La cofundadora de Saddleback Church remarcó el rol que tiene el pueblo de Dios frente al aumento de la ansiedad y los trastornos depresivos por la pandemia.
Durante un mensaje entregado el jueves en la Convención de Medios Cristianos de la Asociación de Prensa Evangélica, la esposa de Rick Warren reflexionó sobre la muerte de su hijo, Matthew, quien se quitó la vida en 2013 después de batallar con una enfermedad mental que lo sumió en una profunda depresión. Kay compartió estadísticas que revelan que uno de cada cinco adultos y niños en los Estados Unidos se verán afectados por una enfermedad mental en el próximo año.
Después de la muerte de Matthew, Warren fundó la Iniciativa “Esperanza para la salud mental”, con el fin de apoyar a las personas y familiares de seres queridos con enfermedades mentales e ideas suicidas. La cofundadora de Saddleback explicó que la Iglesia puede desempeñar un papel único en el cuidado de las personas con este tipo de patologías.
“¿A dónde van las personas que viven con problemas de salud mental? ¿A dónde van para encontrar atención y comprensión compasivas? ¿Dónde pueden encontrar esperanza para sus días oscuros?», cuestionó Warren y sugirió «realmente creo que la Iglesia de Jesucristo debe ser ese lugar seguro, acogedor y compasivo para todos los que sufren».
El incremento de la ansiedad en pandemia
La Fundación de la Familia Kaiser, una organización estadounidense sin fines de lucro, informó, a partir de un estudio realizado en los Estados Unidos, que el 56% de los jóvenes de 18 a 24 años informaron síntomas de ansiedad o trastorno depresivo durante la pandemia.
Kay analizó “existe una necesidad desesperada de que la Iglesia se involucre con las personas con problemas de salud mental y sus familias” y sostuvo “la Iglesia está posicionada para asumir un liderazgo fuerte y brindar la ayuda que otros no pueden”.
El estudio revela que en febrero de este año aproximadamente cuatro de cada diez adultos en los EE. UU informaron síntomas de ansiedad o trastorno depresivo, un aumento en relación a la estadística de 2019 en la que sólo uno de cada diez informaron estos síntomas.
Las causas de este incremento tienen varios factores, entre ellos está que los adultos jóvenes han experimentado varias consecuencias relacionadas con la pandemia, como el cierre de escuelas y la pérdida de ingresos, y éstas pueden contribuir a una mala salud mental.
El mensaje de Kay para las iglesias
La cofundadora de Saddleback enfatizó que la Iglesia puede «llenar los vacíos» que los programas gubernamentales y las organizaciones seculares dejan atrás y citó estadísticas que revelan que el 25% de las personas que buscan ayuda en una crisis de salud mental acudirán a su sacerdote, rabino o pastor antes que a un médico o profesional de salud mental.
Warren insistió en que las comunidades de fe deben “eliminar el estigma debilitante y el rechazo que encuentran aquellos que viven con una enfermedad mental” y agregó “las congregaciones son lo que yo llamo una fuerza legitimadora en la sociedad. Si la Iglesia dice que estás bien, estás bien».
Al finalizar alentó a las iglesias a realizar seminarios sobre salud mental, compilar una lista de algunos profesionales en el área, con fines de derivación, y ofrecer esperanza a quienes luchan con este tipo de patologías.