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Cuando el llamado de Dios se enciende en nosotros

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el llamado

A los cristianos nos inspira mucho el leer sobre las historias de los grandes personajes de la Biblia, especialmente sobre aquellos que hicieron cosas extraordinarias porque respondieron al llamado de Dios. Quienes por la fe “… conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas…” (Hebreos 11:33- 34) nos desafían y animan.


También tenemos en la historia reciente hombres y mujeres de Dios, verdaderos héroes de la fe, que hicieron cosas asombrosas. Y entonces nos preguntamos, ¿qué los diferenció del común de la gente? La respuesta es simple pero a la vez directa y desafiante: se encendió en ellos el llamado de Dios.

Hallar el sentido de plenitud

Alejandro Magno, el gran emperador griego (356-323 a. C.), después de que logró su objetivo de conquistar toda la región del antiguo Imperio persa, sintió un vacío interno, pues sabía que aún no había tomado una tierra que no figuraba en ningún mapa, la India. Él estaba dispuesto a entrar allí y luchar, por el simple hecho de que esto le daba sentido a su vida.

Dios puso en nosotros también la necesidad espiritual de sentirnos plenos.

Cuando somos alcanzados por Cristo estamos completos pero comienza a encenderse una llama interna de pasión y gratitud que no puede ser explicada, a la que le decimos: el llamado.


Vemos en el libro de Hechos que, por el crecimiento repentino que tuvo la Iglesia, surgió la necesidad de levantar una generación de servidores que atendieran la distribución diaria de alimentos (Hechos 6:1-3). Su labor era importante pues ellos conectarían al pueblo con el liderazgo principal de los apóstoles, desarrollando lo que el autor John Maxwell llama acertadamente “liderazgo intermedio” (Maxwell, Liderazgo de 360 grados).
Los candidatos debían ser:

  • De buen testimonio.
  • Llenos del Espíritu Santo
  • Llenos de sabiduría
  • Responsables de cumplir el trabajo encomendado

El llamado al servicio requería que el candidato fuera un discípulo de buen testimonio en quien Dios estuviera obrando y que, por su capacidad de testificar con su vida y su fe, era una persona creíble, al punto tal que su palabra fuera valedera en una audiencia o juicio.


Así, lo primero que deberíamos chequear en nosotros, si queremos responder a este llamado, es nuestro nivel de credibilidad. Examinar si cumplimos con nuestras obligaciones y servicios requeridos, esto, sin buscar un beneficio personal, aun cuando nadie nos vea (Mateo 6:3-4).

biblia
Créditos: Freepik

El siguiente punto es que fueran llenos de sabiduría. Si bien es cierto que es Dios quien da la sabiduría (Santiago 1:5), también deberíamos capacitarnos en el conocimiento de las Escrituras y, casi como una obligación, estudiar para ser profesionales.

Podemos pedir a nuestro pastor o líder ser incluidos en el seminario bíblico de la iglesia local y paralelamente continuar con una carrera terciaria. Porque en el campo misionero, por ejemplo, existen países que exigen poseer estudios teológicos, como también aquellos que solo permiten el ingreso de extranjeros si estos tienen una profesión.

Como último requisito debían ser responsables de cumplir el trabajo encomendado.

El mismo número de diáconos, que eran siete, nos indica que era un trabajo en equipo, pero ¿por qué era importante esto?
Como último requisito debían ser responsables de cumplir el trabajo encomendado. El mismo número de diáconos, que eran siete, nos indica que era un trabajo en equipo, pero ¿por qué era importante esto?

Los grandes alpinistas de la historia que alcanzaron la cima del monte Everest, el más alto del mundo con 8848 msnm, relatan que iniciaron su ascenso con equipos de personas que en ocasiones llegaron a ser más de 200. Teniendo un sistema de relevos con las provisiones hasta que finalmente llegaban solo dos a la cima.
Alguien dijo: “Mientras más alta es tu montaña, más grande deberá ser tu equipo”. Parafraseándolo: “Mientras más grande es la visión y el llamado, más grande debería ser nuestro grupo de amigos y hermanos pues nadie alcanza la meta solo”.

A los cristianos nos inspira mucho el leer sobre las historias de los grandes personajes de la Biblia, ¿cómo encender esa llama interna de pasión y gratitud?
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Para concluir, si estamos de acuerdo en que nuestra vida es muy breve, a veces frágil y, como dice el libro de Eclesiastés, todo es vanidad (Eclesiastés 1:2, RVR1960; literalmente ‘como una neblina pasajera’), deberíamos vivirla gozosa y plenamente. Respondiendo al llamado para entender lo que se espera de nosotros y poder estar donde el Señor nos necesita. Quizás algunos no entenderán nuestro fuego interior, pero para nosotros, lo será todo.


“El reino de los cielos es como un tesoro escondido en un campo. Cuando un hombre lo
descubrió, lo volvió a esconder, y lleno de alegría fue y vendió todo lo que tenía y compró
ese campo” (Mateo13:44).

Elegir las palabras para cuidar el mensaje

Hoy Argentina es un país que sangra con dolor. Algunas de las armas invisibles pero tangibles, que en muchos casos provocaron las heridas, son filosas dagas que nacen en los corazones endurecidos y se traducen en palabras que dañan y dividen. Mucho de eso hay en diferentes sectores de la sociedad, en torno al debate que se ciernen sobre el cuestionable proyecto de ley del aborto.

Este contexto, en el que en los medios y las redes sociales no se mide el impacto negativo de los comentarios insidiosos (¿o se conoce y se avanza sin filtro?), nos da la posibilidad de elegir ser sagaces al comunicar nuestras convicciones. Somos desafiados y es imprescindible situarnos un paso adelante siendo “mansos como palomas y astutos como serpientes”.

Es preciso desmutearnos, expresarnos, defender nuestros derechos y valores, hacer oír nuestra voz. Y tenemos que lograrlo desde un lugar de sanidad y reconciliación porque, si somos sabios en lo que decimos, nuestras palabras pueden funcionar como la asepsia necesaria previa a la sutura de un asunto que nos hiere profundamente.

¿Qué recursos son los que tenemos para elevar el argumento? Es una pregunta que debemos hacernos para cuidar lo que decimos cuando levantamos nuestra voz, porque el enojo que nos provocan las injusticias que nos agobian como Nación puede convertirse en combustible para nuestro interior, que explota ante la primera chispa de discrepancia.

La asertividad es una respuesta posible
para el interrogante anterior, aunque por supuesto, no la única. Ésta es una de las habilidades sociales más útiles para comunicar nuestro pensamiento y convicciones de manera clara, efectiva, madura y firme, eligiendo situarnos en el punto medio entre la pasividad y la agresión.

Ser asertivos implica hablar con respeto y empatía, sin ceder a las presiones y sosteniendo nuestros “no”, sin sucumbir frente a la manipulación o las provocaciones. Es la capacidad de comunicarnos defendiendo los propios derechos e ideas de manera contundente, abierta y precisa, haciendo uso de la gestión emocional en momentos de tensión.

Cuando en medio del hostigamiento, los detractores de Jesús le tendieron una trampa pretendiendo usar sus palabras como lazo, poniéndolo en la disyuntiva de responder una pregunta capciosa, él fue asertivo en su respuesta. La Biblia dice que “se acercaron con la intención de tenderle una trampa con sus mismas palabras”. Ellos esperaban que reaccionara negativamente, que dijera algo que lo dejara expuesto y vulnerable, que “pisara el palito” como decimos en Argentina. La respuesta de Jesús dejó maravillada a la gente: “Den al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”.

Ni pasividad ni agresión. Ni silencio, ni explosión emocional. Una respuesta inteligente y certera que dio en el blanco, dejando desactivados los planes malvados de sus perseguidores. Al recorrer los evangelios no me cabe duda de que Jesús fue el mejor comunicador de la historia. No le tembló la voz cuando tuvo que poner límites, enfrentó con altura a los fariseos, desafió los pensamientos estructurados y limitantes de quienes lo rodeaban, y confrontó sin vueltas al mismo diablo. También eligió hacer silencio en momentos clave: “Cuando proferían insultos contra él, no replicaba con insultos; cuando padecía, no amenazaba, sino que se entregaba a aquel que juzga con justicia” (1 Pedro 2.23 NVI).

Al profundizar en lo anterior y prestar atención al contenido y tono de sus palabras poderosas, desafiantes, sanadoras, se agiganta la necesidad de introspección y cobra nuevo sentido un texto que desde hace tiempo resuena en mi corazón:

“Habla a favor de los que no pueden hablar por sí mismos; garantiza justicia para todos los abatidos.” Proverbios 31.8 NTV

Otra versión dice: “Levanta la voz por los que no tienen voz; ¡defiende a los indefensos!”

¿Cómo llevarlo a la práctica sin despojarme de mis argumentos, y al mismo tiempo considerando el contenido y el tono a la manera de Jesús? Muchas veces resulta difícil despegar el significado, de la emoción que éste nos genera, precisamente porque las palabras no son inocentes. Por lo tanto, creo que cuanto más grande es la causa a defender mayor asertividad y sabiduría serán necesarias para “hablar a favor”, en este caso de la vida, con todo lo implica.

Las palabras crean realidades. Las palabras generan climas, modelan pensamientos, sociedades y cambian contextos. Precisamente, no es solo lo que decimos lo que impacta, sino lo que impartimos al pronunciarlo.

Trayendo lo anterior a la actualidad que nos sacude, en este tiempo de “aborto”, “grieta”, “pandemia”, “miedo”, “muerte”, todas expresiones con una fuerte carga emocional, puede resultar valioso plantearnos cómo nos expresamos para que las palabras que proferimos, en este marco tan delicado y hostil, abran posibilidades, tiendan puentes, sean conectores y acerquen corazones aunque las ideas sean opuestas.

En la práctica existen algunos pasos consistentes, para desarrollar la asertividad, utilizándola como una herramienta que potencie nuestra comunicación, modelando e influyendo desde el amor, mediante palabras que transforman ambientes y van acompañadas de acciones que generan cambios. Veamos algunos:

-Preguntar en lugar de suponer.
-Hablar temas puntuales y de a uno a la vez.
-Evitar etiquetar a las personas.
-Mostrar congruencia entre el lenguaje hablado y el corporal.
-Comunicarnos en un tono cálido.
-Mantener el contacto visual al hablar.
-Escuchar con apertura y disposición.
-Argumentar con respaldo.

En medio de la “densa oscuridad que se cierne sobre los pueblos” (Isaias 60:2) será necesario brillar, superando ciertas trampas de los medios y las redes sociales en las que muchas veces caemos y se transforman en peleas a través de comentarios y reacciones.

Tenemos la misión de alumbrar el camino con palabras que edifican, realizar aportes valiosos que se gestan desde un clima de respeto, que es el que se respira cuando somos capaces de comunicar lo que pensamos de manera asertiva, manteniéndonos firmes en nuestras convicciones, levantando los valores del Reino y defendiendo a los indefensos.

Juan Ballistreri: “los políticos deben tener una postura clara”

A un día del 28N, uno de los pastores referentes del interior del país se expresa contra el silencio de los funcionarios de su provincia.

En entrevista con la redacción de lacorriente.com, el pastor de Manantial de Vida, una de las congregaciones más reconocidas de la ciudad de Córdoba, cuestionó la falta de compromiso de los senadores cordobeses tienen frente a la embestida del proyecto de ley aborto.

LC: La última vez que el gobernador Schiaretti hablo sobre la despenalización del aborto fue hace dos años, cuando dijo que su posición era secundaria y que, pese a tener una postura, prefería no ahondar la grieta ¿Qué piensa de todo este tiempo de silencio?

JB: Vivimos en un momento en el que tener esperanza en la clase política es difícil y ahora no sería la excepción. Uno espera de un gobernador, alguien que fue elegido democráticamente, que pueda tomar decisiones y también marcar su posición frente a problemáticas que necesitan una respuesta contundente. Pienso que, cuando un funcionario es elegido para un lugar de autoridad, debe asumir una postura clara y expresar el criterio con el que gobernará y tomará decisiones públicas.

En la Biblia ya vemos que algunos políticos se lavaron las manos en situaciones de tensión para evitar tomar una posición y hacer una declaración puntual en función de quienes lo votaron y quienes lo votaran nuevamente en un futuro. Así que esto no se trata de grieta, ni de achicar ni agrandar, se trata de posturas claras.

LC: Ya en el mismo oficialismo cordobés existen diferencias entre los legisladores respecto al aborto…

JB: Es que al no haber una posición comprometida de quienes gobiernan, todo hacia abajo es igual. Todos están pensando en su bienestar y su comodidad parlamentaria. Claro que hay excepciones, pero lamentablemente estas excepciones no alcanzan, porque lo que realmente cuentan son los bloques. Los legisladores toman su determinación en función a lo que ven de la cabeza. Y si lo que observan es un beneplácito, no se toman decisiones que sean más comprometidas y, entonces, el pueblo se decepciona.

LC: ¿Era necesario tratar este proyecto ahora?

JB: El momento es inoportuno en todos los sentidos por todo lo que estamos viviendo. Discutir esto hoy es un desacierto político desde todos los puntos de vista. Un oportunismo absolutamente desmedido y desleal. Me parece que es inoportuno porque hay un asunto de salud pública mundial. Además, la ligereza y rapidez con la que mandan este proyecto, frente a un sistema de salud colapsado, no cierra por ningún lado. Añadido a que podríamos tener una situación de crisis sanitaria el año que viene. Insisto, fue y sigue siendo inoportuno desde todo punto de vista.

LC: ¿En Córdoba hay unidad en la iglesia para enfrentar embates de esta magnitud?

JB: El concejo pastoral y toda la comunidad cristiana tiene un altísimo nivel de unidad en este asunto, no solo en el pensamiento sino de acción. De hecho, estamos listos para el próximo sábado sumarnos a la movilización provida que se convocó a nivel nacional y ofrecer, de manera unánime, una gran expresión de nuestra posición a favor de la vida por nacer.

Aborto: un debate inoportuno que profundiza la grieta moral

las dos vidas
debate

Estamos viviendo momentos decisivos para el presente y el futuro de nuestro país. Cada vez hay más gente preocupada por la salud, la economía, el crecimiento de la pobreza, del desempleo, de los impuestos, de la delincuencia y la inseguridad. Y en medio de una de las peores crisis económicas, sociales y políticas de los últimos cuarenta años, el presidente Alberto Fernández, tal como prometió en su campaña electoral, y del mismo modo que también lo hizo se predecesor Mauricio Macri en 2018, intentará nuevamente hacer legal la muerte de los hijos por medio del aborto.

Argentina ya vivió ese debate dos años atrás. En aquella ocasión, el Congreso recibió los mejores argumentos de quienes estamos a favor de la vida. Sin embargo, de la mano de los lobbys internacionales pro aborto que lo financian, los dirigentes argentinos nuevamente llevan la ley del aborto al recinto parlamentario.

Nos quieren volver a decir que el aborto es la solución a otras problemáticas, que es un derecho, una deuda de la democracia y tantas otras falacias más.

Es cierto que la mayoría de la gente considera que no es el momento adecuado para tratar la ley de aborto. Es cierto también que con los problemas y necesidades que tiene la Argentina hoy, luego de la cuarentena más larga del mundo, el tema del aborto no es una prioridad.

Sin embargo, no son éstos los motivos más importantes. Nosotros rechazamos el proyecto de despenalización porque el aborto es un acto malo per sé. El aborto no es un derecho, no existe el derecho a matar. El derecho por excelencia es el derecho a la vida. El aborto no es un derecho, sino un delito, tipificado en el Código Penal, porque se trata de la acción intencional y premeditada de ponerle fin a la vida del hijo.

Existe un choque cultural muy fuerte entre “conservadores” que se identifican con la tradición cultural y moral judeo-cristiana y los “progresistas” que afirman que esos valores ya son obsoletos. En consecuencia, estamos en medio de una batalla que es espiritual, cultural, ideológica y política.

La mayoría de los países están partidos al medio, con dos cosmovisiones totalmente antagónicas, con sistemas axiológicos, de valores totalmente enfrentados. En una batalla cultural no hay tiros, no hay balas. En una batalla cultural, como por ejemplo el debate que se dará en diputados, hay argumentos, porque son las ideas las que estarán presentes en el campo de batalla.

Sin embargo, la batalla no solo es cultural sino también política, porque ese es el medio por el que se implementarán los cambios en la sociedad. Tradicionalmente hubo una aversión a participar y ni siquiera hablar de política entre cristianos. Lo cierto es que “no somos de este mundo”, pero “estamos en este mundo”, y mientras estemos en este mundo debemos ser sal y luz y aprovechar al máximo toda posibilidad que tengamos para influenciar en todos los ámbitos con los valores del evangelio.

La marcha del sábado 28 no es aséptica, tiene implícito un mensaje político, aunque se lo niegue. Por acción o por omisión, estamos permanentemente participando de acciones políticas. Y no se trata de politizar la iglesia o el cristianismo, de ninguna manera. Se trata de llevar los valores cristianos al campo de la política.

Los principios morales deben estar por encima de cualquier adhesión partidaria y no dependen del voto de la mayoría. Porque lo que está mal, está mal, aunque todos los hagan. Y lo que es correcto, es correcto, aun cuando nadie lo haga.

Este sábado 28 de noviembre a las 15 horas los argentinos de bien, que defienden el valor de la vida y no le desean la muerte a nadie, nos haremos presentes en el Congreso de la Nación y en todas las plazas del país a decir nuevamente que Argentina quiere vida.

Que en estos días, como seguidores de Jesús, seamos verdaderamente «sal y luz» para esta sociedad. Que, como hijos del Padre, podamos encarnar y mostrarle al mundo el ADN que caracteriza y define al Creador: su amor. Recordemos que no estamos para juzgar, criticar, ni condenar. Estamos para ser luz en medio de las tinieblas, y para defender la verdad en medio de tanto relativismo. Pero recordando siempre que somos llamados a impartir esa verdad reflejando siempre el amor de nuestro Maestro.

Una sociedad es más humana, más justa, y más inclusiva, cuando defiende los derechos de todos los humanos en toda su integridad y dignidad. Dios bendiga a cada militante y defensor de la vida.

Espejito, espejito, el efecto de las redes

like

Muchas veces hemos predicado y hablado sobre este versículo: “Dios mira el corazón”, pero la realidad es que las personas miran lo externo, es decir la apariencia. La gran pregunta es: ¿Qué ven cuando nos miran? Lo que nos lleva a un segundo interrogante: ¿Qué es lo que nosotros mismos vemos, cuando nos miramos en nuestro nuevo espejo?  ¡Acertaste!… estoy hablando de las redes sociales. ¿Somos realmente eso que vemos?

Cómo cambiaron nuestra vida las pantallas o, mejor dicho, ¡cuánto la expusieron!

A veces no sabemos si reír o llorar por lo que vemos en ellas, lo dejo a criterio de cada uno… pero la realidad, al menos la de muchos, es que tratamos de mostrarnos de la mejor manera, exponemos nuestra mejor versión. Elegimos las fotos “más lindas”, en la que nos producimos más, esas en las que mejor salimos.

De hecho, muy pocas veces en todos estos años vi fotos de auditorios semivacíos. Tampoco subimos fotos cuando estamos mal vestidos o cuando hemos discutido con alguien. Casi siempre, subimos fotos con los auditorios completos o con muchas personas en el Zoom o el vivo.

En otras ocasiones publicamos fotos de la gente llorando en respuesta a un poderoso sermón y a un “exitoso llamado”. ¿Qué es lo que intentamos mostrar? ¿Por qué lo hacemos? ¿Será que mostramos una imagen que no tenemos?
Claro, el tema es que si nos mostramos tal cual somos, sin maquillaje, sin la ropa cool, sin los auditorios llenos, es probable que tengamos pocos like, entonces de a poco y muy sutilmente, sin querer o queriendo, comenzamos a depender de la aprobación de los demás, de los likes, y comenzamos a subir aquello que la gente aprueba, no lo que verdaderamente somos o pensamos.

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Vernos como Dios nos ve

¿Nos gusta lo que vemos de nosotros? ¿Es nuestra verdadera imagen? ¿Por qué la disfrazamos tanto? Te invito a reflexionar sobre uno de los jueces más miedosos en sus comienzos: Gedeón. Recordemos a Gedeón, una persona que por lo que nos narra la Palabra en Jueces 6, vemos que tenía grandes problemas de identidad. Estaba escondido y con mucho miedo a causa de los madianitas, el gran enemigo en ese tiempo. Este joven se miraba en el espejo y no veía su mejor imagen, ni era lo que hubiera querido ver, pero era su triste realidad y la de su pueblo.

Me imagino a Gedeón en esos tiempos. ¡Cuántas ganas tendría de subir una foto a Instagram mostrándose vencedor y sin la opresión de los enemigos! Y quizás, con los demás se mostraba sin temores, como nosotros en muchas publicaciones.En esa situación Dios se le aparece y le muestra una nueva publicación, una foto de su futuro no muy lejano. El Señor le enseña una selfie en “modo victoria” desde el mismo campo de batalla. Estaban festejando porque habían derrotado a ese ejército enemigo tan numeroso. ¡Y con trescientos hombres nada más!, ¡sí… solo trescientos!

Comenzaron con muchos soldados, pero el miedo hizo que algunos abandonaran. Así que con muy pocas personas vencieron al enemigo. En esta selfie Gedeón aparece como un varón esforzado y valiente. Claramente él no se veía de esa manera en su espejo, pero Dios sí, Él lo veía como un libertador. 

Nuestra identidad, con frecuencia y de diferentes formas, será atacada por el enemigo. Algunas veces permeando los pensamientos que tenemos acerca de nosotros mismos. Pero otras a través de palabras o acciones/actitudes de quienes nos rodean o hasta de personas cercanas y también en la manera en la que las interpretamos. Sin importar de qué forma ocurra, no escondamos lo que nos pasa, pidamos ayuda y recordemos que nuestra identidad es en Cristo, quien vive en nosotros.

Aumentó la persecución de cristianos en la India en los últimos meses

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Según datos aportados por la organización Persecution Relief, quien se dedica a ayudar a la iglesia local en países asiáticos y de oriente, advirtió en un reporte la situación en la que se explica que entre enero de 2016 y abril de 2020 se registraron 1.961 casos de homicidios por odio contra iglesias evangélicas.

Shibu Tomas, fundador de la ONG, dijo que los casos registrados son solo una pequeña parte del total de incidentes que sufren. En el portal Rome Reports detalló el suceso más reciente “se habían reunido unos 30 creyentes en un lugar alquilado para una ceremonia. Era casi de noche, cuando unos cuantos fanáticos entraron y tomaron al pastor por el cuello. Les pidieron a todos que se fueran, diciendo que a partir del próximo domingo nadie debería ir allí. Tenían serpientes en sus manos y les decían qué, si no se iban de ese lugar, dejarían las serpientes allí para que los mordieran”.

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El pastor Shibu Tomas en video conferencia para medios locales.

Incremento del odio

Durante la pandemia del coronavirus los casos no se vieron reducidos. Por el contrario, los extremistas musulmanes identifican y atacan a los cristianos que brindan ayuda social a los necesitados durante la dramática situación global. Además, la ONG registró un rápido incremento en atentados que incluyen abuso físico y verbal, quema de biblias y destrozos en establecimientos.

Shibu explicó que “si una organización cristiana misionera lleva suministros para dar comida a los pobres, inmediatamente las personas del pueblo les dicen: ‘ustedes vienen solo para convertir a la gente’. [… ] Es una situación muy peligrosa».

Los cristianos de la India, siguen viviendo su misión evangelística a pesar de las constantes amenazas y persecuciones. Pese a la persecución Shibu Thomas declaró “el punto más importante es que no debemos tener ningún odio hacia los perseguidores, porque esa es la cualidad de un verdadero cristiano”.

Cristianos despiden en sus redes a Diego Maradona

Diego Maradona

Luego de conocerse la noticia de la muerte del astro deportivo, varios usuarios expresaron su pesar.


En el ámbito evangélico también se reflejó la nostalgia que se vive por estas horas, y varios usuarios hicieron publicaciones sobre la muerte del ex capitán de la selección argentina. Algunos recordaron al héroe popular con palabras emotivas relacionadas a su trayectoria deportiva, la cual logró superar las diferencias políticas, religiosas y sociales.

Chris Mendez, pastor de Hillsong Buenos Aires, dedicó unas palabras concisas pero cargadas de emoción en su cuenta, «crecí en Australia viéndote hacer magia en el campo de juego. Madrugábamos con mi papá para verte jugar. Jamás me olvidare cuando te conocí y me firmaste la camiseta en el 93 cuando jugaste el repechaje en Sidney! Gracias por tanto, el fútbol te extrañará!».

El pastor Guillermo Prein, arrancó con una breve introducción bien sentida en su muro personal de Instagram y escribió “un día…La noticia cortó el día por la mitad. La carrera alocada que cada día disputamos, se detuvo. Un día, hoy, el alma se nos llenó de emociones y recuerdos. Lo vamos a extrañar”. Y luego citó el pasaje de Tesalonicenses 4: 13-17 para terminar con un esperanzador saludo “Chau Diego, por fe un día nos volveremos a encontrar”.

En una emotiva publicación, la cantante Nair García expresó “¿alguien de nosotros los que conocemos a Dios se puso a pensar que Diego vino desde la eternidad creado por Dios para ser feliz y hacer feliz a miles jugando el fútbol?”, invitándonos a tener una mirada más profunda sobre las personas, sin dejarnos llevar por el juicio o prejuicio que se genera alrededor de ellas.

A pesar del estilo de vida que Maradona llevó a lo largo de toda su vida, controversial y polémico en muchas ocasiones, varios cristianos optaron por expresar palabras de afecto y agradecimiento sobre su persona y su legado.

LA MUERTE DEL 10

Murió Maradona
Argentina

La conmoción mundial por la muerte de uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos se siente. A los 60 años, Maradona no pudo gambetear a la muerte como tantas veces lo había hecho antes.

La imagen del 10 colapsó todas las redes y medios de comunicación del planeta. El mundo llora por estas horas a Maradona y le da un lugar destacado en la agenda global. El diario inglés The Sun tituló «Uno de los mejores que jamás haya jugado el hermoso juego. QEPD, Diego Maradona»El New York Times publicó «Diego Maradona, uno de los mejores jugadores de fútbol, muere a los 60 años»Y en Italia, una de las naciones que más marcó su carrera deportiva, La Gazzetta dello Sport encabezó en su portada digital «Maradona ha muerto: el fútbol llora al más grande de todos».

El shock es internacional, pero en el caso local es mucho más fuerte. Al punto de que en Argentina se decretaron tres días de duelo por el deceso del genio del futbol. Es que se necesitará tiempo para recordarlo, llorarlo y hacerlo perpetuo en el inconsciente colectivo de un país que lo tuvo como uno de sus máximos íconos sociales.

Los referentes del deporte mundial también rindieron homenaje. En sus redes sociales Lionel Messi expresó que es «un día muy triste para todos los argentinos y para el fútbol”. Y compartió palabras emotivas para quien supo también ser su técnico en la selección mayor, “nos deja pero no se va, porque el Diego es eterno. Me quedo con todos los momentos lindos vividos con él y quería aprovechar para enviarle el pésame a toda su familia y amigos. QEPD».

También hicieron sus respectivas publicaciones figuras como Cristiano Ronaldo, David Beckham y Ronaldo Nazario, entre muchísimos otros. Pero valen más las palabras de los que lo tuvieron cerca como técnico, compañero o, como algunos pocos pueden presumir, como amigo. Uno de ellos es el ex futbolista y compañero de selección Oscar Ruggeri, quien despidió a Maradona y reconoció que él “hizo conocida a la Argentina en cada rincón del mundo”.

La lista de mensajes es interminable, y no es para menos. A todos se nos moviliza algo dentro al caer a cuenta de que no va a estar más Diego Maradona. Se va él y se lleva sus frases, sus declaraciones, sus encuentros con la gente. Pero quedan sus goles, sus gambetas y su amor por el fútbol.

Una historia que llegó a todo el mundo

Su vida e historia tienen destellos hollywoodenses. Conmueve rememorar a aquel niño que, en un potrero de Villa Fiorito, declaró a cámara que quería jugar en la selección argentina y ser campeón del mundo. Algo que, como bien sabemos, logró con creces al ofrecer una de las mejores performances individuales de la historia en el torneo de seleccionados en México ‘86.

Maradona
Maradona con la copa Mundial de Fútbol de 1986.

Pero esa historia, la del héroe popular, surge del barro, de la pobreza, de usar su talento como medio para ayudar a su familia y, a partir de aquel esfuerzo, convertirse en un ícono del fútbol, el deporte que despierta más pasiones en todo el mundo.

Y la pobreza no es patrimonio de Maradona, tampoco de Argentina. Personas que la pelean desde abajo hay en todos lados. Por eso, probablemente, el mundo entero se identificó, de alguna manera, con su epopeya. Aunque siempre habrá detractores que critiquen el estilo de vida que llevó, la de un hombre que accedió a todo lo que uno sueña sin haber recibido primero una educación que lo sostenga, la de un tipo que peleó por todo y no le regalaron nada.

Maradona fue la máxima expresión de fútbol, y su estilo fue la representación del ADN argentino, de aquellos que viven luchando para vencer sus propias sombras, el que trata de levantarse siempre, sin importar cuántas veces caiga. No muchos más pudieron o podrán dibujarnos una sonrisa con una pelota, no muchos podrán hacernos sentir grandes a partir de un juego.

Este año se lleva muchas cosas, nunca esperábamos que también el 2020 cargue con el héroe popular, el hombre que muchos amaron y algunos odiaron. Se va el Diego, con toda su rebeldía natural que lo empujó a convertirse en la leyenda que siempre será.

Se define el cronograma parlamentario para el proyecto de ley del aborto

Salvemos las dos vidas
Debate en el Congreso

Las autoridades de las cuatro comisiones de la Cámara de Diputados acordarán cómo será el debate en las próximas semanas.

Los presidentes y sus vices de Legislación General, Mujeres y Diversidad, Salud y Legislación penal serán quienes acuerden la agenda parlamentaria de los próximos días. Aunque ya está establecido que la próxima semana comiencen las primeras reuniones.

En principio, la cantidad total de expositores sería entre 30 y 60, y que formarán parte de cuatro grandes grupos: científicos, juristas, sanitaristas y referentes éticos y religiosos. Se prevé que los primeros en exponer sean ministros del Gobierno Nacional: Ginés González García (Salud), Elizabeth Gómez Alcorta (Mujeres, Género y Diversidad) y Daniel Arroyo (Desarrollo Social). Se descuenta que los tres defenderán el proyecto de ley impulsado por el oficialismo.

Luego de las exposiciones, los diputados debatirán en comisiones el dictamen para ir después al recinto de sesiones.Se estima que esto sea antes de que termine el año, ya en el contexto de convocatoria a sesiones extraordinarias, a las que el Poder Ejecutivo convocará en los próximos días.

La marcha del sábado contra el aborto se realizará frente al Congreso de La Nación, y en centenares de localidades de todo el país, se da en el marco del fin de semana previo a las tratativas. Sin embargo, a diferencia de 2018, cuando las manifestaciones a favor y en contra se dieron durante cuatro meses, en el marco de las restricciones de seguridad por la pandemia actual, son inviables tales movilizaciones, por lo que se espera que en todo el país la ola celeste se manifieste con prudencia.

La compasión de Jesús para todos

pablo
misericordia

Jesús alimenta a los cuatro mil

 En aquellos días se reunió de nuevo mucha gente. Como no tenían nada que comer, Jesús llamó a sus discípulos y les dijo: —Siento compasión de esta gente porque ya llevan tres días conmigo y no tienen nada que comer. Si los despido a sus casas sin haber comido, se van a desmayar por el camino, porque algunos de ellos han venido de lejos. Los discípulos objetaron: —¿Dónde se va a conseguir suficiente pan en este lugar despoblado para darles de comer? —¿Cuántos panes tienen? —les preguntó Jesús. —Siete —respondieron. Entonces mandó que la gente se sentara en el suelo. Tomando los siete panes, dio gracias, los partió y se los fue dando a sus discípulos para que los repartieran a la gente, y así lo hicieron. Tenían además unos cuantos pescaditos. Dio gracias por ellos también y les dijo a los discípulos que los repartieran. La gente comió hasta quedar satisfecha. Después los discípulos recogieron siete cestas llenas de pedazos que sobraron. Los que comieron eran unos cuatro mil. Tan pronto como los despidió, 10 Jesús se embarcó con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanuta. (Marcos 8:1-10 NVI)

Jesús estaba con un grupo de personas que estaban con Él, pero no pensaban como Él. Vos podés estar con Él pero eso no es garantía de que pienses como Él lo hace. Jesús desafió la vida de sus discípulos para que encontraran quiénes realmente eran y lo que podían hacer, pero con su misma compasión.

Esta es la segunda alimentación, en la primera, a los cinco mil, la mayoría de ellos eran judíos. Pero en esta oportunidad estaba lleno de gentiles, de personas que no eran judías, por las cuales Jesús demostró una profunda compasión y un profundo amor.

Cuando Jesús alimenta a los cinco mil, el diálogo es genial, los discípulos dicen: “Tienen hambre y no hay qué comer, ve Jesús y despídelos” (ver Marcos 6:35-36). Los discípulos fueron a hablar con Jesús, a decirle lo que tenía que hacer y cómo lo tenía que hacer. Se parecen a nosotros, cuando lo mandamos de acá para allá, a resolver nuestros problemas, a suplir nuestras necesidades y prioridades.

gracias
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Lo que entre líneas le dijeron fue “Ve a dar la cara y despídelos, diles que se terminó todo, porque no hay plata, no hay ganas, no hay fuerzas y tenemos hambre y sueño”.
Entonces Jesús les dice: “Denles ustedes mismos de comer” (Marcos 6:37). Los discípulos fueron con una carga y salieron desafiados. Nuestra oración muchas veces es “Señor, ¿tú no ves el hambre en Somalia, la injusticia y los adictos?”, y el Señor nos responde: ”Sí, lo veo, vayan a predicarles”.

Oramos y le reclamamos, como si Él no supiera lo que sucede, pero Dios está buscando hombres y mujeres que se levanten a cambiar la realidad, que tengan su compasión: “Denles ustedes mismos de comer”. La pregunta es, ¿podían los discípulos dar de comer a la multitud? ¿Realmente podían hacerlo? Si Jesús les dijo que lo hicieran, era porque lo podían hacer.

El Señor nos desafía

Dios nunca nos va llevar a fracasar ni a hacer el ridículo, Él nos lleva de victoria en victoria para mostrar su poder a la gente y que lo conozcan a través de nuestra vida. Tú puedes hacer todo lo que Jesús dijo que podías hacer.
El tema somos nosotros, el lugar de dónde hemos venido, y Él lo sabe, sabe en dónde hemos estado, cuál es nuestro origen.

Hay quienes han venido a Jesús pero en su mente, su manera de pensar todavía está lejos del corazón de Dios.

Los discípulos estaban cerca de Él, habían venido pero estaban lejos de entender lo que Jesús quería hacer. Cristo sabe nuestra necesidad, se dio cuenta de lo que la gente no tenía. Él no quiere dejarte como has llegado, Él quiere llenarte, quiere fortalecerte para que no desmayes. Él sabe dónde estamos y de dónde hemos vendido, aunque nosotros no lo tengamos muy claro.

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