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Javo Romero: La Pascua es decir: “No te olvides de la Cruz”

Hoy te traemos un nuevo episodio en nuestro living donde Sebastian Liendo charló con Javo sobre su rol en IBRP, la importancia de aprender de la sabiduría de los mayores, la madurez en la fe y las Pascuas.

Hoy te traemos un nuevo episodio en nuestro living donde Sebastian Liendo charló con Javo sobre su rol en IBRP, la importancia de aprender de la sabiduría de los mayores, la madurez en la fe y las Pascuas.

Su rol como decano en IBRP

Javo se mostró muy contento al hablar sobre su vocación y lo que hoy está realizando desde su lugar: 

Estoy en un momento, más que nada en lo personal, de transición. Estuve como pastor de jóvenes junto con mi esposa por doce años en nuestra iglesia local. Entendimos que era la etapa de dar un paso hacia delante. Sabíamos que desde nuestro grupo de líderes habían salido los pastores de adolescentes, jóvenes, adultos, y dijimos “es tiempo de dar un paso hacia delante para dar lugar”.

Esto tiene que ver con algo que comprendimos hace un tiempo, esto de trabajar en favor de lo que viene, de proyectarnos hacia lo que viene. A veces, nuestra escuela es más de “morir con las botas puestas”, pero hace un tiempo comencé a entender esta idea de que la sabiduría está en saber sacarse las botas a tiempo y ser plataforma para que otros crezcan. Mi tarea, básicamente, es traducir a los de 20, de 60 y de 70.

Y en ese proceso, también estuve como director de jóvenes en el ámbito nacional, dentro de nuestra fraternidad, Jóvenes UAD, unos nueve años, lo que también implicó todo un proceso de cambiar una manera de trabajar y proponer una nueva forma: federalizar el trabajo, hacer más eventos chiquititos, ir al interior, trabajar con liderazgo. 

SL: ¿Hace cuantos años sos decano?

JR: Creo que llevo 13 años como decano, y en ese proceso, estamos en lo que tiene que ver con la formación, con dar recursos para las nuevas generaciones que tienen un llamado, que aspiran a dedicar su vida a lo que entendemos como el ministerio. Y dentro del IBRP, estamos siendo parte de la formación y preparación de un montón de obreros que las iglesias nos confían.

Sabiduría generacional

SL: Cuando la gente grande empieza a trabajar, obtiene de ello una fuente de sabiduría. Es importantísimo. Me pasa en este último tiempo que busco disfrutar la fuente de sabiduría, la cual, entendemos, es primeramente Cristo, quien te conduce a la verdadera sabiduría.

Saber valorar esas fuentes de sabiduría posiciona al Cuerpo y trae honra por aquello que Dios depositó en esa gente, en su vida y trayectoria. Ahí empieza a caminar en armonía la nueva generación, todos los nacidos de nuevo.

JR: Todos los que compartimos un mismo tiempo en un espacio somos parte de la nueva generación. No tiene que ver con edades, y requiere entender también que ningún miembro es descartable.

SL: Nadie se jubila.

JR: Nadie se jubila de su vocación. Todos somos hijos y desde ahí fluimos en distintos llamados, ministerios, dones, porque no hay jerarquización de dones. Pero esto tiene que ver también con acercarnos, porque hay oportunidades que a veces hemos perdido. Creo que necesitamos escuchar a los mayores. Aprendamos a los pies para recuperar el espíritu pionero, el de los iniciadores, los que dieron todo, esa generación de Abraham. Como bien dice un amigo mío, el llamado de Abraham fue a salir. No tenía que ver con resultados, o con una evaluación de cómo vamos a llegar, ¡no! El llamado de Abraham fue a salir, y nosotros somos hijos de una generación que sembró su tierra saliendo, y a veces hemos perdido esa iniciativa de decir simplemente “sí”.

La importancia de la madurez en la fe

JR: Uno es maduro cuando reconoce sus limitaciones, cuando sabe decir “hasta acá llego” o “no me expongo a esta situación porque me va a ir mal”. Pero reconocer mi limitación es fruto justamente de madurez en la fe y en lo que somos; es tener claro qué puedo y qué, no. 

Y creo que justamente es ahí donde necesitamos al otro. Lo bueno de vivir en interacción en el Cuerpo es que al “hasta acá llego yo”, le sigue “desde acá seguís vos”. Entonces, no sos vos O yo, somos TODOS nosotros, que nos necesitamos para que Cristo, que es la Cabeza, fluya en todos nosotros.

Por ejemplo, necesito hermanos con el don de la hospitalidad que estén en la puerta del templo. Los necesito porque son parte del mensaje de lo que nosotros estamos dando como Iglesia. Somos parte de un Cuerpo, nos necesitamos. En la concepción de Iglesia, no somos un espacio competitivo, sino uno colaborativo, donde quizás el énfasis no está en el resultado, sino en lo que somos.

Entonces, si queremos hacer Iglesia o vivir el Cuerpo de Cristo con base en los resultados, nos vamos a frustrar mucho. A veces el trending topic nos marca. Por eso es que se dice que los liderazgos horizontales demoran un poco más en alcanzar los objetivos, pero forman personas, hay discípulos.

Los liderazgos verticalistas quizás llegan más rápido a los resultados, pero nadie se forma. Hay una sola voz y todos la siguen. Preferimos concebir el Cuerpo desde la horizontalidad, entendiendo los dones, porque aun cuando hay uno que tiene el don de presidir, todos fluimos, todos interactuamos.

SL: Es cuestión de asegurar una naturaleza también, porque si hay algo que entendemos es que no formamos líderes, ni siquiera personas: formamos a Cristo. Y al hacerlo, aseguramos la naturaleza del liderazgo, de manera que todo cuanto hagamos, aun lo más cotidiano y común, todo sea para la gloria de Dios.

Jesús y las Pascuas

JR: Entiendo que la Pascua, como nuestra identidad, tiene que ver con lo que nosotros somos. Es el salto a la libertad que Cristo nos dio. Es esa identificación con la Cruz, con una vida lavada por la sangre del Cordero y presentada delante del Padre. Es Cristo jugándose por entero en favor de nosotros y diciendo: “Acá están los redimidos”.

Y tener la Pascua presente es tener la Cruz presente. Es nuestro punto de partida para la vida. Quien comienza a descalificar la Cruz, a asumirla como un evento más, como parte de nuestras tradiciones, y le saca la real importancia que tiene para nuestra fe y para nuestra vida cristiana, se aleja de Jesús, se aleja de la revelación del Hijo que tiene que ver con Cristo.

Entonces, la Pascua es decir: “No te olvides, mira el sacrificio, mira la sangre vertida, mira al Cordero inmolado en favor de ustedes”. Tiene toda su historicidad en el pueblo de Israel con la salida de Egipto, con la liberación de la muerte. Es Cristo.

Y yo digo siempre en relación con el apóstol Juan: si tocabas a su Cristo, Juan saltaba con todo; por eso existe 1 Juan, ese tratado de la defensa de la cristología. “No lo toquen, porque nos quedamos sin nada”. Sin Él, pasamos a ser un club social, un grupo de tradiciones y de costumbres, un gran grupo de autoayuda.

Cristo es la sustancia, es la vida misma de la Iglesia y tiene que ver con nuestra expresión de la fe. Por eso, tomando lo último que dijiste, me gusta Pablo. Cuando Pablo, en una de sus últimas cartas, mira hacia atrás, dice: “A quien sirvo con una conciencia limpia, como lo hicieron mis antepasados”. Es estar en la misma línea.

Cambian las formas, los contextos, las expresiones culturales, la estética; pero es la misma forma de servicio. Pablo mira hacia atrás, tal vez a lo que se inició en Abraham, y está diciendo: “yo estoy en la misma línea”.

Te dejamos la entrevista completa:

Libres del estorbo de la ansiedad

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Siendo libres de la ansiedad

Probablemente hayas escuchado esta palabra, probablemente la hayas atravesado, quizás la veas en gran medida en otros. Pero estando en Cristo, ¿cómo es que este síntoma aparece? ¿Cómo somos liberados de ella?

En el libro No te rindas, Kyle Idleman comienza analizando esta problemática comparándola con el funcionamiento de una «montaña rusa atascada». Si bien no es una circunstancia que suceda tan a menudo, es más frecuente de lo que pensamos.

Analicemos este ejemplo: El carro llega hasta arriba, y cuando los pasajeros ya están listos para sentir mariposas en el estómago, no pasa nada. Se queda trabado, los pasajeros miran hacia abajo, con el estómago revuelto. Pueden caer hacia el vacío a alta velocidad en cualquier momento. O no. Las manos que antes alzaban al viento, ahora se aferran al arnés, pálidas. Durante cuarenta y cinco minutos los pasajeros están suspendidos en el aire. Abrumados, asustados y con mucha ansiedad.

¿Cuáles son los síntomas de la ansiedad?

Generalmente, miedo, nerviosismo, irritabilidad, insomnio y sentirse abrumado. Pero aun hay más: dificultades respiratorias, dolor en el pecho, problemas de concentración, malestar digestivo, dolores de cabeza, insomnio, tensión muscular y baja energía. Puede causar también pensamientos perturbadores y obsesivos, pérdida de la memoria y olvido. Es capaz de ejercer un gran efecto en tus emociones y sobrecargar y alterar los sistemas de serotonina y dopamina del cerebro. Puede causar agitación, ira y una sensación general de mal humor, cambios de ánimo, soledad, tristeza y depresión. Incluso, llega a ocasionar olor corporal y pérdida del cabello.

Para algunas personas, la ansiedad se manifiesta en forma de síntomas físicos.

Puede escabullirse y ser la verdadera causa de dolores y rigidez corporal, así como causar problemas de presión arterial y de circulación, desequilibrio hormonal, hipertensión, migrañas y aumento o pérdida de peso. Piensa en casi cualquier cosa mala, y te aseguro que la ansiedad puede llegar a estar detrás de ella. 

Kyle Idleman explica que la mayoría de estos síntomas tienen como resultado “darse por vencido”. Al igual que con cualquier otro peso que carguemos, el peso de la ansiedad puede llegar a ser tan gravoso como para hacernos sentir que es imposible seguir adelante. En un grado u otro, la ansiedad es un peso que todos cargamos.

El escritor de No te rindas dice: “Dondequiera que estés en el espectro de ansiedad, creo que Dios quiere quitar el peso que has estado cargando. Si pudieras aprender a entregárselo, comenzarías a correr tu carrera de otra manera. Imagina sentirte fuerte, desinhibido y libre en lugar de aplastado por tu carga. No es algo fácil”.

Idleman comenta que a medida que la nueva comunidad cristiana fue creciendo, los seguidores de Cristo comenzaron a sentirse estresados y abrumados. Pedro, discípulo de Jesús, que alguna vez había sido pescador pero ahora era líder, les escribió para animarlos frente a los posibles arrestos y ejecuciones por parte del emperador Nerón. 

Él comienza su carta y se dirige a los lectores como “los elegidos por Dios que viven como extranjeros en las provincias” (1 Pedro 1:1, NTV). Fueron expulsados de sus casas; muchos de ellos vivían como refugiados. Habían perdido sus trabajos. Sus posesiones fueron confiscadas, y los forzaron a separarse de sus amigos y familiares. Es demasiado el peso que están tratando de cargar mientras corren la carrera. 

Esto es lo que Pedro les dijo: “Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes” (1 Pedro 5:7).

Pero si te sientes superado por el peso que cargas, un versículo como este no parece ser de ayuda cuando alguien te lo presenta. Suena un poco ingenuo y, tal vez, incluso un tanto ofensivo. Quizás para algunos este versículo resulta un poco simplista e ignorante. Pero ¿y si realmente creyéramos esa última parte? Que el Dios de toda la creación se preocupa por uno. Puedes pensar que este versículo es inútil o, en cambio, muy poderoso. 

Todo depende de lo que creas acerca de Dios. ¿Crees que Dios se preocupa por nosotros? ¿Que se puede confiar en Él? Kyle Idleman opina que la voluntad que tengamos para creer en un versículo como este tiene mucho que ver con lo que estemos pasando en nuestra vida hoy. 

Tenemos pruebas de que el mismo Pedro experimentó momentos en los que no estaba tan seguro. En el capítulo 4 del libro de Marcos, podemos leer de la ocasión cuando Jesús les dice a sus discípulos que suban a la barca y crucen al otro lado del lago. De repente, viene sobre ellos una gran tormenta y las olas comienzan a azotar la barca. 

Hay que tener en cuenta que varios de los discípulos son pescadores; ya han atravesado algunas tormentas. Pero esta es diferente. La Biblia nos asegura que estaban aterrorizados. En medio de la tempestad, uno de ellos nota que Jesús está durmiendo sobre un cabezal, en la popa de la barca. Simplemente toma una siesta. En estado de pánico, Pedro y los discípulos comienzan a sacudir a Jesús. “¡Despierta! ¡Despierta!”. Y esta es la pregunta que le hacen: “¿No te importa que nos ahoguemos?” (Marcos 4:38).

Esa es exactamente la pregunta que le harías a Jesús: “¿No te importa?”. Si te importa, ¿entonces por qué dejaste que nos subamos en esta barca? ¿Por qué nos permitiste comprar esta casa? ¿Por qué nos permitiste mudarnos a esta ciudad? ¿Por qué me dejaste aceptar este trabajo? ¿Por qué dejaste que me casara? Si te importara, no estarías durmiendo. ¿No te importa que nos estemos ahogando? ¿Que tenga esta deuda? ¿Que viva en amargura? ¿Que viva en soledad? ¿Que esté decepcionado? Si te importara, harías algo al respecto. 

A Pedro y a los demás discípulos les costaba creer que a Dios sí le importaba, porque estaban haciendo lo que solemos hacer siempre: medir el grado de preocupación de Dios por nosotros de acuerdo a cuán fuerte está lloviendo. 

Cuando Pedro decía “Echa tu ansiedad sobre Dios”, se refería a “transferir, entregar”, o si queremos ser más literales, “transferir el peso”. A veces, las personas hablan de dejar ir la ansiedad, y dicen: “Si te has aferrado a todas estas preocupaciones e inquietudes, solo abre las manos y deja que la ansiedad se vaya”. Pero si estás en el gimnasio, acostado en un banco y sosteniendo una barra con mancuernas, soltarla no sería la mejor opción. Si simplemente sueltas el peso, te aplastará.

Pedro no dice que solo lo soltemos; él dice que lo transfiramos. Dejemos que Dios tome la carga que te ha estado reteniendo y lentificando, diferentes tipos de peso. ¿Hay algo a lo que te estés aferrando y necesites entregárselo a Dios?

Nuestra cabeza se marea entre tantas alternativas. Queremos que Jesús aparezca y nos diga qué hacer. En cambio, Él nos dice qué no hacer. “No se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas” (Mateo 6:34). Muchas de nuestras ansiedades entran en la categoría de mañana. Ahí es donde podemos marearnos en la cantidad de posibilidades que existen. Jesús nos dice: “No hagas eso”. Esas preocupaciones seguirán allí mañana, así que hoy vive el momento.

Cristo nos anima a descansar en Él.

Jesús dijo: Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana.

Mateo 11:28-30

En un mundo en donde nos enseñan que la libertad se consigue con el fruto de nuestras propias fuerzas, la Palabra nos recuerda una y otra vez que nuestra vida debe estar en constante reposo, para que nuestro Señor se ocupe de nuestra vida.

Explosión cristiana: Iglesias en Reino Unido se multiplican tras la llegada de inmigrantes

Los inmigrantes cristianos han traído consigo un crecimiento numérico veloz entre las iglesias.

Los inmigrantes cristianos han traído consigo un crecimiento numérico veloz entre las iglesias.

Reino Unido ha sido de los que han experimentado este gran cambio, ya que, en la actualidad, más de una sexta parte de la población nació en otro país, y la migración sigue creciendo. Los números hablan de que, en 2022, el país recibió alrededor de 504.000 extranjeros.

El crecimiento cristiano llama la atención, especialmente después de varias décadas en que la Iglesia en Reino Unido no era vista con buenos ojos, cuando el cristianismo cultural dio paso al progresismo liberal secular.

Actualmente, la migración masiva ha beneficiado a la Iglesia en, al menos, cuatro formas, según el pastor John Stevens, director nacional de la Fraternidad de Iglesias Evangélicas Independientes.

Para 2021, el 46% de los residentes del Reino Unido se identifican como cristianos, pero solo el 2 o 3% de la población son seguidores evangélicos, ya que varias denominaciones históricas importantes se enfrentan a un declive preocupante que puede considerarse irreversible.

La migración representa un gran avance en cuanto a la detención de la decadencia del cristianismo en el país; existe un aumento en la cantidad de iglesias de minorías étnicas y negras, que ahora son algunas de las congregaciones más vibrantes.

La encuesta realizada por la Alianza Evangélica revela que alrededor del 25% de los cristianos practicantes en el Reino Unido son morenos. Stevens dice que el cristianismo blanco está en declive en el Reino Unido; sin embargo, la migración de cristianos evangélicos implica que la fe está prosperando.

El año pasado, aproximadamente 123.000 personas emigraron al Reino Unido desde Hong Kong, muchos de ellos cristianos, y más de 600 iglesias les dieron la bienvenida.

Stevens explica que, de los londinenses encuestados, el 62% se identificó como “religioso”, en comparación con el 53% en todo el país. Además, el 38% de los cristianos en Londres informaron asistir a un culto al menos una vez al mes.

Esta misma expansión, según Stevens, permitió a la Iglesia manifestar el poder reconciliador del Evangelio:

“La gloria del Evangelio es que reconcilia las divisiones entre la humanidad como resultado de la caída. La comunidad de la Iglesia debe mostrar al mundo el poder del Evangelio y el plan salvífico de Dios. Por supuesto, la reconciliación se puede demostrar dentro de una comunidad monoétnica, por ejemplo, entre personas de diferentes clases, edades o géneros. Sin embargo, la reconciliación étnica entre quienes han sido históricamente hostiles entre sí es aún más evidente”, explica Stevens.

Además, agregó: “Algunos todavía anhelan una época pasada de mayor homogeneidad. Sin embargo, desde mi punto de vista, la migración masiva ha sido una bendición providencial de Dios, tanto para la nación como para la Iglesia”.

“La iglesia del Reino Unido es más rica como resultado, y mi oración es que Dios use nuestra creciente diversidad étnica tanto para traerla más a la semejanza de Cristo como para traer el crecimiento del Evangelio, incluso el avivamiento, a la nación”, finalizó.

Samuel Nielsen: «Un misionero reproduce los frutos que primero dio en su iglesia local»

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Constantemente las Escrituras hablan de las naciones, de llevar el Evangelio a los distintos puntos de la tierra, es por eso que en los estudios de La Corriente se abrió el espacio para profundizar en el tema, y esta vez el entrevistador Joaquín Cabañas conversó de primera mano con el misionero Samuel Nielsen, tocando distintos puntos importantes del trabajo misionero y los objetivos que Cristo tiene para aquellos que son enviados a distintas ubicaciones en la tierra a anunciar las buenas nuevas de Jesús.

La iglesia perseguida

Samuel Nielsen: Comencé a darme cuenta que en realidad lo humano es humano en cualquier lugar y el diablo es el diablo en cualquier lugar. Hoy veo que no hay una iglesia que sea mejor que la otra. La iglesia es perseguida, ya sea en el Medio Oriente o acá en Occidente. Somos perseguidos de distintas maneras. El diablo está intentando llevar a cabo su agenda, así mismo como Dios está llevando a cabo todo lo que Él dijo, que “ninguna de sus palabras va a pasar”. Creo que sí son contextos diferentes, y cada contexto tiene tiene pros y contras que son totalmente diferentes, pero no podemos perder de vista. Y esto lo digo principalmente para mí o para quienes vemos mucho la iglesia allá (en Medio Oriente), porque en realidad pasan cosas sobrenaturales.

Samuel Nielsen bautizando a un Musulmán redimido.

La familia para cristo

Entiendo y disfruto de este momento en que mis hijos son pequeños y me necesitan, de nuestro tiempo con mi esposa. Y al fin y al cabo, si yo ganara mil millones de musulmanes para Cristo, pero no veo a Cristo en mi familia, en mis hijos, realmente no tiene sentido. Y gracias a Dios son esas las cosas que hemos aprendido las generaciones de hombres y mujeres de Dios que han fracasado y han acertado, y también nos han enseñado, no nos han dejado este legado de cómo ministrar la Iglesia del Señor de manera sabia, también juntamente con nuestra familia. Gracias a Dios que la mayoría de pastores o en Latinoamérica hemos entendido la revelación de que realmente nuestra familia es nuestro primer ministerio. Así que entendiendo eso se me hace mucho más fácil no desesperarme por todo lo que está pasando allá y disfrutar. Esto es un gran desafío con mi familia servir en esto que el Señor les ha encomendado. 

Samuel Nielsen

La importancia de la iglesia local

Samuel Nielsen: Me ha tocado ver muchos misioneros que están sirviendo y haciendo mucha obra social, lo cual es bueno y es un recurso para poder evangelizar luego, hay que llegar al fin último que es discipular realmente.

Lo que nosotros queremos hacer es discipular gente, no es ni siquiera evangelizar nuestra meta y ni siquiera es el asistencialismo. Si hacemos asistencialismo es porque queremos evangelizar, para poder discipular. Entonces yo creo que por muchos años el asistencialismo social y la evangelización han sido como el gol de la iglesia, la tarea en donde poníamos todo nuestro énfasis. Y creo que uno de los desafíos es poder llegar al entendimiento bíblico de los protocolos de envío de personas quienes van a establecer el Reino de Dios en las naciones.

Y creo sinceramente que las personas quienes han dado fruto en su iglesia local, gente que ha discipulado a otros acá, en Occidente, gente que ha comenzado un grupo en su casa, una célula, gente que tiene fruto acá en Occidente, da fruto allá, en Oriente. Necesitamos preparación, como aprender un idioma, necesitamos aprender de cultura, historia de las misiones, etc. Pero, en mi opinión, las agencias misioneras deberían ser agencias que ayudan a la iglesia local a preparar en aspectos en lo que la iglesia local ya ha estado preparando al individuo, a la persona que va a ser enviada; que ayude, pero que sea la iglesia local quien envíe, porque muchas veces la gente de agencia va al campo misionero y reproduce agencia, pero quien es enviado por la iglesia reproduce Iglesia.

Yo creo que uno de los desafíos de la Iglesia Latina para poder alcanzar a Medio Oriente es comenzar a entender que el envío comienza en casa, comienza en la iglesia local, comienza en dar fruto en la iglesia local. 

Samuel Nielsen Junto a su esposa Sara

El objetivo misionero

Joaquín Cabañas: Pensaba en lo que dice Hechos 1:7-9, cuando Jesús habla de de ser testigos y habla de ser llenos para ser testigos. Y vos hablabas del Cuerpo de de la iglesia como el Cuerpo de Cristo. Y creo que es clave poder entender esta virtud de ser llenos del Espíritu para ser testigos de Él donde nos toque estar, ser testigos de su paz, ser testigos de su amor. Reflejando a Cristo en donde me toque estar: en mi familia, que es el primer ministerio, en la iglesia local, que es el lugar donde puede levantarse gente para llevar el mensaje que nos deja ahí, hechos desde Jerusalén, Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra. 

Samuel Nielsen: Y aparte complementar todo eso con el entendimiento de que nuestro objetivo, el objetivo de un misionero, no es la ayuda social, ni es el evangelismo siquiera. El objetivo último es el hacer discípulos. Entonces yo creo que no podemos mandar a un individuo, a un hermano hermoso, con un tremendo corazón, a una cierta institución a aprender teología en lo que sea, a que pase dos o tres años dando vueltas en distintas iglesias, buscando sponsors, buscando gente que pueda apoyarlo, y ahí lo enviamos. O sea, lo que hizo en todos esos años fue aprender teología y aprender a predicar, pero no hizo discípulos. Es decir, mandamos gente que sabe cómo predicar en la iglesia, que sabe cómo leer en una congregación, cómo predicar, pero no podemos mandar a gente a practicar allá, hay que mandar gente que tenga práctica desde acá. Entonces yo creo que si la Iglesia está creciendo en ese sentido vamos avanzando. 

Joaquín Cabañas dialogando con Samuel Nielsen

Más sobre Samuel Nielsen

El joven pastor y misionero es oriundo de la provincia de Córdoba. Sintió años atrás el llamado a misionar a los países de Medio Oriente. Después de un proceso progresivo acompañado por sus pastores, Samuel, hermano de Fernanda Nielsen, emprendió la travesía de ir a predicar el Evangelio a países de mayoría musulmana. Hoy lleva a cabo la obra con un equipo de hermanos que arriesgan día a día sus vidas para dar a conocer a Jesucristo como el Salvador de toda tribu, pueblo y nación. Actualmente trabaja en el ministerio ELAM, fundado en los años 90, que busca fortalecer y expandir la Iglesia de Cristo en la región de Irán de manera significativa. Trabaja para asistir y guiar a hermanos perseguidos en Afganistán, también se encuentra realizando una labor pastoral junto a su esposa Sara en la iglesia Beylikduzu Iranian Church.

Adoración ¿con o sin púlpito? una reflexión de Christian Canteros

La vida de Christian Canteros expresó el amor de Dios de una manera directa a los corazones de todos los que tuvieron la oportunidad de conocerlo. Su paso por esta tierra dejó canciones, mensajes registrados y escritos. Como medio tuvimos el honor de contar con algunas de sus reflexiones.

Es por eso que queremos recordarlo en esta nota que escribió para La Corriente en 2021 en la que profundizó acerca de la adoración. Seguramente traerá claridad y bendición a tu vida:

Es posible que al pensar en la adoración venga rápidamente a nuestra mente la imagen de un púlpito, de una plataforma o un escenario, que asociemos la adoración inmediatamente a ese lugar donde se centran las miradas, donde las luces y las pantallas se encienden, donde los músicos ya se prepararon con anterioridad. 

Cuánto más si el director asignado tiene gracia y está bien preparado para semejante labor… Todo estará listo para dar una buena performance de adoración ¿Pero es el único lugar donde podemos conectar nuestra necesidad intrínseca de adorar?

«A decir verdad, la adoración no se sujeta solo a un lugar físico, a canciones de moda ni a un ministerio que nos inspire Ella empieza en un sitio más íntimo, en el corazón.»

Christian Canteros, pastor del ministerio de Alabanza de la Iglesia Catedral de la Fe

Este es el centro de nuestras emociones, de nuestro intelecto y de nuestra voluntad. Siempre digo que si Dios tiene nuestro corazón, entonces lo tendrá todo de nosotros. Adorar es darlo todo.

Adoración es lo que somos, la respuesta natural a la revelación que tengamos de Dios. Por ejemplo: sabemos que Él es amor, pero solo podremos tener una experiencia con su amor cuando esa verdad se haga una realidad dentro de nosotros. Como consecuencia, nacerá de nuestro interior la más profunda y sincera adoración, allí, cuando nadie nos ve, en lo secreto, en ese ámbito íntimo donde no se puede separar lo público de lo privado. 

El lugar para dar nuestra mejor adoración a Dios es nuestra propia vida

Cuando Jesús salió de Judea para ir a Galilea decidió pasar antes por Samaria y cansado del camino se encontró con una mujer, a la cual le pidió un poco de agua. Luego de una extensa conversación ella notó que con quien estaba hablando era el mismo Mesías que estaban esperando. 

Ella misma se quiso sacar una duda esencial: ¿Dónde se debía adorar? ¿Cuál era el mejor lugar? El Maestro le dijo que ni en ese monte (Gerizim) ni en Jerusalén, donde se encontraba el templo. Podemos hacer hoy esa misma pregunta, ¿cuál es el lugar ideal para dar nuestra mejor adoración a Dios? Nuestra propia vida. 

«La pandemia hizo emerger los problemas que escondíamos debajo de la alfombra de nuestras actividades»

Christian Canteros, pastor del ministerio de Alabanza de la Iglesia Catedral de la Fe

Así como el mundo de Marta dejó en evidencia que no alcanza con hacer cosas en nombre del Señor, que lo más importante es el carácter. La pandemia nos sacó el púlpito y pudimos enfocarnos en lo verdadero: la adoración anónima. Como diría el bien conocido Marcos Brunet “Se apagan las luces que están sobre el hombre, solo tú mereces brillar”.

Adoradores sin púlpito es la generación emergente que desea vivir sin dobleces, que no le importan los lugares. Cualquier lugar es bueno para levantar el nombre de Jesús. Una generación que no busca una posición porque elige estar a los pies del Rey. El púlpito se transforma así en la consecuencia de lo vivido en lo privado, la red social más importante: “Mi relación con Dios”. 

Entonces, ya sea en el púlpito o en la oficina, en el tren o en casa, que nuestra adoración sea auténtica porque sin importar dónde nos encontremos el perfume de una adoración genuina se siente.

Venid, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante de Jehová nuestro Hacedor” (Salmos 95: 6, RVR1960).

Expresar el disfrute de su voluntad

Muchas veces solemos familiarizarnos con la palabra “disfrutar”, algo que no debemos hacer, ya que, con el paso del tiempo, nos acostumbraremos tanto a ella que perderá su verdadero significado. Hasta las palabras más simples toman otro sentido cuando la experiencia con Dios se hace realidad, por eso cuando su amor se vuelve nuestro amor, solo queda disfrutar.

Muchas veces solemos familiarizarnos con la palabra “disfrutar”, algo que no debemos hacer, ya que, con el paso del tiempo, nos acostumbraremos tanto a ella que perderá su verdadero significado. Hasta las palabras más simples toman otro sentido cuando la experiencia con Dios se hace realidad, por eso cuando su amor se vuelve nuestro amor, solo queda disfrutar.

En Lucas 15, Jesús narra la parábola del hijo pródigo, donde un muchacho le pidió a su padre que le diera la parte de su herencia para luego poder “disfrutar” de ella. Para poder entender esta historia, primero debemos tener una concepción correcta sobre la paternidad.

Por un lado, el hermano mayor, que trabaja sin disfrutar, incluso le reclama a su padre (Lucas.15:29) que toda su vida trabajó pero nunca llegó ni siquiera a disfrutar un poco. Eso es lo que hace la religión: nos lleva a trabajar sin cesar para un Dios a quien nunca podemos disfrutar por estar, justamente, trabajando. Vale decir que trabajar está bien, pero si lo hacemos sin disfrutar, se convierte en, prácticamente, un castigo. Cuando aprendemos a disfrutar del Padre, terminamos disfrutando del trabajo.

Ahora, por otro lado, tenemos al hermano menor, el hijo pródigo. Para él y su manera de pensar, disfrutar fue malgastar todo lo que tenía hasta endeudarse, perderlo todo para darse cuenta de que disfrutar no tenía que ver con cosas materiales. El disfrute no puede pasar por cuántas cosas tenemos, sino en permanecer en el amor del Padre, el cual sustenta todas nuestras necesidades.

A lo largo de las Escrituras, Dios nos plantea que existen dos escenarios: la realidad humana y la realidad divina. Constantemente, observamos que ambas realidades son paralelas. Antes de la caída del hombre, cielo y Tierra disfrutaban en una armonía perfecta, más la caída ocasionó una separación. Sin embargo, la obra en la cruz reconcilió a ambas realidades para que volvieran a ser una.

La realidad de Dios es la celestial; por ello, también lo es la realidad del nuevo hombre,, aunque estemos en la Tierra. El amor de Dios no es un escape de la realidad social. Su amor es inclusivo; no es exclusivo para un determinado grupo de personas. Ahora bien, si queremos conocer la realidad de Dios, primero tenemos que descubrir que esta es administrada, gestionada e impartida por un Padre, por eso solo Jesús puede dar a conocerla. Él es la imagen visible del Dios invisible; su vida fue y es la imagen del Reino invisible.

Amar es más que un acto; es la mismísima sustancia de su persona y solo en ese lugar es donde se produce el disfrute. Amar se traduce en ir a la cruz sin temor; ahí nos espera Él. Hechos 20.22-24 declara: 

Y ahora tengan en cuenta que voy a Jerusalén obligado por el Espíritu, sin saber lo que allí me espera. Lo único que sé es que en todas las ciudades el Espíritu Santo me asegura que me esperan prisiones y sufrimientos. Sin embargo, considero que mi vida carece de valor para mí mismo, con tal de que termine mi carrera y lleve a cabo el servicio que me ha encomendado el Señor Jesús, que es el de dar testimonio del evangelio de la gracia de Dios.

Por esto, cualquier palabra que describa el amor del Padre puede colaborar con nuestro entendimiento de él. Cuando su Hijo caminó por la Tierra, Él era el amor de Dios hecho carne. Cuanto más logramos conocer su amor, más nos damos cuenta de que amarlo se vuelve el mandamiento más importante, la única manera de permanecer en su amor.

Cuando experimentamos el amor del Padre, logramos ingresar en su obediencia. La obediencia en su amor es el fruto de conocer el amor de Dios en Cristo.

Gustavo Lara, en su libro Disfrutando el amor de nuestro Padre eterno, comentó: «Si Dios puede gobernar mi vida con su amor, entonces puede gobernarlo todo. La verdadera expresión de su realidad en nosotros es que todo lo que fuimos llamados a hacer lo hagamos disfrutando de su amor”.

Cristo no es una definición humana

Brennan Manning
Transitando los días de Pascuas con Brennan

A lo largo del tiempo, los cristianos han intentado lidiar con la realidad intimidante de la persona de Jesucristo. Lidiar en este sentido puede definirse como «nuestra respuesta personal de adaptación o ajuste que se produce tras un encuentro con el Cristo real».

La tendencia de muchos cristianos es a rehacer a Jesús de Nazaret, a inventar el tipo de Jesús con el que podemos vivir, a proyectar a Cristo, quien confirma nuestras preferencias y prejuicios.

Por ejemplo, el gran poeta inglés John Milton lo enmarcó como un Cristo intelectual que despreciaba a la gente común como una “multitud confundida, una muchedumbre de todo tipo que exalta cosas vulgares”.

Blaise Pascal escribió: “Dios hizo al hombre a su propia imagen, y el hombre le devolvió el cumplido”. En mis cuarenta años de ministerio pastoral, he visto a algunos cristianos dándole forma a Jesús a su propia imagen. En todos los casos, un Salvador terriblemente pequeño.

Jesucristo, en quien habita la totalidad de la divinidad, no ha de ser encuadrado, domesticado, definido, enterrado o desenterrado. No hay que volverlo verosímil ni inverosímil, ni tampoco se lo debe explicar ni justificar.

Tampoco hay que reducirlo a la polémica, ni ubicarlo dentro ni más allá de la creación, liberarlo, capturarlo ni educarlo. Como lo expresa Michael W. Smith en su canción:

«Jesús está sobre todos los poderes, sobre todos los reyes, sobre toda naturaleza y todas las cosas creadas, sobre toda sabiduría y todas las formas del hombre, Él estuvo aquí desde antes de que comenzara el mundo”.

Michael W. Smith, «Sobre todo».

Jesús está más allá del lenguaje, de la tentación, del aplacamiento, invocación, uso o mal uso. Está más allá de nuestro deseo desenfrenado o la inercia, nuestra esperanza o desesperanza, nuestra rectitud o nuestra maldad. No se lo puede arrinconar con palabras dulces ni a través de una persuasión amable ni del soborno. Tampoco se lo puede reducir a un juguete, un pájaro cantor enjaulado para la diversión de los niños.

Jesús es antes de todas las cosas, y todo fue hecho por él, en él y para él. Cristo escapa a toda definición humana, porque él es la imagen visible del Dios invisible.

«Cristo existió antes que todas las cosas, y todo el universo sigue su curso gracias a él. Cristo es la cabeza de la iglesia, que es su cuerpo. Él dio comienzo a todo y fue el primero en resucitar de la muerte. Entonces él es el más importante en todo sentido», Colosenses 1:17-18 PDT

Cristo, la única vida indestructible

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No podemos ignorar esta gran verdad: en Cristo opera una vida indestructible. Todo lo que hacemos en obediencia a Él permanece para siempre, ya que Él posee una “vida indestructible”. 

Y esto es aun más manifiesto, si a semejanza de Melquisedec se levanta un sacerdote distinto, no constituido conforme a la ley del mandamiento acerca de la descendencia, sino según el poder de una vida indestructible. Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec. Queda, pues, abrogado el mandamiento anterior a causa de su debilidad e ineficacia. 

Hebreos 7:15-18

  • «Nuestro Señor Jesucristo es eternamente la representación exacta del mismo ser y portador de la misma sustancia de su Padre, el Dios eternamente incorruptible».
Gustavo Lara

Después de todo, veremos al Hijo del amor de Dios que nunca se corrompió ni se corromperá, y llevará todo en rendición y sumisión al Padre nuevamente.

Todo lo que la Escritura revela de nuestro amado Señor no es nada más que una vida eterna rendida en amor y obediencia a su Padre. A lo largo de su paso por esta Tierra en carne, nos enseñó con su vida misma que necesitamos aprender a permanecer oyendo y obedeciendo al Padre.

Esto es vivir para hacer una sola cosa: oír y obedecer, como las dos caras de una misma moneda.

Para que se manifieste su divina voluntad y no haya divisiones en nuestro interior, necesitamos quitar todo lo que hemos puesto primero, es decir, todo lo que consideramos antes que a Él. Eso incluye nuestras propias vidas, con sus buenas intenciones e ideas.  

La obediencia a su voluntad

Obediencia es más que un acto; es una naturaleza, que fluye de la vida del espíritu. Existen desobedientes que eventualmente obedecen; en este sentido, la obediencia se constituye como un simple acto, pero que no tiene ningún efecto ni significado eterno. La obediencia debe partir desde lo más profundo de nuestro interior.

El propósito de Cristo era venir para hacer la voluntad del Padre. Precisamente, ese es nuestro propósito en Jesús: hacer su voluntad, y de esa manera manifestar la obra consumada del propósito eterno.

 “… para que la multiforme sabiduría de Dios sea ahora dada a conocer por medio de la iglesia a los principados y potestades en los lugares celestiales, conforme al propósito eterno que hizo en Cristo Jesús nuestro Señor…” (Efesios 3:10-11).

La familia de Cristo, como su Cuerpo, tiene una sola y grande característica: obedecer su divina voluntad.

Mientras él aún hablaba a la gente, he aquí su madre y sus hermanos estaban afuera, y le querían hablar. Y le dijo uno: He aquí tu madre y tus hermanos están afuera, y te quieren hablar. Respondiendo él al que le decía esto, dijo: ¿Quién es mi madre, y quiénes son mis hermanos? Y extendiendo su mano hacia sus discípulos, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos. Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ese es mi hermano, y hermana, y madre. 

Mateo 12:46-50

Jesús fue claro: “Todo el que hace la voluntad de mi Padre es mi hermano”. Este es el verdadero y único vínculo por el cual estamos unidos en la familia de Dios: Su voluntad. No siempre mis hermanos me tienen que agradar; sencillamente debo tener con ellos un vínculo de amor en el espíritu, por la voluntad de Dios.

Nuestro vínculo por gracia con Él es en la obediencia, por obediencia y para obediencia. Dios entró al mundo en la persona de UNO, Cristo, y por su obediencia estableció el Reino. Ahora es nuestro turno de manifestar por medio de la misma obediencia aquello que ya está establecido.

Nuestro primer nacimiento es en la naturaleza del primer Adán, que fuimos engendrados en la desobediencia; pero el nuevo nacimiento tiene lugar en una nueva vida, con naturaleza de obediencia sólo a la voluntad de Dios. La mayor evidencia de alguien que nació de nuevo es la pasión por conocer y llevar a cabo la voluntad de Dios. “¿Qué quieres que yo haga?”, como lo expresa Saulo en su conversión.

Por eso, como dije anteriormente, un ciudadano del Reino es la expresión y la extensión de la voluntad del Rey y su Reino.

¿Cómo podemos identificar a estos ciudadanos del Reino?

Viven para manifestar la voluntad de su Rey

Son gente de gobierno, teniendo en cuenta que gobernar no es un concepto, sino un estilo de vida. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, gobernamos o dejamos de gobernar las cosas que Dios nos ha entregado.

Viven con la conciencia y la confianza de que “todas las cosas ya les han sido dadas en Cristo”. Si bien no todas las cosas que Dios nos ha concedido están manifestadas, aun así, están todas entregadas.

No son gente subjetiva sino objetiva. No albergan en su interior situaciones no resueltas que los hagan prejuzgar la intencionalidad de todas las cosas.

«Como Iglesia, estamos aprendiendo de la vida de Jesucristo, que fue gobernada por un solo propósito, para hacer una sola cosa: la voluntad del Padre».

Gustavo Lara

Por todo lo expuesto aquí, podemos afirmar que estamos siendo llevados a reconciliarnos con Cristo, y en Cristo, en quien se consuma todo el propósito eterno de Dios. 

“… el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder [todo lo que hacemos en obediencia a Él, permanece para siempre, Él sustenta todas las cosas con su palabra], habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas” (Hebreos 1:3-4).

Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén” (1 Timoteo 1:17).

Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies. Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él todas las cosas. Pero luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.

1 Corintios 15:24-28

“En una ocasión, mientras Jesús hablaba a la gente, alzó la voz una mujer y dijo: ‘Dichoso el seno que te llevó y los pechos que te criaron’. Y Jesús le respondió: Dichosos más bien los que escuchan la Palabra de Dios y la cumplen’” (Lucas 11:27-28). 

Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a conocer” (Juan 15:14-15).

El actor de Hollywood Carlos PenaVega revela cómo encontró a Cristo en medio de la oscuridad

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Cantante y actor cristiano

El actor y cantante de la banda Big Time Rush, Carlos PenaVega, no solo es artista, sino también esposo y padre, así como un creyente que comparte su fe cristiana con sus seguidores.

La estrella de 33 años recientemente lanzó el libro para niños Ocean’s World: una historia isleña de descubrimiento y aventura, además de las memorias: ¿Qué pasa si el amor es el punto?: Vivir para Jesús en un mundo autoconsumo.

En una entrevista con CBN News, comentó: “Crecí siendo católico; me gustó cuando tomé la primera comunión y todo eso, pero nunca significó nada. Era solo una caja. Conocía a Dios, pero no tenía una relación”. 

El actor recordó haber salido con una compañera cristiana en la universidad y, a veces, ir a su iglesia, pero, incluso entonces, sintió que estaba cumpliendo tareas de fe pero seguía con su vida sin cambios.

Tenía claro que esto no era lo que él era, y finalmente se encontró «realmente deprimido» por estos momentos vividos.

“Me encerré en mi casa; estaba ordenando comida y me sentía miserable. Supe que había algo más para mí”.

Carlos Penavega

Terminó llamando a un amigo llamado Andrew, que recientemente le había vendido una casa, y comenzó a abrirse, preguntándose por qué Andrew siempre parecía tan feliz.

“Él estaba como ‘Oh, hombre, es que tengo a Jesús’”, recordó PenaVega. Días después, Carlos fue a la iglesia con Andrew y visitó una pequeña casa de culto en Inglewood, California. Fue entonces cuando todo cambió.

“Se acerca el pastor, predica su sermón y dice: ‘Déjame contarte una pequeña historia sobre un chico, yo mismo, que tenía 23 años y estaba consumiendo drogas»‘, relataba PeñaVega. “Y yo estaba como ‘Oh, está bien. Yo también estoy tomando drogas’. Luego dice: ‘Estaba durmiendo’, y yo pensaba: ‘Yo también lo hago’”.

Y a medida que avanzaba el sermón, PenaVega se dio cuenta de que el predicador luchaba con los mismos problemas que él, lo que le llevó a verse reflejado en la experiencia de aquel pastor. 

“Predica todo su sermón, literal y directamente en mi alma”, dijo PenaVega. “Después de que terminó, yo tenía esta sensación: ‘Esto es lo que quiero. Ahora estoy en lo alto con Jesús’”.

Después de la iglesia, Carlos comentó que llamó a todas las personas a las que había hecho daño en su vida y se disculpó.

Cuando PenaVega subió al auto, Andrew preguntó al actor si quería asistir al estudio bíblico el próximo jueves. Luego, Andrew tomó el teléfono, llamó a una chica y también la invitó, y ahí es donde la historia toma otro giro fascinante.

“Fui al estudio bíblico y la chica a la que llamó para que viniera al estudio bíblico por primera vez resultó ser Alexa”, dijo PenaVega, señalando que el encuentro casual lo llevó enamorarse de Alexa Vega, conocida por su papel de Carmen Cortez en la trilogía infantil Mini Espías, a casarse y construir una familia. Él lo llamó una «bendición» para crecer juntos en su fe.

Ahora, la familia PenaVega tiene tres hijos, y ambos son actores de Hollywood. Pero, al final del día, dijo que sus verdaderos esfuerzos están dirigidos a alcanzar a las personas con el Evangelio.

“Siempre le digo a la gente que actuar, cantar y todo esto, para mí, es un pasatiempo. Mi trabajo es difundir el amor de Dios a todos. Esa es mi labor. Todo lo demás es afición”, dijo Carlos. Además, agregó: «Realmente creo que Dios tiene un gran llamado en mi vida y la de Alexa, y vamos a seguir adelante».

Juan Zuccarelli: «Jesús está en las cárceles»

Entrevistamos al fundador de la primera iglesia en el penal de Olmos y de la obra evangelística más extensa en las prisiones del conurbano bonaerense.

El reverendo y pastor del Ministerio Cristo la Única Esperanza Olmos (Mini CLUE), es uno de los pioneros en todo el mundo en lograr establecer pabellones evangélicos en las prisiones. En exclusiva dialoga con La Corriente sobre la experiencia de llevar a cabo su llamado desde sus inicios, hasta llegar a ser un referente internacional en cómo fundar iglesias dentro de los penales.

Zuccarelli relata que en el año 1983 se encontraba en la plaza Moreno, la principal de la cuidad, cuando sintió que Dios habló profundamente a su corazón. En ese momento se dedicaba a realizar campañas evangelísticas en la calle. El ministro cuenta que “ese día Dios me habló para ir a predicar a la cárcel. Para mí era una situación un poco extraña porque nunca estuve involucrado con personas del ambiente, tampoco estuve preso, ni tampoco mis familiares”.

El pastor nunca había pasado cerca de una prisión, pero afirma que sintió un llamado muy fuerte de parte del Señor. No dudó y lo habló con la esposa, oraron y comenzaron a buscar a Dios. El reverendo cuenta que “clamamos hasta que empecé a tener una real compasión por los presos”. Y añade que “era una tarea difícil porque recién en esos años comenzaba la democracia en nuestro país. Y por supuesto toda la visión dentro de las cárceles era muy militarista”.

En el transcurso de 1983 fue al penal de Olmos, que es la más grande de Argentina y una prisión máxima seguridad. Zuccarelli dice casi con un tono de gracia “fui con mi Biblia en la mano pensando qué iba a poder ministrar libremente, pero me pararon en la puerta y no me dejaron pasar, porque solo entraban los curas en ese momento, claramente yo no era uno de ellos».

Así fue su primer acercamiento al ministerio que Dios lo llamaba a realizar, literalmente lo echaron de una manera despectiva, pero el no se rindió tan fácilmente. Juan recuerda que “en ese momento en la iglesia había un hermano que era evangelista y trabajaba en la cárcel. Así que le pregunté cómo podía ingresar a predicar, y me respondió que la única manera de evangelizar ahí adentro era ser guardiacárcel”.

El ministro logró conseguir y completar un formulario en el que demoraban ocho meses en dar alguna respuesta. Zuccarelli, hace una breve pausa y rememora, «pensé que por ahí zafaba. Yo en ese tiempo quería seguir con lo mío, hacer campañas evangelísticas en las calles». Y agrega “a los días vino este muchacho y me dice que Dios hizo un milagro, lo que tenía que haber tardado casi un año, salió en una semana”. A los días se presentó en Olmos en donde realizó el curso de carcelero, todo para poder predicarle el evangelio a los reclusos.

El Reverendo Zuccarelli es uno de los pioneros en el mundo en desarrollar un ministerio evangélistico carcelario .

Juan cuenta que fue muy difícil predicar en esa época en Olmos, porque con más de tres mil internos, había solo cuatros personas que eran evangélicos. Los pastores de otros ministerios que estaban yendo en ese momento solo iban a predicar, pero no lograban establecer un discipulado, ni reuniones semanales, tampoco había apertura para el evangelismo.

El reverendo narra “empecé a ver quién era evangélico para tratar de reclutarlo, pero todavía no podía ni predicar, ni orar con ellos ni abrazarlos, porque todavía era un guardiacárcel”.  Zuccarelli amplia que “fue complicado predicar el evangelio en el principio, pero Dios nos dio una buena estrategia así que empezamos a orar para llevar a cabo nuestra misión. Resulta que había una radio rota así que la arreglamos y compramos el equipo que faltaba para tener una radio interna propia, nuestra FM, y así fue, todos los días teníamos una hora de programa en la que difundíamos las buenas nuevas. Esa fue la herramienta para que los reclusos comenzaran a oír el mensaje de salvación”.

La tarea no fue fácil, con mucho trabajo arduo, pero en el año 1985, luego de hablar con el director del penal de Olmos, le otorgaron un espacio para realizar su primera campaña evangelística. Lograron reunir a 300 internos en un salón donde tocaba una banda de rock cristiano, Zuccarelli detalla que “le pedí al guardia que pusiera candado por cuestiones de seguridad. Yo sabía que cuando vieran al pastor iban a volver a sus celdas. Cuando quisieron salir y no podían, se sentaron obligadamente a oir el mensaje. Ese día, cien internos entregaron su vida a Jesús, pero lo más loco fue que cuando empezamos a orar, muchos presos se caían manifestados al suelo y entre ellos los guardias de seguridad, así que esa noche liberamos a todos y vimos la mano poderosa de Dios trayendo libertad”.

A partir de esa campaña, se comenzaron a abrir puertas de manera sobrenatural. El director les otorgó un pabellón en el que catorce personas fueron discipulados y transformados por el poder de Cristo. La obra del Espíritu Santo comenzó a extenderse a otros pabellones, hasta colmar todo el penal de Olmos.

Fue un mover que empezó en Olmos y luego se trasladó a todas las cárceles de la provincia.

Zucarelli cuenta que el desafío no era ir a predicar sino lograr crear iglesias dentro de las cárceles, para que los convictos puedan experimentar la transformación en sus vidas y desarrollar el llamado de Dios para su vida. En todas las cárceles en donde hay un ministerio evangélico, hay institutos bíblicos en el que se preparan líderes y ser ordenan pastores. La visión del ministerio es replicar lo que se hace afuera, pero adentro.

Actualmente el 50% de los internos de la provincia de Buenos Aires son cristianos evangélicos y por estadísticas que brinda el Gobierno sabemos que el 47% de los convictos reincide. Sin embargo, los que están en el culto evangélico solo el 4%. Lo cual deja en evidencia que el camino de la fe no es solo algo religioso sino efectivo para la sociedad. Zucarelli declara que “por nuestro ministerio han pasado más de 35 mil internos y eso solo es por la Gracia de Dios y el poder del Espíritu Santo, que transforma los corazones quebrantados y los convierte en un agente de bendición para la ciudadanía argentina”.

Diferentes ministerios los invitaron a dar conferencias en Estados Unidos, Inglaterra, Suiza, Alemania, Austria, Hong Kong, Malasia, Chile, Paraguay, Perú entre otros.

Después de años de estar sirviendo y ministrando en el penal de Olmos, comenzaron a venir mucha gente del extranjero a ver el modelo de iglesia dentro de las cárceles, porque realmente era extraordinario lo que el poder del evangelio hacía en la vida de los reclusos. Juan explica que “fue el primer modelo del mundo donde había una iglesia cristiana evangélica dentro de una cárcel y fuimos los primeros en abrir pabellones exclusivamente evangélicos”.   

Juan expresa “nuestra misión siempre fue discipular porque a diferencia de predicar e irte, es que vos construís una iglesia adentro, entonces preparas líderes, pastores, maestros que cuidan y alcanzan a otros, entonces vez cómo cambia el ambiente espiritual, por qué todos los días están orando, todos los días están ayunando, todos los días leen la palabra”. Además, él detalla que “muchos de los que estudian en el instituto bíblico, salen siendo pastores, profetas, apóstoles y saben que propósito divino tienen fuera del recinto”.

Zucarelli hace una última pausa y reflexiona “ojalá todas las iglesias pudieran ir a ministrar, discipular y predicar en las cárceles, porque es algo bíblico. Jesús mismo declaró que él estaba en la cárcel y no lo fuimos a visitar, cuando entendí eso, fue algo que me impactó demasiado cómo para dejarme igual.”

“la tarea de la iglesia es ser luz en los ámbitos más oscuros. Sal en los lugares más insípidos”.

Muchos de los internos que son transformados por la vida del Señor, después cuando salen no quieren volver a la villa o a las casas porque está la droga, la violencia, la prostitución y la mala junta. Pero estas personas se encuentran que no tienen dónde ir y ese proceso suele ser dramático para ellos. El ministerio CLUE en el año 2002 compró una granja de cien hectáreas donde los internos que quedan en libertad y no tienen donde vivir y van allí para reintegrarse de nuevo poco a poco.

En ese lugar les enseñan a trabajar con los animales, la siembra y la cosecha, entre otras actividades. El personal a cargo les tramita el documento nuevamente, les brindan atención médica, para que tengan un cuidado integral. Por último, le buscan un trabajo para que se reinserten en la sociedad nuevamente. Por el centro de recuperación ya pasaron más de cuatro ciento hermanos transformados por el poder de Dios.

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