La organización contra la persecución de seguidores de Cristo, Puertas Abiertas, compartió esta noticia en sus redes sociales.
La guerra entre Rusia y Ucrania continúa y muchos misioneros aún permanecen en la ciudad ayudando a quienes están huyendo del conflicto o a aquellos que aún no encuentran refugio; sin embargo, Puertas Abiertas confirmó que al menos diez cristianos protestantes de Crimea, región del sureste de Ucrania que está bajo control ruso, recibieron multas por ejercer y compartir su fe.
La organización contó que el pastor Evgenii Kornev y un miembro de su iglesia el año pasado fueron multados por dirigir cultos. Así también, otro miembro del ministerio fue sancionado dos veces por participar activamente en los encuentros. Christianity Today reveló también que los evangélicos en Crimea son quienes recibieron la mayor cantidad de sanciones por actividad misionera. En consecuencia, el año pasado en este territorio las autoridades rusas procesaron 23 casos y el anterior a 13.
El pastor Pavel Kuznetsov, de Lugansk, una ciudad ucraniana, compartió en sus redes sociales la situación actual de la iglesia. “En 2014 estuve en una iglesia vacía, porque había una guerra y no había cultos; tuvimos que mudar la iglesia, y ocho años después estoy de nuevo en un recinto vacío. Nos duele dejar los lugares que nos contuvieron, pero sabemos que la iglesia son personas que aman al Señor, no un edificio. Salvemos las almas, salvemos a la gente, lo demás se recupera”.
Al igual que en otras partes de Rusia, reunirse a cantar y leer las Escrituras o informar a otros sobre una reunión de la iglesia pone a los creyentes en riesgo ya que en el país se estableció en el 2016 una estricta ley anti-evangelización. La ley de Yarovaya prohíbe a los rusos compartir el Evangelio en cualquier lugar que no sea la iglesia o sitios religiosos designados. Es decir, no pueden invitar a personas ajenas a unirse a su fe ni en línea ni en sus propios hogares, tampoco predicar en las calles, a menos que tengan un permiso del gobierno.
Desde que Rusia anexó la península de Crimea de Ucrania en 2014, este territorio es uno de los puntos centrales en el enfrentamiento actual entre los dos países. A su vez, el otro territorio en disputa, la región de Donbas en el este de Ucrania, también fue controlado por fuerzas prorrusas y mantienen las mismas medidas ante los cristianos.
El mes pasado, Yuriy Kulakevych, director de asuntos exteriores de la Iglesia Pentecostal Ucraniana, contó cómo los habitantes de Crimea aceptaron la nueva realidad cuando Rusia se hizo cargo del territorio y finalmente los cristianos se dieron cuenta de cuánto sufren la cultura rusa allí.
“Intercede por las iglesias y los cristianos ucranianos, para que sean guiados por el Señor y tengan sabiduría sobre qué hacer en esta situación de guerra”, son las palabras de aliento con las que nos invita la organización Puertas Abiertas para transitar en este tiempo de guerra. Nos unimos a las oraciones para que Cristo tome el control.