrollar resiliencia en un mundo que cambia rápidamente.”

El ex escalador de las fuerzas especiales británicas dijo que la fe es la parte más importante de una vida fuerte y hábil. «Creo que ignoramos nuestra espiritualidad a nuestro propio riesgo», dijo.

“Cuando tienes esa conexión con el Todopoderoso, todo lo demás es una fachada”, dijo en una entrevista al medio cristiano The Christian Post

“La espiritualidad es lo más importante del conjunto de herramientas de un sobreviviente. Todo lo demás es aceptable si lo haces bien. Y es posible y alcanzable”, afirmó.

“La solución siempre está unida al Todopoderoso”, dijo. “Siempre hay una lucha, siempre hay dificultades, pero siempre hay fe, y la fe siempre vence. La fe vence todo. La fe siempre es importante para prepararse para la vida y mantener la fortaleza espiritual”, agregó.

El esposo y padre de tres hijos habló del poder del estímulo para que los niños “sepan que la mano del amor de Dios está ahí cuando fallan y cometen sus errores«. Llamó a los padres a “ser libres y honestos, compartir los problemas y saber que la fe y la duda son dos caras de la misma moneda”.

Ante los ojos de los espectadores, Grylls parecería un superhéroe, una persona que atraviesa obstáculos y siempre encuentra salidas a los problemas a la hora de aventurarse en lo desconocido. Pero es él mismo quien asegura que eso es secundario, y constantemente se humilla para que Cristo sea exaltado.

Dallas Jenkins, director de The Chosen, afirmó que le gustaría hacer una serie sobre el libro de los Hechos

Dallas Jenkins, creador y director de 'The Chosen', ha declarado que su atención está centrada en la producción de nuevas temporadas de la serie furor en todo el mundo. Sin embargo, confesó que le "encantaría" desarrollar una serie basada en el libro de los Hechos, una vez que concluya su trabajo actual.

Dallas Jenkins, creador y director de ‘The Chosen’, ha declarado que su atención está centrada en la producción de nuevas temporadas de la serie furor en todo el mundo. Sin embargo, confesó que le «encantaría» desarrollar una serie basada en el libro de los Hechos, una vez que concluya su trabajo actual. 

Jenkins reveló que la séptima temporada de The Chosen incluirá escenas que marcan el inicio del libro de los Hechos, destacando el “lanzamiento del ministerio de los discípulos”. «No vamos a avanzar mucho en el libro de los Hechos al final de la temporada 7», comentó durante una conferencia de prensa virtual. «Pero me encantaría, y tengo esperanzas, de poder seguir contando la historia del nacimiento de la iglesia y el momento más grande de la historia. Así que ahora mismo, estoy centrado en la temporada 5».

En tono de broma, Jenkins mencionó anteriormente: “Después de dormir una siesta durante aproximadamente un año, cuando ‘The Chosen’ esté terminado, tendremos otras historias bíblicas que contar, porque la demanda parece ser muy fuerte”.

Simultáneamente, otro proyecto de Jenkins, ‘The Best Christmas Pageant Ever’, reveló su tráiler y póster oficial el 1 de julio. Esta película navideña, basada en el clásico libro homónimo, está programada para llegar a los cines el 8 de noviembre. Jenkins, quien dirigió la película, narra la historia de un grupo de hermanos problemáticos, los Herdman, que inesperadamente se presentan a una audición para una obra de Navidad. A pesar de la oposición de los habitantes del pueblo y los miembros de la iglesia, el director de la obra los apoya. «Jesús nació para los Herdman tanto como para nosotros,» se escucha en el tráiler. «No entenderemos el sentido de la historia si los rechazamos.» La película es una producción de Lionsgate/Kingdom Story Company.

Jenkins comentó que a menudo llora al leer el libro. «Lo dejé y dije: ‘Tengo que hacer esta película. Esta es la película que nací para hacer'», dijo anteriormente. Los pastores, mencionó, son lo que la Biblia llama “los más pequeños de estos”. «Tenemos la oportunidad de hacer un nuevo clásico navideño», afirmó.

La cabaña, una emotiva historia sobre el perdón

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La Cabaña, película cristiana

Un film que llevará a los espectadores a reflexionar acerca de la indulgencia y del amor. Se adentrarán en un recorrido inolvidable que transformará para siempre su manera de ver y vivir la vida cristiana.

“La cabaña” es una película cautivadora, emotiva e inspiradora, protagonizada por Mack (Sam Worthington) quien tras un pasado duro y una tragedia familiar comienza un viaje que cambiará su vida luego de ser invitado a pasar un fin de semana en una cabaña

A lo largo de la producción podrás conocer más al protagonista y seguramente identificarte con alguna de sus emociones. Es ideal para ver con familia y amigos pero también lo es para verla a solas. Es de esos filmes que es recomendable ver unas cuántas veces ya que siempre podrás ser edificado con algo nuevo. 

Tráiler

Breve reseña

Tras la desaparición y el asesinato de su hija Missy, Mack recibe en el buzón de su casa una carta con una invitación a pasar un fin de semana en una cabaña, cuyo destinatario firma “Papá”. Después de varios cuestionamientos y sospechas, decide asistir a la convocatoria y emprender el viaje. Al llegar, para su sorpresa, se encuentra con un hombre a quien nunca había visto antes, que lo invita a disfrutar del calor de su hogar.

Cuando empiezan a caminar juntos el entorno comienza a transformarse, y cuando llegan a la casa dos personas más estaban esperando a Mack y éstas parecían conocerlo muy bien. 

Durante ese fin de semana comienza para Mack un proceso lo lleva a experimentar algo que nunca había vivido antes: una relación directa y personal con Dios. Al volver de su estadía se encontrará con que su vida ha sido transformada para siempre.

Este film confronta el concepto de religión y nos invita a tener una verdadera relación con el Creador del Universo, con nuestro Papá. Nos recuerda que no existe nada que nos pueda separar de su amor y nos anima a amar a otros como él nos ama. 

Si te quedaste con ganas de verla, podés encontrarla en YouTube ingresando AQUÍ

Ficha

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  • Título internacional: The Shack
  • Género: Drama. Fantasía.
  • Fecha de estreno: 4 de mayo de 2017
  • Duración: 2hs 12 min.
  • Idioma: Inglés.
  • Director: Stuart Hazeldine.
  • Actores: Sam Worthington, Octavia Spencer, Avraham Aviv Alush, Sumire Matsubara, Radha Mitchell, Alicia Braga, Tim McGraw

Esperar lo peor nos inhibe sentir la paz de Dios

En el día de su boda, Gloria no podía dejar de pensar en si su marido algún día abandonaría sus votos.

En el día de su boda, Gloria no podía dejar de pensar en si su marido algún día abandonaría sus votos.

Cuando Juan se convirtió en padre por primera vez, sentía la tensión entre el amor tan profundo y el temor de apegarse a alguien que podría perder.

Carina recibió la noticia de un aumento en el trabajo el mismo día que se enteró que una galería de arte quería el producto de su pasatiempo favorito. Cuando se acostó esa noche, el único pensamiento que pasaba por su cabeza fue: “esto parece ser demasiado bueno. Algo malo tiene que venir.”

Lo que Gloria, Juan y Carina tienen en común es que hay algo que no les permite estar presentes y disfrutar plenamente de lo bueno que Dios está dando. Hay ciertos tipos de personalidades que parecen ser más inclinadas a esperar lo peor de las situaciones y de las personas. Aún en circunstancias agradables y con personas confiables, hay una alarma interna que se enciende para informar que se debe tener cuidado con las buenas cosas, porque otras malas seguramente vienen en camino. Otro tipo de personas han vivido rupturas relacionales o situaciones muy difíciles, donde aprendieron a sospechar, analizar y anticipar cualquier riesgo con tal de evitar el peligro. Sin embargo, esta tendencia, ya sea por la personalidad o por las experiencias de vida, generan un impulso de sospechar lo bueno y anticipar lo malo. Esto no es algo fácil de apagar, y para los cristianos, puede ser una tendencia que sabotea el proceso de caminar en libertad y gozo.

Muchas veces hay situaciones difíciles que suceden en la infancia, donde una persona no tiene la capacidad de analizar la situación de manera objetiva. Esta falta de capacidad, debido a la etapa de desarrollo, hace que la persona crezca con un sexto sentido de percibir las amenazas y vivir en una hipervigilancia, llegando a sospechar aún en los mejores momentos de la vida. ¿Te ha pasado que pasas momentos muy alegres con una sospecha subterránea que susurra amenazas? ¿Crees que todo lo bueno tiene que ser acompañado por algo malo? ¿Has creído que lo bueno no puede ser tan bueno porque algo malo tendría que seguir?

Aunque mencioné las personalidades y experiencias de vida como variables en esta problemática, la incapacidad de disfrutar el presente es un asunto sumamente espiritual. Además, es imposible ser un aprendiz de Cristo y vivir una vida dominada por este miedo aparentemente útil. Jesús es la brújula que nos dirige al diseño perfecto de Dios y Él modeló la capacidad de disfrutar de los momentos bellos, aunque sus peores momentos estaban a la vuelta de la esquina. Podríamos deducir que Jesús disfrutó los mejores momentos que una persona podría vivir aunque sabía que venían las peores circunstancias que un ser humano podría experimentar. El conocimiento de lo que venía no se tradujo en ansiedad o hipervigilancia en la vida de Jesús.

Él logró estar presente en sus circunstancias, disfrutando la buena compañía de sus amigos, aunque sabía que estos lo abandonarían en su peor momento.

Seguir a Jesús no nos aleja de la realidad de que tendremos que sufrir y enfrentar cosas muy difíciles en esta vida. Al mismo tiempo, el ritmo bondadoso que Jesús nos ofrece como sus discípulos nos lleva a estar completamente presentes en momentos de gozo y disfrutar lo más bello de esta vida con manos abiertas y agradecidas.

La verdad es que vas a sufrir en esta vida, y por más que te prepares para esos momentos, tendrás que caminar en medio del dolor para salir del otro lado. La noción de vivir en constante preparación cognitiva nos roba la posibilidad de experimentar la paz de Dios que inunda nuestras emociones. 

Tal vez la manera en que Jesús se preparaba para las cosas difíciles fue un proceso indirecto. La forma en que Jesús se preparó para los momentos más dolorosos fue practicar una vida de comunión con Dios, amor hacia el prójimo, descanso y compartir con hermanos de la fe. Si crees que puedes prepararte para las cosas difíciles al pensar más en esas cosas e imaginar escenarios complicados, te preguntaría, ¿cómo está funcionando esa forma? ¿Has visto algún beneficio de pensar mucho en lo que podría pasar?

Parece que la manera que Dios desea que nos preparemos es un proceso relacional de crecer en intimidad con Él.

En lo práctico, cada vez que recibes una bendición, recuerda que viene del único que tiene la capacidad de dar buenos regalos. Cada vez que estás en una temporada de mucha tranquilidad, puedes aceptar esa realidad sabiendo que el proveedor de todo lo bueno te mantendrá cuando lleguen las olas de sufrimiento y confusión. En vez de pensar más para prepararte, puedes seguir a Jesús en su ritmo de descanso. 

Hay otra forma de vivir que es un contraste rígido a la manera de este mundo. Dios nos ofrece la capacidad de disfrutar lo que Él nos da en esta tierra, tomando un día a la vez. Existe la posibilidad de disfrutar todo lo bueno de esta vida al soltar el control que fingimos tener. Hoy es un buen día para disfrutar de lo que tienes como una muestra de gratitud al dador de toda bendición.

Chris Mendez: “La cruz es suficiente para que podamos abrazar la nueva vida que tenemos en Él»

Un nuevo episodio en nuestro living, donde Sebastián Liendo conversó con Chris sobre su conversión, cómo es dirigir una de las iglesias más importantes del mundo y la importancia de la victoria de Jesús en la cruz.

Un nuevo episodio en nuestro living, donde Sebastián Liendo conversó con Chris sobre su conversión, cómo es dirigir una de las iglesias más importantes del mundo y la importancia de la victoria de Jesús en la cruz.

La conversión de Chris Mendez

Chris: Yo vengo de un trasfondo de adicciones, la estaba pasando muy mal, totalmente perdido. Y vino la amiga de mi cuñada a hablarme un día que fui a la casa de mi hermano y su esposa, después de estar de fiesta toda la noche y yo estaba mal.

La razón por la cual fui a la casa de mi hermano es porque no quería ir a mi casa, para que mis padres no me vean en la condición que estaba. Mi cuñada invita a una amiga, ella me comparte su testimonio, acerca de su encuentro con Jesús y cómo a ella la ayudó a salir de sus adicciones.

Tres meses después, estaba pasando por mi tercera sobredosis. Es ahí donde recuerdo las palabras de esta chica, llamada Mariela, y en el baño de un boliche, clamo a este Jesús que yo no conocía. De manera sobrenatural, interrumpe mi vida en ese baño. Esa noche para mí marcó un antes y un después.

Al día siguiente fui a la iglesia con mi mamá, me convertí y le entregué mi vida al Señor y ahí es donde empieza una nueva vida para mí. Entendí desde muy temprano en mi caminar con el Señor que si Él pudo intervenir en mi vida en el baño de un boliche en Sidney, que Él nunca busca una condición correcta o una vida perfecta para poder obrar en ella.

Entonces para mí, desde el comienzo, siempre tuve el pensamiento de que si Dios me aceptó a mí, en la condición en la que estaba y en el lugar en el que me encontraba, Dios puede hacer cualquier cosa con cualquier persona. Sentí desde muy temprano en mi caminar con Dios, que me iba a usar para romper estructuras, para romper moldes y para intentar demostrar que Dios puede hacer cualquier cosa, en cualquier lugar, con cualquier individuo.

La importancia de la victoria de Cristo en la cruz

Chris: Si nosotros realmente creemos que cuando le decimos que “sí” a Jesús, como las Escrituras nos enseña, somos una nueva creación, una nueva criatura, el pasado jamás nos puede atar, ni limitar. Yo soy de aquellos que cree que cuando uno le dice que “sí” a Jesús, todo lo del pasado se corta, porque somos una nueva creación.

Entonces cuando mis amigos, que en algunas ocasiones se burlaban de mi fe o me cuestionaban, me decían “Dale Cris, sabemos quién sos, sabemos en lo que anduviste, sabemos las cosas que hiciste”, un día me tuve que parar, me puse firme, “ustedes no me conocen por quien soy, me conocen por quién era”. 

Muchas veces es súper difícil intentar convencer a personas que están en el día a día con vos, que te conocían por la manera que vivías, por las cosas que hacías y solo el tiempo puede demostrar eso, porque uno ya deja de pensar como pensaba, hablar como hablaba, operar como operaba.

El fruto después de tiempo da testimonio de que sos una persona totalmente nueva y renovada por la decisión de fe que tomaste, de decirle que sí a Jesús. Y eso es súper importante, vivir al nivel de la nueva creación que Dios te hizo y tener esa convicción de que mi pasado ya no tiene poder sobre mi vida.

Soy de aquellos que cree y lo predico, que cuando uno dice “estoy batallando con mi pasado”, entonces no entiende el poder de la nueva creación que uno es. Cuando uno constantemente dice esto, lo que en realidad está diciendo es “la cruz no fue suficiente” y la cruz es más que suficiente para que nosotros podamos vivir como una nueva creación y libres de nuestro pasado, abrazando la nueva vida que tenemos en Él.

Seba: Es como una sobrepaga de la cruz constantemente. Yo hace poco estaba leyendo un libro que decía que cuando una persona viene de este nuevo nacimiento, que es una naturaleza incorruptible, es algo como una categoría superior de vida, la vida zoe, y en ella hay puntos que hay que empezar a diferenciar, decía en el libro: los frutos de los resultados. O sea, uno puede tener un resultado matemático constantemente, una relación no te funcionó, o el ministerio no te funcionó. Ok, pero hay una cosa diferente que es el fruto, que es el fruto de esta nueva creación dentro tuyo. 

¿Qué es el liderazgo apostólico que se implementa en Hillsong?

Chris: En primer lugar, creo que es el deber de otro decir que vos trabajas con un liderazgo apostólico y no es la responsabilidad de uno. Hoy tenemos en nuestro continente apóstoles que se ungieron ellos mismos y creo que el fruto tiene que dar testimonio de cómo operas en tu ministerio. 

La raíz es súper importante, hoy alrededor de nuestro continente parece que está de moda plantar iglesias o expandir plantando campos que salen de una iglesia, pero muchas iglesias que no están preparadas.

No mandan a las personas correctas, no empiezan desde una posición de fortaleza, no tienen los recursos. Es porque ven a otros plantar iglesias o expandir con nuevos campos, y piensan “esa es la onda. Tenemos que hacerlo”. Y como Iglesia a nivel global, muchos ven los últimos 15 años que expandimos a más de 30 países, pero por 25 años solamente estábamos en tres ciudades y entonces nos tomó 25 años para fortalecernos, para echar raíces profundas como iglesia para que, cuando llegara el momento correcto, desde una posición de fortaleza, empezar a expandir.

Siempre digo, Dios puede tomar mucho tiempo para hacer algo bien rápido, pero el tiempo de preparación, de levantar a personas, de fortalecer a equipos, de prepararse a nivel económico, de orar por los lugares correctos para poder ir y plantar, ese tiempo de preparación es lo más importante. Para mí, eso de fortalecer los cimientos, de echar raíces, obviamente en primer lugar en Dios, en segundo lugar a nivel ministerial, para fortalecernos para después poder enviar, es súper importante, pero el entender que una visión no se trata de una pareja pastoral, sino que se trata de crear.

Creo que el liderazgo se trata de crear oportunidades para que otros puedan servir y contribuir. Cuando uno crea espacio, uno identifica a personas, levanta a personas, posiciona a personas para que podamos seguir expandiendo. Nosotros con mi esposa Lucy, entendemos muy bien que esto no se trata de nosotros. Si yo estoy en Buenos Aires significa que no estoy en Montevideo, no estoy en nuestras dos iglesias, en San Pablo, en Monterrey, pero las cosas tienen que funcionar como si nosotros estuviéramos ahí.

Y eso se trata una cultura de liderazgo, de darle lugar a otros, a que cometan errores, a que puedan liderar, a que puedan desarrollar nuestra visión en esas ciudades sin que nosotros estemos. Y eso para mí requiere un liderazgo que lidera con las manos abiertas, que le da lugar a otros y no se sienten amenazados por personas que van a liderar de forma diferente, que van a predicar mejor que uno.

Esto es súper importante en un ministerio apostólico que tiene la visión y el blanco de seguir expandiéndose. Nosotros hoy tenemos cinco iglesias en cuatro países, pero venimos con la visión de un montón de países y recién estamos comenzando, la pandemia frenó un poco el desarrollo de nuestra visión, pero estamos llenos de visión y estamos apuntando a un futuro con iglesias en un montón de ciudades en nuestro continente y a eso apuntamos.

Cientos de personas aceptaron a Jesús en las calles de Países Bajos

El pasado domingo 30 de junio, un grupo de evangelistas de la “Soulwinners School van Frontrunners” salió a las calles de Breda, en los Países Bajos, para compartir el mensaje de Jesús. Durante esta actividad, 198 personas aceptaron a Cristo.

El pasado domingo 30 de junio, un grupo de evangelistas de la “Soulwinners School van Frontrunners” salió a las calles de Breda, en los Países Bajos, para compartir el mensaje de Jesús. Durante esta actividad, 198 personas aceptaron a Cristo.

El evento comenzó por la mañana, cuando el evangelista Willem Fiege lideró una capacitación en la Iglesia Jubileo de Geertruidenberg. “Para los cristianos, evangelizar debería ser como respirar”, afirmó Willem. 

Explicó que la palabra evangelizar proviene del griego «eu-angelion», donde «eu» significa «bien» y «angelion» significa «noticia» o «mensaje». “Este término era utilizado por los reyes para anunciar buenas noticias al pueblo, como victorias o decretos reales”, enseñó. “De la misma manera, los cristianos estamos llamados a ser mensajeros del Rey. En eso todavía tenemos que trabajar”, ​​añadió.

Después de compartir la Palabra, los evangelistas se reunieron en el parque de Valkenberg, donde adoraron junto al ministerio “Street Revival” durante horas y el ambiente se transformó.

Se acercaron cientos de personas y muchas tuvieron un encuentro con Jesús. Entre los nuevos conversos se encontraban tres jóvenes musulmanes, una persona en situación de calle y un grupo de amigos que celebraban una despedida de soltero. “Muchas personas también fueron sanadas y recibieron el Espíritu Santo”, informaron los evangelistas. 

Además, el Evangelio fue compartido con cientos de personas, muchas de las cuales escucharon la Buena Nueva por primera vez. 

Milagro en la cárcel

Estamos leyendo el libro de Hechos, el cual es el Génesis, el principio. Fue en este contexto, en el siglo número uno, que sucedió algo extraordinario, el nacimiento de algo de lo cual muchos estaban expectantes y emocionados. Algo nuevo que verían pero que todavía no sabían cómo sería. El comienzo del verdadero desafío: la llegada del Espíritu Santo.

Estamos leyendo el libro de Hechos, el cual es el Génesis, el principio. Fue en este contexto, en el siglo número uno, que sucedió algo extraordinario, el nacimiento de algo de lo cual muchos estaban expectantes y emocionados. Algo nuevo que verían pero que todavía no sabían cómo sería. El comienzo del verdadero desafío: la llegada del Espíritu Santo. 

En Hechos podemos ver la relevancia y el poder que tiene la persona del Espíritu Santo, pues la iglesia lo esperó, oró y se movió conforme a lo que Él les decía.  Nosotros creemos que hay un Dios trino, Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, por lo que esta persona es Dios mismo. Ciertamente, el mundo no se estaría sustentando si el Espíritu Santo no estuviera. El Espíritu de Dios está desde la creación del mundo y está también en el Apocalipsis, trabajando con la iglesia, pues dice: «el Espíritu y la esposa dicen ¡Ven!». Evidentemente, esta persona tiene una importancia que no podemos desestimar.

Si bien, Su presencia produce manifestaciones sensoriales en nuestro cuerpo porque él es real y tangible, Él es mucho más que una sensación física. El Espíritu no es un ser o un ente, es una persona que siente, habla y sobre todo trabaja en este tiempo para guiarnos a toda verdad. En los próximos años, cuando la confusión crezca y empiecen a levantarse otras voces que digan «Yo soy el Cristo», cuando empecemos a ver algunas de las señales que están escritas, porque Dios ya nos dejó todo, ¿cómo vamos a saber si estamos siguiendo la verdad o la mentira? Porque el Espíritu Santo vino a nosotros para guiarnos a toda verdad. Él fue enviado como Consolador para sanarnos, para amarnos, pero también para direccionarnos, y la iglesia en el libro de los Hechos le dió mucho énfasis al Espíritu Santo.

La iglesia vivió diferentes periodos a lo largo de los años. Los historiadores y los teólogos la dividieron en distintas etapas: tenemos la iglesia apostólica, la iglesia perseguida, la iglesia imperial, la iglesia medieval, la iglesia contemporánea y la iglesia moderna, que es de la que somos parte hoy en día. Durante las diferentes épocas no se vivió lo mismo que en Hechos, la iglesia no permaneció en este poder del Espíritu tan fuertemente, a pesar de que siempre el Señor tuvo unos pequeños remanentes a lo largo de la historia. Es fundamental que conozcamos nuestros orígenes como iglesia. Así como estamos clamando, orando y poniendo nuestra atención en lo que ha de venir, también debemos mirar un poco hacia atrás para ver qué cosas fueron buenas y cuáles no. Vemos cómo siempre el Espíritu Santo estuvo presente aunque muchas veces la iglesia le quitó el gobierno y se la otorgó al hombre, el cual fue el peor error que la iglesia cometió a lo largo de los años, intentar ocupar el lugar del Espíritu Santo.

Y nos preguntamos ¿Cómo le vamos a dar sustentabilidad al avivamiento congregacional, pero también individual? Si no caemos en estructurar al Espíritu Santo, las tradiciones son buenas, pero ¿cómo hacemos para que en los próximos años no perdamos la misma pasión, el mismo fuego y ganas de dar, de seguir invirtiendo y de no estructurar al Espíritu de Dios ni a nuestras mentes como si fuera una tradición o una religión más? 

«Avivamiento es tener un espíritu fervoroso de hacer la voluntad de Dios, de vivir en santidad, de amar la comunidad de fe, de dar las buenas nuevas, de avanzar en la misión de Cristo, de ser generoso, de amar a los enemigos. Todo esto no lo puede fabricar un ser humano. La iglesia no la ideó un hombre, la ideó Dios. La iglesia es un organismo espiritual porque el conductor es el Espíritu Santo».

La Biblia nos dice que Jesús nos dio dones y él mismo constituyó a algunos en diferentes roles y ministerios (Efesios 4:11-12). No es que repartimos los dones entre nosotros, sino que fue Cristo mismo quién repartió los dones y ministerios a los hombres. Por eso, más que nunca nuestro corazón debe arder por el deseo de ser bautizados y llenos del Espíritu Santo. La iglesia que nació en avivamiento, tiene la misión de seguir con este legado y avanzar con toda la fuerza del Espíritu. Nuestra palabra del año es Zacarías 4:6 “No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos” ¿Cómo ha resistido a la iglesia hasta hoy? Por medio del Espíritu Santo.

Hechos 16:16-40 (NVI)

Ese mismo Espíritu Santo que nos cuenta el pasaje es el que está en nosotros hoy. Entre los muchos prodigios narrados, el mayor milagro fueron Pablo y Silas. Como iglesia declaramos «que si el milagro no ocurre, nosotros somos el milagro». Muchas veces no tenemos idea de lo que el poder, la gracia y la unción del Espíritu Santo pueden hacer a través de nuestras vidas. Antes de esta situación que vivieron Pablo y Silas en la cárcel, el Espíritu Santo les impidió dos veces trasladarse a un lugar para predicar, y nos podemos preguntar ¿cómo el Espíritu Santo les va impedir predicar? Pero vemos que había un propósito en este impedimento, y fue muy relevante la obediencia de ellos, ya que otras personas necesitaban ser alcanzadas allí. Pablo, antes de eso, tiene una visión donde ve a un hombre que le dice que pase por Macedonia para ayudarles, entonces cuándo se despierta inmediatamente él entiende que es Dios enviándolo. De esta manera, va a una colonia romana en Filipos para buscar una sinagoga y encuentra a una mujer llamada Lidia, la cual era temerosa de Dios, quien recibe la palabra y los hospeda en su casa (la hospitalidad en el Nuevo Testamento era fundamental).

Lidia y toda su familia fueron bautizados allí, abriéndose así en Filipos la primera iglesia. Ellos estaban trabajando en casa de Lidia para afirmar la iglesia en esa colonia, cuando yendo al lugar de oración le sale al encuentro una chica con un espíritu inmundo que no les dice mentiras, sino que declaraba que ellos eran siervos del Dios Altísimo. Los estaba adulando, por lo que tranquilamente Pablo podría haberse envanecido por esa declaración, pero inmediatamente discierne de dónde venían sus palabras, y echando fuera al espíritu, la muchacha quedó libre. Sin embargo, por todo el alboroto que sucedió allí, los llevan presos.

«La obediencia en este tiempo es lo que mantiene ese fuego del Espíritu Santo encendido, una obediencia exclusiva a su voz. Hay distracciones que son muy tentadoras y podemos descuidar nuestra obediencia a la voz de Dios escuchando a otras voces».

Pablo y Silas poseían una obediencia extrema. La adulación de la mujer podría haber enredado a Pablo pero él sabía a quién obedecía. Y podemos decir ¿Cómo una persona que sigue la voluntad de Dios puede tener tales pruebas como es la cárcel? Es inexplicable. ¿Como un ser humano que ama a Dios, que le sirve, que le sigue y le es obediente puede padecer este sufrimiento?

Hoy nosotros no sufrimos martirios, no nos ponen presos por predicar el evangelio, ni nos azotan como ocurre con la iglesia oriental que todavía padecen persecuciones por hablar de Dios. Sin embargo, es justamente en estas iglesias donde se ve una obediencia tan extrema, que trae respuestas asombrosas de parte del Padre. Por la obediencia de Pablo se convierte Lidia, se abre una iglesia, se bautiza gente, el carcelero se convierte y muchas cosas más que sucedieron, solo por tener el oído atento al Espíritu Santo.

Anhelemos ser sensibles para detectar las tentaciones efímeras y los momentos pasajeros que nos distraen y nos quitan tiempo con el Espíritu Santo, para hacer lo que realmente  fuimos llamados a hacer, y escuchar la voz del Espíritu Santo de tal manera que no tengamos dudas. De que no importe lo que viene después, sino que lo más hermoso sea que Dios nos diga «bien siervo bueno y fiel, en lo poco fuiste fiel, en lo mucho te pondré» ¡porque has sido buen administrador de lo que te he dado, has obedecido lo que puse en tu corazón, pese a las cárceles, pese a las tormentas, pese al naufragio!

«Todo lo que hemos vivido nos tiene que llevar a tener paz con Dios y haber aprendido a conocerlo a través de todo«.

Dios no es una persona que nos hace sufrir, en realidad es el hombre quien le da la espalda a Dios, por creerse tan autosuficiente, tan poderoso, tan en sí mismo la fuente de todo que cada vez daña más su propia vida y todo lo que lo rodea. Pablo escribe: «esta leve tribulación momentánea va a producir un excelente y mayor peso de gloria». Aprendamos a ser obedientes aun en condiciones extremas, a poder prestarle el oído a la voz del Espíritu.

Además de obedecer, debemos enfocarnos. Cuando Pablo y Silas fueron liberados, no salieron corriendo, sino que se quedaron allí y cuando vieron al hombre a punto de quitarse la vida, vieron la necesidad y respondieron. Estaban tan enfocados en lo que Dios los llamó hacer, que lejos de quejarse, de ver perdida, lamentarse o cuestionar, solamente levantaron un cántico de adoración y Dios les respondió. Era tan fuerte la presencia del Espíritu Santo en ellos que el carcelero les preguntó: “¿cómo podría ser salvo?”. Por eso no es necesario ser eruditos en la Palabra, si estamos enfocados y obedecemos, vamos a ver milagros.

Muchas veces perdemos el enfoque viendo la situación que nos rodea. Tenemos que empezar a ser agradecidos y enfocarnos en la manera en la que nosotros podemos ser instrumentos. No sabemos detrás de cada persona que le hablamos de Jesús o detrás de lo que oramos a quienes más podemos influir, por eso debemos enfocarnos en la misión. Fuimos llamados a hacer discípulos, es la tarea de la iglesia, mostrar a Cristo con palabras y sin ellas.

Debemos ser valientes. Pablo y Silas, más allá de lo que les tocó vivir, fueron valientes y se quedaron, permanecieron y consolaron a los hermanos que estaban tristes. El Espíritu Santo nos da esa paz que sobrepasa todo entendimiento y nos llena de valentía. No debemos ser cobardes, Su Palabra dice que los cobardes no entrarán al Reino de Dios. Al contrario de lo que se suele creer, la valentía no es ausencia de temor. De seguro estas personas estarían asustadas pensando en lo que pasaría y cómo iba a ser todo.

«La valentía es el temor vencido en oración. Tenemos valentía porque sabemos a quién servimos, a quién le entregamos nuestras vidas. Sabemos cuál es el final de la historia: reinaremos con Él para siempre«.

Este sistema en el que hoy vivimos es un mundo al que no le vamos a caer bien, porque se mueve sin principios de Dios, alejado de toda la realidad de Cristo, pues todo lo que construyen es en base de sus propios deseos y al pecado que gobierna sus vidas. Muchas veces viene disfrazado de algo bonito, pero está alejado del Espíritu verdadero. Nosotros con el Espíritu Santo necesitamos recibir madurez para poder interpretar las voces correctas, las propuestas adecuadas, pedirle que nos enseñe a conducirnos para ser instrumentos, desear ser diferentes a los demás pero no para marcar una barrera, sino para que Cristo pueda ser visto a través de nuestras vidas y nuestras familias. Por eso, un hogar encendido va a estar muchas veces dentro de la cárcel, pero la actitud de los hijos de Dios, llenos del Espíritu Santo, tiene que ser adorar, cantar y estar enfocados, para ver qué hay detrás de esa situación, para que Cristo sea formado en nosotros. Mientras estemos en esta tierra y nos toque padecer tenemos que analizar cuál será nuestra actitud. Queremos milagros y señales, y las pedimos, pero debemos confrontar nuestras comodidades, porque cuando alcanzamos cierto nivel de estabilidad podemos perder el enfoque y la obediencia. Dios nos bendice y prospera, pero debemos ser fieles en los momentos difíciles y más en los momentos buenos. Debemos aprovechar la fuerza, el recurso, la energía y el potencial que Dios nos da para que la iglesia (cada uno de nosotros) nuestra familia, cada ministerio y cada equipo sea impulsado para crecer y avanzar.

El impulso del Espíritu Santo obra a través de nuestras vidas. Somos instrumentos, no hacemos cosas porque estamos aburridos, porque queremos un templo lleno, porque somos religiosos, sino que es el avivamiento que está dentro nuestro que nos impulsa a ser la misión de Jesús en la tierra. Pablo y Silas fueron el milagro.

«Nosotros somos el milagro. Una vida en obediencia, una vida de enfoque y una vida de valentía mantienen un avivamiento sustentable hasta que Cristo regrese. No hay nada más hermoso que construir la iglesia del Señor».

Debemos poner nuestro corazón en las pasiones del corazón de Dios. La ciudad se mantiene en pie porque estamos orando, nuestras familias se convierten porque estamos orando, pero llegará el tiempo de gemir en el Espíritu, no por nuestros problemas, sino por ver a Cristo moviéndose en milagros, con conversiones, sanidad, libertad, y con vida. Cada viernes en Casa de Oración esto es lo que nos mantiene enfocados. Tenemos que disciplinarnos a orar, a buscar a Dios en comunidad, a estudiar la palabra y a participar en los grupos de vida.

“¿Estamos dispuestos a ver milagros y convertirnos en el milagro para otros? El Espíritu Santo tiene que contar con nosotros para hacer su obra en nuestra comunidad. Tenemos que dar vida a otros. La iglesia debe ser como una planta, tiene que cumplir su ciclo, tenemos que trabajarla, cuidarla, tener la luz correcta y el agua justa. Necesitamos un avivamiento sustentable que permanezca, tenga sus cuidados y podamos ser sabios. No nos dejemos domesticar por el sistema, démosle el lugar al Espíritu Santo para que nos entrene, para que en todo tiempo y en todo lugar se manifieste. Oremos para que cada uno de nosotros podamos convertirnos en instrumentos de justicia.”

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