Hoy los datos son el petróleo del siglo XXI, los cuales nos ayudan a tomar decisiones, evaluar el futuro y mejorar continuamente en nuestros productos, servicios o recursos que ofrecemos para hacer una experiencia mejor a las personas, en especial la iglesia.
En la escritura podemos ver tanto en el antiguo como el nuevo testamento el registro de datos importantes, censos, personas que comenzaron a unirse a la iglesia cristiana, producto de la obra del Espíritu Santo en los apóstoles, todo registrado a mano.
Hoy, contamos con herramientas digitales para llevar un seguimiento de mayores audiencias y dar pasos de fe. Como iglesia, liderar con información ayudará a ser más efectivos en la mayordomía de nuestros recursos, lo que Dios nos ha confiado para la extensión de su Reino.
Existen empresas, negocios o soluciones de software basados en el análisis de datos, como facebook, instagram, herramientas de medición como Google Analytics para analizar el movimiento de cada persona a través de nuestros servicios digitales, los cuales nos organizan la los datos, convirtiendo así en información que podemos leer, interpretar y obtener un conocimiento que nos puede ser muy útil para la toma de decisiones en nuestros ministerios.
Esto es un factor, muchas veces ignorado o poco considerado por los líderes, pastores (causando enojo gran parte del tiempo) para medir resultados de alguna campaña, movida evangelística, entrenamientos o eventos destinado a compartir de Cristo, edificar a la iglesia, etc.
Los datos pueden ser obtenidos de encuestas, clics de las personas que navegan en internet dentro un sitio web o conjunto de estos, qué dispositivos usan, la hora que ingresan, qué temas buscan, son algunos ejemplos que se pueden conseguir a través de software especializado o de las herramientas que ofrecen las redes sociales o el trabajo de personas que se dedican a obtenerlos manualmente.
«Todo esto puede ayudarnos a disparar preguntas importantes, entender la cultura actual, tomar precauciones, rendir cuentas de la inversión de los recursos, servir, ministrar a las personas y acelerar la extensión del evangelio»
En la escritura podemos ver tanto en el antiguo como en el nuevo testamento se realizaban registros de datos importantes, como los registros del libro de números donde se habla de un censo, donde se contaron las tribus, también de hombres para la guerra, el registro de los antepasados, sin mencionar que el registro de la genealogía de Jesús, hoy es como tener un historial o árbol genealógico de la familia, son datos.
En la alimentación de los 5000 y los 4000 sabemos que se contaron a los hombres, pero pudo haber mucha más gente de la anotada. Sabemos que de cinco panes y dos pescados se alimentaron los primeros y que sobraron doce canastas llenas (Marcos 6:30-42, Lucas 9:1-17, Juan 6:1-15), y el segundo grupo de siete panes y unos cuantos peces se alimentaron también, dejando siete canastas con los pedazos que quedaron (Mateo 15:29-39, Marcos 8:1-13). También en libro de hechos vemos como se habla de la conversión de los tres mil y cinco mil (Hechos 2:41; 4:4) y en Apocalipsis cuando se habla de los ciento cuarenta y cuatro mil.
No pretendo decir que sin una forma de medir nuestro trabajo ministerial no veremos resultados, los resultados son de Dios y su obra a través de su Espíritu Santo en nosotros, pero creo que es importante medir en cómo invertimos nuestros recursos, humano, financiero, digital; siempre recuerdo la parábola de los talentos y me hace reflexionar en cómo estoy (Mateo 25:14-30).
He visto algunos ministerios no poder crecer por el hecho de no ejercer una mayordomía eficaz de los recursos que Dios les ha confiado para glorificar su nombre; puede volverse una excusa para la eficacia ministerial el no obtener datos del ministerio y el trabajo que se ha realizado.
¿Qué elementos son importantes medir en nuestro ministerio? La asignación de recursos, el uso de los recursos, resultados producidos en el evangelismo, decisiones de fe por Cristo, discipulado, si se crearon nuevas comunidades de fe o células, si contas con recursos digitales, un blog un sitio web, redes sociales, en cómo responder la gente, si comenta, comparte, opina de los artículos, responde encuestas, interactúa en transmisiones en vivo.
La finalidad no es crear experiencias de entretenimiento cristiano, sino de buscar edificar, inspirar, movilizar a las misiones, rendir cuentas del trabajo realizado si hubo gente que invirtió en las iniciativas para ser transparentes, etc.
¿Qué pasos de fe darás en tu ministerio o iglesia para liderar con información, medir la eficacia de tu trabajo, evaluar y mejorar para ser un mejor mayordomo de los recursos que el Señor te ha confiado para gloria de su nombre?
Manuel A. Samaniego Lao
Panameño. Seguidor de Jesús desde 2010. Esposo de Elsa, papá de Otniel y Juliette. Estudiante de la Maestría en Divinidad de la Facultad de Teología Integral de Buenos Aires. Ingeniero de Sistemas y Computación, juntos somos misioneros de tiempo completo Liderando Estrategias Digitales para Cru en Argentina, donde creamos experiencias digitales para conectar a las personas con Jesús, acompañar su proceso de edificación y enviarlos para que sean embajadores de Cristo de por vida.