Una persona que ha experimentado la salvación da muestras de al menos estos cuatro instintos espirituales, que no son aprendidos, sino que forman parte inmanente del ser.
Muchos hemos olvidado de dónde salimos, sumergidos en un ego sin sentido, otros olvidamos lo que Jesús hizo, rechazando el propósito depositado en nuestra vida
David Lewis: "No cantamos para transmitir un sensacionalismo, sino que buscamos compartir algo que sea real y que quede en el corazón y lo transforme".