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Daniela Freidzon: “Cuando recibís la verdad de Dios, entendés quién sos en Él”

Un nuevo episodio en nuestro living de “Mujeres en Movimiento”, donde Mayra Djimondián conversó con Daniela sobre su testimonio, el altar familiar que la acercó a Jesús, la pasión de esta generación y una sola misión: estar a los pies de Cristo.

Un nuevo episodio en nuestro living de “Mujeres en Movimiento”, donde Mayra Djimondián conversó con Daniela sobre su testimonio, el altar familiar que la acercó a Jesús, la pasión de esta generación y una sola misión: estar a los pies de Cristo.

Testimonio de quebrantamiento

Es una de las cosas que me gusta compartir. Yo crecí en la iglesia como hija de pastores, y en ese ambiente conocí al Señor; tantos momentos de oración, tantos momentos con la Palabra, en que nos introducían a Jesús en nuestras vidas, y todo eso siempre fue algo que pude vivir. Pero en la adolescencia transité el bullying, momentos muy difíciles en la secundaria, con gente que con sus palabras saben herir la autoestima, el cuerpo; eso dañó mucho mi corazón y yo me las comencé a creer, a formar una identidad en mí, hasta el punto de entrar en depresión.

Lloraba por las noches; no sabía por qué mis padres oraban por mí, pero para mi espíritu y mi corazón era difícil de creer. Se había levantado una fortaleza de incredulidad; de alguna manera no podía recibir esa verdad de Dios. Entonces, poco a poco, mi vida espiritual se fue apagando, ese fuego por la persona de Jesús, por la persona del Espíritu Santo, y me convertí en una persona a quien le costaba creer.

Tenía ese corazón de piedra que puede estar sumergido en un ambiente donde hay vida, pero, aun así, por dentro, estar sometido a la incredulidad, a una falta de fe, a un dolor muy grande. Y esto fue así hasta que en el año 2000, en Canadá, a donde mi papá había sido invitado a predicar, me encontré con el Señor. No sé cómo pasé de estar sentada en un banco a estar en el altar, y tuve mi primera impresión espiritual como si fuese una visión. Lo único que dije fue: “Señor, yo te quiero conocer, ya no quiero vivir más así. Sé que tu Palabra es verdad, veo lo que hacés, pero yo no puedo creer, estoy llena de dolor”. Y lo único que recuerdo era expresarle con mis palabras eso. Tuve algo similar a una visión en que el Señor me llevó exactamente a la edad donde todo comenzó, y en cada momento en que yo recibía palabras y miradas que me lastimaban, él me reafirmaba con su amor y me decía: “Sos mía, yo te vi, te formé, te amo, te hice tal cual sos”.

Recuerdo haberme levantado de ese altar como una nueva Daniela, con un nuevo corazón. Y esa verdad resonó en mí tan pero tan fuerte que cambió mi vida para siempre. El Señor hizo un camino en mi vida y hoy puedo dar fe de esa fidelidad, de esa verdad de Dios, y que su verdad resuena más fuerte que cualquier otra mentira. 

La importancia de la familia

Daniela: Mi mamá siempre oró por mí, y mi papá, también, acompañándome, dándome lugar, porque siempre fuimos una familia ministerial. Siempre estuve al lado de ellos amando al Señor, permaneciendo con ellos en la iglesia. Dios siempre nos mostró su amor y el privilegio de servirlo como familia. Mis padres no dejaron de darme ese lugar junto a mis hermanos y nos animaron a amar al Señor con todo nuestro corazón

Mayra: Y si tuvieras que decir una cosa de las que más te hayan impactado en esa relación familiar, ¿qué es lo que más te marcó a fuego en cuanto a tu casa?

Daniela: Tiempos devocionales en familia, tiempos de oración juntos, momentos donde nos tomábamos tiempo para hablar del Espíritu Santo, algo que hoy yo también comparto con mis hijos, hoy, en esta edad, ya que no tenés que esperar a crecer para conocerlo. Ahora es cuando debemos presentarles a la persona de Jesús y que ellos tengan ese verdadero encuentro. Eso me marcó a fuego, y también en mi casa trato de vivirlo con mis hijos. Siempre.

La pasión de esta generación

Daniela: Yo digo que esta es la generación que va a vivir el más grande avivamiento y van a levantar la más grande cosecha de almas para el Señor. Es la generación de las causas del medio ambiente, las causas sociales, y nosotros tenemos la causa más grande, que es la del Evangelio: presentarle el mensaje del Evangelio al mundo para que crea, y sé que va a ser a través de esta generación. El enemigo vino para destruirla, pero creo que más que nunca tenemos que verlos como Dios los ve, llenos de propósito, llenos de fuego, y también veo cómo viven esa fe genuina.

Es una generación que quiere vivir lo que cree y quiere ver. Quiere ver el libro de los Hechos en su día a día. Y eso los motiva, hace que quieran pagar el precio de seguir a Jesús, vivir según las Escrituras. Todo eso viene cuando tienen un encuentro con Dios y cuando comprenden el propósito que Dios tiene para sus vidas.

Y si nosotros les damos ese lugar para que puedan descubrir el talento, la gracia, la fuerza espiritual que tienen por medio del Espíritu Santo, introduciéndolos a ese momento cuando conozcan a la presencia de Dios, serán jóvenes que marcan la diferencia en el colegio, en la universidad, en sus casas. Así que es una generación que tiene un futuro brillante, muy esperanzador. 

Mayra: ¿Cómo hacemos como madres y como Iglesia para que se puedan generar esos espacios en la práctica?

Daniela: Crear momentos para que ellos tengan ese encuentro con Dios, introducirlos a la Palabra, tener momentos donde podamos buscar a Dios, cuando puedan por medio de la adoración y la oración tener ese encuentro con el Señor. Eso es muy importante. Que haya momentos de altar, de búsqueda, para luego abrirles espacios donde sirvan a Dios, porque cuando servís a Dios, cuando hablás a otros de Jesús, podés ver el poder del Evangelio en acción, y cuando eso sucede a través de tu vida, lo querés seguir viendo y eso te enciende.

Y si todos los días servís al Señor con lo que Él te dio, con el talento que tenés, con el espacio que podés encontrar dentro de la iglesia, tu vida espiritual va a ir en crecimiento y contagiará tu entorno. 

Mayra: Es una generación que tiene expectativa, una generación de avivamiento. Porque cuando vos tenés expectativa estás esperando que Dios haga algo. Es una generación que está esperando que cuando salgan a predicar cosas pasen. Que los enfermos se sanen y que las personas se conviertan. Y creo que quizás nuestra generación a veces pierde un poco esa expectativa. Ellos nos infunden nuevo ánimo. ¿Cómo nos podemos potenciar entre generaciones? 

Daniela: El mover de Dios es intergeneracional, y creo que eso es lo más hermoso que vemos también en la Palabra, la promesa de que el corazón de los hijos se volverá al de los padres, y el de los padres, a los hijos.

Y eso es lo que Dios quiere hacer en familias completas. Creo que en la iglesia local es donde vemos por qué la Iglesia es ese diseño de Dios, es esa familia espiritual donde podemos servir al Señor juntos.

Es importante nunca familiarizarnos, nunca decir: “Ya lo conozco todo, ya lo sé todo, ya lo vi todo”. No, Dios es tan asombroso. Dios es tan grande. Todavía hay tanto más de Dios. Necesitamos mantener siempre la expectativa: “Señor, ¿qué quieres hacer este fin de semana? ¿Qué quieres hacer hoy en mi familia? ¿A quién quieres que le hable esta semana?”.

A los pies de Cristo cada día

Reconozcamos que lo necesitamos a Dios. Necesitamos la gracia y el poder de Dios. Él es la fuente. Él es la fuerza que necesitamos: reconozco que soy una mujer que necesito depender de Dios todos los días.

Entiendo quién soy en Dios y Él me da lo que necesito para encarar ese día, para organizar mi tiempo, para tener esa palabra que mi familia necesita, para poder ser una buena amiga, para poder cumplir el llamado de Dios en mi vida. Si hoy te sentís apagada, pedile al Señor; “Te necesito en este día, rindo mi corazón, abro mi vida a ti, te pido que hoy hagas una obra nueva, que me des un nuevo corazón”. Y Dios lo hace, porque escucha nuestro clamor. 

Mayra: ¿Cómo ves a la mujer en general, a las mujeres de fe? ¿Qué palabra de ánimo o quizás de dirección podés darnos, más allá de todo lo que venimos compartiendo hasta ahora? 

Daniela: Que donde estás, Dios te puso ahí. Dios sabe, Él está en control de todas las cosas, y creo que hoy es el tiempo de la mujer.

Se habla en el mundo muchísimo de la mujer. La mujer está teniendo oportunidades como nunca antes, en cada lugar que ocupamos en la sociedad, sea profesionalmente, en nuestras familias, donde sea. Se trata de entender que tenés un propósito y un llamado, simplemente abrir tus ojos y decir: “Señor, ¿cómo puedo acá, donde estoy, ser luz?”.

Porque donde está la luz, las tinieblas se tienen que disipar, y este mundo, más que nunca, necesita mujeres que se levanten, que hoy alcen su voz, que sean capaces de decir: “Vivo por algo mucho mayor que yo, que es el propósito de Dios, el plan de Dios eterno, y soy parte en escribir esta historia”.

Cuando somos dependientes de Dios y acudimos a Él, Él sabe lo que necesitamos, y nos lo va a dar.

El altar es el lugar del sacrificio; encontramos al Señor en el altar, el lugar donde yo me tengo que quedar: una vida rendida a los pies de Jesús, que dice “Señor, yo sin ti no soy nada, te necesito, quiero cada día conocerte más y quiero vivir apasionadamente, llena de ese fuego, de ese propósito”.

Que nadie te diga lo contrario; Dios ya te dio un propósito, Dios ya te dio un destino, ya te dio una visión. Solamente resta que la podamos conocer y recibir, y caminar por medio del poder del Espíritu Santo en ese destino de gloria

Ánimo a cada mujer a que hoy vuelva a correr a los pies de Jesús y le diga “Señor, yo te necesito, como la primera vez que te dije que te necesito con todo mi corazón”.

Miles de jóvenes asistieron al regreso de los Encuentros ICO

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Los encuentros ico volvieron

El sábado 3 de Junio, miles de chicos y chicas vivieron una noche de encuentro con Dios y confraternidad entre hermanos en Cristo.

El auditorio del Seminario Bautista, ubicado en el barrio de Flores, fue el lugar elegido, después de tres años de pausa, para volver a realizar este clásico de la juventud cristiana. 

Un gran equipo estuvo trabajando para llevar a cabo con excelencia el encuentro que se realizó este fin de semana. Este encuentro ICO es la previa al congreso que se viene el 4 de noviembre de 2023, en el que ya están disponibles las entradas para reservar tu lugar antes que se agote

Abrazos, adoración, oración y reflexión son algunas de las cosas que se viven en los encuentros. Desde el año 2010 los jóvenes de la iglesia Casa de Oración, ubicada en el barrio de Flores, Argentina, decidieron comenzar con una convocatoria a fin de generar un lugar de comunión y amistad para que jóvenes de todo el país puedan ser inspirados a vivir una relación con Jesús, formando relaciones significativas y relevantes. Esto, años más tarde terminó convirtiéndose en algo mucho más grande, los encuentros ICO. 

“Creemos que nuestro mundo, nuestro país y nuestra ciudad todavía puede estar llena de esperanza para dejar de vivir en oscuridad y conocer luz verdadera. Esa que trae paz, gozo y amor”, nos explicó Gastón Oviedo, quien está en la organización de los encuentros.

También, tenemos la certeza que para cambiar una familia, un barrio o una ciudad, tenemos que ser transformados nosotros primero. Sobre todo si queremos alcanzar a las nuevas generaciones de jóvenes y adolescentes, porque ellos serán el futuro de nuestro país y serán los encargados de pasar el legado”, aseveró Gastón.

Fue entonces que en 2018 se llevó a cabo de manera oficial el primer congreso para la juventud y desde entonces cada año fueron renovando el desafío de la convocatoria, realizando una temática diferente por evento. La pandemia había puesto una pausa, pero este año los encuentros volvieron más fuerte que nunca.

Como la mayoría de las veces, decidieron utilizar el auditorio general del Seminario Teológico Bautista ubicado en la calle Bolaños 120, Capital Federal, como sede principal del encuentro. 

A Gastón se le garrospea la voz y con gran sentimiento nos contó que “desde el equipo directivo lo vivimos muy emocionados y expectantes. Hacía 3 años que, a causa de la pandemia, habíamos parado la actividad y la realidad es que no sabíamos cómo iba a reaccionar la gente a la vuelta de los Encuentros ICO después de tanto tiempo”.

Casi a modo de confesión Gastón nos expresó “para nosotros fue como volver a empezar de cero, muchas veces nos surgió la duda de si Dios todavía quería que llevemos a cabo la visión que hace muchos años atrás nos había dado pero nunca dejamos de orar para que Dios nos de dirección con respecto a lo que Él quería hacer”, agregó Oviedo.

En el encuentro hubo una asistencia total de 1100 personas aproximadamente, de los cuales un estimado de 200 de ellas eran parte del equipo de trabajo.

El evento comenzó con un tiempo de adoración que inundó el ambiente de alegría y momentos de intimidad con Dios. El orador invitado fue el predicador e influencer Lucas Marín que, con la frescura que lo caracteriza, compartió un mensaje que inspiró a los que asistieron a crecer en Cristo.

“Mientras comenzaba a caer la gente nos fuimos detrás del escenario a orar previo a comenzar el evento y cuando terminamos de orar, me fui a los baños que se encuentran en la entrada del auditorio (para eso había que pasar por el medio de la gente) y el impacto cuando salí de atrás del escenario fue muy fuerte ya que aún faltaban 15 minutos para comenzar y el auditorio estaba completamente lleno de gente. Al caminar en medio de la gente no podía parar de llorar sintiendo que Dios seguía respaldando la visión, tenía una profunda paz de que Él estaba mucho más deseoso que nosotros mismos de que se realizará el evento”, nos relató Gastón.

“La convocatoria no es nuestra, la hace el Espíritu Santo y seguiremos orando por eso”.

Dijo Gastón Oviedo

Si bien todavía no anunciaron los invitados del evento de noviembre, el equipo directivo de Encuentros ICO nos reveló que Fila 9 va a formar parte del encuentro del anteúltimo mes de este 2023.

Gastón terminó dando una conclusión final de cuál es la visión que tienen a la hora de seguir realizando estos encuentros años tras años; “creemos que en medio de la multitud, Dios puede hablar una palabra Rhema a cada uno individualmente y a raíz de ese trato personal, despertar esos sueños de Dios, despertarnos a cumplir el propósito eterno de Dios, despertar y activar los dones del Espíritu que Él decidió regalarle a la iglesia. Y por sobre todo un compromiso por vivir y predicar el Evangelio en todos los lugares donde la gente se desenvuelve cotidianamente”.

El sábado pasado se evidenció el hambre de muchos jóvenes por oír un mensaje de renovación para sus vidas. Y qué mejor que hacerlo rodeados de amigos, hermanos y compañeros de milicia. Sin lugar a dudas que Encuentros ICO, proporciona un espacio único para que el cielo se manifieste en la tierra, de la única manera posible, a través de su Iglesia. 

Dios está en el tiempo: Un cambio de perspectiva del cristianismo

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Pasar tiempo con Dios

Cuando tenía 18 años, llegue por primera vez a Argentina. No era la primera vez que salía de mi casa, pero si la primera vez que lo hacía para quedarme por un tiempo, hasta el momento, indeterminado. Con un objetivo en la mente y un sueño en el corazón. Quería estudiar música.  Luego de despedirme de mi papá, me dirigí a la terminal de buses donde tomaría un autobús que me llevaría a la ciudad donde viviría los siguientes cinco años y que se volvería, no solo una casa física, sino un lugar lleno de memorias, amistades y encuentros con Jesús.

Cuando llegue a la ciudad y me baje del taxi en la dirección que tenia, toque la puerta y me recibe un rostro que solamente había visto por fotos. El amigo de un amigo, que estaba dispuesto a recibirme durante algún tiempo en lo que lograba empezar mi vida en este nuevo lugar, donde a la única persona que conocía estaba en el espejo.

Los primeros días pasaron y mis intentos de encontrar un lugar que se adecuara a lo que necesitaba y a mi presupuesto (sobre todo a mi presupuesto) eran infructuosos. Al cúmulo de intentos fallidos, se le sumaban horas de hablar con este nuevo personaje en la película de mi vida. Un tipo amable, muy hospitalario y dispuesto a enseñarme los primeros pasos en la navegación de ese lugar al que ahora llamaba casa. Donde comprar y donde no, que lugares visitar y cuales evitar, entre otras muchas cosas. A eso, sumémosle los encuentros culturales, el ritual del mate, la sagrada siesta y las cenas a altas horas de la noche, que eran todo, menos usuales para mí.

Al cabo de un par de semanas vimos que la amistad florecía, que las charlas daban resultados positivos y que compartir el apartamento funcionaba de maravilla para los dos. El amigo de un amigo dejaba ese título para tener nombre, o bien, solo mi amigo. Mariano se convertiría en uno de mis mejores amigos en ese lugar, alguien a quien quiero mucho e intentamos seguir en contacto a pesar de la distancia y los quehaceres de la vida.

Toda esta historia tiene un propósito

Hasta antes de la llegada de Jesucristo, todos los pueblos tenían asociado un lugar con la devoción y la comunión con sus dioses. Incluso los judíos tenían el templo como “El lugar de adoración a Dios». No se podía disociar el lugar físico con la devoción. Dios y el templo estaban unidos, nadie se atrevía a separarlos. Muchas de las construcciones de la antigüedad que se mantienen hasta el día de hoy son justamente lugares dedicados a la adoración de una deidad, vemos ahí la importancia que le daban a estos sitios. Estos funcionaban como puentes, como mediadores entre el dios y el pueblo.

Jesús se encuentra con una sociedad focalizada tanto en el rito, como en el templo. Los fariseos juraban por el templo y sus contenidos para hacer sus promesas (Mateo 23). Jesús señala esas prácticas y finaliza profetizando la destrucción del templo. Esto significaba una catástrofe para la religión.

El lugar de devoción, la pieza central del culto, lo que mantiene todo junto alrededor de los ritos, un día no muy lejano a ese, dejaría de ser.

Nuestro Señor, por el contario, en lugar de poner el foco en el templo como la pieza que sostiene todo el rompecabezas, hace un giro extraordinario y lo pone en el tiempo. Las enseñanzas de Jesús no anulan la necesidad de un lugar físico, pero acentúan una devoción mucho más profunda que se sostiene solamente a través del tiempo, de pasar tiempo con Él.

Jesús dice, en lugar de que los vean en el templo, el lugar de la atención y las multitudes, pasen tiempo en lo secreto, donde solamente su Padre que está en los cielos los ve. De repente no es quien va más al templo, o quien vive más cerca, sino quien pasa más tiempo en comunión.

Más adelante, el apóstol Pablo nos diría en 2 Corintios 6 que nosotros somos el templo del Espíritu Santo. Ahora bajo esta luz podemos comprender que la intención de Dios nunca fue deshacerse del templo, sino solamente establecerlo en nosotros. El lugar no era lo importante sino el tiempo de nuestro cuerpo, de nuestra mente, de nuestro ser, ese es el lugar que Dios quiere habitar. Él no quería una casa hecha por manos de hombres, él quería habitar en un templo hecho por Él mismo.

Ahora bien, con esto no quiero decir que el lugar donde nos reunimos no sea importante. La palabra Iglesia en griego quiere decir asamblea. Es necesaria la asamblea de los santos, a lo que me refiero es que no podemos sobreestimar el lugar físico cuando lo que Dios quiere no es un templo hecho de manos, sino tiempo. Dicho de otra forma, hoy no encontramos a Dios en un templo, lo encontramos en el tiempo. Los ritos sin la comunión son vacíos. El templo sin el tiempo, es vano.

La única forma en que un extraño se podría convertir en un gran amigo era a través de pasar tiempo juntos, de compartir comidas, caminatas, películas y experiencias. La única forma en que vamos a poder conocer verdaderamente a Dios va a ser pasando tiempo con Él. 

Este fin de semana se llevó a cabo el tercer foro nacional para docentes cristianos: ¿Cómo enseñar la educación sexual? 

Gastón Bruno en ADEEA
ADEEA

Cientos de profesionales se reunieron durante dos días seguidos para adquirir herramientas y poder combatir la ideología de género en las aulas.

La Asociación de Escuelas Evangélicas (ADEEA) realizó un simposio en la iglesia “Una vida Mejor” para equipar a los maestros, profesores y otros especialistas que combaten las nuevas doctrinas de educación sexual implementadas en los colegios y universidades de nuestro país. Comenzó el viernes a las 19 hs y se extendió el día sábado desde las 8 hasta las 16 hs. 

La Corriente se hizo presente y pudo hablar con parte de los disertantes que participaron de esta jornada.

“El foro trata de cómo enseñar educación sexual”.

ASOCIACIÓN DE ESCUELAS EVANGÉLICAS ARGENTINAS

Enrique Olivas y agrega “ estamos viviendo tiempos complicados con respecto a esta temática, donde hay mucha confusión y muchos mensajes que están siendo expresados y genera realmente un tiempo que no se sabe lo que está bien o lo que está mal, ¿cuál es la verdad?

Cientos de docentes se reunieron este fin de semana en el terce foro de ¿Cómo enseñar educación sexual?

El político Gastón Bruno profundizó porque es necesario realizar este tipo espacios de trabajo “hace tres generaciones atrás no había duda de que matrimonio era un hombre y una mujer unidos en el vínculo del amor para la procreación de la especie, para la felicidad para la vida abundante,  para la vida eterna y hoy ese énfasis se perdió porque no lo podemos recuperar ”.

El lema que se plantea en todo el simposio es enseñar la sexualidad desde el fundamento original, el de su Creador. Por eso ADEEA tomó la iniciativa y el desafío de colaborar de un modo relevante en esta tarea. 

El simposio se llevó a cabo en la iglesia «Una vida mejor».

 “El Señor nos pide que reconciliemos todas las cosas, desde la Asociación, lo planteamos en las aulas escolares, desde las instituciones, evangélicas primeros pero como algo centrípeto que pueda irradiar al resto del sistema” desarrolla más profundamente el referente de Gobernar Bien. 

“Creemos que toda la cultura puede ser transformada por la vida de Cristo”

Gastón Bruno

“Vemos que desde el Estado se nos está imponiendo todas estas filosofías, pensamientos y culturas que están avanzando mucho. Por eso creímos necesario crear este espacio para capacitarnos en varias áreas para poder salir a dar una batalla cultural con conocimiento, valores, principios y argumentos sólidos”, argumentó Roberto Disantis, representante legal de dos escuelas ubicadas en La Plata y Brandsen. 

Si en algo trabajan todos los actores que estuvieron a cargo de llevar adelante esta jornada es “poder volver a la sociedad al diseño original de Dios”. Para esa tarea es importante destacar que se lleva a cabo desde lo espiritual, entendiendo que Cristo nos delegó esta tarea como iglesia pero también desde lo profesional y vocacional para ser luz en medio de una sociedad en la que cada vez se degradan más los valores fundamentales en las que alguna vez se sostuvieron. 

El valor de la enseñanza y los maestros

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Maestros y Discipulos cristianos

En este Nuevo Pacto, el maestro entiende que el conocimiento de Dios es dado por gracia al espíritu de sus hijos.

Por lo tanto, la enseñanza se vuelve una herramienta de provocación a la revelación del Espíritu del conocimiento que ya está en ellos.

La enseñanza “despierta” aquello que ya fue depositado en su espíritu. Como lo señala el apóstol Pedro en su segunda carta, capítulo 1:12-13: “Por eso siempre les recordaré estas cosas, por más que las sepan y estén afianzados en la verdad que ahora tienen. Además, considero que tengo la obligación de refrescarles la memoria mientras viva en esta habitación pasajera que es mi cuerpo”. El maestro del Nuevo Pacto no solo es un conocedor de las Escrituras, sino que es un portador del Espíritu de las Escrituras hecho carne en él, y le ha sido asignada la tarea de provocarlo en la Iglesia.

Son sumamente importantes tanto la enseñanza como el aprendizaje. Si recordamos el principio, el mal mismo comenzó con una mala enseñanza. “¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? —le preguntó Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?» (Génesis 3:11). La participación de la serpiente y el fruto de la ciencia del bien y del mal en Adán y Eva fue una enseñanza que perpetuó el pecado en la Tierra. De la misma manera, lo que entró por una mala enseñanza se sanará a través de una correcta.

La enseñanza correcta la trajo Jesús. Son incontables las veces que encontramos en los evangelios la insistencia de Jesús en la enseñanza clara de las Escrituras. Jesús sabía que la enseñanza imparte vida en los que la oyen. La etimología de esta palabra se refiere a “poner señales o dejar señales en el camino”.

¿Por qué es necesario tener señales en el camino? Bueno, si usted viajó alguna vez en la ruta, sabrá la importancia. Las señales en el camino indican muchas cosas, como saber que uno va por el camino correcto, conocer la distancia, ser capaz de regular la velocidad y también ser alertado sobre los peligros que hubiera a fin de poder evitarlos. 

La falta de enseñanza —tanto a través del oficio magisterial como de otros dones— en medio de la Iglesia nos ha perpetuado en un estado de informados pero no formados, porque muchas veces actúa más en nosotros la Información que la disposición a la formación. La gente que lee bastante y accede a la información sabe muchas cosas, pero no las ha experimentado, porque solo es letra que ha llegado por medio de la lectura y no de la enseñanza.

En medio de un sistema actual que prioriza la “información”, bombardeándonos todo el tiempo con noticias dirigidas a través de medios masivos, con un impacto intencional sobre la población, es importante entender que este tipo de información puede resultar muy perjudicial para nuestro espíritu. Por esta razón, Dios necesita despertar a los maestros en las Escrituras y otros ámbitos para que impartan formación en medio del Cuerpo de Cristo, para la expansión de su Reino.

Cuando Dios creó a Adán, sopló sobre él aliento de vida. Fue con este hombre que Dios se comunicó a través de la vida en el huerto, no por medio de un libro. Cuando se prioriza la información más que la vida, entonces violentamos el propósito original. Todos fuimos creados para la vida, no para el concepto; por eso en la vida de Dios no existen definiciones cerradas, siempre estamos conociendo.

Sumada a nuestra finitud que contrasta con la infinita sabiduría y ciencia de Dios está la reducción del lenguaje; muchas veces, las palabras no alcanzan para explicar lo que Dios hace en un segundo en nuestro interior, porque tanto usted como yo somos personas creadas para la vida y no para el concepto. El propósito de Dios para una creación tan compleja como el ser humano ha sido la vida, no el libro.

Las Escrituras tienen el objetivo de que el hombre de Dios sea perfecto, perfección que debe manifestarse, sabiendo que ya fue dada en el espíritu, para que ahora se exprese, a través de la naturaleza divina que portamos en el espíritu, por gracia de Dios.

Esta vida eterna recibida a través del Espíritu Santo no fue por méritos, sino solamente por su gracia, para que nadie se jacte; y en esa gracia nos fue dada una perfección que debemos manifestar viviendo. Entender que ya no se trata de un conocimiento intelectual teológico sino espiritual es revalorizar uno de los tantos beneficios dados en la cruz de Cristo, a través de su muerte y resurrección: es el conocimiento de Dios, algo que nosotros no podríamos alcanzar nunca a través del estudio de la Biblia, sino que nos fue dado en el espíritu y desde el primer día que recibimos a Cristo en nuestra vida, quien contiene todo el conocimiento de Dios en nuestro espíritu.

¡Esto es impresionante! No nos alcanzará la vida entera para conocer, experimentar a ese Dios que fue procesado, para poder ser impartido en cada uno de aquellos que le crean. 

Revaloricemos los ambientes de enseñanzas de las Escrituras; muchas veces se ha cometido el error de espiritualizar todo, dejando de lado la enseñanza metódica —pero no por eso orgánica— que impulse la vida del creyente hacia la estatura del varón perfecto, que es Cristo. Avancemos correspondiendo al digno Señor que nos llamó. “Acepta la enseñanza que mana de su boca; ¡grábate sus palabras en tu corazón!” (Job 22:22).

Una juventud feliz

Cuando hablamos de una juventud feliz, ¿qué es lo primero que viene a tu mente? Tal vez venga alguna imagen de Pinterest, o alguna foto de Instagram donde se muestra una vida que parece ser feliz. Pero si te dijera que nada de eso brinda felicidad a nuestra juventud, ¿lo creerías?

Cuando hablamos de una juventud feliz, ¿qué es lo primero que viene a tu mente? Tal vez venga alguna imagen de Pinterest, o alguna foto de Instagram donde se muestra una vida que parece ser feliz. Pero si te dijera que nada de eso brinda felicidad a nuestra juventud, ¿lo creerías?

Esta fue mi conversación con un compañero de clase hace algunas semanas, en la cual esta persona me decía que creía que mi juventud era aburrida, o que no era feliz porque no hacía cosas “normales” que los jóvenes hacen hoy en día. Y yo repliqué: “¿Cuáles son esas cosas que no hago?”. Y respondió con algunos ejemplos como: salir a fiestas, tomar, entre otras cosas. Entonces, pregunté: “¿Y qué cosas ves que hago?”. Su respuesta fue: Ir a la iglesia. 

En ese instante, pensé: “Pero mi vida no es aburrida o infeliz”. Tras ese pensamiento, le consulté: “¿Por qué creés que es una vida aburrida?”. Su respuesta fue silencio. Cuando pensamos en una juventud feliz, primariamente pensamos en lo que vemos alrededor nuestro. Idealizamos las imágenes que tenemos tan metidas como modelo de una juventud feliz. Esto sucede debido a que es la vida que desde chicos el mundo nos vendió como la mejor vida juvenil, la cual “hay que seguir” para vivir nuestra juventud a pleno; entonces, corremos una carrera para alcanzar una vida que… no es vida. 

Eclesiastés 11:9-10, NTV, dice:

Gente joven: ¡la juventud es hermosa! Disfruten de cada momento de ella. Hagan todo lo que quieran hacer, ¡no se pierdan nada! Pero recuerden que tendrán que rendirle cuentas a Dios de cada cosa que hagan. Así que dejen de preocuparse y mantengan un cuerpo sano; pero tengan presente que la juventud —con toda la vida por delante— no tiene sentido. 

Este pasaje nos invita a nosotros, jóvenes, a vivir este momento de nuestra vida disfrutando cada momento de ella, pero siendo conscientes de que Dios está presente. Sí, ¡Dios quiere que disfrutes este momento de tu vida! Porque la vida que Él nos preparó es una vida feliz, pero esta felicidad no es humana, sino celestial. Esa felicidad es la misma con la que Jesús vivió, la felicidad de ser uno con el Padre. Es verdad, las cosas que vemos en las redes forman parte de nuestra juventud, y por momentos nos pueden llegar a causar felicidad; pero la felicidad que Jesús da no tiene comparación. Esta felicidad le da sentido a toda esta etapa temporal, porque se sostiene en Aquel cuya vida está completa. 

Muchas veces, la emoción que, como jóvenes, experimentamos nos hace olvidar eso: que solo la vida con Jesús es una vida plenamente feliz. Entonces comenzamos a vivir en un loop que una y otra vez nos lleva a lo mismo, provocando que perdamos tiempo. Otro versículo dice: “No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: ‘La vida ya no es agradable’” (Eclesiastés 12:1, NTV). La emoción humana nos hace perder tiempo. Frecuentemente, los modelos de las circunstancias que nos rodean nos desvían del patrón original, generando como consecuencia la pérdida de nuestro tiempo en esta vida.

“Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: ‘La vida ya no es agradable’”. No pierdas tiempo. No desperdicies tu vida en algo que, tal vez, de un día para el otro desaparezca de tu vida. No seas como Job, un hombre que lo tenía todo, hasta que un día toda su riqueza se fue, y su vida quedó paralizada. Hasta que un día sus ojos volvieron a ver a quien tenían que ver. Su corazón recordó a su Creador, posando sus ojos en Él. Cuando nuestra mirada está en los parciales, la pareja que no llega, las mil y un tareas que no terminan, nuestra juventud es desperdiciada. No porque esas cosas sean malas o no sean importantes, sino porque no es para lo que Dios nos creó. Dios no nos creó para hacer todo, sino para tener una relación íntima con Él. Fuimos creados para una sola cosa: estar a los pies de nuestro Maestro.

“Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida” (Proverbios 4:23, NTV). Amado joven, no pierdas tu corazón en la rutina terrenal que día a día vivís, porque esto determina el rumbo de tu vida. No desperdicies tus días de juventud persiguiendo una felicidad inalcanzable. Al contrario, dedica tu vida a una sola cosa: estar a sus pies. Te aseguro que en la presencia de Dios somos verdaderamente felices, ya que la felicidad de Él se hace la nuestra ahora.

«Cristo nunca se desesperó, a pesar de todo el dolor que atravesó por las injusticias que lo rodearon; hasta el último día de su vida, siempre tuvo luz. Fue traicionado, dejado, pero aun así mantuvo la alegría del Padre. Él nunca fue derribado por el desánimo, ni confundido por la negatividad del ambiente, ni nublado por las dificultades externas; nunca fue desconcertado por las malas interpretaciones que hacían de sus palabras, ni por el odio de sus enemigos. El Padre estaba en Él, y eso le alcanzaba«. —Bernardo Stamateas

Él está en vos.

Eso es suficiente para experimentar una juventud feliz.

Dallas Jenkins comenta que The Chosen continuará: ‘Tenemos otras historias bíblicas que contar’

El creador y director de la serie dice que la compañía detrás de la exitosa serie de televisión probablemente producirá otras historias basadas en la Biblia cuando termine la última temporada.

El creador y director de la serie dice que la compañía detrás del éxito de televisión probablemente producirá otras historias basadas en la Biblia cuando termine la última temporada.

Dallas Jenkins le confirmó en los K-Love Fan Awards a aquellos fanáticos que quieren saber cuáles son sus planes después de que se complete la séptima y última temporada de The Chosen.

“Con suerte, después de tomar una siesta de aproximadamente un año, cuando The Chosen haya terminado, tenemos otras historias bíblicas que contar, porque la demanda parece ser muy fuerte”, dijo Jenkins.

Texas se ha convertido en un hogar permanente para la serie ya que desde 2021, la productora se trasladó a Midlothian donde se construyó un escenario de sonido multimillonario y un escenario de aldea del primer siglo de aspecto realista. 

“Necesitábamos algo que pudiéramos tener para nosotros”, dijo Jenkins. “Y es el único así en América que nos permite poder usarlo para contar este tipo de historias”.

Además, comentó que los fanáticos le suelen preguntar: «¿Qué otras historias vamos a contar? Yo les respondo que tenemos la oportunidad de seguir generando contenido durante mucho tiempo más” dijo Jenkins.

Un dato no menor que Jenkins compartió es que la serie ha acercado al elenco y al equipo a Cristo mucho más de lo que uno se puede imaginar.

“Diría que más de la mitad de nuestro elenco y equipo no provienen de una fe tradicional”, dijo. “Aunque hemos tenido varios actores y miembros del equipo que han dicho: ‘Quiero conocer más a Jesús por ser parte del espectáculo’”, concluyó el director de The Chosen.

Yo, traidor: la película argentina inspirada en la parábola del hijo pródigo

“Yo, Traidor”, u n thriller político y dramático protagonizado por el reconocido actor argentino Mariano Martínez y dirigido por Rodrigo Fernández Engler.

Esta producción es una “versión libre, personal y contemporánea de la parábola del hijo pródigo”, detalló el director argentino en una entrevista exclusiva para  “La Corriente’‘.

A lo largo de la experiencia cinematográfica los espectadores conocerán la vida de Máximo Ferradas, un empresario ambicioso que busca hacer negocios en una localidad costera de la Patagonia Argentina luego de recibir su parte de la herencia familiar.

La codicia, el egoísmo, la corrupción y la mentira son algunos de los ejes centrales de este relato. Pero también lo son la redención, la reconciliación y el arrepentimiento.

«Esta podría ser tranquilamente la historia de todos nosotros».

Rodrigo Fernández Engler, director de Yo, Traidor.

Grandes figuras del cine argentino dan vida a esta película: Jorge Marrale, Osvaldo Santoro y Arturo Puig.

“No convencimos a los actores con la billetera. Convencimos a los actores con el guión”, asegura Engler. Sin duda sabemos que la historia escrita en Lucas 15:11-32 conmueve a quien la lee. Esta ficción logra traer a la pantalla grande una de las parábolas más conocidas de la Biblia.

TRAILER: 

RESEÑA:

Máximo Ferradas convence a su padre de vender la empresa familiar para así poder reclamar su parte de la herencia. Para cerrar finalmente el contrato viaja a un pueblo pesquero llamado Perla del Mar. Al llegar allí se conocen cuáles eran las verdaderas intenciones de Máximo: convertirse en gerente de una nueva empresa yanqui que comenzaría a liderar la industria de la pesca en los tres muelles del lugar.

El protagonista comienza a tomar una serie de decisiones que nos muestran cómo su codicia no tiene ningún tipo de límites y que está buscando constantemente su propio beneficio. Fácilmente consigue lo que tanto quería y cierra un negocio con Caviedes,  un empresario muy poderoso.

Un día mientras observaba la costa conoce a Maite, quien rápidamente logra despertarle algunos sentimientos y se roba su atención. Con el paso de los días ambos comparten su historia y logran entablar un vínculo tierno.

Todo parece marchar bien. Todo lo planeado parece estar dando fruto. Pero de un momento a otro su vida comienza a desmoronarse.

El futuro ya no era tan brillante cuando una serie de acontecimientos trágicos y violentos sacan a la luz la verdad detrás de los acuerdos millonarios.

En el medio de la película surge un momento de elipsis donde durante varios días no sabemos nada del protagonista y lo volvemos a ubicar en una especie de granja alejado de todo y de todos. El clímax  llega a su punto en estas escenas y le generan al espectador una multiplicidad de sentimientos que podrían ser similares a los que tendrían leyendo la historia original.

Si bien el desenlace de la obra no llega a cubrir en su totalidad la maravillosa e inspiradora parábola, podríamos decir que en cierta forma el espectador puede llegar a imaginar cómo terminan de desarrollarse los hechos.

Creemos en la esperanza de que el cine universal pueda sumar contenido cristiano en su lista de películas y que esto produzca un despertar de curiosidad en cada uno de los espectadores.

A pesar de no haber seguido al pie de la letra la historia entre el hijo pródigo y su Padre sabemos que este largometraje es y seguirá siendo de mucha bendición para el público que lo consuma. 

Si te quedaste con ganas de verla ya está disponible en STAR + en toda Latinoamérica en este link

Familias que multiplican lo eterno viven el verdadero evangelio sin simulación

FAMILIAS QUE MULTIPLICAN LO ETERNO VIVEN EL VERDADERO EVANGELIO SIN SIMULACIÓN
FAMILIAS QUE MULTIPLICAN LO ETERNO VIVEN EL VERDADERO EVANGELIO SIN SIMULACIÓN

Ser cristiano no es ser parte de ritos o costumbres. El Evangelio no es un conjunto de dogmas o frases que podemos repetir. Si hacemos un diagnóstico generacional (lo cual nos incluye), vemos claramente las mezclas que produce la religión y la ignorancia e inmadurez de los creyentes. Me refiero a inmadurez en el sentido de entender la madurez como la expresión de la vida de Cristo en nosotros.

El Evangelio es una Vida, es una Persona, es una Palabra viva, que es Cristo en nosotros. Es una oferta de Dios al espíritu humano, y esta oferta es darnos su vida, hacernos partícipes de su naturaleza. El verdadero Evangelio forma el carácter de Cristo en nosotros. Es una semilla que crece y da fruto, produciendo así su incremento.

El Evangelio es la Palabra de la cruz. Es la cruz de Cristo.

El Evangelio es la semilla de Cristo en nuestro espíritu. Cada día, el Espíritu Santo hará que esta semilla crezca y dé fruto. Pero sin cruz, no habrá madurez verdadera, sino solo apariencia de madurez. Madurez fingida.

En la carta a los Gálatas, encontramos al apóstol Pablo contando cómo tuvo que confrontar a Pedro por su simulación y por no andar conforme a la verdad del Evangelio como líder de la Iglesia.

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? —Gálatas 2:11-14, RVR60

Aquí Pablo no está enojado, sino que desde el amor confronta al apóstol Pedro por indignación para con lo que deforma o hace daño al Evangelio, que es Cristo mismo. 


Él empieza encarando la cuestión de la simulación de Pedro. Simular es representar o imitar algo de manera que se asemeje, sin serlo. El cristianismo es algo fácil de simular. Pero Dios no creó el cristianismo, sino que nos hizo ser y vivir una Vida. Él puso la naturaleza misma de Cristo en nosotros. 

Simular ser buenas familias, simular ser pastor, simular amar, simular adorar, simular una vida es algo que podemos hacer pero que desacredita al Evangelio.

Cuando vemos la historia, encontramos que las persecuciones nunca debilitaron a la Iglesia. Roma no debilitó a la Iglesia, sino que la Iglesia debilitó a Roma. La Iglesia solo comenzó a debilitarse cuando por la ausencia de amor se empezaron a crear doctrinas de hombres. 

Al perder el amor, creamos doctrinas para sostener a las personas por imposición en base a costumbres, rutinas, exigencias, sin priorizar la vida de Dios en las personas. Todo se sigue haciendo, pero sin amor, sin vida.

Lo que Dios espera es que operemos por el mismo amor con que fuimos amados: que sirvamos por amor, que adoremos por amor, que oremos por amor, que ofrendemos por amor. Todo debe ser el resultado, la expresión, el fruto del amor, que es Cristo en nosotros. Y esto comienza en las casas, es modelado en las familias.

El amor nos hace vencedores. Lo vemos claramente en Romanos 8, en donde encontramos que nada nos puede separar del amor de Dios en Cristo. Su amor lo es todo. Necesitamos más luz sobre el amor de Dios en Cristo, amor que es una naturaleza operando en nosotros.

Cuando se descuida el amor, que es una vida, se entra en el arte de la simulación. La vida, la oración, la adoración, la ofrenda y todo lo demás es hecho por simulación. Esto es con lo que Jesús confronta a los líderes religiosos en Mateo 6, que hacían las cosas para ser vistos por los demás.

Podríamos argumentar que a nosotros no nos va a pasar, pero vemos que le pasó al apóstol Pedro. Él anduvo con Jesús, lo vio morir y resucitar, y luego estuvo cuando ascendió al cielo. Recibió al Espíritu Santo e hizo grandes proezas en los comienzos de la Iglesia, alcanzando a miles de personas. Pero en algún momento aprendió el arte de la simulación. Y no solo eso, sino que también arrastró a otros y, entre ellos, a un gran líder como Bernabé. Es la simulación lo que hace que la gente no quiera el Evangelio.

La simulación se vence amando y viviendo genuinamente, experimentando una fe no fingida.

Por el texto, vemos que Pablo identifica varias cosas en el corazón de Pedro. En primer lugar, menciona el miedo a los de la circuncisión. Simulamos cuando le tenemos más temor a los hombres que a Dios. En segundo lugar, reconoce que la simulación produjo que otros continúen por ese mismo camino de simulación. La simulación, lamentablemente, contagia. Pablo dice: “Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos”. Y él también era un gran líder de la Iglesia en ese momento.

Hay generaciones enteras, naciones completas que se han alejado del Evangelio debido a que la sustancia del amor se transformó en simulación. Nadie se aleja cuando ve fe y amor sin fingimiento. Y aunque el amor es sufrido, nuestros hijos pueden vernos sufrir por amor, pero no deben ver la simulación. El sufrimiento que experimentamos es uno sin victimización, sino vivido desde la fe. Por ejemplo, los hermanos fueron inspirados en las prisiones de Pablo. Sufrir en el Evangelio no trae decepción en nuestros hijos. Lo que sí trae decepción es la simulación. Nuestros hijos deben ver que el amor que hay en nosotros es mayor que las circunstancias externas. Debemos aprender a amar como Dios ama.

Cuando la sustancia del amor que es Cristo mismo está creciendo en nosotros, no va a haber simulación.

Pablo continúa diciendo: “vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio”. Amor y verdad van de la mano. El amor no es cómplice. El amor verdadero es entrañable y es en la verdad, no es afectivo. La reprensión es para vacunar a todos contra lo que no es el Evangelio. Pablo lo reprende, porque eso no es el Evangelio. Y lo reprende públicamente porque el error fue público.

La sociedad podrá amarnos o aborrecernos, pero no debieran poder decir que simulamos y no representamos dignamente el Evangelio.

Debemos, como familia, honrar este Evangelio que nació en la eternidad, se expresó en una cruz y ahora somos sus representantes. Necesitamos ser corregidos por las autoridades delegadas por Dios sobre nosotros para que preserven la vida de Dios en nuestro ser y así entender y honrar el Evangelio. El primer lugar donde esto sucede es en las familias. Seamos familias alineadas a lo eterno, viviendo y multiplicando la vida de Dios en las generaciones.

Reclusos en prisión de máxima seguridad son bautizados y aceptan a Jesús

El ministerio “Dios tras las rejas” trabaja llevando el Evangelio dentro de las prisiones. Su objetivo es ayudar a los reclusos y sus familias a encontrar la verdadera libertad en Jesucristo. También se han encargado de plantar iglesias en las cárceles para que los reclusos puedan sentir el amor de Dios y vivir en una comunidad de fe.

El ministerio “Dios tras las rejas” trabaja llevando el Evangelio dentro de las prisiones. Su objetivo es ayudar a los reclusos y sus familias a encontrar la verdadera libertad en Jesucristo. También se han encargado de plantar iglesias en las cárceles para que los reclusos puedan sentir el amor de Dios y vivir en una comunidad de fe.

El sitio web God Behind Bars compartió, no nos detendremos ante nada, asegurándonos de que cada recluso en los EE. UU. tenga acceso directo y personal al Evangelio y los recursos espirituales para no solo ayudarlos a crecer en su fe, sino también sanar traumas y heridas, romper adicciones, ciclos y permitirles conocer su identidad como hijos e hijas Dios”.

El ministerio ya ha predicado la Palabra a más de 526.000 reclusos y ha plantado 60 iglesias en las prisiones. También lanzaron una aplicación móvil llamada “PandoApp” para ayudar a los reclusos desesperados en sus celdas a escuchar canciones de adoración o prédicas. Más de 208 mil presidiarios tienen acceso a la aplicación de manera gratuita.

En el último mes, el ministerio ha bautizado a 18 reclusos dentro de una prisión de máxima seguridad. Antes de los bautismos, habían estado compartiendo el Evangelio y 35 convictos aceptaron a Jesús en sus vidas, más de la mitad tomaron la decisión de pasar por las aguas.

“Los bautismos dentro de las prisiones son muy raros, lo que acaba de ocurrir es un milagro. Muchos de estos hombres están presos hace más de diez años pero ahora han encontrado su verdadera libertad, Jesús”.

Para celebrar esta gloriosa victoria, usaron YouTube para compartir algunos videos tomados del bautismo.

«¡Estamos alabando a Dios por esta victoria y sabemos que el cielo está celebrando con nosotros!»

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