Los celos actúan como el deseo o posesión del otro, como una necesidad de acaparar toda su atención y, al no conseguirlo, la persona se siente frustrada, no querida o rechazada
La sociedad está pidiendo a gritos la manifestación de los hijos de Dios y la Iglesia tiene que estar en la calle. Dios nos mandó a demostrar el amor de Cristo con nuestras acciones.