mail

Suscribite a nuestro boletín

William Carey: De Inglaterra a la India, del pasado a la modernización

El historiador Guido Márquez relatará la vida de uno de los misioneros que Dios usó para cambiar la historia del mundo, comunicando el mensaje del evangelio a lugares a donde nadie llegaba .

Zapatero, padre, traductor, son algunas de las palabras con las que podríamos definir a esta persona. Nacido en Inglaterra, en el siglo dieciocho, en un hogar muy pobre, decidió convertirse en zapatero. Pero ese no sería su oficio por siempre, sino que procuró ser misionero. Se cumplió ese deseo y llegó a India, lugar donde pasó situaciones muy difíciles, pero  fue el país que destinó para hacer sus misiones.  

Si bien murió 100 años antes de que India fuera un país independiente, gracias a su lucha consiguió instalar la semilla que estaría lista al momento de producirse la independencia.

En un mundo más desigual que el nuestro, la mujer india no era depositaria de ningún derecho, más que el de ser madre, esposa y estar atada a raíces ancestrales que le quitaban su libertad. Gracias a la prédica de Carey, pudieron verse beneficiadas con las nuevas leyes que las protegían de manera más integral. 

Una vida por demás difícil

Carey, por las malas condiciones económicas que atravesaba su familia, no pudo concluir sus estudios en la escuela. Sin embargo, esto no impidió que se transformará en un sujeto autodidacta, donde aprendió de manera solitaria, algunos idiomas como el latín, griego, hebreo y teología. Esto se debió a las bibliotecas que tenía cercanas a su hogar, donde algún bibliotecario y maestro de estas materias le dedicaba algún tiempo para enseñarle. 

Decidió emigrar a India, como parte de un llamado misionero, cerca del 1800 e instalarse en una zona llamada Serampore, la cuál sería su base de toda su labor. 

Estuvo casado en tres ocasiones, siendo Dorothy la primera de ellas. Lejos de ser un cuento de fantasía, una vez radicados en India, Dorothy se transformó en un obstáculo, debido a que comenzó a padecer de ciertas enfermedades y dolencias, tanto físicas como mentales, que obstaculizaron un poco la labor misionera. 

William Carey

Una cultura difícil, ancestral y llena de mitos

La civilización india era y es hasta el día de hoy una cultura ancestral. Estaba regida por castas donde unos tenían más privilegios que otros. Estas castas eran estáticas, imposibles cambiarlas. Además de esto, estaban establecidas por nacimiento. Así había entre cuatro y cinco castas diferenciadas entre sí, con roles y trabajos predeterminados. 

Además de esto, el rol de la mujer estaba cien por ciento ligado a las decisiones del marido o de la familia.

Guido Márquez

Así se practicaba el sati. ¿Qué era esto? Consistía en que la viuda, una vez muerto el marido, tenía que ofrecerse de forma “voluntaria” en la pira -fuego que se prendía con el cuerpo muerto en una base de leña-. 

La mujer era la que se llevaba, por desgracia, la peor parte, debido a que se cruzaban dos factores: el sistema de castas y las costumbres ancestrales. Como si fuera poco, el analfabetismo y la falta de educación básica llegaba a niveles desorbitantes. Esta sociedad fue la que se encontró el británico cuando descendió del barco y se dedicó a misionar. 

Las acciones que se propuso Carey

Aunque India era un país superpoblado, lleno de tradiciones con distintas castas, regiones e idiomas, Carey se propuso cambiar, aunque sea en Serampore, donde se radicó, la situación de los indios. 

Una de sus principales acciones fue abrir centros educativos como escuelas, para poder alfabetizar a la población. Igualmente, se dedicó a conservar los idiomas antiguos de la región, para que la población no los perdiera.

De esta manera, logró tener una imprenta donde pudo distribuir libros en idiomas hablados desde la antigüedad, a los que se le venía dando la espalda, cambiándolos por el inglés, el idioma que se creía primordial debido al gobierno colonial inglés. También se dedicó a traducir la Biblia, entre otros documentos importantes, a las lenguas maternas habladas en el país. 

La prédica de Carey dedicó su labor a hablar de que en Cristo se podía cambiar el estilo de vida, donde no era necesario creer en las castas, sino que se podía tener una vida en igualdad y en libertad. 

Debido a su influencia en el gobierno británico,  pudo lograr la suspensión de la práctica del sati, salvando a muchas viudas. También puso las bases para eliminar el sistema de castas, hecho que se lograría producir a partir de 1947, cuando India se independiza totalmente de la corona británica. 

Como si fuera poco, era un gran conocedor de la naturaleza, tanto de los árboles, como de plantas y hortalizas. Basado en esto, pudo contagiar al resto de la sociedad india, que el hombre era la imagen de Dios, por lo tanto, podía conocer, pero también gobernar la naturaleza que lo rodeaba.

Palabras para resumir a este hombre pueden faltar: feminista, botánico, zapatero, misionero. Quizás un poco ignorado el día de hoy, India y el resto del pueblo cristiano le tiene que agradecer, tanto por las labores que hizo, como el ejemplo que nos legó.  

Guido Márquez
Guido Márquez
Soy de Mendoza, Argentina. Profesor de Historia y casi Licenciado en Turismo. Espero que en mis notas no encuentres respuestas, sino preguntas. Que puedas mirar al pasado para enriquecerte, no para aburrirte.

Otras

CRISTIANAS

hola
Enviar Whatsapp
error: Gracias por interesarte en las publicaciones de La Corriente, para su uso o difusión, por favor escribirnos a [email protected]