El alma es un espacio de construcción. Todo lo que conocemos del alma humana es aquello que fue contraído en algún momento del tiempo. Es tan así que usted nunca verá a un bebé recién nacido buscando un psicólogo.
Cualquier forma de salvación que no proponga una manera de vivir en la tierra estará incompleta. El Evangelio nos anuncia vida eterna y, con ella, una propuesta a ser parte de la expresión de lo verdadero en nuestros días.
Existen muchas formas de sanar una herida, pero quienes hemos creído en el Hijo de Dios tenemos la forma más sencilla y grande a la vez de poder superar cualquier tipo de roto en el alma.