Reclusos atraen a compañeros de prisión al cantar que Dios los ama, en un centro penitenciario de EE. UU.
El ministerio evangelístico “God behind bars”, que en español significa “Dios tras las rejas”, se dedica a conectar a los prisioneros y sus familias con Cristo, en Florida, Estados Unidos.
La Palabra de Dios no puede ser retenida por situaciones temporales y seguimos viendo evidencias del poder transformador del amor de Dios, en cada persona que dispone su corazón para conocerlo y que por convicción de pecado se arrepiente y lo confiesa como Dios en su vida.
En la cuenta en instagram @godbehindbars, el ministerio compartió un video en donde se observa a 260 reclusos adorando a Dios, con la canción “Cuánto nos ama” (How He Loves) en la prisión de máxima seguridad del estado de Florida.
Una multitud de detenidos, con las manos en alto en señal de rendición ante el Señor, declaran a toda voz, una y otra vez, el amor de Dios, durante uno de los servicios que promueve el ministerio en las prisiones.
El video se volvió viral y ya tiene más de 170 mil likes, más de 5000 comentarios en instagram y superó los 3 millones de vistas.
“El sonido sacudió el suelo en toda la prisión. 260 hombres encarcelados adorando tan fuerte que los otros 1600 hombres que no vienen a la iglesia pudieron escuchar las palabras: Dios te ama», escribió God behind bars en la publicación. Testifican que en ese momento, 300 reclusos nuevos se acercaron al lugar y cientos de ellos, reconocieron a Jesús como su salvador. “Dios se está moviendo en esta prisión de Florida”, concluyeron y mencionaron a @maverickcitymusic de quienes tomaron la versión de la canción How he loves.
God behind bars sirve en prisiones estadounidenses desde 2009. Atiende las necesidades físicas y espirituales de los detenidos, pero también de sus familias, porque el diseño de Dios siempre será la familia. Con el apoyo de las congregaciones locales y organizaciones cristianas, el ministerio desarrolla reuniones y discipulado dentro de la prisión y testifican cientos de conversiones y testimonios de transformación. En las publicaciones también se observa que varios de los reclusos alcanzan el arrepentimiento al punto de identificar su vida con la causa de Cristo, a través del bautismo en aguas.
El ministerio también brinda programas de recuperación de la familia y de recuperación de adicciones en general. En cuanto reciben la libertad, los conectan con una iglesia local, para que sigan creciendo en el conocimiento de Dios y sean fortalecidos en la fe por la vida que produce el Cuerpo.
También les brindan acompañamiento en el proceso de reintegrarse a la sociedad, ayudándolos a encontrar oportunidades de empleo, vivienda y educación.
El amor de Dios siempre será la manera de llegar a cada corazón, en medio de prisiones físicas o emocionales. Su amor es tan profundo, que sana desde el interior y nadie puede resistirse a Él.