Los hábitos se construyen con decisiones que tomamos a diario; y la salud no está exenta de este asunto.
Gozar de buena salud tiene que ver con tener hábitos beneficiosos. Alimentarnos de forma consciente, natural y real; ser personas activas y no sedentarias; priorizar un buen descanso; como también tener una vida social y espiritual saludable.
Los malos hábitos producen las llamadas “enfermedades no transmisibles”, es decir sobrepeso, obesidad, hipertensión, diabetes. Y estas pueden ser desencadenantes de alguna afección cardiovascular.
Según la Sociedad Argentina de Cardiología la enfermedad cardiovascular es la primera causa de muerte global, focalizándose en el período de vida de 30 a 70 años de edad.
Por este motivo, es importante comprender que estas patologías que enferman nuestro corazón no son un “asunto de gente mayor”, sino que a todos nos pueden afectar. Mi objetivo no es asustarte pero sí recordarte que con cuidado y prevención todos podemos tener mejor salud.
¡Tú también puedes!
La Biblia también nos alerta sobre el cuidado de nuestro corazón con este pasaje: “Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida» (Proverbios 4:23).
Qué valioso e importante mensaje nos dejó nuestro Papá celestial en este versículo. Cuidar nuestro corazón requiere que seamos intencionales. El verbo cuidar implica acción y compromiso de parte nuestra. La definición de cuidar es ocuparse o procurar que algo esté en buen estado.
¿Y por qué cuidar con tanto esmero nuestro corazón? Porque en él se guardan nuestros sentimientos, sueños, deseos, anhelos, emociones, recuerdos y pensamientos. Y es importante, querida mujer, que lo que dejes entrar en tu corazón sea medicina para él, sean tesoros y recursos de bendición.
Por el contrario, si en él guardamos enojos, rencores, pensamientos de desánimo, tristezas nos va a terminar enfermando física, emocional y espiritualmente. Así como dijo David: «Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día» (Salmos 32:3).
Lo que nos pasa interiormente, nos afecta en el exterior.
María José Amiunes, Licenciada en Nutrición, MP:3540.
Por eso quiero animarte a que cuides tu corazón y en él guardes pensamientos del cielo, emociones saludables, frutos como amor, bondad, perdón, amabilidad y paciencia. Así también quisiera alentarte a que te ocupes de él en todo sentido. Por eso, te hago una pregunta: ¿Hace mucho que no te realizas un chequeo médico?
Es muy importante que mínimamente una vez al año realices un análisis de sangre y los respectivos estudios médicos. ¿Sabías que según estadísticas del Ministerio de Salud de Argentina, la segunda causa de muerte en nuestro país son las enfermedades cardiovasculares?
Pero acá llega la buena noticia: ¡Podemos hacer prevención! Puedes trabajar ahora en corregir y mejorar tus hábitos con estos consejos:
. Come frutas y verduras todos los días.
. Incorpora frutas y verduras de color naranja y rojo, tienen betacarotenos que son protectores cardiovasculares.
. Realiza actividad física de forma diaria.
. Evita consumir frituras, alimentos ricos en grasas, azúcares y sodio.
. Si consumes alimentos de origen animal, opta por su versión descremada o magra.
.Toma 2 a 3 litros de agua por día.
Y por último, querida mujer: cuida tu corazón de forma integral, con todos los tesoros que escondes en él.