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La joven que decidió ser mamá: «mi bebé es un regalo»

Malena Crucet

A partir de que muchos decían que nosotros, los cristianos evangélicos, no teníamos un trabajo real de contención para las mujeres, comenzó el ministerio Abrazadas de la fundación Elegí Sonreír, junto con la iglesia La Cruz de Villa Madero, de la cual soy el pastor.

Contamos con un equipo que trabaja con adolescentes y jóvenes que fueron abusadas o que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad extrema y les resulta más fácil abortar que seguir adelante con el embarazo. En el ministerio lo que hacemos es
contenerlas y darles todo tipo de ayuda: acompañamos a que se realicen ecografías, las alentamos, les damos regalos, tratamos de estar en todos los detalles.

La verdad es que las necesidades emocionales y materiales son muy grandes. Y luego del parto, las seguimos ayudando con todo tipo de provisiones: pañales, leche, ropa, además las acompañamos en los trámites que tengan que hacer.

Fuerza para vivir

Les voy a contar la historia de Malena Crucet, una joven de 24 años, quien quedó embarazada de manera inesperada. La sorprendió por completo pues por un problema de salud le habían diagnosticado que no iba a poder ser mamá. Ella pertenece al mundo artístico y, para sus conocidos más íntimos, este embarazo implicaba un impedimento para seguir adelante en su carrera, ya que económicamente depende de la música. A pesar de las voces contrarias a su decisión, estuvo determinada a seguir adelante, y fue muy valiente de su parte por haber decidido continuar.


Comenzamos acompañándola en lo emocional mediante llamadas, mensajes y visitas. Tratamos de brindarle contención y que tuvieran un bienestar integral ambos, la mamá y su bebé. En una de las conversaciones que tuvimos, Malena manifestó su
tristeza y la soledad que sentía, recuerdo que me dijo: “Le pido a Dios que me ayude porque siento mi cuerpo cansado de tanto llorar”. Pese a las preocupaciones y la presión recibida por parte de sus conocidos para que abortara, ella siguió firme en su decisión.

“Mi bebé es un regalo para mí. Aunque sea duro continuar sé que Dios manda ángeles como ustedes para
apoyarme y seguir”.

Su postura frente a la vida fue reafirmada por nuestra cercanía, se generó un vínculo y una confianza que hizo que ella abriera su corazón y que la pudiéramos acompañar en todo ese tiempo. Sabía que la decisión que había tomado era la mejor.
Sentir a su bebé moverse, escuchar los latidos de su corazón y ver crecer su pancita la hacían esperar con confianza la llegada de su hijo.

En otra ocasión nos dijo: “Me levanto a la mañana y siento una fuerza que no sé de dónde sale, me emociona saber que pronto mi hijo estará en mis brazos”. Y ese momento llegó y su bebé nació el 1 de octubre con casi cuatro kilos de peso.
Hoy es una mamá que, a pesar de continuar con muchas adversidades, disfruta a pleno de su bebé y agradece nuestro acompañamiento en el proceso.

“Mi decisión de continuar con el embarazo, a pesar de todo lo negativo, y el apoyo recibido por ustedes es lo que me ayudó a llegar hasta aquí”.

La fundación es una bendición, las adolescentes y jóvenes conocen a Jesús y de su amor de maneras prácticas y tangibles, muchas empiezan a congregarse y con todas queda una relación excelente. Nosotros intentamos apoyar y animar a que otros hagan
lo mismo. Cada vez más iglesias se enteran y nos consultan para que les demos capacitaciones para replicar lo que estamos haciendo.

También formamos parte de la Red Nacional de Contención a la Mujer con Embarazo Vulnerable (número de teléfono: 0800- 333-1148). Nosotros, como Iglesia, tenemos que ser responsables con lo que sucede en la sociedad. Estas adolescentes y jóvenes quedan, en muchos casos, completamente solas, sus parejas suelen dejarlas cuando se enteran del embarazo no deseado.
Creemos que Jesús se acercó a todo tipo de personas, no solo a quienes asistían a un templo.

Con las chicas que ayudamos pasa lo mismo, el noventa y nueve por ciento no asiste a ninguna iglesia, pero nosotros les damos todo tipo de contención igual.Jesús no vino a buscar a los santos, vino a buscar a los pecadores, los que están sanos no tienen necesidad de médico. Nosotros también queremos hacer lo mismo, buscarlos y amarlos para que no crean que la solución es la muerte, sino que conozcan que la solución es la vida siempre.

Foto tomada en el día de la presentación del bebé en la Iglesia La Cruz

Liderazgo juvenil, de la competición a la cooperación

Tenemos un modelo de pensamiento impregnado por la competencia, el egoísmo, el consumismo y la ambición. Lo importante es alcanzar el éxito sin importar las formas. Este paradigma de competición se encuentra inmerso en la cultura, en la educación, en
el sistema religioso y en la política, entre otros lugares. Esta realidad nos hace entender que el modelo del Reino que nos trajo Jesús es un sistema completamente distinto, uno de cooperación: compañerismo, amor, compasión y trabajo en equipo.

Existe un paradigma de competición instalado en la cultura evangélica Y OTRO DE COOPERACIÓN, QUE ES EL QUE TENEMOS QUE VIVIR.

Además, debemos aprender para tener una influencia poderosa en la generación actual. Los cambios sociales, educativos y culturales nos llevan a renovarnos e innovarnos de una manera urgente.

Hay mucho que aprender y desaprender, principalmente en el desarrollo de las relaciones humanas, en las estrategias de abordaje a las nuevas generaciones, que a su vez necesitamos entenderlas y conocerlas para dar a conocer de forma efectiva a
Jesús, no solo a través de lo que decimos, sino con acciones concretas de servicio, amor y el poder de la influencia en nuestras comunidades.

Los líderes para este tiempo

El liderazgo que necesitamos para este tiempo es el liderazgo del servicio y de cooperación en nuestras comunidades. Para ser efectivos, eficientes y operativos tenemos que prepararnos en la vida del Reino, que tiene que ver con una entrega y renuncia total de mi vida a otra nueva llena de amor, aceptación, gracia y cooperación.

“… y, dejándolo todo, siguieron a Jesús” (Lucas 5:11).

Jesús sabía que somos a partir de los otros y por eso nos invita a estar, a pasar tiempo, a compartir y a vivir con Él, lo mismo que hizo con sus discípulos y amigos. Debemos imitar estas acciones y vincularnos y relacionarnos con la gente pasando tiempo con
ellos. Esto significa interactuar y articular con los colegios, municipios, fundaciones de nuestros barrios y ciudades.

“Ciertamente les aseguro que ustedes verán abrirse el cielo, y a los ángeles de Dios
subir y bajar sobre el Hijo del hombre” (Juan 1:51).

Nuestro Señor fue y es un gran creador de espacios de aceptación y de nuevas atmósferas, entornos y ambientes.

Es por eso por lo que la estrategia de Jesús siempre fue darse a conocer, encarnarse en el hombre, apasionarse, vincularse y ser amigo de pecadores (Mateo 11:19). Después de amar y servir a las personas, Él les hablaba y ellos escuchaban sus enseñanzas “como quien tiene autoridad” (Marcos 1:22). Primero Jesús sirve, luego ama, se apasiona y por último habla. Este es el auténtico paradigma de cooperación.
Los amo.

Ayunar o no ayunar ¡he aquí el dilema!

ayuno
comunion

Una mirada bíblicamente equilibrada sobre esta actividad tan polémica como necesaria

No era raro que le hicieran ese tipo de preguntas a Jesús. Algunas veces la gente preguntaba sinceramente. Otras veces los interrogatorios venían con doble intención. Es que los principales grupos religiosos de la época se estaban viendo afectados por la predicación de Jesús y su figura se estaba haciendo molesta. Por esta razón preguntaban cosas complejas para hacerlo caer.

Esta vez fue el turno de los discípulos de Juan el Bautista y los fariseos. Los primeros, un grupo que estaba en proceso de extinción, pues el ministerio de Juan se acaba. Los segundos ya habían sido criticados duramente por parte del Señor.

“¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos muchas veces, y tus discípulos no ayunan?” (Mateo 9:14) ¡Qué buena pregunta hicieron los discípulos de Juan el Bautista! Dejemos un segundo de pensar en la capciosidad de lo fariseos y en el sentido de competencia de los discípulos de Juan y sólo detengámonos en la idea del “por qué no…” pues tal vez entender por qué ellos no debían ayunar, nos daría la razón por la cual nosotros sí deberíamos hacerlo.

¿Cuáles serían las razones que podrían llevarnos a abstenernos de algo tan natural, placentero y necesario como la alimentación?

Primero definamos brevemente. En forma ineludible, en el contexto bíblico, la palabra ayuno significa abstenerse de alimentos y llevaría todo un libro describir formas, tiempos e intensidades. La Biblia nos menciona ayunos de uno (Jue 20:26) y de 40 días como Moisés o Jesús. Podría implicar abstinencia total o parcial como en el caso de Daniel y sus amigos que se abstuvieron de los manjares de la mesa del rey y sólo comieron legumbres por 10 días. Podría ser llevado a cabo por una sola persona o muchas en acuerdo y, en este segundo caso, podría ser voluntario, como los ninivitas en el libro de Jonás, o ceremonial como en el Día de la Expiación.

Otra cuestión, y tal vez sea esta la que más nos preocupe, es por qué ayunar. ¡Ahí empezamos! ¿Cuáles serían las razones que podrían llevarnos a abstenernos de algo tan natural, placentero y necesario como la alimentación? Lamentablemente, la teoría de someter el cuerpo para liberar el espíritu, nacida en las filosofías griegas y tan presente en el trasfondo católico, se ha mezclado en nuestra teología sobre el tema pervirtiendo el sentido de esta actividad que es 100% bíblica y deseable. Otro pensamiento muy normal es que el ayuno sirve para conseguir un favor de Dios, algo así como una moneda de cambio. Ayunar para conseguir una sanidad, un milagro. Ayunar para…

¿Quién podría tener una voz lo suficientemente autorizada para resolvernos el conflicto? ¡Creo que conozco a Alguien! Y su respuesta, acertadísima como siempre, se encuentra en el mismo pasaje que citamos al principio. Jesús les respondió a los discípulos de Juan porque los suyos no debían ayunar… por ahora, y también les respondió cuándo sí les sería necesario hacerlo.

¡Amo ver como Jesús parece irse tema en sus enseñanzas! ¡Qué tiene que ver una boda! Claro, nadie ayuna en una boda, porque hay comida. Pero lo que el Señor trata de explicar con el ejemplo se va por otro carril. Nadie ayuna en un boda porque el novio está presente. Pero qué pasará cuando el novio les sea quitado. La clave está en entender el ayuno en relación con la persona de Cristo, entender el ayuno como un instrumento de comunión. Los discípulos no necesitaban ayunar porque Jesús estaba con ellos. Era tiempo de fiesta, eran días de boda. No había aflicciones, no había necesidades. Eran días de comunión plena.

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Créditos: Pexels

Y hoy… hoy el Novio nos ha sido quitado y Él mismo, antes de irse, habló sobre quedarnos aquí, en el mundo, y padecer aflicción (Jn. 16:33, 17:13-15). Desde su partida es el tiempo del sí ayuno con el principal objetivo de encontrar al Novio, no por lo que el Novio pueda hacer o darnos, sino para entrar en intimidad con Él.

El pecado no está en tu cuerpo para que lo atormentes. Dios no necesita que sufras para actuar. Él no necesita que ayunes para convencerlo. Nosotros necesitamos ayunar para encontrarlo, porque hacerlo es nuestra meta máxima en la vida. Ayunar es restar tiempo de nuestras necesidades materiales para darle espacio a nuestras necesidades espirituales.

Seguro, a consecuencia de ese tiempo de comunión, oiremos su voz con mayor claridad y seremos capaces de entender y aceptar su obrar. Así que, si necesitas un milagro, ¡ayuna!; si necesitas tomar una decisión importante, ¡ayuna!; si estás pasando por una crisis, ¡ayuna!… pero nunca olvides, que más allá de la intensidad de tus problemas, ayunas para verte con Él.

Así que, si necesitas un milagro, ¡ayuna!; si necesitas tomar una decisión importante, ¡ayuna!; si estás pasando por una crisis, ¡ayuna!… pero nunca olvides, que más allá de la intensidad de tus problemas, ayunas para verte con Él.

Cuando el que ayuna pierde de vista este objetivo, pierde el norte de la actividad. Dejaría de ser “el ayuno que a Dios le agrada”, como dice el profeta Isaías para convertirse en una actividad netamente humana no muy lejana a la huelga de hambre. Una lucha en la carne contra la carne. Un intento de manipulación para imponer mis criterios por sobre los designios divinos.

Lástima que los discípulos de Juan no escucharon el Sermón del Monte. ¡Jesús ya había hablado del ayuno de los fariseos! (Mateo 6:16-18) A ellos les gusta destrozar su apariencia para hacerse notar. “Más…” ¡Jesús y sus peros! “Más tú cierra tu puerta y busca a tu Padre en secreto…” y aunque Jesús habla de recompensa pública ¿A quién le importaría algo más que eso? Nuestra mayor recompensa será encontrar al Señor en lo íntimo.

CRIANZA: ¿A tu manera o a la mía?

familia

¿Cómo llegar a un acuerdo cuando tenemos criterios diferentes?

Uno de los principales motivos de conflicto en el matrimonio es la crianza de los hijos. Los padres provenimos de familias distintas, y durante el primer tiempo de casados esos estilos familiares colisionan. El “universo” del esposo, con sus formas singulares, choca con el de la esposa y se produce una tormenta cósmica de estrellas, meteoritos, cometas, asteroides, agujeros negros, planetas…


Pero la mayor colisión se produce con la llegada del primer hijo. Allí surgen preguntas que nunca nos habíamos hecho: “¿Cómo lo criamos? ¿A tu manera o a la mía?”; “¿Qué límites deberíamos fijarle?”; “¿Cómo evitamos la permisividad?”; “¿Deberíamos prestar atención a los consejos de nuestros padres?”; “Chas-chas en la colita, ¿sí o no?”.
Para responder estas preguntas es importante que primero entiendan algunos principios fundamentales:

1. Son una nueva familia
En este nuevo hogar que crearon, al dejar a su padre y a su madre, deben fundir los estilos aprendidos en sus respectivas familias de origen. Al principio pueden parecer modelos irreconciliables y es normal que haya roces. Pero de a poco tiene que ir surgiendo un nuevo patrón relacional, una nueva identidad, nuevas formas de hacer las cosas, nuevos hábitos, nuevas maneras de comunicarse y de “ser familia”. Así debería funcionar; lejos de ser algo traumático vívanlo como un proceso creativo.

Gradualmente tiene que desvanecerse “tu manera” y “mi manera” de crianza, para que aflore “nuestra manera”.

Eso no significa que ignoren por completo los consejos de sus padres ni que rechacen las formas en que ellos los criaron. Aunque les moleste que sus suegros se inmiscuyan en todos sus asuntos, sean humildes y escúchenlos. Honren el legado de buenos ejemplos y prácticas que les sirvan para la crianza de sus hijos.

Así como hay legados generacionales enfermizos que deben romper, hay otros que es bueno perpetuar, ya que están llenos de sabiduría. Lo importante es que entiendan que son responsables de crear su propio estilo de familia y crianza, uniendo lo mejor que cada uno trae.

2. Son autoridad
Hoy en día el mayor problema relacionado a la crianza de los hijos no es la diferencia de criterios entre papá y mamá sino la alarmante ausencia de padres que se animen a realmente criar a sus hijos, con todo lo que eso significa.
La verdadera tragedia es la acefalía, la carencia de autoridad en el hogar, la renuncia de tantos progenitores a sus responsabilidades nutritivas y normativas. Ser padres es muchísimo más que traer un hijo al mundo. En esencia, significa asumir con valentía y compromiso la autoridad delegada por Dios para formar una vida.

Eso es lo que muchos padres modernos no entienden y, por eso, aunque se esfuerzan por ponerse de acuerdo nunca logran ejercer una correcta autoridad en el hogar. Me refiero a los papis y mamis cool, que quieren ser un amigo más de sus hijos. Ellos nunca los incomodan ni frustran, no les ponen límites, no los disciplinan con amor, los dejan hacer lo que quieren.

El primer valor que deberían establecer como primordial en su familia es el de la autoridad.

¿Qué significa para ustedes esa palabra? Lamentablemente muchos padres oscilan pendularmente entre la absoluta permisividad y el autoritarismo rígido, por inseguridades personales y por no entender la sana autoridad.
Peor aún, suele ocurrir que uno de los dos se sitúa en el extremo blando del péndulo y el otro en el extremo duro, y es allí cuando surge el famoso: “Pero si papá me deja hacerlo mami… ¿Por qué vos no? Papá es bueno, vos mala”. ¡Qué manipuladores hermosos son los chicos!


Por favor, escapen de esa complicidad infantil con sus hijos y entiendan que los cómplices tienen que ser ustedes. La familia no se rige democráticamente; es una organización jerárquica gobernada por un frente común de autoridad.

3. Son un equipo
Aun si están divorciados, este equipo parental debería seguir funcionando. Puede que tengan miles de desacuerdos, pero por amor a sus hijos tienen que fijar un criterio común de crianza.
Soy consciente de que cuando los padres viven separados es más difícil, ya que el que tiene menos tiempo a los hijos suele asumir el rol de “malcriador”. En ese caso se requiere un esfuerzo extra para establecer juntos rutinas, horarios, hábitos alimenticios, reglas de disciplina, pautas en relación a las amistades, normas en el uso
de la tecnología, etc.


El verbo “criar” implica todo eso y muchísimo más. El trabajo es arduo y demanda que hagan ajustes permanentes. Pero de eso se trata ser verdaderos padres y no simples progenitores. Por amor a sus hijos, ¡sean ese equipo soñado que ellos necesitan!

Adoración, mucho más que música

ADORACION

Al momento de congregarnos, juntos como iglesia, hemos escuchado con frecuencia frases como “Bueno, ahora vamos a entrar en un momento de adoración”. Lo cual, probablemente, nos remite a “las canciones lentas”. Ahora, ¿es esto bíblicamente correcto? Si bien el libro de los Salmos, en su mayoría es musical y utiliza las palabras alabanza y adoración reiteradas veces.

podemos encontrar en la Palabra de Dios la importancia de ver la adoración como algo mucho más profundo que canciones o música.

La música, en sí misma, tiene una increíble fuerza espiritual. Es una herramienta divina que Dios mismo nos entregó para que todo lo creado por Él encuentre conexión y lenguaje para remitirse a su creador. Pero qué triste sería si las personas que no tienen dones o habilidades musicales quedaran relegadas de poder adorar al Señor. Y no es así. La adoración es algo más profundo.

Entonces, ¿qué es la adoración?

Jesús lo definió de una excelente manera para nosotros en Juan 4:23-24:

«Pero se acerca la hora, y ha llegado ya, en que los verdaderos adoradores rendirán culto al Padre en espíritu y en verdad porque así quiere el Padre que sean los que le adoren.   Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.»

Hay otras dos porciones de la biblia que clarificaron mucho para mí el concepto “en espíritu y en verdad”. Una se encuentra en Salmo 51:15-17:

Abre, Señor, mis labios, y mi boca proclamará tu alabanza.
Tú no te deleitas en los sacrificios ni te complacen los holocaustos; de lo contrario, te los ofrecería. El sacrificio que te agrada es un espíritu quebrantado; tú, oh Dios, no desprecias al corazón quebrantado y arrepentido.

Y la otra en Juan 17:17: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad”.

La posición de mi corazón frente a Él determina mi adoración

¡Estas son muy buenas noticias! Si no sabes cantar o tocar ningún instrumento puedes ser un adorador. La adoración no tiene que ver con “algo” sino con “alguien”. Nuestras acciones, nuestro carácter, nuestras decisiones, nuestros pensamientos, nuestras prioridades; todo esto define qué clase de adoración a Dios estoy teniendo.


Estamos en tiempos donde necesitamos ser radicales en esto. Tiempos donde necesitamos, constantemente, tener nuestros ojos puestos en Jesús, contemplarlo a Él. Hay una pregunta ahora para vos que estás leyendo: ¿Qué clase de adorador estoy siendo?

Durante mucho tiempo yo pensé que mi adoración se definía por mi intencionalidad en algún momento de música, en la iglesia, pero con el tiempo entendí que mi admiración y mi amor por Jesús era un estilo de vida de adoración.

Introducirlo a Él en cada parte de mi día, mi trabajo, mis estudios o momentos donde estoy con amigos o quizás solo. Hacerlo parte a Él de todo lo que hago y darle el lugar para que Él sienta placer de estar conmigo las veinticuatro horas, eso es adoración. La puerta está abierta. Jesús está cerca. Amémoslo con todo nuestro corazón y que nuestra pasión nos guíe todo el tiempo a su presencia.

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Iglesia virtual vs. iglesia local

IGLESIA
IGLESIA VIRTUAL

Todos coinciden en decir que la cuarentena nos expuso a un hecho inédito en la historia moderna. La Iglesia no se vio excluida de esta realidad. De la noche a la mañana, los templos y lugares de reunión tuvieron que cerrarse, y lo único que tuvimos a disposición para “hacer iglesia” fueron los medios digitales y dispositivos móviles, dando lugar a la “Iglesia virtual”.

Por supuesto, los mejor parados ante este asunto fueron aquellos que habían invertido en el ámbito de la comunicación. Esta no es una lección menor. Ellos no solo tenían un celular para trasmitir, sino todo un equipo de televisión listo. De la noche a la mañana, las redes sociales se vieron plagadas de transmisiones de todo tipo. Los lives llenaban los dispositivos de todos. Sea como sea, la Iglesia no se detuvo.

Ahora bien, un problema que comenzó a quedar en evidencia ante esta situación inédita fue el arraigo de la gente a su iglesia local. Muchos comenzaron a “congregarse” en ministerios de otro país, y empezaron a seguir los consejos de reconocidos líderes a los que solo conocían por sus posteos en redes sociales. ¿Hay algo malo en todo esto? No, pero sí. 

Necesitamos una comunidad de fe

Amo la oportunidad que nos da la globalización de poder estar conectados a la Iglesia en todo el mundo. Aprendemos mucho el uno del otro, porque somos un solo cuerpo, y el Padre dio algo único a cada uno para dar. Pero, a su vez, esta realidad expone cuán arraigada está la gente a la comunidad de fe que la contiene.

Lo que no debemos olvidar es que la vida cristiana se trata de ser discípulos. Un discípulo, es alguien que busca aprender de su maestro. En nuestro caso, imitamos a gente que imita a Jesús (1 Corintios 11:1). Ya sé que estamos imitando a gente imperfecta, pero ¿quién es perfecto? Por encima de las imperfecciones, la vida cristiana se trata de ser como Jesús.

Así que, un discipulado es una relación estrecha que trazamos con una persona en la que confiamos. Entonces, ¿cómo podríamos ser discipulados por alguien con quien no tenemos relación? Sencillamente, es imposible. En este sentido, la cuarentena está exponiendo la realidad de nuestras comunidades de fe. Y, por lo que entiendo, esto demanda una revisión de dos partes: tanto de líderes espirituales como de discípulos.

Primero, si no logramos conectar con nuestra gente, deberíamos revisar qué está sucediendo con nosotros como líderes. Quizás, debamos analizar con la ayuda del Espíritu si estamos dando el alimento que necesitan, y rever la conexión que trazamos con nuestra comunidad.

Ocupar una posición de liderazgo no pasa por un título que nos asignan sino por una relación que trazamos que demanda intencionalidad de nuestra parte. Y es bueno aclarar que intencionalidad es sinónimo de tiempo invertido en el otro.

En segundo lugar, como discípulos, deberíamos aprender a retener lo bueno de la Iglesia global, sin dejar de valorar, por encima de lo anterior, el consejo y la visión de la casa que nos acoge. Por más errores que puedan tener, es difícil que alguien que nos conoce nos dé un mal consejo. Valoremos a la gente que invirtió su tiempo y palabras en nosotros, porque esa es una expresión del amor del Padre.

Como no existe algo semejante a una Iglesia virtual que vaya a rescatarnos cuando tengamos una necesidad, afiancémonos a la iglesia local. Desde que Jesús partió a la presencia del Padre, esta ha sido el diseño de Dios para que podamos desarrollar nuestra vida espiritual saludable. 

Por supuesto que jamás encontraremos la comunidad perfecta (tampoco la encontraríamos a través de la Iglesia virtual). Pero, de esto se trata la iglesia: de un conjunto de personas que están aprendiendo, llenas del Espíritu Santo, que se aman, hacen vida juntos y se complementan con sus dones y propósitos. En un tiempo de tanta incertidumbre, fortalezcamos las relaciones con las personas que Dios nos puso en nuestra comunidad de fe. La victoria de la Iglesia en todo el mundo, en los días que vendrán, depende de esto.

DIVORCIADOS EN LA IGLESIA

divorcio
Divorcio cristiano

En muchas iglesias, los divorciados se consideran peligrosos, sospechosos, algo así como una bomba de tiempo. Y quienes fracasan en un proyecto matrimonial tienden a ser la demostración rotunda, para muchos ministros y congregantes, de que son personas de las cuales se debe tomar distancia en la comunidad religiosa. Lamentablemente, esto no sucede por una preocupación genuina hacia el proceso que atraviesan sino para ubicarlos detrás del “biombo” del quehacer ministerial y así evitar que contaminen a otros.

Es increíble, pero varios líderes piensan que esto de divorciarse “se le puede pegar” a otros matrimonios. No lo dicen abiertamente, pero en sus acciones lo demuestran. Y tratan a los divorciados casi como a los leprosos de antaño a los que nadie quería tocar para no contaminarse. Así deben permanecer los divorciados en la iglesia, a una distancia prudente, ni tan lejos como para que se vayan y dejen libre una banca, ni tan cerca como para que se involucren en el servicio.

no debemos abordar el drama humano de la pareja con versículos bíblicos utilizados de manera literal, sin interpretar y cotejar la realidad de dónde estamos ubicados temporal y socialmente

Una pregunta que muchos se hacen es por qué se separan los cristianos. Más aún cuando se trata de un matrimonio comprometido en las actividades de la iglesia. Se dice que, en muchos casos, cuando una pareja se separa, por lo menos uno de ellos lleva cuatro años pensándolo.

En estas circunstancias, el divorcio es la firma del acta de defunción a la que precedió una larga agonía en la relación que llevó al final de pareja: sometimientos y abusos psicológicos o físicos, matrimonios precoces sin preparación ni consejerías previas, uniones como producto de hijos no planificados, infidelidades, problemas de adicciones, etc.

Es tan complejo este asunto del divorcio, social y doctrinalmente, que se nos convirtió en un problema tabú que rara vez abordamos los pastores. De hecho, son casi nulas las pastorales para los divorciados.

JESÚS HABLA SOBRE EL DIVORCIO

Jesús no se caracterizó jamás por esquivar temas. Lejos de hacerlo, vemos un registro de la confrontación entre el Maestro y los escribas, relatado en los evangelios sinópticos (Mateo 19:9; Marcos 10:1-12; Lucas 16:18). En Mateo, la tradición propone una cláusula diferente en la discusión y dice que, en caso de fornicación de la mujer, el hombre puede repudiarla. Eso ya da cuenta de que las tradiciones no eran monolíticas.

Los hombres judíos se podían separar de su mujer cuando quisieran. El divorcio era unilateral. La mujer judía, salvo excepciones en las que provenían de familias adineradas, nunca podían separarse unilateralmente de su esposo, aunque él fuera el peor cónyuge.

Aún más, los hombres no solo podían divorciarse cuando quisieran, sino que podían repudiarlas sin carta de divorcio. Esto significaba una desgracia sin precedentes para la mujer que, sin documento legal, no podía rehacer su vida con otro hombre y terminaba, en muchos casos, dedicándose a la limosna o la prostitución. Por esta razón varios aluden que la discusión de fondo relatada en los evangelios es el repudio sin carta de divorcio, la expulsión de la mujer sin papeles legales para que reinicie su vida.

EL DIVORCIO, LA BIBLIA Y LOS PASTORES

Cuando el apóstol Pablo en 1 Corintios 7 trata este tema, insiste en que el matrimonio no se disuelva, a menos que uno de ellos definitivamente no quiera volver, sobre todo si ese otro no es cristiano. Y que, si se disuelve, no se case de nuevo a menos que regrese con su anterior pareja.

El detalle que pocos toman en serio, a la hora de considerar a Pablo como voz de autoridad para este tema, es el contexto inmediato del capítulo y de la carta, en la que el apóstol no creía que tuviera mucho futuro la historia humana. Él estaba convencido de que Cristo estaba a las puertas de intervenir en la historia (en esa misma época).

Por lo tanto, su apreciación sobre los asuntos del matrimonio, son casi una pérdida de tiempo ante la urgencia de la manifestación del Reino de Dios. Pablo no desarrolla una ética pensando a largo plazo, por eso no le es problema incentivar al celibato, exceptuando a las personas a quienes definitivamente les urge vivir en pareja por su necesidad sexual.

Pienso que no debemos abordar el drama humano de la pareja con versículos bíblicos utilizados de manera literal, sin interpretar y cotejar la realidad de dónde estamos ubicados temporal y socialmente. No creo que debamos usar versículos de manera tajante, sobre todo cuando se escribieron como ética de interín y no como una ética para largo plazo.

Como pastor, no puedo decirle a una mujer que es golpeada o su esposo es adicto, “No puedes separarte porque el evangelio solo me dice que debe haber fornicación”. Tampoco podría decirle a un hombre, cuya esposa tiene una personalidad limítrofe que está volviendo locos a todos en casa, “No puedes terminar con este martirio”.

Para mí, eso sería horroroso. Porque ni siquiera en los textos del evangelio se escribieron en formato de dictamen legal, sino que se ofrecieron como discusiones de sabiduría entre Jesús y los escribas. Si hubiese habido una intención legal en los textos, ¿no se habrían respondido preguntas sobre temas específicos? Por ejemplo: ¿quién se queda con todo?, ¿qué hacemos con los niños?, ¿quién se hace cargo en caso de repudio?.

No hay nada de eso. Y, ante la ausencia, debemos tomar esos textos como luces de sabiduría propia de los materiales de discusión entre rabinos, no como manuales de procedimiento inflexible para cada realidad. Una persona divorciada, independientemente de cómo se desencadenó su divorcio, es una persona que necesita ayuda de su iglesia y sus pastores.

Podcast de Ulises Oyarzún en Spotify

Lo de Davi: uno de los youtubers cristianos con más seguidores

lo de davi
influencers

Con solo 25 años, David Dimarco se convirtió en uno de los influencers cristianos más conocidos de habla hispana. Con sus videos supera los trecientos mil suscriptores en YouTube y veintisiete mil en Instagram.
Su contenido se basa en reaccionar a canciones dentro y fuera del ámbito cristiano. Y, en una entrevista exclusiva para La Corriente, cuenta qué lo motivó a realizar estos videos y por qué generan repercusión.


LC: En tus videos logro identificar tres miradas, una desde una perspectiva de realizador en cuanto a cuestiones estéticas, otra más teológica en la que transmites un mensaje y, por último, una de corte narrativa, en la que analizas la letra de las canciones. ¿Dónde podría decirse que encontramos tu especialización para hacer estas devoluciones?


D: Me gusta estudiar muchas cosas, pero la verdad es que no tengo título de nada —dice sonriendo—. Estoy por recibirme de administrador de empresas y ese conocimiento me dio una mirada más de marketing, de tener un plan definido, de proponerme metas.


Todo eso me sirvió para darle vida a mi canal de YouTube. También hice algún seminario bíblico, pero por gusto. Y, en cuanto a lo técnico, con mis hermanos habíamos aprendido a crear animaciones y contar historias así.
Me gusta una frase que dijo Steve Jobs que dice “Cuando miras hacia atrás, y unes todos los puntos, entiendes por qué te llevaron hacia donde estás”. En mi caso, puedo decir que fueron solo cosas que me gustaron. Perdón, ¡hablo mucho!


Pero incluso cuando hablo de rap, a mí me encanta desde chiquito; bailo hip-hop y fue natural, para mí, hablar de cosas que me gustan. Hay un montón de géneros que están de moda y sé que si reacciono tendría muchísimas visitas, pero no son cosas que me gusten. Me siento cómodo en ser genuino con lo que estoy reaccionando.

LC: ¿Por qué hacerlo? ¿Por qué reaccionar a música específicamente?
D: Yo comienzo el canal en 2017 sin saber muy bien qué iba a hacer. No sabía si serían sketch, prédicas o qué. Así que, durante un año y medio, empecé a subir videos todos los viernes ¡No me veía nadie, eh! Pero yo era constante.


En ese proceso fui probando cosas que me gustaban a mí, al estilo Juan de Montreal, Daniel Habif. ¡Copié a todo el mundo! Hasta que reaccioné a una canción de Redimi2 y se convirtió en el más visto de todos mis videos, y entendí que iba por ahí. Me di cuenta de que no había nadie cristiano haciendo eso y, al mes de subir reacciones, aumenté a 30 mil suscriptores.


Según explica David, desde el principio su intención fue que el contenido que generaba no solo llegara a los cristianos, sino que sus reacciones pueden ampliarse a otros géneros musicales.
Para lograrlo, se inspiró en otro youtuber, un sacerdote español que tomaba canciones que insultaban literalmente la fe cristiana y las comentaba sin generar un debate agresivo, incluso reconociendo algunas falencias de la Iglesia católica. Esto lo llevó a pensar en ofrecer una reacción que también fuera una especie de mea culpa.


D: Entendí que, si reaccionaba a música no cristiana los fans de las bandas llegarían a mi video y ahí tendría la oportunidad de dejar también mi mensaje sobre Jesús y que, de esa manera, ellos pudieran conocer la fe cristiana desde otro lugar. Eso fue bisagra porque generó que el canal sea lo que es hoy.

LC: Uno de tus videos tuvo muchas repercusiones, el de la seguidilla de “Mi amiga Atea reacciona a música cristiana”. Y, en uno de sus comentarios, ella expresa que la música está buena, pero le resulta chocante la letra. ¿Crees que esa es la grieta? ¿La música nos une, pero la letra nos separa?

D: El tema es que el arte tiene que decir en palabras algo que nos pasa a todos. Eso es lo interesante de una canción, un libro o una película. Y muchas veces se hace difícil identificarse con el relato, incluso siendo cristiano. Ni hablar si no lo eres.


Por ejemplo, ¿escucharías música musulmana?, ¿himnos católicos a la virgen? Seguramente no, porque no conectas de ninguna manera con esa experiencia. Por eso pienso que, desde hace veinte años, bandas como Rescate y Kyosko trascendieron fuera del ámbito evangélico, porque, aunque mencionaban a Dios en sus canciones, hablaban de sensaciones, circunstancias que un loco recontra colocado en el Pepsi Music se podía identificar.

En calidad no hay diferencias, la música cristiana es una industria excelente y muchas veces es mejor que la secular. Pero si en la letra solo habla de la vida cristiana solamente afectará al cristiano.

LC: ¿Crees que la misma industria los lleva a eso? Porque el sueño de todo artista cristiano es afectar al que no conoce a Dios. Pero, cuando llega a un lugar de reconocimiento, termina afectando a todos menos a esos que quería influenciar.

D: Creo que el cristianismo no es una secta, pero tiene algunos mambos raros que todavía están vigentes como: “¡Ey, no puedes tener amigos que no sean de la iglesia!”. Ahí pasa que si tu círculo es cristiano va a querer apoyarte solo si transmites algo que encaje con ellos. Entonces terminas haciendo eso y, sumado a que hoy en día la industria de la música cristiana es tan grande, se terminan de decidir por ese camino en el que les va a ir bien, pero van a resignar su objetivo inicial.

LC: ¿Te han pedido artistas que reacciones a sus canciones?
D: Usualmente si me lo piden no lo hago, pero sí me pasó que me lleguen comentarios por ejemplo de Evan Craft o Juan de Montreal. Lo más lindo fue conocer a Redimi2. Después de haber reaccionado a varios de sus temas, él me invitó a uno de sus shows para conocerme y me dijo que le gustaba mucho lo que yo hacía.

LC: ¿Por qué crees que se hizo tan relevante tu opinión?
D: No tengo ni idea, es un fenómeno de esta generación que no entiendo. El querer saber de manera constante qué es lo que el otro opina sobre ellos. El otro día reaccioné a una canción de trap de una chica argentina, stremeando en vivo por Twitch.

Comenté que la canción me parecía buena, pero que la sentía aniñada, y no por ella, sino porque expliqué que el trap viene de Atlanta, de los sectores de la sociedad más oscuros, es la música de los drogadictos, que cantan de la vida horrible que llevan y quieren salir de eso. De pronto escuchar trap que no me lleva a eso, lo noto raro. La chica me escribió por privado agradeciéndome, y diciendo que haría cambios en su composición a futuro; a ese nivel.

Al margen de este nivel de influencia que generó en el ambiente, David se conmueve y asombra hoy en día de que sus videos lo ven familias enteras, que luego le escriben y se lo hacen saber. Cayó en la dimensión de lo que estaba provocando cuando, haciendo una fila para ingresar a un recital, lo reconocieron alrededor de cien personas. Incluso cuenta, de una manera muy jocosa, que en ese momento una nena de unos 7 años, junto a su mamá, lo fueron a abrazar y le dijeron: “¡Gracias pastor!”.

D: ¡La misma nena me pidió que le firmara el guardapolvo! ¡Yo me fui de ahí pensando que todo esto era demencial! Te cuento una más, y con esta cerramos el tema. Fui a un bar cerca de casa y cuando salía de ahí un hombre que parecía estar un poco ebrio me dijo: “Tú eres lo de Davi”, terrible, ¡a siete cuadras de mi casa!

LC: ¡Ya si un borracho te reconoce es porque eres masivo! —risas—. ¿Qué crees que debería cambiar en la música cristiana para resurgir, achicar la grieta y ser, precisamente, más masiva?


D: Mientras más cristiano vuelvas tu contenido, más vas a crecer y mejor te va a ir, pero como decía antes, va a cerrar en un círculo que no tiene salida. Para mí el modelo es irse al under de las bandas, fuera del círculo cristiano, a las plazas, los bares. Y en las letras, si me estás contando en una canción que estabas mal y Jesús te salvó, otro se va a identificar cuando digas que estabas mal y conocer a Dios te salvó.


Pero, en general, creo que lo que llega al corazón es aquello que se percibe auténtico, una situación común y real que nos pasa a todos. Lamentablemente nuestra vida como cristianos cada día es menos común. Hace cincuenta años todo el mundo se casaba, hoy lo raro es que lo hagas. Entonces, si yo hago una canción que habla del matrimonio, no va a trascender jamás. Por fuera de la Iglesia nadie se está casando.


Tal vez nuestra música siempre gira en resolver o responder a un problema que nadie se está preguntando. Si quieres hablar del aborto o el LGBT, nadie va a escucharlo porque ya todos por fuera lo aceptaron, nadie se hace preguntas sobre eso. Pero sí se preguntan esas mismas personas para qué están vivas, cuál es su propósito, si existe el amor o si realmente alguien los va a amar tal como son, eso quizás genere otro impacto.

LC: ¿Hasta qué punto crees que llegará tu credibilidad en cuanto a la crítica sin que las personas supongan que estás influenciado económicamente?


D: Muchísimas veces me han preguntado cuánto cobraba por reaccionar a una canción. La verdad es que no lo hago. Lo tengo muy en cuenta y no solo por la credibilidad, sino por la construcción de la audiencia.
Que ellos siempre en mí encuentren honestidad, reacciono solo a aquellos que me gustaron, o que quiero y los conozco. En este camino de influencer tienes que estar atado a la autenticidad. El público sabe si estás haciendo algo de careta o no, y eso sería exponerse demasiado.

LC: ¿Crees que cumpliste tu meta con el canal? ¿Dónde encuentras tu satisfacción?

D: Mira, Jesús dijo que Él era el camino, la verdad y la vida, y para mí la verdad y la vida son objetivos finales, es a dónde llegas, pero no puedes tener el camino. Todos estamos en el camino transitándolo, y yo disfruto todo este trayecto más allá de la finalidad, y lo veo a Dios en cada paso.

Cuando la gente responde diciendo que un mensaje le llegó, o lo hizo acercarse a Jesús, me llena el corazón y entiendo que mi meta es unir y no marcar lo que nos separa, ya nos separan muchas cosas. Hoy es este camino y más adelante tal vez sea otro. No lo sé, pero me encanta todo lo que pasa hoy.

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Hace unos días llegó la placa de los 100.000 suscriptores 🔥 – Esta es la parte linda de lo que hago en Youtube, la instagrameable, la que garpa 😎 – Pero es solamente la punta del iceberg ❄️ – Detrás de ese premio hay 3 años de trabajo y sacrificio, de errores y aciertos, de alegrías y frustraciones, de oraciones y consejos, de «fans» y haters 🤷 – Es lindo el reconocimiento, claro que sí. Pero la placa está hecha de plástico, es desechable y no me la voy a poder llevar al cielo 😵 – Lo único que puedo llevarme al cielo son las historias y testimonios de gente que fue impactada por Dios a través de una pieza de contenido que hice en mí habitación. Lo demás, es todo vanidad 😄 – Eclesiastés 12:8 – Foto de @nadiasoldiaz_

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¿Cómo enfrentar los miedos en tiempos de pandemia?

miedo

El miedo es una sensación de angustia provocada por la presencia de un peligro real o imaginario. Es un sentimiento de desconfianza que nos impulsa a creer que ocurrirá un hecho contrario a lo que se desea. Sin ningún lugar a duda, todos hemos experimentado miedos en algún aspecto. Sin ir más lejos, actualmente nos encontramos en un momento histórico, donde una pandemia provocó la presencia de un peligro para la salud y eso generó una enorme desconfianza.


El observatorio de Psicología Social Aplicada de la Facultad de Psicología de la UBA midió las distintas variables desde los primeros días de confinamiento. En base a una encuesta online de 2490 casos con personas de los principales centros urbanos: Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Gran Buenos Aires, interior de Buenos Aires, Córdoba,Rosario, Mendoza, Neuquén, Tucumán, Jujuy, Corrientes y Tierra del Fuego.


Compararon los datos obtenidos el 2 de junio con los que relevaron desde el 2 de abril, en relación a estas variables: ansiedad, depresión, pérdida del sentido de la vida, pánico, incertidumbre, preocupación y miedo. La primera medición fue a los 12 días de
cuarentena, la segunda a los 31 días, la tercera a los 50 y, la más reciente, a los 70 días.


“De la primera a la segunda medición hubo un aumento significativo en la intensidad para todas las emociones/cogniciones relevadas”, expresa el estudio.

A partir de la segunda medición, observaron: “La intensidad del conjunto de emociones y cogniciones se mantiene estable en los valores altos alcanzados a los 31 días”.


En esa línea, exponen que los mayores niveles de intensidad siguen correspondiendo a la preocupación, la incertidumbre y la ansiedad. Y agregan: “Proporcionalmente, lo que más se ha incrementado es miedo y depresión”. Respecto de los niveles de ansiedad, angustia y, sobre todo, depresión y pérdida del sentido de la vida, al igual que en las mediciones anteriores, se da en mayor medida en el segmento de los más jóvenes, de entre 18 y 29 años. (Fuente www.perfil.com).

«Yo experimenté el miedo, mejor dicho, fui esclavo de él durante años».

A mis 8 años se presentó como la muerte, que acabaría con mis padres, luego con las tormentas que arrasarían con mi casa, empezando por las paredes de madera y siguiendo por el techo de chapa, siguió por la oscuridad, la violencia física, la soledad y otras innumerables situaciones. El miedo se esconde detrás de miles de sensaciones, pero un día lo encontré y paradójicamente estaba dentro de mí.


Es por eso por lo que me gustaría que pienses y con sinceridad le confieses a Dios cuáles son tus miedos. Él ya los conoce y está esperando que los expreses para juntos enfrentarlos.
Hay un pasaje bíblico que me ayudó mucho en eso y me gustaría que reflexionemos juntos acerca de lo que Jesús y los discípulos vivieron.

35 Ese día al anochecer, les dijo a sus discípulos: —Crucemos al otro lado. 36 Dejaron a la multitud y se fueron con él en la barca donde estaba. También lo acompañaban otras barcas. 37 Se desató entonces una fuerte tormenta, y las olas azotaban la barca, tanto que ya comenzaba a inundarse. 38 Jesús, mientras tanto, estaba en la popa, durmiendo sobre un cabezal, así que los discípulos lo despertaron. —¡Maestro! —gritaron—, ¿no te importa que nos ahoguemos? 39 Él se levantó, reprendió al viento y ordenó al mar: —¡Silencio! ¡Cálmate! El viento se calmó y todo quedó completamente tranquilo.
40 —¿Por qué tienen tanto miedo? —dijo a sus discípulos—. ¿Todavía[a] no tienen fe?
41 Ellos estaban espantados y se decían unos a otros: —¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?

Marcos 4:35-41

Es fácil criticar a los discípulos y decir: ¡Qué incrédulos que eran, cómo pudieron sentir tal miedo estando con Jesús! En mi opinión pensar así es como opinar del domingo con el diario del lunes. Esa actitud no habla de nuestra fe. Porque la fe se ve cuando estamos frente a ese tipo de pruebas y actuamos como decimos que deberían haber actuado los discípulos. Pienso que estos pasajes nos fueron dados para enseñarnos por medio de las vivencias de Jesús y de los discípulos, desarrollando las habilidades necesarias para enfrentar situaciones similares.

Algunos consejos prácticos para enfrentar los miedos

Primero, te animo a que cuando se presente una situación de intenso miedo, puedas recordar todo lo que Jesús hizo por vos, desde venir a la Tierra a vivir en obediencia a Dios y morir por nuestros pecados para reconciliarnos con Él. Los diferentes milagros que hizo en tu vida desde el perdón de pecados y la salvación personal, siguiendo por los testimonios de tus hermanos y seres queridos. Esto hará que tu fe se fortalezca en medio de la dificultad que estás atravesando.

miedo
Créditos: Freepik

Segundo, presta mucha atención a las palabras que Dios te fue dando a lo largo del camino. Recuerda esas promesas que Él declaró sobre tu vida y tenlas presente en tu mente. Si es necesario decláralas en ese momento y, si tomas valor, decláraselas a la situación que te está queriendo intimidar.


Tercero, es muy importante que tengas presente esta verdad. Aunque no estemos en la misma barca con Jesús, desde el día que mediante la fe depositamos nuestra confianza en Él, declarándolo como nuestro único y suficiente salvador, sucedió algo mucho más extraordinario que navegar con Cristo en la misma barca. Desde ese día Él vive en nuestro corazón y nos acompaña en cada momento que nos toca vivir. Asi que no dudes en pedirle ayuda, contarle tu situación y activar tu fe.

Cuarto, recuerda que Jesús nos dio autoridad para que por medio de la fe en su nombre, le ordenemos a la naturaleza, a los espíritus, a las enfermedades, hasta a la misma muerte y se sujeten a la obediencia de Aquel cuyo nombre es sobre todo nombre. Es por eso por lo que te desafío a que de ahora en adelante, identifiques esas tormentas que te quieren atormentar y en el nombre de Jesús les ordenes que enmudezcan.


Por último, asi como Jesús intercedió por sus amigos, te desafío a que tengas presente las tormentas que atormentan la vida de tus seres queridos, quienes quizás están llenos de miedos y paralizados por la situación actual: el riesgo de contagio por la pandemia, la economía, el proyecto de vida o la misma muerte.

Creo firmemente que podemos pararnos en el nombre de Jesús y transformarnos en cazadores de tormentas y animar en la fe a nuestra familia y amigos a continuar por el camino que Cristo ya declaró.Te dejo un video que resume esta reflexión y te animo a que compartas esta nota con tus seres queridos.

Música que une generaciones

Facundo Dening y Martín Ontivero

A lo largo de mi carrera musical ha sido, y es, normal que se me relacione con géneros como el rock o el punk, y esto se debe a que no solamente es el estilo que más consumí en mi adolescencia, muy común en las últimas generaciones, sino que es aquello que desde el año 2006 venimos haciendo con Corto Plazo.

Pero hay una faceta que solamente los más cercanos conocen de mí, y es esa parte de mi corazón que es fanática de las canciones eclesiásticas “viejitas” o himnos antiguos. Mi amor por ese estilo de música se debe a que crecí escuchándolo por años, desde mi niñez a mi adolescencia, tanto en la iglesia, como en mi casa o inclusive en el auto de mis padres, viajando hacia alguna parte.

Corría el año 2013, y mientras nos tomábamos un pequeño descanso, en medio de una sesión de grabación para Corto Plazo, Martín Ontivero (productor musical de la banda) tomó su guitarra y comenzamos a recordar algunas canciones e himnos antiguos. Fue increíble lo que ocurrió en ese momento. Sentimos que Dios nos había visitado de una forma tan real y cercana que no podíamos parar de lagrimear.

Instantáneamente decidimos que teníamos que hacer algo con esas canciones. Revivirlas, reversionarlas y “ponerlas de moda” nuevamente. Muchas de ellas se habían dejado de cantar, y las nuevas generaciones ni siquiera tenían conocimiento de estas.

Fue ahí donde nació este proyecto que denominamos “Facundo Dening y Martín Ontivero” y que recién pudimos materializar en el año 2017, cuando lanzamos el primer medley llamado Hoy y siempre, que entre otras canciones incluye “Vine a alabar a Dios” y “Bendito sea el Señor”.

A partir de allí comenzó un proceso de trabajo intenso, tanto en lo musical como en lo visual. Grabamos un video tras otro. Definimos juntos que este proyecto musical tendría el fin de acompañar a las personas en sus momentos a solas con Dios y de unir, por medio de las canciones, a dos generaciones distintas (adolescentes/jóvenes y adultos).

El impacto fue tan grande, que a los pocos meses de lanzar el segundo medley, este ya había alcanzado el millón de reproducciones en YouTube, y los comentarios o testimonios que recibíamos, tanto de jóvenes como de adultos, eran maravillosos.

Lo más lindo de esto es que las personas definitivamente reproducían nuestras canciones en sus momentos de oración o devocional. Es increíble ver cómo funciona y da fruto algo que, pensamos, nació en el corazón de Dios, no tenemos duda de esto.

Nos llena el corazón cada vez que escuchamos a los adultos mayores agradecernos por “revivir” estas canciones, y por otro ver a los más jóvenes emocionarse y cantar estas hermosas letras y melodías que sin dudas han sido inspiradas por el Señor.

La lista de himnos y canciones a grabar es muy larga, y tenemos el deseo de seguir trabajando en este proyecto por muchos años más. Esperamos en algún momento poder “revivirlas” a cada una, deseando que Dios siga hablando a través de ellas y que muchas personas alrededor del mundo puedan encontrarse con Dios, con algún medley de “Facu y Martín” sonando de fondo.

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