El hecho de seguir parado firme cuando todos los demás han caído requiere una paciencia sufrida. Ésta es, posiblemente, la característica particular más importante de un gran líder.
Crecer duele. Crecer nos saca de nuestra zona de confort, nos desafía, nos confronta, y el proceso de crecimiento de una oveja para discípulo muchas veces es un desafío, no sólo para la oveja, sino también para el pastor.
La idea de la formación es mejorar y perfeccionar desde el área emocional la tarea pastoral y de liderazgo, con acercamientos a distintos temas actuales.
Las crisis suelen sacar lo mejor y peor de las personas, pero, lamentablemente, la mayoría de las veces sacan lo peor. La falta de preparación para estas situaciones ha sido notable en prácticamente toda la dirigencia mundial y de manera especial en la clase política, que dejó al descubierto, además, la avaricia, corrupción y egoísmo sin límites.