Antes de que vos y yo naciéramos, Jesús ya había hecho todo lo que era necesario para abrir un camino nuevo y vivo a través del cual pudiéramos volver a casa.

Antes de que pudiéramos errar o acertar, todo estaba consumado, toda su Gracia fue puesta a nuestra disposición sin condición alguna. Antes de que necesitáramos ser perdonados, Él ya nos había perdonado poniendo su propia vida. Sin embargo, muchas veces seguimos queriendo construir nuestro propio camino de regreso, esforzándonos para agradar a Dios.

¿En qué te estás esforzando para agradar a Dios?, ¿en tu propia capacidad humana?, ¿o como Él nos anima a través de la Palabra cuando Pablo le dice a Timoteo “esfuérzate en la Gracia que es en Cristo Jesús”.

Cuando nos esforzamos en nuestras propias capacidades ya estamos partiendo desde el lugar incorrecto, porque dejamos a la vista nuestra falta de fe. Cuando nos apoyamos en nuestra fuerza no estamos tomando como suficiente el sacrificio de Cristo para nuestras vidas. Y de esa manera solo perdemos el tiempo tratando de llegar a un lugar de la forma incorrecta.

Lo que necesitamos es tener fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios. Creer en Él y recibir sus regalos son puntos fundamentales de la fe. El justo por la fe vivirá. Es creer para vivir. Cuando creemos, cambia nuestra posición y partimos desde un lugar de plenitud en el Espíritu, ahora ya no vivimos para llegar a ser, sino que vivimos desde nuestra identidad en Cristo. No luchamos para alcanzar la santidad, la salvación, el perdón, sino que caminamos y vivimos desde la victoria, desde la santidad, desde la salvación, desde el perdón, desde la libertad, y esto lo cambia todo.

Es imposible vivir en comunión con Jesús sin recibir su victoria y tomarla como nuestra. Vive en comunión aquella persona que está unida a Él y tiene todas las cosas en común con Él, no solo las tiene sabidas por haber estudiado, leído o escuchado, sino que las vive y la vida de Cristo se expresa a través de sus acciones en la vida cotidiana. La fe está anclada en un hecho. Algo que fue consumado.

Tener fe es nacer de nuevo, no como una versión mejorada de nosotros mismos, sino nacer de nuevo EN Cristo. Tener fe tiene que ver con que ya no vivimos apoyados sobre nuestra capacidad, sino sobre su obra completa. Pablo lo resumió en: “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas Cristo vive en mí, y lo que ahora vivo en carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios”.

«La fe que da entrada a la Gracia está anclada en Cristo y en Su sacrificio perfecto una vez y para siempre, que abrió nuevamente el camino de regreso a nuestro origen». 

La fe nos da entrada a la Gracia (Romanos 5:2) Y una vez dentro, “…en la cual estamos firmes…”, nos queda permanecer. 

Cuando nos esforzamos en la Gracia, el esfuerzo no tiene que ver con hacer algo con nuestras propias fuerzas, sino con permanecer en Él, con permanecer en Su Amor, escuchando y creyendo la Verdad que Él habla acerca de nosotros. Nuestra batalla no es contra el pecado o las circunstancias, es la buena batalla de la fe, que nos impulsa a vivir de acuerdo a Sus Palabras y permanecer en Él. Haciendo así ganamos la batalla y disfrutamos de Su vida en nosotros y a través de nosotros.

Podemos desperdiciar nuestras vidas entrando en un círculo sin fin de intentar alcanzarlo por nuestras propias fuerzas, o podemos disfrutar de la verdadera vida creyendo en Jesús, en la suficiencia de su sacrificio, recibiendo y entrando así por la fe a esta Gracia donde volvemos a pararnos en nuestro diseño original, donde podemos disfrutar todo lo que Él puso a nuestra disposición por medio de este Nuevo Pacto que selló con su propia sangre, confirmó con su Resurrección y estableció como único al disolver el antiguo pacto que implicaba sacrificios y esfuerzos humanos.

No se trata de nuestra capacidad, se trata de su capacidad. No se trata de nuestros sacrificios, se trata de su sacrificio.

¡Entremos hoy por la fe a esta Gracia, que es en Cristo Jesús, y permanezcamos firmes!

Parte del grupo de líderes de jóvenes de la congregación Puertas Abiertas (@ccpuertasabiertas). Músico/Compositor. Busco conocer y dar a conocer a Dios cada día más. Quiero amar como ÉL ama y ver a las personas como ÉL las ve. Director Creativo de la marca de ropa Profetica @profeticafans . Vivo en Rosario junto a mi esposa Gisela y mi hijo Juan León.