En el día de hoy las organizaciones de la ola celeste y los creyentes a favor de la vida se darán cita en el Congreso de la Nación, para manifestarse en contra al proyecto de ley de aborto impulsado por el Gobierno nacional.
La pastora Lali Gómez publicó en sus redes sociales un video en el que invita a la población estar presentes en el encuentro para hacer escuchar la voz de aquellos que defienden la vida. Los comentarios de apoyo no demoraron en expresarse en la publicación, alentando su invitación.
El apóstol Juan Crudo también compartió en su perfil el video oficial de la movilización para incentivar a los cristianos a acompañar, de forma presencial o virtual, la marcha del día de hoy.
Osvaldo Carnival fue otro de los que promovió el 28N a través de su página de Facebook, en la que también compartió las imágenes de la reunión en quese planificó el protocolo de distanciamiento social, el mapa de ubicación y el cronograma oficial del evento que, en esta edición, se encuadra en el lema #LaMayoríaCeleste.
En las páginas de la comunidad misionera cristiana, JUCUM, se difundió en todos sus perfiles que, con o sin lluvia, el encuentro se realizará. Además, durante la semana pasada afirmaron en varias publicaciones que la movilización tendrá todos los recursos necesarios para que sea un encuentro organizado y cuidado frente a los protocolos de coronavirus.
Para el #28N se espera una movilización masiva nacional ya que, no sólo se realizará un acto frente al congreso de la Nación, sino que también lo harán en distintos puntos de las provincias de la Argentina. Todos los encuentros se realizarán con o sin lluvia bajo todas las medidas de seguridad.
Seguramente has escuchado nombrar la palabra “e-sports” en estos últimos años, y probablemente te has preguntado qué son. Por eso hoy vamos a leer un resumen de qué es y cómo funciona el mundo de los e-sports.
Para comenzar, la palabra proviene de “electronic sports”, traducido al español es deportes electrónicos. Justamente se trata de un mundo enorme que crece de manera exponencial en los últimos años, en el que los videojuegos se han vuelto un deporte que mueve enormes cantidades de dinero, sponsors, empresas y jugadores a nivel global.
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Los e-sports hoy se considera un deporte profesional ya que existen clubes con entrenadores especializados que se encargan, no sólo de que los jugadores practiquen videojuegos, sino también de que cuiden su cuerpo, alimentación, horas de sueño, etc. Quizás no te hayas enterado, pero grandes organismos como la AFA, La Liga, River Plate y muchísimas otras asociaciones y empresas del deporte global ya trabajan con este sistema al mismo nivel que lo hacen con los deportes convencionales que todos conocemos.
Obviamente, el mayor flujo de los e-sports se desarrolla de manera online en plataformas de streaming como Twitch o YouTube, en las cuales los espectadores pueden presenciar en directo las competiciones. No por nada el número de jóvenes y adolescentes que decide mirar transmisiones de videojuegos en plataformas como Twitch o YouTube en lugar de ver televisión es cada año mucho mayor.
El entretenimiento ha cambiado y los grandes clubes y empresas se han dado cuenta.
Kyle Giersdorf, de 16 años, ganador de la copa mundial de Fortnite 2019 – Crédito: AP
El evento más conocido y que marcó un antes y un después en los deportes electrónicos fue el Mundial de Fortnite, el cual se disputó de manera presencial en Estados Unidos y el premio del ganador fue de tres millones de dólares. Sí, jugando videojuegos, aunque te cueste creerlo. Otros grandes formatos de entretenimiento que más renombre tienen hoy son League of Legends, Call of Duty Warzone, Counter Strike, Dota 2 y FIFA 21.
Por años se ha visto a los videojuegos, y todo el entorno virtual, como algo malo y nocivo para los jóvenes, pero lo cierto es que cada año las competiciones electrónicas toman más relevancia. Además creo que en los próximos años atraerán a más personas y moverán más dinero que cualquier otro deporte convencional, aunque suene increíble.
A propósito de la pandemia del COVID-19, las empresas y organizaciones tuvieron que enviar a sus empleados a casa para continuar sus labores de manera segura y responsable. Sin embargo, la mayoría de las personas no tenían hábitos saludables para esta manera de trabajar.
Quedarse en casa puede incrementar esos riesgos si no tomamos las medidas necesarias para teletrabajar correctamente. En esta nota te contaremos acciones básicas que pueden mejorar tu día a día laboral, incrementar tu productividad y ayudarte a generar rutinas adecuadas. Además, la psicóloga Mailén Peralta nos contará qué efectos adversos puede generar una incorrecta planificación de nuestro día.
Encuentra un lugar agradable para trabajar
Lo primero es lo primero. Si vas a incorporar el teletrabajo a tu vida, no puedes hacerlo en cualquier parte. El sillón, la mesa del comedor o de la cocina no son los espacios más idóneos. A veces no tenemos otras opciones, pero conviene buscarlas. Lo ideal es contar con una habitación específica, en la que puedas disponer de tu mesa y de todas las cosas que necesites para hacer tu trabajo.
Separar los ambientes es fundamental para saber en qué momentos estás trabajando y en qué otros te dedicas a cosas personales o familiares.
De lo contrario, corres el riesgo de mezclarlo todo y perderte en el agobio. Además, es importante que el lugar donde estés trabajando sea cómodo y agradable: busca un espacio con buena iluminación y elementos que aporten un toque personal. Una foto, unas flores, tu agenda, tus libros, etcétera.
En este punto en particular, la psicóloga Mailen Peralta nos explica que en situaciones que solíamos llamar “normales”, la división entre trabajo y ocio, socialización, descanso, etc., estaba delimitada por espacios además de por tiempos. Lo que sucede con estas medidas de protección y prevención como el ASPO/DISPO, es que un solo espacio se convierte en el escenario para múltiples escenas.
Es decir, nuestras casas se transformaron en lugar de reuniones, de trabajo, de estudio, de socialización. Esto sumado a lo que sucedía normalmente en una casa: ocio, descanso, tiempo con los convivientes, a solas, el orden y limpieza del lugar…
Por ende, es necesario intentar delimitar en nuestras casas no solo los horarios o rutinas, sino también los espacios. Lo ideal sería dividir los lugares donde trabajar o estudiar, descansar, socializar. Y tratar de no cruzarlos: no estudiar donde se duerme, o no trabajar donde son lugres de ocio y descanso. Sucede que no en todas las casas contamos con tantas habitaciones, o al menos no disponibles.
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Un límite podría ser que cuando se trabaja se utilice una mesa y una silla en el living, cerca de una ventana, con buena luz, ambiente tranquilo; y cuando se termina ese momento, se cierra todo y en el mismo living se disponga de un sillón o algo relajado para descansar o hacer alguna actividad por placer.
Incorpora hábitos y horarios a tu vida: genera una rutina
Los hábitos son importantísimos para llevar una vida equilibrada y ordenada, tanto si haces home office como si no. Lo más probable es que si tienes hijo/as, ya tengas incorporados los hábitos y los horarios a tu vida, puesto que ellos deben levantarse siempre a la misma hora, ir y salir del colegio, etcétera. Pero ¿cómo debemos hacerlo los mayores? En principio, exactamente igual, siendo intencionales a la hora de organizar nuestra agenda.
Mailén Peralta nos explica por qué es tan relevante tener una rutina:
«Primero y principal, las rutinas nos organizan. Sea en el momento de la vida que sea, las rutinas nos dan un marco para la actividad que desarrollamos diariamente. Es decir, nos delimita y nos ayuda a entender que es “momento de …”: trabajar, estudiar, hacer una pausa, de comer, ocuparse de la casa, de mirar una serie o leer algo de nuestro interés, de jugar, de dormir, de estar con la familia… Y de acuerdo a ese marco nos posicionamos y movemos según nuestros roles en esas actividades: estamos atentos o nos relajamos, hablamos de una manera o la otra, etc.
Además, agrega Mailén, una segunda razón por la cual es importante mantener hábitos es que la organización de las rutinas nos permite equilibrar nuestras actividades, dando lugar a nuestro desarrollo de manera integral, que no haya solo trabajo u ocio, sino ambas de manera más equilibrada.
Todo nuestro ser (nuestro cerebro, cuerpo, emociones) necesita desarrollarse y para eso precisa de diversas actividades que lo permiten: el trabajo, el ocio, los lazos sociales, el tiempo a solas, el descanso, el cuidado personal y la higiene, etc. Todas son necesarias en alguna medida.
Lo que nos lleva a una razón más, las rutinas nos permiten poner límites a las exigencias: hay un inicio y un final para cada momento, para cada actividad y, por ende, para la exigencia que conlleva. Si estos límites, este marco, no estuviera, podemos sentir desborde, confusión, agotamiento, porque hay una superposición de roles, de actividades que puede ser vivenciada como sobre exigencia y sobredemanda.
Respira, muévete y mantente activo
Cuando trabajamos en casa, corremos el riesgo de no abandonar nuestra mesa en todo el día. A veces el trabajo nos aboca a una rutina, especialmente cuando se dan picos de más actividad. Si no te levantas en toda la mañana de la silla, podrás empezar a sufrir dolor de espalda, cintura, cabeza, notarás la vista cansada y tu rendimiento irá disminuyendo hora a hora.
Ya te dijimos que es importante tener hábitos, ¿verdad? Pues también es importante que te levantes, respires, salgas al balcón o a la terraza a respirar aire fresco, mires al horizonte para que la vista descanse y tomar una taza de té o un café cada un par de horas. No olvides tampoco el movimiento y el ejercicio físico: no importa si no eres muy dado al deporte, aunque sea unas vueltas en la casa y algunos ejercicios de estiramiento son mas que suficiente.
Prioriza, prioriza y prioriza
Todas las ideas que te hemos dado son perfectas para ser incorporadas en la vida de una persona que trabaja desde casa. Todas están dirigidas a cuidar de tu salud física y mental. Pero hay algo que, por sobre todo, podemos recomendarte: prioriza. Como ocurre en la oficina, desde casa tampoco podrás hacerlo todo y a la velocidad que desearías.
Cuando se producen picos de trabajo, no debes trabajar el doble de horas. Por eso son tan importantes los hábitos y los horarios. Es preciso que te concentres durante el tiempo que hayas elegido para teletrabajar. Pero, sobre todo, priorizar. Usa la agenda para hacer un listado de todas las tareas y marca en rojo (o en el color que prefieras) aquellas que son prioritarias.
Empieza por aquello que más urge y ve marcando lo que terminas. Verás que de este modo no te dejas nada en el tintero y avanzas con mucha más seguridad sobre el trabajo pendiente.
Esperamos que todas las recomendaciones te sirvan para mantener hábitos saludables y organizar el espacio de tu hogar para potenciar tu rendimiento en el trabajo y a la vez sentirte cómoda con tu día a día. Te animamos a que puedas incorporar estas recomendaciones que no solo son buenas para tu cuerpo y también para tu mente. Este año nos obligó a adaptarnos, hacerlo de forma consciente es el secreto para hacerlo de forma exitosa.
Lo que vivimos y lo que viviremos en los tiempos por venir, tiene muy poco que ver con nuestras experiencias del pasado. El avance de la tecnología y las expectativas de las nuevas generaciones, hacen que todo sea distinto. Ni mejor ni peor, diferente. Tengo 63 años y suelo escuchar e intercambiar ideas con amigos de mi generación sobre las características de esta época.
Me entristece ver como, a modo de autodefensa frente a las transformaciones, se quedan anclados en antiguos hábitos, negando y oponiéndose sistemáticamente a los cambios los cuales no son opcionales, sino que ya son parte de nuestro presente y se potenciarán en el futuro.
En la familia, el trabajo, actividades sociales y en la iglesia, tenemos que convivir con diferencias en las formas de pensar y hacer.
¡Todo está mutando! Sólo el amor, la integridad, el respeto, la solidaridad y generosidad para con mi prójimo, son valores que trascienden los tiempos y se convierten en herramientas de convivencia que nos ayudan a transitar y enfrentar nuevas propuestas con naturalidad y complacencia.
Quiero dejar como reflexión tres características que son necesarias para transitar este ciclo:
Espíritu colaborativo. La interconexión nos pone frente a la necesidad de jugar en equipo. Todos somos importantes y es el fin de los “llaneros solitarios”. Disponibilidad para escuchar y valorar todas las ideas potenciarán los resultados.
Aceptación. Somos y tenemos distintas maneras de hacer las cosas para llegar a un mismo objetivo. La falta de consenso y las imposiciones, como dicen los chicos, “ya fueron…”. Independientemente de que estemos o no de acuerdo, aceptar las diferencias en un marco de respeto por las normas básicas de convivencia, será una condición necesaria.
Flexibilizar. Soy de la generación del “siempre lo hicimos así”. Actualizarnos nos exige flexibilizarnos y repensar nuevas formas de actuar y hacer. Normalmente las reformas vienen acompañadas de oportunidades de mejora. Negarse, es una necedad inexplicable.
Si debemos tener en cuenta que estamos hablando de formas y modelos, la eficiencia y excelencia no se negocian!!!!
Las transformaciones no se detienen. Negarlas te aíslan. Afrontarlas pueden potenciarte y seguramente te permitirán encarar de una forma diferente todos tus proyectos.
Dios te bendiga
Rodolfo M Galloni – Integrante PEC Gerente General Ilolay, empresa con más de 1500 empleados
¡Amor… ven, tenemos que hablar!Cuando oímos esa frase de nuestra pareja nos ponemos helados, y más ¡si sabemos que es momento de hablar de dinero!
Lo primero que les recomiendo es: no se pongan a hablar de decisiones financieras en cualquier momento, así porque sí, o luego de una pifiada grande o porque usted tomó el resumen del banco y lo lee cual juez que dicta la sentencia al acusado.
Busquen un momento propicio para tocar el tema, no AHORA. En cambio decir: “Amor, mañana nos podemos sentar a la tarde con mates de por medio y vemos cómo nos podríamos manejar este mes”. Eso suena mejor y trae mayores resultados que: “Amor, tenemos que hablar”.
Como en un partido
Antes que comience: Lo ideal es que tomen esos mates lo más distendidos posible, elijan un tiempo propicio sin los niños tirándoles los juguetes por la cabeza. Puede ser por la mañana, antes que el día los agote.
¿Por qué a principio de mes? La mayoría de las personas, empleadas o con clientes, suele disponer del mayor ingreso al principio del mes. Así que antes de empezar a gastarlo ustedes deben decidir direccionar a dónde irá cada peso, sí, cada peso y no solo los billetes de $1000 o $500, también los de $100 y de $50.
Entretiempo: A mitad de mes (como el técnico a mitad del partido) reúnanse como equipo y vayan viendo si ese presupuesto que armaron lo van cumpliendo o hay que hacer algún cambio. ¡Si van mal a mitad de mes tomen decisiones!
Final del partido: Se reúnen con los resúmenes de todo lo sucedido y evalúan. Luego del partido no se critica al compañero, no se lo acusa, somos un equipo, así que nada de dar sermones, discutir, y ninguno intenta dar “explicaciones” de los errores. Dialoguen profundo, no debatan que eso solo desgasta.
El diálogo es “para ponerse de acuerdo”, no para traer errores del pasado, ni meter parientes en el medio del asunto, ni arrojar indirectas, es solo una charla técnica sobre decisiones financieras.
Sin pleito, que estamos por arrancar otro partido, otro mes. ¡Y el próximo mes esto debe mejorar!, grita la hinchada. En época de guerra cada suministro es esencial, de vida o muerte, y como viven muchos hogares, hoy no estamos para errarle y gastar “provisiones” que mañana podemos no contar.
La extrema dificultad que aqueja a muchas parejas me ha hecho hablarles con estos términos. Sobre una guerra sin balas, sin enemigos externos que nos atacan, donde nuestro mayor adversario podemos volvernos nosotros mismos, al no cuidar nuestro aprovisionamiento. Con un presupuesto mensual, control de gastos y decisiones calculadas no cumplidas por la emoción.
Ante un gasto o compra debemos preguntarnos: ¿Qué sucedería si lo hacemos? Y ahí no solo debemos hablar/fantasear/delirar sobre lo lindo del viaje que haremos o el cambio del auto, las experiencias, las emociones que viviremos lindas. Miremos la realidad y lo fáctico que nos tocará enfrentar también: achicar otros gastos, renunciar a alguna salida familiar, los hijos no pedir nada por un tiempo, etc.
Y de paso preguntarnos: ¿Qué pasa si no lo hacemos? Si la respuesta es “Nada”, significa que ustedes estaban por hacer un derroche y no un gasto prioritario. No juegue con: “Amor, tengamos fe que Dios proveerá”. El mismo Dios ya lo proveyó de inteligencia y por algo están planificando. Y si no les dan los números, Él no es deudor de nadie, dice la Palabra, y esto es en todo sentido, no le haga pagar a Dios algo que Él no tomó.
Un gasto siempre debe estar alineado a la meta que tenemos como familia. Si es tiempo de cambiar o arreglar el auto, no podemos gastar dinero en pintura para la casa. ¡Simple!
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Algunos consejos
Si no pueden ponerse de acuerdo no avancen, no se pasen por arriba, no se imponga el más fuerte y deje al otro al costado, detengan la marcha. Deben avanzar los dos juntos en equipo, en pareja.
Negocie como haría con un amigo, usted no va a decirle a su amigo lo que van a hacer. Buscaría la manera de conciliar, escuchar, ceder, consensuar. Y si a su amigo no le cierra, por temor a perder esa amistad usted creo que no avanzaría, ¿no? Con su pareja menos que menos, si se dañan ya perdieron más que dinero.
Para negociar, no charlen sobre la hora de tomar una decisión.
No pueden hablar hoy por que mañana hay que decidir. Tomen tiempo para no estar urgidos, las cosas apuradas salen… (mal/caras).
Si el otro se quedó en silencio, chequee que lo esté avalando, y no guardando bronca o fastidio. Ambos tienen que quedar satisfechos o por lo menos autorizar al otro a avanzar con su idea.
En muchas decisiones van a tener que llevar la situación a un tercero, un asesor o especialista. Cuando no hay manera de encontrar la salida tal vez un profesional de afuera ve el panorama más claro y pueda intermediar.
Dios bendice el acuerdo, la unidad, con recursos, oportunidades. Estamos por salir a jugar el partido, así que organicemos el equipo que ¡el Señor nos dará un gran triunfo!
La Asociación de Iglesias Cristianas Evangélicas de Mercedes (AICEM), en unidad con el equipo de Clamor por Argentina, convocan a una jornada de oración e intercesión. El evento, con entrada gratuita y formato similar al clásico auto-cine, se realizará el sábado 5 de diciembre a las 20hs en el predio ex-Martín Rodríguez localidad de Mercedes, provincia de Buenos Aires, con las iglesias de la zona. Para poder participar es necesario registrarse online ( click aquí ) .
La jornada estará dividida en cinco bloques de intercesión con temáticas específicas, dirigidas por los pastores locales e invitados, entre los que se encuentran el líder del grupo Kyosko, Fabián Liendo y el Apóstol Gustavo Lara. Cada segmento estará dividido por un tiempo de adoración en vivo, a cargo del ministerio de alabanza de Chivilcoy y la transmisión del evento se realizará a través de una señal de radio FM, que se anunciará días previos.
La pastora Andrea Carballo Rivas, una de las organizadoras del evento, le cuenta a La Corriente su ilusión: “esperamos un antes y un después en la ciudad, que este evento sea la punta de lanza de un nuevo tiempo”. demás, destacó lo importante que es este evento para unir a las iglesias de la zona, y el gozo que significa poder trabajar todos los pastores unánimes por un mismo objetivo: bendecir la ciudad.
El predio cuenta con capacidad para 150 vehículos, y sólo podrán ingresar quienes hayan realizado la inscripción con anterioridad a través de la fan page del evento en Facebook o a través de la web. El Municipio estará a cargo del control de los protocolos sanitarios, que consisten en concurrir en el horario y acceso por las puertas previamente indicados, con barbijo y siendo no más de dos personas o grupo familiar por cada automóvil.
Andrea nos explica que Mercedes es una de las ciudades que todavía no puede tener reuniones dentro de los templos y revela que “por eso el intendente, Juan Ignacio Ustarroz, nos dijo que, si queríamos hacer una reunión en autos, él ponía a disposición el predio ex Martín Rodríguez, el sonido y todas las cosas de más. Así que nos abrieron las puertas para poder hacerlo”, a la vez analiza: “en todos los detalles vemos a Dios. (…) Tremendo todo lo que está sucediendo, el corazón de Dios está en esto y nosotros estamos como muy maravillados”.
En el primer bloque se va a interceder por confesión, arrepentimiento, sanidad y en especial manera por los profesionales de la salud. En el segundo segmento el clamor estará dirigido a los jóvenes, la niñez, la familia y el consuelo.
En el último tramo se va a orar por algunos temas de agenda pública de nuestra nación Argentina, que van desde el aborto y la perspectiva de género, hasta la inseguridad, la violencia y la justicia. Finalmente, el pastor Eliseo Mosqueda, presidente de AICEM, finalizará el evento rogando por las autoridades y el pueblo de Mercedes.
La nueva normalidad está repleta de anormalidades. Y una de ellas es el fenómeno de las iglesias vacías. En los templos los pastores interactúan con el lente de una cámara, en lugar de su congregación. La adoración resuena en el eco de un salón vacío, los adoradores dirigen la alabanza esperando que su música llegue a cada persona a través de las plataformas digitales.
Christian Canteros reflexiona y dice que “Nadie iba a imaginar pasar por esto, pero tenemos esa capacidad de reinventarnos siempre”. Él es el director del ministerio de alabanza y la escuela de capacitación artística de la iglesia Catedral de la Fe, ubicada en el barrio de Parque Chacabuco, en la ciudad de Buenos Aires. Allí brinda capacitaciones a quienes sirven a Dios a través de la música, ofreciéndoles herramientas técnicas y espirituales para la dirección de la adoración.
En diálogo con La Corriente nos habla sobre la experiencia de ministrar en plena soledad, en la plataforma de una iglesia sin gente.
L: ¿Cómo afrontaron el proceso de adaptarse y congregarse desde casa?
CC: Bueno, la verdad es que esta pandemia nos tomó a todos de imprevisto. Pero como Iglesia nos fuimos acomodando a los tiempos y circunstancias. En definitiva, siempre fue así a lo largo de la historia. En medio de persecuciones, epidemias, pandemias, guerras, la Iglesia siempre estuvo presente para la sociedad. Lo más difícil fue acomodarnos para grabar desde casa. Yo armé un miniestudio y mi casa se convirtió en una especie de set de grabación. Tuve que aprender a grabarme a mí mismo y pararme frente a la cámara, de apoco fuimos aprendiendo durante estos meses. Yo en broma digo que “mi trabajo es la plataforma”, porque soy director de alabanza. Y pareciera que me quedé sin trabajo —dice entre risas—. La realidad es que ese es mi oficio, pero mi identidad es hacer Iglesia. Tengo un compromiso mayor que, simplemente, dirigir la alabanza.
L: Con respecto a la alabanza, todo ministro anhela poder transmitir a sus oyentes lo que el Espíritu Santo deposita en su corazón ¿Qué sientes que cambió a partir de esta nueva modalidad?
CC: Todo. Por empezar, que ahora hacemos Iglesia desde nuestra casa. Por eso tomé la iniciativa de practicar en este tiempo con mi familia, cantando y adorando con ellos para que sea lo más natural posible. Y lo que le transmití a la gente que pastoreo es eso, que sean lo más naturales posible. Porque si lo que hacemos en casa funciona, va a funcionar cuando se lo transmitamos a las otras familias. Hay que tener en cuenta que, según se dice, el 70% de las personas se conectan a través de un celular. Eso significa que el que esté conectado puede estar yendo al trabajo, en su habitación, cocinando o almorzando, entre otras cosas. Y con eso tenemos que conectar, siendo naturales y sin forzar una situación artificial, como si no supiéramos que del otro lado también hay alguien en su casa.
L: Entonces, la clave para traspasar la pantalla y lograr conectarnos ¿es mostrarnos tal cual somos?
CC: Creo que sí. Y si esto es algo que hiciéramos siempre, no sería que nos preparamos para hacer culto, sería nuestra forma de vivir. Y terminaríamos haciendo culto al Señor todos los días en todo. Para los hijos de Dios debería ser algo totalmente natural, nada forzado, y creo que eso es lo que funciona. Y si funciona en nuestra casa, debería funcionar en cualquier lado.
L: De un momento a otro tuviste que dejar de dirigir en la iglesia y todo se digitalizó ¿qué produjo ese cambio en ti?
CC: Hizo que pase por muchas emociones. Y me llevó a replantearme mi fe, analizando si tenía una fe sólida y genuina, o si era más bien prestada y cimentada en emociones. Porque si bien este tiempo hace que la fe entre en crisis, también puede servir para afirmarla, más allá de lo que uno ve, el lugar donde se congrega o la posición que se haya alcanzado. Lo más duro de esta situación es que nos hace sentir vulnerables. Pero descubrí a un Dios que trata con sus hijos en los desiertos, que provee, sostiene y sana. Sentí que yo también tenía que ser vulnerable, si no era ahora, cuándo. Y eso fue lo más difícil para mí. Tuve que quebrantar mi orgullo, mi autosuficiencia y decir que yo también necesito una palabra, una oración o una consejería. Todo eso lo recibimos principalmente en la iglesia.
L: ¿Cómo ves posicionada a la música cristiana en Argentina?
CC: Veo que surgieron muchos adoradores y, si bien es bueno, también me doy cuenta de que se está tomando la impronta de otros ministerios ¡Y gloria a Dios por eso! Pero, durante muchos años, en el país hemos tratado de tener nuestra propia identidad. Y eso también es muy valioso. El tema es que la tecnología nos acercó a muchos otros músicos y su influencia. Sumado a que ahora todos pueden grabar una canción y hacer su propia edición a través de un estudio casero. Y como las grandes producciones hoy no se hacen, la calidad musical ha bajado considerablemente. Son muy pocos los que pueden hacer una producción más profesional con videoclips y grabaciones en serio. Son parte de las reglas del juego.
L: Entonces, lo que muchas veces nos condiciona a producir con excelencia está relacionado con los recursos…
CC: Sin duda que sí. Hoy la música, por lo menos para el 90% de los artistas, no es rentable. En los viajes y los recitales uno podía amortizar el gasto, pero hoy se hace más complicado. Ahora son muy pocos los que pueden vivir de las regalías de YouTube y los videos que suben. Pero bueno, también creo yo que el músico tiene que reinventarse y buscar otras alternativas. Y saber que la música es un vehículo, nada más, por donde llevamos a la gente a conectarse con Dios.
L: Hace poco que lanzaste tu nuevo disco Tu Hogar. ¿Qué buscas transmitir?
CC: Tu Hogar era un disco que venía soñando desde el año pasado, quise hacerlo con un sonido más acústico y no tan congregacional. La verdad es que, cuando yo comencé a grabar, decía “Señor, ¿para qué voy a hacer otro disco? Es mucho gasto, mucho esfuerzo, energía”. Pero cuando lanzamos, que fue justo cuando se declaró la cuarentena obligatoria, entendí que fue de Dios. Porque el mensaje que quería transmitir es: la familia y lo natural, lo que somos. Que es lo que estaba diciendo antes.
Christian cuenta que su nuevo disco fue inspirado en 2 Samuel:6, en el relato en que David manda a buscar el arca de la presencia de Dios. Y conecta esta rhema a este tiempo de aislamiento en el que todos fuimos obligados a levantar un altar de adoración en nuestra casa.
CC: Nuestra casa muchas veces se convierte en el lugar en el que Dios trabaja con nuestro carácter y temperamento. Es donde nadie nos ve, donde realmente somos lo que somos. Y ahí está el gran desafío, en que ese lugar se convierta en un lugar donde Dios quiera habitar. Donde no existan griteríos, peleas, insultos, apatía, indiferencia. Sino que, por el contrario, sea un espacio en el que Él se sienta cómodo, y que nuestra actividad cotidiana también sea una forma de adoración al Señor.
A los cristianos nos inspira mucho el leer sobre las historias de los grandes personajes de la Biblia, especialmente sobre aquellos que hicieron cosas extraordinarias porque respondieron al llamado de Dios. Quienes por la fe “… conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas…” (Hebreos 11:33- 34) nos desafían y animan.
También tenemos en la historia reciente hombres y mujeres de Dios, verdaderos héroes de la fe, que hicieron cosas asombrosas. Y entonces nos preguntamos, ¿qué los diferenció del común de la gente? La respuesta es simple pero a la vez directa y desafiante: se encendió en ellos el llamado de Dios.
Hallar el sentido de plenitud
Alejandro Magno, el gran emperador griego (356-323 a. C.), después de que logró su objetivo de conquistar toda la región del antiguo Imperio persa, sintió un vacío interno, pues sabía que aún no había tomado una tierra que no figuraba en ningún mapa, la India. Él estaba dispuesto a entrar allí y luchar, por el simple hecho de que esto le daba sentido a su vida.
Dios puso en nosotros también la necesidad espiritual de sentirnos plenos.
Cuando somos alcanzados por Cristo estamos completos pero comienza a encenderse una llama interna de pasión y gratitud que no puede ser explicada, a la que le decimos: el llamado.
Vemos en el libro de Hechos que, por el crecimiento repentino que tuvo la Iglesia, surgió la necesidad de levantar una generación de servidores que atendieran la distribución diaria de alimentos (Hechos 6:1-3). Su labor era importante pues ellos conectarían al pueblo con el liderazgo principal de los apóstoles, desarrollando lo que el autor John Maxwell llama acertadamente “liderazgo intermedio” (Maxwell, Liderazgo de 360 grados). Los candidatos debían ser:
De buen testimonio.
Llenos del Espíritu Santo
Llenos de sabiduría
Responsables de cumplir el trabajo encomendado
El llamado al servicio requería que el candidato fuera un discípulo de buen testimonio en quien Dios estuviera obrando y que, por su capacidad de testificar con su vida y su fe, era una persona creíble, al punto tal que su palabra fuera valedera en una audiencia o juicio.
Así, lo primero que deberíamos chequear en nosotros, si queremos responder a este llamado, es nuestro nivel de credibilidad. Examinar si cumplimos con nuestras obligaciones y servicios requeridos, esto, sin buscar un beneficio personal, aun cuando nadie nos vea (Mateo 6:3-4).
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El siguiente punto es que fueran llenos de sabiduría. Si bien es cierto que es Dios quien da la sabiduría (Santiago 1:5), también deberíamos capacitarnos en el conocimiento de las Escrituras y, casi como una obligación, estudiar para ser profesionales.
Podemos pedir a nuestro pastor o líder ser incluidos en el seminario bíblico de la iglesia local y paralelamente continuar con una carrera terciaria. Porque en el campo misionero, por ejemplo, existen países que exigen poseer estudios teológicos, como también aquellos que solo permiten el ingreso de extranjeros si estos tienen una profesión.
Como último requisito debían ser responsables de cumplir el trabajo encomendado.
El mismo número de diáconos, que eran siete, nos indica que era un trabajo en equipo, pero ¿por qué era importante esto? Como último requisito debían ser responsables de cumplir el trabajo encomendado. El mismo número de diáconos, que eran siete, nos indica que era un trabajo en equipo, pero ¿por qué era importante esto?
Los grandes alpinistas de la historia que alcanzaron la cima del monte Everest, el más alto del mundo con 8848 msnm, relatan que iniciaron su ascenso con equipos de personas que en ocasiones llegaron a ser más de 200. Teniendo un sistema de relevos con las provisiones hasta que finalmente llegaban solo dos a la cima. Alguien dijo: “Mientras más alta es tu montaña, más grande deberá ser tu equipo”. Parafraseándolo: “Mientras más grande es la visión y el llamado, más grande debería ser nuestro grupo de amigos y hermanos pues nadie alcanza la meta solo”.
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Para concluir, si estamos de acuerdo en que nuestra vida es muy breve, a veces frágil y, como dice el libro de Eclesiastés, todo es vanidad (Eclesiastés 1:2, RVR1960; literalmente ‘como una neblina pasajera’), deberíamos vivirla gozosa y plenamente. Respondiendo al llamado para entender lo que se espera de nosotros y poder estar donde el Señor nos necesita. Quizás algunos no entenderán nuestro fuego interior, pero para nosotros, lo será todo.
“El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró ese campo” (Mateo13:44).
Hoy Argentina es un país que sangra con dolor. Algunas de las armas invisibles pero tangibles, que en muchos casos provocaron las heridas, son filosas dagas que nacen en los corazones endurecidos y se traducen en palabras que dañan y dividen. Mucho de eso hay en diferentes sectores de la sociedad, en torno al debate que se ciernen sobre el cuestionableproyecto de ley del aborto.
Este contexto, en el que en los medios y las redes sociales no se mide el impacto negativo de los comentarios insidiosos (¿o se conoce y se avanza sin filtro?), nos da la posibilidad de elegir ser sagaces al comunicar nuestras convicciones. Somos desafiados y es imprescindible situarnos un paso adelante siendo “mansos como palomas y astutos como serpientes”.
Es preciso desmutearnos, expresarnos, defender nuestros derechos y valores, hacer oír nuestra voz. Y tenemos que lograrlo desde un lugar de sanidad y reconciliación porque, si somos sabios en lo que decimos, nuestras palabras pueden funcionar como la asepsia necesaria previa a la sutura de un asunto que nos hiere profundamente.
¿Qué recursos son los que tenemos para elevar el argumento? Es una pregunta que debemos hacernos para cuidar lo que decimos cuando levantamos nuestra voz, porque el enojo que nos provocan las injusticias que nos agobian como Nación puede convertirse en combustible para nuestro interior, que explota ante la primera chispa de discrepancia.
La asertividad es una respuesta posible para el interrogante anterior, aunque por supuesto, no la única. Ésta es una de las habilidades sociales más útiles para comunicar nuestro pensamiento y convicciones de manera clara, efectiva, madura y firme, eligiendo situarnos en el punto medio entre la pasividad y la agresión.
Ser asertivos implica hablar con respeto y empatía, sin ceder a las presiones y sosteniendo nuestros “no”, sin sucumbir frente a la manipulación o las provocaciones. Es la capacidad de comunicarnos defendiendo los propios derechos e ideas de manera contundente, abierta y precisa, haciendo uso de la gestión emocional en momentos de tensión.
Cuando en medio del hostigamiento, los detractores de Jesús le tendieron una trampa pretendiendo usar sus palabras como lazo, poniéndolo en la disyuntiva de responder una pregunta capciosa, él fue asertivo en su respuesta. La Biblia dice que “se acercaron con la intención de tenderle una trampa con sus mismas palabras”. Ellos esperaban que reaccionara negativamente, que dijera algo que lo dejara expuesto y vulnerable, que “pisara el palito” como decimos en Argentina. La respuesta de Jesús dejó maravillada a la gente: “Den al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”.
Ni pasividad ni agresión. Ni silencio, ni explosión emocional. Una respuesta inteligente y certera que dio en el blanco, dejando desactivados los planes malvados de sus perseguidores. Al recorrer los evangelios no me cabe duda de que Jesús fue el mejor comunicador de la historia. No le tembló la voz cuando tuvo que poner límites, enfrentó con altura a los fariseos, desafió los pensamientos estructurados y limitantes de quienes lo rodeaban, y confrontó sin vueltas al mismo diablo. También eligió hacer silencio en momentos clave: “Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia” (1 Pedro 2.23 NVI).
Al profundizar en lo anterior y prestar atención al contenido y tono de sus palabras poderosas, desafiantes, sanadoras, se agiganta la necesidad de introspección y cobra nuevo sentido un texto que desde hace tiempo resuena en mi corazón:
“Habla a favor de los que no pueden hablar por sí mismos; garantiza justicia para todos los abatidos.” Proverbios 31.8 NTV
Otra versión dice: “Levanta la voz por los que no tienen voz; ¡defiende a los indefensos!”
¿Cómo llevarlo a la práctica sin despojarme de mis argumentos, y al mismo tiempo considerando el contenido y el tono a la manera de Jesús? Muchas veces resulta difícil despegar el significado, de la emoción que éste nos genera, precisamente porque las palabras no son inocentes. Por lo tanto, creo que cuanto más grande es la causa a defender mayor asertividad y sabiduría serán necesarias para “hablar a favor”, en este caso de la vida, con todo lo implica.
Las palabras crean realidades. Las palabras generan climas, modelan pensamientos, sociedades y cambian contextos. Precisamente, no es solo lo que decimos lo que impacta, sino lo que impartimos al pronunciarlo.
Trayendo lo anterior a la actualidad que nos sacude, en este tiempo de “aborto”, “grieta”, “pandemia”, “miedo”, “muerte”, todas expresiones con una fuerte carga emocional, puede resultar valioso plantearnos cómo nos expresamos para que las palabras que proferimos, en este marco tan delicado y hostil, abran posibilidades, tiendan puentes, sean conectores y acerquen corazones aunque las ideas sean opuestas.
En la práctica existen algunos pasos consistentes, para desarrollar la asertividad, utilizándola como una herramienta que potencie nuestra comunicación, modelando e influyendo desde el amor, mediante palabras que transforman ambientes y van acompañadas de acciones que generan cambios. Veamos algunos:
-Preguntar en lugar de suponer. -Hablar temas puntuales y de a uno a la vez. -Evitar etiquetar a las personas. -Mostrar congruencia entre el lenguaje hablado y el corporal. -Comunicarnos en un tono cálido. -Mantener el contacto visual al hablar. -Escuchar con apertura y disposición. -Argumentar con respaldo.
En medio de la “densa oscuridad que se cierne sobre los pueblos” (Isaias 60:2) será necesario brillar, superando ciertas trampas de los medios y las redes sociales en las que muchas veces caemos y se transforman en peleas a través de comentarios y reacciones.
Tenemos la misión de alumbrar el camino con palabras que edifican, realizar aportes valiosos que se gestan desde un clima de respeto, que es el que se respira cuando somos capaces de comunicar lo que pensamos de manera asertiva, manteniéndonos firmes en nuestras convicciones, levantando los valores del Reino y defendiendo a los indefensos.
A un día del 28N, uno de los pastores referentes del interior del país se expresa contra el silencio de los funcionarios de su provincia.
En entrevista con la redacción de lacorriente.com, el pastor deManantial de Vida, una de las congregaciones más reconocidas de la ciudad de Córdoba, cuestionó la falta de compromiso de los senadores cordobeses tienen frente a la embestida del proyecto de ley aborto.
LC: La última vez que el gobernador Schiaretti hablo sobre la despenalización del aborto fue hace dos años, cuando dijo que su posición era secundaria y que, pese a tener una postura, prefería no ahondar la grieta ¿Qué piensa de todo este tiempo de silencio?
JB: Vivimos en un momento en el que tener esperanza en la clase política es difícil y ahora no sería la excepción. Uno espera de un gobernador, alguien que fue elegido democráticamente, que pueda tomar decisiones y también marcar su posición frente a problemáticas que necesitan una respuesta contundente. Pienso que, cuando un funcionario es elegido para un lugar de autoridad, debe asumir una postura clara y expresar el criterio con el que gobernará y tomará decisiones públicas.
En la Biblia ya vemos que algunos políticos se lavaron las manos en situaciones de tensión para evitar tomar una posición y hacer una declaración puntual en función de quienes lo votaron y quienes lo votaran nuevamente en un futuro. Así que esto no se trata de grieta, ni de achicar ni agrandar, se trata de posturas claras.
LC: Ya en el mismo oficialismo cordobés existen diferencias entre los legisladores respecto al aborto…
JB: Es que al no haber una posición comprometida de quienes gobiernan, todo hacia abajo es igual. Todos están pensando en su bienestar y su comodidad parlamentaria. Claro que hay excepciones, pero lamentablemente estas excepciones no alcanzan, porque lo que realmente cuentan son los bloques. Los legisladores toman su determinación en función a lo que ven de la cabeza. Y si lo que observan es un beneplácito, no se toman decisiones que sean más comprometidas y, entonces, el pueblo se decepciona.
LC: ¿Era necesario tratar este proyecto ahora?
JB: El momento es inoportuno en todos los sentidos por todo lo que estamos viviendo. Discutir esto hoy es un desacierto político desde todos los puntos de vista. Un oportunismo absolutamente desmedido y desleal. Me parece que es inoportuno porque hay un asunto de salud pública mundial. Además, la ligereza y rapidez con la que mandan este proyecto, frente a un sistema de salud colapsado, no cierra por ningún lado. Añadido a que podríamos tener una situación de crisis sanitaria el año que viene. Insisto, fue y sigue siendo inoportuno desde todo punto de vista.
LC: ¿En Córdoba hay unidad en la iglesia para enfrentar embates de esta magnitud?
JB: El concejo pastoral y toda la comunidad cristiana tiene un altísimo nivel de unidad en este asunto, no solo en el pensamiento sino de acción. De hecho, estamos listos para el próximo sábado sumarnos a la movilización provida que se convocó a nivel nacional y ofrecer, de manera unánime, una gran expresión de nuestra posición a favor de la vida por nacer.