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Sidney McLaughlin, medalla de oro y récord mundial: “Tengo una plataforma y quiero usarla para glorificarlo”

Sydney McLaughlin-Levrone ha marcado un hito en el atletismo mundial al ganar su segunda medalla de oro olímpica consecutiva en los 400 metros con vallas.

Sydney McLaughlin-Levrone ha marcado un hito en el atletismo mundial al ganar su segunda medalla de oro olímpica consecutiva en los 400 metros con vallas. 

Con un tiempo impresionante de 50,37 segundos en París, la atleta estadounidense estableció un nuevo récord mundial, el sexto en su carrera, reafirmándose como la única mujer en la historia en ganar esta prueba en dos Juegos Olímpicos consecutivos.

En la carrera, Anna Cockrell se llevó la medalla de plata al registrar su mejor marca personal con 51,87 segundos, mientras que la holandesa Femke Bol aseguró el bronce con un tiempo de 52,15 segundos.

Más allá de sus logros en la pista, McLaughlin-Levrone es conocida por su profunda fe cristiana, la cual comparte con frecuencia en sus redes sociales y entrevistas, siempre atribuyendo sus éxitos a Dios.

 “Le doy crédito a Dios por todo lo que hago. Él me ha dado un don y el impulso para seguir mejorando. Tengo una plataforma y quiero usarla para glorificarlo”,

Antes de cada competencia, McLaughlin-Levrone realiza una oración pidiendo ser un instrumento para la gloria de Dios. “Es simplemente la libertad de saber que, independientemente de lo que suceda, Él recibirá elogios a través de mí. Por eso hago lo que hago”, expresó con humildad.

La atleta también destacó el apoyo incondicional de su esposo, Andre Levrone Jr., a quien describió como “mi mejor amigo, mi mayor apoyo, mi pastor personal. Lo amo más que a la vida misma”. 

En una entrevista con la cadena NBC después de su carrera en semifinales, McLaughlin-Levrone reflexionó sobre la importancia de confiar en Dios en cada etapa de su vida deportiva. “Trabajas todo el año para llegar aquí, pero lo que has hecho es lo que te mantiene aquí. Así que se trata simplemente de ejecutar eso, confiar en el proceso, confiar en el plan y, en última instancia, confiar en Dios”, comentó.

En su biografía de la red social X, McLaughlin-Levrone expresa su devoción con las palabras “descansando en la gracia de Jesús”, mientras que en Instagram afirma “Jesús es el Señor”.

Un mes antes de los Juegos Olímpicos, en las pruebas olímpicas de Estados Unidos, cuando estableció un récord mundial con 50,65 segundos, McLaughlin-Levrone confesó estar sorprendida por su propio rendimiento. “Sinceramente, gracias a Dios, todo es posible en Cristo. Estoy asombrada, desconcertada y en shock”, afirmó en ese momento.

Tras su victoria en los Juegos Olímpicos de Tokio, la deportista cristiana subrayó en Instagram que “lo que tengo en Cristo es mucho mayor que lo que tengo o no tengo en la vida. Ruego para que mi camino sea una clara representación de sumisión y obediencia a Dios”. 

Añadió también: “El hecho de que no gane todas las carreras o no reciba todos los deseos de mi corazón no significa que Dios me haya fallado. Él me preparó para un momento como este, para que pueda usar los dones que Él me ha dado para dirigir toda la atención hacia Él”.

El impostor que vive en mi: Un clásico de Brennan Manning

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El Impostor que vive en mi

Pocos son los autores que a pesar de su indiscutible talento con las palabras, tienen la habilidad y el poder de trascender las dimensiones discursivas.

Aquellos cuyos escritos no pueden contenerse en papel y desbordan, por donde se lo mire, algo más allá de ellos. Una esencia que lucha por ser tangible, encarnarse y entretejerse en las fibras más sensibles y profundas del corazón. Brennan Manning logra esto. Aunque no podamos atribuirle originalidad alguna: hablamos de un mero testigo, una carta leída. El punto de vista del pródigo una vez que regresa a casa. La nostalgia de un hogar al que creímos jamás volver, y hemos encontrado una silla reservada para nosotros.

«La escritura de Brennan Manning llega, nos toma y nos involucra. «El impostor que vive en mí» es un libro que salta desde la torre de la teoría y se sumerge profundamente en la materia de la vida, en las cosas a las que cada uno de nosotros se enfrenta cada día.» Devlin Donaldson

Resulta relativamente sencillo sentirnos amados por Dios cuando hemos dado lo mejor de nosotros: puntualidad, buen comportamiento, limosnas y excelencia. Pero, ¿qué sucede cuando pecamos y fracasamos? Desde la etapa más temprana de nuestra niñez, entendemos el peligro de mostrarnos tal cual somos y la difícil tarea de agradarle a los que tenemos cerca. Es ahí donde nace el impostor. Un concepto acuñado por el autor que utiliza para describir aquella naturaleza caída del hombre que corre y esconde su densudez de Dios y todos los demás. e incluso de sí mismo.

“Si no estoy en contacto con mi propio sentido de saberme amado, entonces no puedo relacionarme con lo sagrado de los demás.”

Una obra escrita a corazón abierto, nacida en un retiro silencioso en las montañas rocosas de Colorado. Brennan Manning relata a través de su historia personal y experiencias del pasado- presente, una exposición certera y vivencial de la ineludible lucha en la todo cristiano se ve envuelto. La tendencia a erigir un Dios bajo los propios conceptos que tenemos de nosotros mismos. El resultado es predicho sin tapujos: una llegada al sepulcro antes de tiempo. Citando a Henri Nowen, el autor nos invita con ferviente insistencia a preguntarnos qué es lo que apaga la voz sagrada que una y otra vez nos llama «amados, escogidos, lavados».

“Se necesita una profunda conversión para aceptar que Dios es incesantemente tierno y compasivo para con nosotros tal cual somos; no a pesar de nuestros pecados y faltas […] sino con ellos incluidos.”

El impostor que vive en mí, no es un material de lectura que pueda ser consumido entre pausas arbitrarias del día. Se trata de un viaje del que no hay retorno. Donde el destino final es un mayor disfrute de la eternidad presente. Una obra que nos demuestra cómo el quebranto de un corazón herido puede ser también señal de vitalidad. Y toda amnesia temporal recibida a través de estímulos y gratificaciones humanas puede y debe ser reemplazada con la verdad conmovedora y arrasante de una vida a la luz del Evangelio.

“La decisión de salir de nuestro escondite es nuestro rito iniciación en el ministerio de sanidad de Jesucristo.”

Brennan Manning difunde la invitación del Abba a ver nuestros aciertos y errores convertidos en trapos sucios ante la implacable ternura de su persona. Un Dios que corre a nuestro encuentro incluso antes de que podamos disculparnos, y nos abraza con una sonrisa bañada en lágrimas. La entrega sin retorno a ese Dios narrado e invocado por Jesús. El encuentro piel con piel sin hojas de higuera de por medio. «La llegada de un Reino pregonado por una forma de ternura que no conoce fronteras».

George Foreman, una vida de lucha y fe

A fines de abril, se estrena Big George Foreman, la biopic del boxeador George Foreman, un pastor que, contra todo pronóstico, y luego de ser campeón mundial de pesos pesados, decidió volver al boxeo a sus 45 años con un solo fin: sostener económicamente el centro comunitario juvenil que lleva adelante junto a su hermano.

Big George Foreman, la biopic del boxeador George Foreman, un pastor que, contra todo pronóstico, y luego de ser campeón mundial de pesos pesados, decidió volver al boxeo a sus 45 años con un solo fin: sostener económicamente el centro comunitario juvenil que lleva adelante junto a su hermano. 

UNA INTENSA VIDA VIOLENTA
Devenido de una familia pobre y afroamericana por la que afrontaba el bullying en su niñez, el texano llevó una adolescencia problemática debido a sus violentas reacciones, que lo llevaron a abandonar la escuela primaria e introducir su vida al alcohol como vía de escape. 

“Tomaba tanto que perdía la conciencia. Una vez, un tipo me corrió por la calle con una navaja. Después descubrí que la noche anterior, borracho, había querido asaltarlo y él había podido escapar. Yo no recordaba nada”. Así se refiere a su propia vida el campeón de boxeo olímpico.

A sus 16 años, antes de terminar tras las rejas, decidió escapar al estado de Oregon con una organización benéfica. Una noche, luego de un escándalo en el que uno de sus compañeros terminó volando por una ventana (escena que se ve en el tráiler de la película), un hombre de mucha menor estatura que él se acercó y le preguntó: “¿Por qué no te metes con alguien de tu tamaño?”. Se trataba del ex sargento de la Fuerza Aérea y experto en artes marciales, Charles Broadus, quien posteriormente fue apodado como “el padrino del boxeo” (que también tiene una biopic), y se convirtió en su entrenador en esta disciplina, la cual le sirvió como canalizadora de su ira y, finalmente, lo llevó a ser dos veces galardonado como campeón del mundo en la categoría de pesos pesados. 

NOQUEAR Y ENCONTRARSE CON DIOS 
“Big George” se convirtió en un boxeador de élite en muy poco tiempo: ganó 76 de las 81 peleas que tuvo en su carrera deportiva, 43 de ellas por knock out. Entre 1969 y 1977, obtuvo una medalla olímpica.

En 1977, luego de perder la segunda pelea de su carrera debido al cansancio (la primera fue por un KO de Muhammad Ali) contra el pensilvano Jimmy Young, George cayó derrumbado en el vestuario, evidenciando problemas cardíacos que, según él, lo llevaron a la muerte por unos momentos. 

“Me fui de esta vida. Por encima de mí, debajo de mí, a mi alrededor no había nada”, afirmó Foreman. “Los pensamientos más tristes que se te ocurran, multiplícalos. Recuerdo que pensé que no había esperanza para mí, como si alguien me hubiera dejado en el mar. No había tierra”. Luego, Foreman dijo que gritó: «¡Todavía creo que hay un Dios!». De repente, “una mano se metió y me sacó de la nada y de la muerte”.

Luego de esa experiencia, que consideró cercana a la muerte, el boxeador se alejó de manera definitiva del ring y se acercó a Dios. Se entregó a tiempo completo a la causa del Evangelio y comenzó su camino al pastorado, que incluyó pagar treinta minutos semanales de transmisión en una radio local en Texas. 

VOLVER AL RING POR UNA CAUSA MAYOR
Una década después de su repentino retiro, “Big George” decidió volver al ring de boxeo. Con 38 años, pesaba sobre sus hombros la responsabilidad económica por el centro comunitario juvenil que había fundado para rescatar a niños con problemas de conducta. Esto lo encaminó hacia lo que consideró la solución: ser campeón del mundo, otra vez. 

Fue así cómo a los 45 años, y luego de un litigio legal por discriminación, el texano consiguió su segundo título como campeón mundial de pesos pesados. La pelea fue épica, ya que en ella se jugaba no solo su título sino el récord de ganador más veterano del boxeo. Le ganó a Michael Moreer por un knock out, pero celebró sus victorias de rodillas en la esquina del cuadrilátero, orando.

“BIG GEORGE FOREMAN, MILAGROSA HISTORIA DEL OTRORA Y FUTURO CAMPEÓN MUNDIAL DE PESO PESADO”, LA PELÍCULA.

La película biográfica del pastor George Foreman está protagonizada por Khris Davis (Malik, Space Jam 2), como Foreman, y el ganador del Oscar, Forest Whitaker (Zuri, Black Panther), como Doc Broadus, el entrenador de Foreman. 

Respecto a la película el boxeador retirado, dijo: “Lo más importante que me gustaría que rescatara la gente es Que hay un Dios viviente. Y yo soy prueba de ello, eso es todo: olvídate del boxeo, de las victorias, de las derrotas y todo eso. La fe en Dios es de lo que trata esa película”.

Podés encontrar esta película en la plataforma de HBO.


Conocé acerca de la película acá:

El Evangelismo inquebrantable y creativo de William Ward Simpson

William Ward Simpson nació en Brooklyn, Nueva York, el 1 de agosto de 1872, de padres ingleses, fue una figura clave en la historia del adventismo en los Estados Unidos, destacándose por su fervor evangelístico y su enfoque creativo para la difusión del mensaje.

William Ward Simpson nació en Brooklyn, Nueva York, el 1 de agosto de 1872, de padres ingleses, fue una figura clave en la historia del adventismo en los Estados Unidos, destacándose por su fervor evangelístico y su enfoque creativo para la difusión del mensaje.

Su padre, William Ward Simpson Sr., descendía de una familia de caballeros ricos, pero un error en la inscripción del apellido impidió que heredara una fortuna en Inglaterra. Esta situación, junto con un entorno familiar difícil, marcó profundamente la infancia de William Jr. 

La niñez de William estuvo caracterizada por el rigor y la disciplina impuesta por su padre, un hombre severo que nunca mostró afecto hacia su hijo. La madre de William, Anne Turner, aunque piadosa, no tuvo una influencia espiritual significativa en los primeros años de vida de su hijo. 

La familia vivió en Inglaterra hasta que William cumplió doce años, momento en el cual decidieron emigrar a los Estados Unidos. Sin embargo, durante la travesía, su padre contrajo neumonía y falleció, siendo sepultado en el mar. Este evento, aunque trágico, marcó un punto de inflexión en la vida de William.

Ya en Estados Unidos, William y su madre se establecieron en Battle Creek, Michigan, un centro neurálgico del movimiento adventista del séptimo día. Aquí, William comenzó a trabajar en el Sanatorio de Battle Creek, bajo la dirección del Dr. John Harvey Kellogg, una experiencia que no solo mejoró su salud, sino que también lo introdujo en la atmósfera espiritual.

Fue durante este tiempo que William empezó a leer las amonestaciones de Ellen G. White, una de las fundadoras del adventismo, sobre la necesidad de un ambiente cristiano en los lugares de trabajo, lo que influiría en sus decisiones futuras.

El momento decisivo en la vida espiritual de William ocurrió cuando, a los 18 años, por curiosidad, asistió a una serie de conferencias sobre las profecías de Daniel y el Apocalipsis. Para su sorpresa, quedó profundamente impactado por los mensajes, lo que lo llevó a asistir a todas las conferencias y eventualmente a aceptar la fe. Su conversión fue tan profunda que decidió dedicar su vida a la predicación del evangelio.

Tras dejar su trabajo como impresor, Simpson se dedicó al colportaje, un trabajo que consistía en vender literatura religiosa de puerta en puerta. A través de este trabajo, no solo se ganó la vida, sino que también desarrolló una habilidad excepcional para conectar con las personas y compartir su fe. 

Simpson utilizó su formación en imprenta y sus habilidades creativas para diseñar folletos, carteles y dispositivos tridimensionales que hacían su mensaje más impactante. Su éxito en la venta de literatura religiosa llamó la atención de los líderes de la iglesia, quienes lo invitaron a unirse al ministerio. Aunque sorprendido, aceptó la invitación y comenzó a predicar con fervor.

Una de las características más destacadas de William Simpson fue su tacto y habilidad para manejar situaciones delicadas. Una anécdota que ilustra este don relata cómo un empresario espiritista, impresionado por la capacidad de Simpson para atraer grandes audiencias, le pidió ayuda para promover su negocio de espiritismo. En lugar de confrontarlo directamente, Simpson lo invitó a asistir a sus conferencias para conocer su estilo y, eventualmente, el empresario se convirtió y bautizó.

En 1897, él y otro pastor comenzaron una iglesia en una reserva cerca de Brantford, Ontario, la primera iglesia nativa americana en Norteamérica.

En su vida personal, William también enfrentó desafíos. Se enamoró de Nellie Ballenger, hija del pastor John Fox Ballenger, un pionero del adventismo conocido por su enfoque creativo en la predicación. 

Aunque su relación con Nellie no fue inmediata, su mutuo amor por Dios y la obra misionera los unió, y eventualmente se casaron. Nellie, quien era una talentosa música, acompañó a William en muchas de sus campañas evangelísticas, contribuyendo al éxito de su ministerio con su habilidad musical.

Al mudarse a California en 1902, desarrolló sus estrategias evangelísticas y organizó reuniones en Redlands, Riverside, Pasadena, San Diego, San Francisco y Oakland. Pero su mayor obra estaba reservada para la ciudad de Los Angeles. A partir de 1904, celebró reuniones públicas en el centro de la ciudad y atrajo a miles, usando ilustraciones gráficas y exposiciones claras de la verdad bíblica. 

Después de la primera serie de reuniones, más de 200 fueron bautizados. Cuando se pensó que terminaría, la población local distribuyó una petición, instando a más reuniones.

Cuando la conferencia sugirió un traslado, Elena White se opuso. Ella tomó un gran interés en el trabajo de Simpson, escribiéndole varias veces. Sin embargo, estaba preocupada por su agotamiento, escribiéndole: 

«Estoy profundamente interesada en su trabajo en el sur de California. Estoy tan ansiosa de que no se derrumbe bajo la tensión de un esfuerzo largo y continuo. Deje que alguien se conecte con usted para que pueda compartir sus cargas. Éste es el plan que fue seguido por el Gran Maestro. Envió a sus discípulos de dos en dos». 

También habló muy favorablemente sobre sus métodos: “El hermano Simpson es un evangelista inteligente. Habla con la sencillez de un niño. Nunca arrastra sus palabras en sus presentaciones. Predica directamente de la Palabra, dejando que la Palabra hable a todas las clases. Sus firmes argumentos son las palabras del Antiguo y del Nuevo Testamento. No busca palabras que simplemente impresionen a la gente con su conocimiento, sino que se esfuerza por dejar que la Palabra de Dios les hable directamente en una expresión clara y directamente. Si alguno se niega a aceptar el mensaje, debe rechazar la Palabra”.

William Simpson continuó su labor evangelística a lo largo de los Estados Unidos. Su enfoque innovador, su dedicación inquebrantable y su habilidad para adaptarse a las necesidades de la gente hicieron de él un evangelista influyente. Aunque enfrentó desafíos personales y profesionales, su fe en Dios y su compromiso con el mensaje adventista nunca flaquearon.

Pero en 1907, a la temprana edad de 34 años, Simpson muere dejando a su esposa y tres hijos pequeños. Ellen White escribió sobre su tristeza: “El hermano Simpson era un hombre que creía plenamente en el mensaje para este tiempo y lo predicó con poder. Su manera ganadora de presentar las doctrinas bíblicas y su capacidad para idear y usar ilustraciones adecuadas, le permitió mantener la atención de grandes congregaciones. Tenía confianza en el poder de la Palabra de Dios para producir convicción y el Señor bendijo grandemente sus esfuerzos en la salvación de muchas almas”.

La vida de William Ward Simpson es un testimonio del poder de la fe para transformar vidas y del impacto que un individuo puede tener en la difusión de un mensaje espiritual. Su legado perdura como un ejemplo de dedicación, creatividad y amor por la obra de Dios.

La paz no es algo, es Alguien

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Jesús es nuestra paz

En un mundo lleno de caos, ansiedad y conflictos, la búsqueda de la paz es constante. Muchos creen que la paz es un estado de tranquilidad o la ausencia de problemas. Sin embargo, desde una perspectiva celestial, va más allá de una simple sensación, es una persona: Jesús. A través de su vida y enseñanzas, Él nos muestra que la verdadera paz no depende de nuestras circunstancias, sino de nuestra relación con Él.

1. La Paz en medio del caos: Jesús en la tormenta.

Un claro ejemplo de esto se encuentra en el relato bíblico de Jesús calmando la tormenta (Mateo 8:23-27). Mientras los discípulos entraban en pánico por la furia del mar, Jesús dormía tranquilamente. Esta escena nos muestra que la paz que Jesús ofrece no es una ausencia de tormentas, sino la calma en medio de ellas. Hoy en día, enfrentamos «tormentas» modernas, como la incertidumbre económica, problemas de salud mental y conflictos globales. La presencia de Jesús en nuestras vidas nos ofrece una paz que no se ve afectada por estos problemas externos.

«La paz que Jesús ofrece no es una ausencia de tormentas, sino la calma en medio de ellas».

2. La Paz interior: Más allá de las circunstancias.

En la sociedad actual, a menudo buscamos la paz en el éxito profesional, la estabilidad financiera o las relaciones personales. Sin embargo, estas fuentes externas son volátiles y pueden cambiar rápidamente. Jesús dijo: «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da» (Juan 14:27). Esto significa que la paz que Jesús ofrece no depende de nuestras circunstancias, es interior y nos sostiene incluso cuando el mundo exterior es inestable.

3. La Paz como relación: reconciliación y amor.

La paz que Jesús ofrece también tiene un componente relacional. A través de su sacrificio, Él nos reconcilió con Dios, dándonos paz con nuestro Creador (Romanos 5:1). Este acto de reconciliación nos muestra que la verdadera paz también implica restaurar relaciones rotas, ya sea con Dios, con los demás o con nosotros mismos. En la actualidad, esto se traduce en la búsqueda de la reconciliación en nuestras relaciones personales, fomentando el perdón y el amor, y trabajando activamente para sanar divisiones en nuestras comunidades.

4. La Paz activa: Ser agentes de paz.

Jesús nos llama a ser «pacificadores» (Mateo 5:9), lo que significa que la paz no es solo algo que recibimos, sino también algo que compartimos. En un mundo donde las divisiones y el conflicto son frecuentes, los seguidores de Jesús están llamados a ser agentes de paz, promoviendo la justicia, la compasión y el entendimiento. Esto puede incluir desde pequeños actos de amabilidad y apoyo hasta la defensa de la justicia social y la paz global.

5. La Paz eterna: esperanza en Cristo.

Finalmente, la paz que Jesús ofrece no es solo para esta vida, sino también para la eternidad. En un mundo donde todo es temporal, la promesa de una paz eterna en la presencia de Dios nos da esperanza y seguridad. Esta perspectiva eterna nos ayuda a enfrentar las dificultades con una visión más amplia y con la certeza de que, en Cristo, tenemos una paz que supera todo entendimiento (Filipenses 4:7).

Conclusión: Jesús, la fuente de nuestra paz.

En resumen, la paz verdadera no es simplemente un estado de tranquilidad o la ausencia de problemas. Es una persona: Jesús. A través de una relación con Él, podemos experimentar una paz profunda y duradera que trasciende las circunstancias de la vida. Al reconocer a Jesús como la fuente de nuestra paz, somos llamados a vivir como pacificadores, llevando su paz a un mundo necesitado. En Jesús, encontramos no solo un refugio en las tormentas de la vida, sino también una esperanza segura y eterna

Atletas de todo el mundo se unen para adorar a Dios en los Juegos Olímpicos

La atleta cristiana Cindy Sember compartió un inspirador momento de fe en las redes sociales, donde atletas de diferentes naciones se reunieron para alabar a Dios durante un servicio en París, en medio de los Juegos Olímpicos de 2024.

La atleta cristiana Cindy Sember compartió un inspirador momento de fe en las redes sociales, donde atletas de diferentes naciones se reunieron para alabar a Dios durante un servicio en París, en medio de los Juegos Olímpicos de 2024.

Cindy, que compite por el Reino Unido en las pruebas de atletismo con vallas, publicó un vídeo de esta reunión de adoración en su Instagram, citando Mateo 18:20: “Porque donde dos o tres se juntan en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. 

En su publicación, expresó gratitud por encontrar otros creyentes en los deportes, enfatizando el poder y la presencia de Dios cuando los atletas se reúnen para glorificarlo. “Dios se movió cuando empezamos a cantar juntos. Él es tan bueno. Que este sea tu estímulo para orar y adorar con los demás hoy. Te sorprenderás de lo que el Señor puede hacer”, escribió Cindy, animando a sus seguidores a conectarse también con Dios en comunidad.

Durante los Juegos Olímpicos de París, los líderes evangélicos han desempeñado un papel vital en la Villa Olímpica, ofreciendo apoyo espiritual a los atletas y otros participantes. Estos líderes están disponibles para hablar, ofrecer consuelo y orar con quienes enfrentan desafíos como la presión competitiva, problemas de salud mental y cuestiones personales. 

La Villa Olímpica, compuesta por 72 edificios, sirve como un espacio donde los atletas, entrenadores y personal tienen la oportunidad de asistir al culto y orar. 

Además del trabajo de los líderes, las iglesias francesas también se movilizaron para predicar el Evangelio durante los Juegos. 

La Sociedad Bíblica Francesa anunció la distribución gratuita de 140.000 ejemplares del Nuevo Testamento en francés y 60.000 en inglés, con el objetivo de llegar a la gente al final de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos. Este movimiento de fe entre los atletas en París destaca cómo el deporte puede ser un medio de unidad y adoración, independientemente de las barreras culturales y lingüísticas.

Dallas Jenkins y Mel Gibson aparecen juntos en el set

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Recientemente, Dallas Jenkins, director de la aclamada serie The Chosen, publicó en sus redes sociales esta foto en el set junto al galardonado director y actor Mel Gibson, quien dirigió «La Pasión De Cristo», estrenada en 2004.

«Los mundos finalmente chocan… pero en el buen sentido. Tuve la oportunidad de finalmente conocer al otro narrador de Jesús», dijo Jenkins en su publicación.

No hay noticias sobre alguna futura colaboración o proyecto entre los dos directores de las adaptaciones de la vida de Cristo. Mientras Dallas Jenkins se encuentra trabajando en la última temporada de The Chosen, Gibson prepara la segunda parte de La Pasión de Cristo, que tendrá por nombre «Resurrección».

Solo queda esperar para poder disfrutar de lo nuevo que se viene en la adaptación sobre el caminar de Jesús en la tierra y hoy en nosotros.

La Noche Que Luché Contra Dios llega a la plataforma de Disney Plus

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La película protagonizada por Tomás Kirzner, Luciano Cáceres y Carolina Kopelioff y dirigida por Rodrigo Engler, que recuerda el atentado contra la Amia y la historia de Jacob y Esaú, se encuentra disponible ahora en la reconocida plataforma de Disney Plus.

El film, estrenado en el mes de abril de este mismo año, relata la historia de Benjamin (Tomás Kirzner), quien pierde a su abuelo en medio del atentado contra la Amia, uno de los sucesos más trágicos ocurridos en Argentina. Este fin de semana se estrenó en la que hoy es la plataforma más conocida y utilizada por la audiencia. 

“Creo que el hecho de que la película esté en una plataforma como Disney Plus le da una visibilidad espectacular. Eso es lo bueno de las plataformas, que podes ver la película en cualquier parte del mundo,  cuando quieras. Así que el hecho de que esté en esta plataforma es muy importante, no solo para el cine de Córdoba, sino también para el cine de Argentina, que un trabajo así se pueda visibilizar en tantos países”, nos expresa en exclusiva Rodrigo Fernández Engler, Director de La Noche Que Luché contra Dios.

En contexto de los 30 años acontecidos luego del atentado, esta película cobró mucha importancia en la historia del cine Argentino y ahora está disponible para todos los usuarios de la plataforma de Disney Plus. 

“Poder visibilizar una historia argentina como lo sucedido en la Amia a otras naciones aporta mucho a nuestra cultura”, reconoce el director.

Además de esto, cuenta la historia de Jacob (Luciano Cáceres) a quien conocemos de la Biblia y relata de manera dramática lo descrito en las Escrituras. 

“Para mi como director es un honor, un privilegio, una bendición y un sueño cumplido el hecho de que la película esté en una de las principales plataformas, en este caso en Disney Plus”, nos dice el director, quien también dirigió Soldado Argentino Sólo Conocido Por Dios“ y “Yo, Traidor”. “Es una alegría también porque habla de la calidad del producto también, porque hay que pasar muchos filtros para pasar a Disney, entonces esto es mérito de todas las personas que directa o indirectamente estuvieron involucradas en esta película, que pusieron lo mejor de sí para que un producto pueda llegar a esta plataforma y más teniendo en cuenta que es nuestra segunda película, ya que también está ‘Yo, Traidor’, incluida también dentro de la plataforma”, agregó Engler.

Anteriormente, el productor de esta película, Juan Belart, nos compartió la increíble tarea que llevan a cabo tras las cámaras, cuando oran juntos al inicio de cada rodaje y predican la Palabra de una forma personal y no invasiva. Efectivamente esta película está creada con personas que portan el Evangelio y eso puede verse y sentirse a la hora de ver la película.

Disney Plus es una plataforma que contiene todo tipo de contenido, algunos de ellos comparten contenido contrario a lo que la Palabra dice, por eso, el hecho de que ésta historia que habla del perdón, de la memoria y del Amor, se incluya dentro de sus contenidos es una excelente y esperanzadora noticia. 

¿Cómo conocer a Jesús?

No podríamos conocer a Jesús sin primero haber sido encontrados por Él. Necesitamos primeramente ser hallados en Él.

No podríamos conocer a Jesús sin primero haber sido encontrados por Él. Necesitamos primeramente ser hallados en Él.

Pero entonces, ¿de qué conocimiento hablamos?

No es un conocimiento intelectual, ni mera información. Para conocer a Dios no necesito hacer muchos cursos de teología o leer la Biblia en un año. Obviamente, todo esto es bueno, ya que son herramientas que nos señalan y describen a Dios, pero no son Dios.

Se trata de conocer de forma espiritual

La palabra “conocimiento” tiene que ver con la construcción de una casa, con una unidad. Según el original hebreo ‘YADA’ o ‘YADE’, también en su raíz etimológica, nos encontramos con la palabra revelar, hacer notorio. Para hacerlo sencillo, es como si estuviésemos hablando de los planos de una construcción.

Oséas 4:6 dice “mi pueblo fue destruido por que le faltó conocimiento”.

Pero si ellos conocían la ley, se la sabían de memoria desde niños, ¿por qué fueron destruidos?

La respuesta es sencilla: porque les faltó la edificación de la vida de Dios en ellos, la revelación de los planos, la vida práctica del Espíritu. Esto nos lleva a la conclusión de que al final no estaban dentro de la casa, porque no había construcción.

Dios era la casa, y el que la construye en realidad es Él.

“Por qué, si Dios no construye la casa, en vano trabajan los edificadores”. Salmos. 127:1

Este conocimiento está profundamente vinculado con la palabra “comunión”, que es igual a lo mencionado anteriormente según la palabra hebrea “Chabar” o del griego “Koinonía”. Tiene que ver con una casa en común compartida, un vínculo, una unión.

«Conocer a Dios es tener comunión con Él, estar unido a Él, tener conexión con Él, compartir su misma naturaleza».

Dios no puede comunicarse con nosotros a menos que hayamos sido regenerados. Si no nacemos de nuevo no podemos ver el Reino. Dios es Espíritu, y los que le adoran (los que tienen comunión) deben hacerlo a través del espíritu.

Es una locura creer que alguien no nacido de nuevo puede tener comunión con Dios. Nuestro ser, es decir el alma, no puede conducirnos al Padre, por más que tenga una inteligencia desarrollada, mucho conocimiento e información, tal vez hasta sea muy buena y generosa, quizás está adiestrada y educada, pero nunca dejará de ser carne con un espíritu muerto para con Dios, desconectado de Su gloria.

Abordar todo esto es tan profundo, y como decía el apóstol Pablo: “La palabra de la cruz es locura para los que no creen (aun), pero es poder de Dios para los que se salvan”.

La vida de Cristo se nos es impartida cuando creemos en Él, en su obra completa en la cruz y resurrección, y que, en ambos hechos fuimos incluidos mediante la fe. Es la convicción de saber que cuando Cristo murió “yo morí”, y cuando Cristo resucitó, “yo resucité juntamente con Él”. Es fundamental tener esto en claro, y así poder andar en una vida nueva.

Adoración en la cárcel de Florencio Varela

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En la unidad penitenciaria Nº 31 en Florencio Varela, el grupo de adoración Factor de Cambio llevó música del cielo, convirtiendo la prisión en un espacio de Iglesia.

La Iglesia Ríos de Vida, Quilmes, cuenta con un ministerio carcelario liderado por Luis Alberto y Cristina González. Roberto Zapacosta, Silvia Gonzalez y Laura Leguizamon también forman parte del equipo y hacen posible que aquellos que quieran caminar en el Señor dentro de prisión, puedan hacerlo recibiendo su apoyo y acompañamiento. Ellos llevan la Palabra a la cárcel de Varela. La iglesia que funciona dentro, está conformada por muchas personas que mientras cumplen su condena con la Justicia mientras escuchan el Evangelio y son transformados. Ellos realizan reuniones y cada tanto, tienen cultos especiales. 

El día domingo 4 de agosto, en un encuentro programado por este ministerio, Factor de Cambio junto a Ángel Annacondia, visitaron la unidad penitenciaria y vivieron un tiempo de adoración en donde muchos se entregaron a Jesús. Ocho pabellones con alrededor de 450 personas asistieron al encuentro.

“Lo que más me sorprendió y nos conmovió es ver a aquellas cientas de personas que quizás estaban ahí por haber cometido distintos actos de delincuencia y hasta asesinato, con condenas que incluyen la perpetua, adorando entre lagrimas, rendidos y entregando todo a Cristo”, nos compartía Joan Pradas, vocalista integrante de Factor de Cambio.La única esperanza que tienen es Cristo, lo único que les queda es Cristo. Cuando los veíamos adorar nos transmitían eso”, decía.

“Varias veces hemos ido a tocar a esa unidad, pero esta vez fue diferente. La manera en la que adoraban y se entregaban a Jesús fue muy fuerte”, agrega Joan.

Ellos nos cuentan que además ocurrieron milagros y sanidades, en medio de todo ese clima de Iglesia que se vivió. “La iglesia la conforman personas como todos nosotros, pecadores arrepentidos que en Él somos Uno y adoramos con una misma pasión”, reflexionó Joan.

El domingo se vivió un tiempo diferente y especial, en donde el Mensaje fue transmitido a todos aquellos que como el ladrón de la cruz buscaban redención y un lugar en la casa del Padre.

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