Soy Mara Melillan y hace muchos años comencé mi preparación para ir a Asia, mi carga siempre fueron las niñas, adolescentes y mujeres que viven en situación de vulnerabilidad y el Señor me envió a trabajar con adolescentes y mujeres tailandesas, cuyo trabajo es la prostitución para sobrevivir, en ese camino también ayude a mujeres que fueron víctimas de trata de personas.
A veces es un poco difícil hablar de este tema en el ambienté eclesiástico ya que es desconocido o un tema tabú. Pero es una tristísima realidad para aquellos que lo padecen. En la actualidad la trata de personas o tráfico humano es conocido como la esclavitud moderna; es un problema en nuestro País y una problemática a nivel mundial, es uno de los delitos más vergonzoso ya que priva de la libertad y dignidad a millones de personas alrededor del mundo, niños, mujeres y hombres son sometidos diariamente a situaciones de explotación sexual.
En Noviembre del 2019 me uní como Voluntaria a (N.L) , este Ministerio Cristiano trabaja en la Zona Roja más grande que tiene la ciudad de Bangkok en Tailandia y también en varias partes de la Ciudad, este ministerio está enfocado en las adolescentes y mujeres y su tarea principal es el rescate de las que llegan a Tailandia de diferentes partes del mundo y que han sido víctimas del tráfico humano , otra parte del Ministerio se dedica ayudar a las adolescentes y mujeres Tailandesas que se prostituyen en La Zona Roja.
Desde un principio comencé a trabajar en el Salón de Belleza que la organización tiene en medio de la Zona Roja, las mujeres tailandesas llegan allí para hacerse algo en el cabello, corte, color, peinados, también manicura y pedicura, es un lugar estratégico porque se pasa mucho tiempo con ellas y es fácil ganar su confianza y de esa manera puedo compartirles del amor de Jesucristo y cómo Él puede cambiar sus vidas
Gracias al Señor y para su Gloria de ese lugar cientos de mujeres han salido de la prostitución. Es en el momento que ellas deciden dejar esa vida y el Ministerio NL les ofrece una capacitación de algún oficio para que puedan tener un trabajo digno y cobrar un salario. Al finalizar el estudio obtienen un título oficial que las habilita para ejercer ese trabajo.
La organización cuenta con fábricas de Indumentaria, Joyería, Pastelería y una Cafetería. Cuando ingresan al Programa reciben apoyo por parte de pastores y líderes que las ayudan en todo su proceso de restauración. Nuestra tarea, además de darles herramientas laborales, es mostrarle que son valiosas a los ojos de nuestro Padre Celestial y también para nosotras.
Las mujeres que fueron víctimas de tráfico humano se encuentran en un lugar seguro donde son protegidas desde que llegan. En ese momento comienza el proceso judicial para repatriarlas a sus países de origen. Mientras tanto, hasta que llegue ese día, comienzan un proceso de restauración a través de profesionales (si así se requiere), reciben una ministración personal por parte de los miembros de la Organización. La tarea de todos los voluntarios de este lugar es compartir un Devocional y estudios bíblicos por las mañanas, luego del almuerzo enseñarles un taller de manualidades, manicura o peluquería. A lo largo de la semana las mujeres también tienen talleres de Idioma, arte y tejido.
Por otro lado, el equipo de Evangelismo es una Parte Clave en (NL) siempre se realizan caminatas de oración por el barrio donde se encuentra la zona roja, en estas caminatas también se logra crear lazos de amistad y confianza con los vecinos de esta ciudad y de mujeres, adolescentes que son marginadas por la sociedad en las calles.
En Tailandia el 95% de la población es budista y solo el 1% es cristiano. Millones de personas están esperando oír una palabra de esperanza. Me siento privilegiada de estar aquí y regresar cuando Él abra nuevas puertas.
“El Señor me ha enviado a proclamar libertad a los cautivos y dar vista a los ciegos, a poner libertad a los oprimidos”. (LS. 4:8)