Nicolás Ferreyra, un pastor y evangelista, recién llegado de predicar en el continente africano por varios meses, cuenta cómo fue llevar del amor de Cristo allí en medio de la pandemia.
Las prédicas se realizaron en Tanzania, un lugar en el que afirma el misionero “la economía es escasa, hay mucha necesidad en África, solo en las ciudades es diferente”. Ferreyra es parte de Christ for all Nation USA (CfaN ) que organiza los grupos y medios para trasladar a los misioneros a los diferentes lugares para llevar el Evangelio.
«DIOS NOS FUE ENAMORANDO DE ESTE PROYECTO, YO ME INVOLUCRé en ESPECIAL con ÁFRICA»-
Nicolás Ferreyra, pastor y evangelista
Él afirma que comenzó con este propósito desde que tenía 22 años y estaba en un seminario teológico del Instituto Bíblico de La Plata. Ferreyra cuenta que continuó con actividades evangelísticas en distintos países de Latinoamérica y en provincias de Argentina hasta que en el 2019 se presentó la posibilidad de entrar en un grupo de misioneros rumbo a África.
“Ese año ingresamos a Estados Unidos, fuimos 50 personas entrenadas para evangelizar en África”, describe Ferreyra. Luego él revela “nos mudamos en enero con nuestros 4 hijos y en el medio nos agarró la pandemia allá, pero Dios fue fiel, en junio terminé la graduación y empezamos a viajar por los distintos proyectos”.
Ferreyra cuenta que el proyecto al que se sumó es el de presentar a Cristo a 150 millones de personas en 10 años, él dice que se le llama “la década de la doble cosecha mediante evangelismo en distintos países de África”. Explica que realizaron tres actividades, “la primera es ir a las ferias para hablar persona a persona, allí vamos con alguien que nos traduce del inglés al idioma de Tanzania”.
Los otros encuentros son ir a colegios, “ya van medio millón de niños evangelizados, se les entregan libros, se les predica; medio millón de personas alcanzadas”, revela Ferreyra. Otra es ir en camiones de a grupos con equipos de audio preparados para predicar a mas de 10 mil personas, y por último se hace un encuentro final llamado Decapolis, “es el cierre de todas las actividades en la ciudad con una campaña masiva, en el que se juntan 15 mil a 55 mil personas”, explica el misionero.
La última evangelización que realizó allí antes de volver a la Argentina cuenta que fue ir en los camiones de noche a evangelizar a distintos pueblos, él detalla que era alrededor de las 3.00 de la tarde ya que a las 6.00 oscurece. “Buscamos un horario y lugar estratégico para predicar, así llegamos a tener 5 mil personas por encuentro”, expresa Ferreyra.
“Salimos a invitar para las grandes fiestas, les hablamos de los evangelios, de por qué Dios envió a su hijo para salvarnos y morir por nuestros pecados, la salvación, el bautismo y la sanación son varios de los milagros”, describe el misionero. Además, él afirma “hablamos del Espíritu Santo y luego los invitamos a iglesias cercanas para que comiencen a congregarse”.
Ferreyra afirma que hay testimonios todo el tiempo, y recuerda “una vez un taxista musulmán nos llevaba al lugar de evangelización, le hablamos del Señor y nuestras experiencias y nos rechazó”. De todas formas, él continúa “otra vez nos lo encontramos y nos llevó a otra iglesia y fue él quien nos preguntó más de Dios y luego recibió a Jesús en su corazón y hoy está liderando en una iglesia”.
“Otra experiencia fue con uno de los traductores, lo conocimos en la calle, varios hablan en inglés y ofrecen su traducción, él era musulmán y a pesar de esto lo elegimos, sabíamos que Dios podía tocarlo”, detalla Ferreyra. “Él iba por el dinero, pero el tercer día, cuando una mujer ciega de un ojo se sana, él nos dijo ‘Alá nunca hizo esto’, y ahí se convirtió y se bautizó”, afirma el pastor.
El evangelista cuenta que “viajar en medio de la pandemia no fue fácil por todos los protocolos necesarios para viajar y además lo económico”. De todas formas, él plantea “pero todo es para Dios, y Él organiza todo, mueve gente anónima para donar y ayudar en el propósito”.
Nicolás Ferreyra ya contó en sus redes sociales que luego de varios meses en este propósito regresó a la Argentina “la incertidumbre invadió mi corazón pero nuevamente oí la voz dulce del Espíritu Santo confirmando que todo iba a estar bien”. Él afirma que entre sus próximos proyectos está continuar expandiendo el Reino en todo lugar al que vaya.