“La Biblia es una colección de cartas, poemas, historias, visiones, oráculos proféticos, sabiduría y otras clases de escritos. El primer paso para una buena lectura y comprensión de la Biblia es acercarse a esta colección de volúmenes como la diversa clase de escritos que es, y leerlos como libros completos”, así inicia el apartado que da comienzo a las Biblias de la Nueva Versión Internacional. La idea es darle al lector las herramientas para que entienda a la Palabra de Dios como un diálogo continuo con su creación: el hombre.
En general, la Biblia es una narración. Estos libros se unen para contar la verdadera historia de Dios y su plan para enderezar de nuevo al mundo. Esta historia de la Biblia se desarrolla naturalmente en seis actos principales. Pero no una narración cualquiera, sino la de un drama (o varios). Como tal, al leer las Escrituras uno toma protagonismo al identificarse con los personajes, y al entender que Dios nos está hablando aún hoy a través de las líneas sagradas de cada libro, capítulo y verso. El drama es una historia en acción. La Biblia se escribió para que pudiéramos entrar en su historia. Significa que debe vivirse.
ACTO 1: La Intención de Dios — Escena primera
Tenemos al Creador de todo jugando con materia y componentes químicos. Planificando un mundo sin sobresaltos para su futura creación: el hombre y posteriormente la mujer, la compañera que le brindó. Había desorden. Estaba todo mezclado. Pero en su mesa llena de tubos de ensayo comenzó a mezclar ingredientes, a limpiar el desorden, a darle luz a la oscuridad y forma a lo amorfo.
“Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas. Dios consideró que la luz era buena y la separó de las tinieblas. Y dijo Dios: ‘¡Que exista la luz!’ Y la luz llegó a existir. A la luz la llamó ‘día’, y a las tinieblas, ‘noche’. Y vino la noche, y llegó la mañana: ese fue el primer día”,Génesis 1:1-5.
Es evidente que la magnánima mente del Creador comenzaba la Historia de la Humanidad, aunque hasta aquí es sólo el escenario que se comienza a vislumbrar. Echarle luz a un cuarto oscuro es mostrar aquello que nadie quiere ver. Comenzar a darle orden al caos.
La luz de Dios es la que necesitamos en nuestras vidas para todos los días caminar hacia la Cruz y rendirnos ante Jesús por su amor tan grande. La luz del Creador pone en orden mi vida y la tuya, porque comenzamos a ver aquello que no nos hace bien, y que queríamos evitar. Pero ahora está frente a nosotros, como una montaña de basura que no nos permite ingresar a nuestro hogar. Hay que retirarla, quitarla de la vista y principalmente del paso. Permitir que el aroma a fresco y sano se disperse porque ya la podredumbre está siendo quitada del lugar que ocupaba.
“¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto, y ríos en lugares desolados”,Isaías 43:19.
El primer día de la Creación, que pudo durar 24 horas o 2 siglos, ya tenía al hacedor de todo haciendo algo nuevo. Hoy, todavía lo hace. Permite que el Creador juegue en su mesa de laboratorio y mezcle en sus tubos de ensayo el material con el cual te hizo. Permite que ponga luz en tu oscuridad y ordene tu vida. Créele que está haciendo algo nuevo en tu vida. Que este año sea uno lleno desafíos y esperanzas, aunque las noticias no sean las más alentadoras. ¡Dios sí puede y quiere transformar nuestras vidas!
El fin de semana se definieron los ganadores del programa de talentos y Bella Taylor Smith fue la ganadora, una integrante de la iglesia Hillsong.
La triunfante tiene 24 años y es profesora, y en esta última gala cantó “La oración», de Andrea Bocelli. Durante cada etapa se mostró transparente y contó sobre su necesidad de luchar por su familia y cuidar a su hermana. Ella era guiada por Guy Theodore Sebastián, un cantante de soul, pop y gospel.
“Gracias, Jesús, no puedo esperar para continuar compartiendo y celebrando todo el amor del mundo. Realmente no puedo creerlo, estoy muy agradecida”, dijo Smith en sus redes sociales. Además, agregó “gracias a todos mis amados amigos, familiares y la comunidad de la iglesia, y honestamente y lo más importante, a Jesús por darme esperanza y una vida hermosa para vivir”.
Bella en las semifinales se sinceró con su entrenador sobre el tiempo que su padre estuvo en prisión y leyó una carta que él le escribió. La cantante también contó que a sus 15 años se dio cuenta de que el cantar era un don, de todas formas, admite que dudó los últimos dos años sobre continuar con su carrera musical, pero cuenta que Dios le permitió ver aquel día esa promoción para audicionar y lograr ser parte de La Voz Australia.
Durante el concurso en varias oportunidades cantó canciones cristianas, una de ellas es su nuevo sencillo «Higher», «El más alto».La artista ministró también la canción Ave María e hizo emocionar a todo el jurado, fuera de la compentencia adora en el ministerio de adoración de Hillsong Church, una de las últimas canciones compartidas fue «How Great Thou Art».
Bella ganó en este programa un contrato de grabación y dinero, el cual afirmó que usará para gastos que tenía pendientes y para tener unas vacaciones con su familia. De todas formas, ella afirmó que no dejará su trabajo como profesora de canto después de ganar el exitoso reality show.
El jurado de La voz Australia era integrado por Rita Ora, el cantante Keith Urban, Jessica Mauboy y Guy Sebastián. Los programas fueron grabados, al igual que varias ediciones en distintas partes del mundo, la particularidad de este programa fue que la final se grabó varias veces para que, una vez que la gente vota en vivo, pueda ser reproducido el video del ganador, mientras que los artistas vieron la final desde su casa.
¿Sabías algo? A Dios le importa nuestra alimentación.
Me resulta fascinante que la Biblia hable de todos nosotros, la iglesia, como cuerpo de Cristo, y de Cristo como la cabeza del cuerpo. Me parece simplemente hermoso y revolucionario que Dios nos recuerde todo el tiempo que no hay partes del cuerpo de Cristo más importantes o menos importantes, sino que nos necesitamos unos a otros para funcionar.
Creo con todo mi corazón que Dios está buscando iglesias saludables que lo honren como Él se merece.
Y cuando digo “saludable” no me refiero a lechuguita. Me refiero a iglesias saludables libres de egoísmo, libres de religiosidad, libres de apatía, libres del conformismo. Me refiero a iglesias inteligentes que no esperan a que llegue la enfermedad para luego pedir un milagro de sanidad, sino que con proactividad y esfuerzo logran incorporar hábitos que previenen tales enfermedades.
Hace algún tiempo no era muy común hablar del cuerpo en las iglesias (¡y cuánto menos de la alimentación!). De hecho, el cuerpo era visto como algo impuro, pecaminoso o directamente no era un tema de relevancia. Una vuelta charlaba con mi mamá y me contaba que cuando era estudiante del seminario teológico era motivo de cargadas comer -por ejemplo- una fruta en clase mientras todos comían medialunas o bizcochos de grasa, porque estaba mal visto e incluso se criticaba a las personas que comían saludablemente o se mantenían en forma.
Puedo imaginarme a muchos líderes jóvenes en ese entonces que abandonaron sus intenciones de tener una buena salud para poder encajar y no recibir burlas. Qué tremendo que las decisiones alimentarias de cada uno estén sujetas a la aprobación del resto, cuando Jesús ya nos hizo totalmente libres de elegir. Sos libre de elegir cuán profundo querés ir en Dios.
¿Y si el Espíritu Santo te está confrontando a mejorar tu alimentación, a que te ejercites, a que descanses mejor porque te necesita en lugares de influencia en tu congregación que requieren de mucho esfuerzo, o de mucha batalla? ¿Y si Dios quiere enviarte como referente a otro país, para lo cual necesitás estar preparado para soportar tanto desgaste? ¿Qué vas a hacer al respecto?
1 Corintios 6:19-20“¿No se dan cuenta de que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, quien vive en ustedes y les fue dado por Dios? Ustedes no se pertenecen a sí mismos, porque Dios los compró a un alto precio. Por lo tanto, honren a Dios con su cuerpo”.
Aún al día de hoy escucho pastores reírse de su gran sobrepeso diciendo “¡estoy ensanchando el templo!” o “¡no soy un templo, soy una catedral!”. Los bendecimos y respetamos, pero hoy somos una generación que entendemos el valor del cuerpo, el propio y el de Cristo.Somos jóvenes que nos tomamos en serio el cuidado de la salud, para honrar al Espíritu Santo que vive en nosotros.
Me arde el corazón cada vez que oro por esto y le pregunto al Espíritu Santo “¿te gusta vivir en mí? ¿Es agradable habitar en mí? ¿Estás cómodo?”. Necesitamos honrar la presencia de Dios mediante una obediencia nacida en el amor.
No permitas que nadie te juzgue por tus decisiones alimentarias (Colosenses 2:16). La honra no se trata de buenas intenciones sino de acciones concretas; consagrale tu alimentación, tu cuerpo y tu salud al Espíritu Santo. Y si sentís que no podés solo, recordá que somos un cuerpo y nos necesitamos unos a otros. Pedí ayuda a un nutricionista cristiano para aprender a comer saludablemente sin necesidad de hacer dietas de moda.
Los hermanos del estado de Luisiana sufren los daños del potente huracán Ida, pero deciden no quedarse con los brazos cruzados, se unen para ser luz y ayudar a los afectados.
El huracán Ida se originó el 23 de agosto a partir de una onda tropical y se movió hacia el mar Caribe. A medida que avanzaba hacia el noroeste hacia Jamaica y la costa de Cuba, las condiciones favorables permitieron que la ola se convirtiera en la depresión tropical nueve el 26 de agosto.
Pasando al oeste de Jamaica, la depresión se intensificó en la tormenta tropical Ida más tarde ese día. Ida se organizó aún más y se fortaleció en un huracán con vientos de hasta 240 km/h e impactó fuertemente con ciudades en el estado de Luisiana y partes de Nueva York, muchos tuvieron que ser evacuados. Muchas personas perdieron sus hogares, pertenencias y trabajos.
En Luisiana hace 14 años el huracán Katrina impactó a la zona, pero éste está registrado como el segundo huracán más intenso en la historia del Estado. La ciudad estaba en esta área mucho más preparada. Aún así, el impacto del huracán hizo que muchos hermanos tengan que evacuar, todavía cuesta mucho que se recupere todo lo relacionado con la electricidad, agua y alimentación. Muchos negocios no están abiertos, y mucha gente no regresará hasta que esté todo bien.
Nueva Orleans vista desde arriba despues del Huracán Katrina en 2005
David McCormick, un psicólogo cristiano y director de Alianza Cristiana Huérfanos, miembro de la iglesia Verbo New Orleans, que vive en la zona que fue atacada por el huracán, compartió en exclusiva a La Corriente cómo los cristianos están viviendo la situación allá. “Tengo conocidos que son pastores y yo creo que muchos están con mucha esperanza porque ven que por medio de las crisis muchas veces hay algún tipo de avivamiento entre las personas, trae unidad”, comparte McCormick.
“Ayer terminaron el servicio en la iglesia y toda la gente se quedó platicando, entonces hay mucha necesidad de estar procesando y verbalizando sus experiencias porque hay muchas pérdidas, muchas cosas que están sucediendo, mucho dolor, mucha ansiedad, las personas están muy preocupadas por la situación y por cómo está desarrollándose todo”, añadió David.
Las iglesias están respondiendo, los hermanos se han detenido a ver la necesidad y ayudan a la gente, entregan comida, dan bolsas de víveres y diferentes cosas para ayudar a las personas. “Yo lo veo como una oportunidad de la iglesia para realmente vivir en el servicio y también que las ciudades vean que los hijos de Dios en los peores momentos están para servir, y eso es un impulso a que tampoco nos desmayemos por la situación sino que nos volteemos a servir al prójimo de una forma muy práctica”, expresa McCormick
Ciudadano estremecido al ver su casa destruida por el huracán Ida
La hermanos de Estados Unidos se fortalecen en la fe en medio de esta catástrofe, “para algunos ha cobrado un nuevo sentido el hecho de que realmente Dios es el único estable en esta vida y que una tormenta puede destruir nuestros hogares y puede terminar con la comida y lo que sea, pero he escuchado de personas que están convencidas de que Dios permanece ante todo”, dice David.
“Creo que ya Dios está trabajando con la iglesia en general, pero como siempre lo hace, de una forma individual e increíble con las personas recordándoles qué es lo que más importa en esta vida”, agrega el hermano. David asocia esta situación con el pasaje de la Biblia eb Juan 13-35, “En esto conocerán que son mis discípulos, si tuviereis amor unos por los otros”, haciendo hincapié en que la fe se está fortaleciendo en la comunidad.
Hermanos de una congregación abrazándose después de sufrir pérdidas por el Huracán
La iglesia necesita oración, “el principal motivo de oración yo diría que son las necesidades inmediatas de las personas, que Dios extienda misericordia”, comparte David. Pero detrás del daño ocasionado por el huracán Ida también se encuentra otro conflicto en el país.
“Mucha gente que migró a los Estados Unidos y estaba viviendo acá han regresado a sus países porque veían que no iban a poder vivir aquí, también pienso mucho en los niños desplazados, porque hay casos incluso en donde las mamás han abandonado aquí a sus hijos, porque obviamente aquí en Estados Unidos hay una red de contención social para ellos, pero también se están quedando solos, entonces eso es una necesidad de oración, para que Dios levante familias para acoger a estos niños que se están quedando atrás porque su familia y sus papás están en situaciones precarias”, comenta McCormick.
La iglesia se está movilizando para ayudar a las personas afectadas y brindarles el amor de Dios a través de la asistencia, pero la oración que piden los hermanos es para que ellos puedan asistir en todas las áreas, para que Dios siga uniendo a la iglesia en medio de esto, que en vez de haber divisiones, ya sea por líneas doctrinales, o denominacionales, que la iglesia de Cristo pueda unirse en medio de la crisis.
La campeona de Colombia forma parte de la selección del país en esta disciplina y a nivel mundial ha ganado en diferentes competencias medallas de oro, plata y bronce.
Ella hoy lleva 17 años representando a su país en distintas competencias, pero detalla que hace tres años, luego de una depresión, conoció a Cristo. Stella revela “creo que desde ese momento Dios empezó a obrar en mi vida y a permitir que lo conociera como el Dios vivo, no solo como el que murió en la cruz sino como el que resucitó y el que está siempre con nosotros”.
“En mi carrera siempre vi la mano de Dios, aun antes de ser cristiana, Dios nos ama a todos, nos bendice a todos, aunque a veces no se agrade de nuestros actos y de que no queramos conocerlo o estar con Él”, expresa Stella. Una deportista que desde la adolescencia entrena de forma rutinaria para participar en diferentes competencias, la más reciente en Miami, una de las primeras después de la pandemia y en la que logró una medalla de bronce.
“EL KARATE FUE EL MEDIO QUE UTILIZó DIOS PARA PERMITIRME CONOCERLO Y PARA FORMARME DE ACUERDO AL PROPÓSITO QUE ÉL TIENE CONMIGO”
Stella Urango, campeona y parte de la Selección de Karate Colombia
Su carrera comenzó a sus 17 años, cuando entró a la Universidad a estudiar Ingeniería Industrial. Ella cuenta “mi entrenador me había hecho la invitación a entrenar, pero en realidad nunca me había llamado la atención practicar este deporte, así que siempre le decía que sí por cortesía, pero nunca hice ningún esfuerzo, hasta que un día él se presentó en mi casa a realizar mi primera clase junto con mis hermanas y algunas amigas de mi barrio”.
“SIEMPRE DIGO QUE FUE DIOS QUIEN TRAJO ESTE DEPORTE A MI VIDA, DIOS A UTILIZó EL KARATE PARA FORMAR MI CARÁCTER Y PARA DARME TAMBIÉN UNA MEJOR CALIDAD DE VIDA”
Stella Urango, campeona y parte de la Selección de Karate Colombia
Stella Urango cuenta que en un momento de su carrera “se presentaron algunos obstáculos normales como que a veces no tenía dinero para los pasajes para ir a entrenar, así que me tocaba caminar”. Además, ella agrega “creo que en el camino siempre hay obstáculos y a medida que vas avanzando y subiendo hacia el alto rendimiento los obstáculos van cambiando, pero cuando tienes amor y pasión por tu deporte, cuando hay motivación y perseveras, no hay nada que no puedas superar”.
“El karate es un deporte de contacto más no es un deporte violento, pero cuando inicié mi deporte tenía un temperamento muy fuerte, si me pegaban yo daba más duro, tenía un espíritu de guerra, así que Dios me transformó a través de este deporte”, revela Stella. A su vez, ella afirma “me fue formando y moldeando poco a poco. Aunque sigo siendo una guerrera; cuando hay que luchar, hay que luchar sin miedo, no me refiero solo a la competencia sino a cada situación en la vida”.
“DIOS ME HA DADO DOMINIO PROPIO Y SABIDURÍA PARA HACERLO”
Stella Urango, campeona y parte de la Selección de Karate Colombia
La deportista reflexiona que “en la vida como en lo espiritual muchas veces Dios te pide que te muevas y luches; y otras, Dios demanda que te quedes quieto y aprendas a esperar el momento correcto para hacerlo”.
Stella expresa que “desde niña le oraba al Señor, pero veía a Dios como una persona inalcanzable y tampoco entendí el significado de la cruz porque poco conocía su palabra, solo lo que veía en las películas de Semana Santa y el ritual y palabra que daban en la misa, porque vengo de la tradición católica”. Y explica que luego de la situación de hace tres años “en ese momento cuando decidí aceptar a Jesús como mi señor y Salvador”.
“EMPECÉ A ESCUCHAR SU VOZ, LO QUE ME LLEVÓ A AUMENTAR MI FE. DIOS ES REAL Y VIVE EN CADA UNO DE NOSOTROS A TRAVÉS DE SU ESPÍRITU, PORQUE TEMPLO SUYO SOMOS”
Stella Urango, campeona y parte de la Selección de Karate Colombia
La karateca detalla que antes de esa experiencia no hablaba de Cristo, pero luego afirma “recuerdo que Dios me dio una palabra a través de un profeta y me dijo ‘nunca más te avergonzarás de mí y de tu pasado’”. Entonces, Stella afirma que “Dios me ha dado la valentía y el conocimiento para hablar de su palabra; a medida que voy creciendo lo hago con más sabiduría y más prudencia”, es por eso que hoy escribe en sus redes sociales su vida con Jesucristo.
Pese a la pandemia, Stella afirma que continuó con los entrenamientos para las competencias, “tocó adaptarnos a esa nueva forma de entrenar mientras regresamos a la presencialidad”. Ella reflexiona, “también fue un tiempo en el que El Señor nos trató a todos, trató nuestro carácter, nuestra fe, nuestra confianza en Él. A nivel espiritual crecí bastante en ese año de encierro”.
Una de sus experiencias recientes que cuenta es que después del Miami Open no logró la clasificación olímpica, por lo que se desanimó. De todas formas, Stella revela “le estuve pidiendo a Dios que me direccionara, que me dijera si quería que siguiera o me retirara y en esos días me llamó una autoridad del deporte colombiano para que esté en los Juegos Nacionales del 2023”.
«DIOS NOS HABLA Y RESPONDE A NUESTRAS ORACIONES DE DIFERENTES MANERAS»
Stella Urango, campeona y parte de la Selección de Karate Colombia
La karateca colombiana define “yo creo que hoy a mis 39 años Dios aún tiene cosas para mí en este deporte”. Por lo que cuenta que en sus próximos proyectos por delante tiene claro «que Dios me ha llamado a servirle, Él va abriendo caminos en mi vida según su propósito y mis sueños deben ir de acuerdo a su voluntad”.
“En realidad anhelo y sueño cosas, pero esto ya no se trata de mí, sino de Dios en mi vida y lo que Él quiere para mí y a través de mí para las otras personas”, destaca Stella Urango.
Tengo 28 años y nací en Florida, pero crecí en Texas. Desarrollé un amor por la música y el canto cuando apenas tenía 2 años. Durante toda mi infancia cantaba para divertirme y había días en que lo hacía por horas y horas sin detenerme.
Siempre pensé que mi vida era genial; aunque no me crié en un hogar cristiano, sí me crié en un hogar lleno de amor. Un día, cuando tenía 7, años todo cambió. Era un día en semana y mi abuela me estaba peinando. De repente tiraron abajo la puerta y unos hombres con uniformes negros y armas largas irrumpieron en nuestro hogar, entraron gritando que nos tiráramos al piso.
Ese día pensé que íbamos todos a morir. No sabía que eran policías y que venían a arrestar a mi padre. Yo era muy pequeña y realmente no entendía lo que estaba sucediendo. Pero cuando todo terminó, nuestras vidas volvieron a la normalidad.
La música es la manera que elegí para lidiar con mis emociones, y en ese entonces no fue diferente. Mientras que la mayoría de los niños de mi edad jugaban en el parque o se divertían con sus amigos, yo estaba dando conciertos para mis vecinos en mi balcón. Mientras tuviera música, nada más me importaba.
Años después de que mi padre saliera de la cárcel, unos amigos nos invitaron a la iglesia. Yo estaba enojada porque nunca antes habíamos ido a una iglesia cristiana y yo no quería ir. Cuando llegamos a la iglesia no me impresioné mucho, pues el culto era en español y yo no entendía nada. Pero terminamos convirtiéndonos y pasamos los siguientes 8 años como miembros activos de esa iglesia.
La transición a vivir una vida cristiana no fue fácil. Luché por no aceptar el cambio durante todo el primer año. Un día estaba hablando con mi novio (mi actual esposo) sobre eso y él me dijo, “si Dios te dio el don de cantar, ¿qué mejor manera de agradecerle que cantándole a Él?” Esas palabras se grabaron en mi mente, y cuando tenía 14 años por fin abrí mi corazón y acepté a Jesús como mi salvador.
Un día, tuvimos una predicadora invitada, la pastora Dominga Rodríguez, de Puerto Rico. Dios la usó para decirme que tenía un llamado a cantar y adorar por todo el mundo, alabando su nombre y ministrándole a la juventud. Ese año escribí mi primera canción para Dios.
Tuve muchos recuerdos bonitos de esa primera iglesia donde pertenecí, aunque también momentos tristes, porque viví episodios de abuso espiritual que se convirtieron en normalidad. Estaba enojada y triste. Sobrellevé mi tristeza cantando canciones o adorando en mi habitación y orando para que la próxima semana fuera mejor, pero nunca sucedió.
Cuando cumplí 19 años, mi novio y yo nos casamos, él se unió al Ejército de los Estados Unidos y nos trasladaron a vivir por 3 años en Vicenza, Italia. Otra vez estaba enojada con Dios porque después de todo lo que acababa de pasar con la iglesia ahora me estaba llevando lejos de mi familia. Estaba tan enojada que un día le dije a Dios que mi vida era mejor antes de conocerlo. Me puse muy rebelde durante unos años. Pensaba que lo que mi vida necesitaba era espacio y estar lejos de Él. Aprendí por las malas que estaba muy equivocada
Cuando tenía 22 años tuve mi primer hijo. Ahora es la luz de mi mundo, pero después de su nacimiento experimenté años muy oscuros de depresión y ansiedad posparto. Nunca había tenido ataques de pánico antes y cada vez que los sufría pensaba que me estaba muriendo. Durante los siguientes años traté de buscar ayuda con medicamentos y terapias. Pero un día, finalmente, me di cuenta de que el único de quien no buscaba ayuda era de Dios. Estaba hundida en la desesperación, pero seguía enojada con el único que me podía ayudar.
Entonces por fin hablamos. Me desahogué y le dije a Dios todo lo que sentía. Él fue tan gentil y misericordioso que pude sentir su gracia sobre mí y supe al instante que Él me estaba escuchando. Me apoyé mucho en Él. Mi relación con Dios estaba siendo restaurada y todos los días sentía que estaba más cerca de Él.
La vida volvió a sentirse mejor y tener significado. Estaba escribiendo más música para Dios en mi diario personal y nuestra relación se sentía más fuerte que nunca.
Cuando tenía 26 años quedé embarazada de mi hija. Poco después de recibir las buenas noticias, el miedo me invadió. Solamente podía pensar que me sobrevendría una nube oscura de ansiedad y depresión después de que ella naciera; tenía miedo de experimentarlo de nuevo, especialmente ahora que todo parecía caer en su lugar de nuevo.
Pero un día tuve suficiente. Comencé a llorar ante Dios, a rogar y a decirle que extrañaba esos días en que todo estaba bien en la iglesia y yo no conocía la ansiedad. Extrañaba esos días en que Él era el centro de mi vida y no había nada más que eso. Ese día nació la canción “Corro a ti”.
Afortunadamente, Dios me salvó de la depresión, y mi familia y yo finalmente encontramos una nueva iglesia en nuestro nuevo hogar en Colorado. Después del nacimiento de Eliana me sentí muy agradecida por todas las formas en que Dios se estaba manifestando en mí y en mi familia.
En marzo del 2020, mi familia y yo recibimos órdenes militares para regresar a Italia por 3 años más. La mañana en que se suponía que íbamos a tomar el vuelo a Italia pusieron una orden para detener todos los movimientos militares y nos ordenaron no subir al avión. Poco después cancelaron el traslado y nos quedamos en Colorado hasta nuevo aviso.
Mientras esperábamos que llegaran nuevas órdenes me volví a unir al grupo de adoración y comenzamos unas clases semanales que se llamaban “Infundir”. El propósito de esta clase era enseñar a los nuevos miembros cómo adorar y la importancia de la adoración. Amaba tanto la clase que ni siquiera pensaba en que en cualquier momento nos darían órdenes para un nuevo traslado. ¡Estaba feliz de estar adorando de nuevo! Empecé a pensar que tal vez mi ministerio no era ser cantante, si no simplemente aprender y servir. Por fin me sentía satisfecha y feliz.
A finales de 2020 un amigo me presentó a su tía que era cantante. Mi Hermana y yo fuimos juntas a su apartamento y, para nuestra sorpresa, Dios tenía una palabra para nosotras. “¿Por qué ya no haces música?”, me preguntó la tía. Le dije que cada vez que lo intenté sentí que las puertas no se abrieron, y sentía que Él me quería ver aprendiendo y estaba bien con eso. Me miró y con lágrimas en los ojos me dijo que no estaba de acuerdo.
“Me dijo que Dios me dio un regalo para un propósito más bello. Un regalo para cantar y escribir y que mis canciones son para compartir”.
Después de una poderosa oración, me dijo “elige una canción que quieras que el mundo escuche”. Dios puso “Corro a ti” al frente y en el centro de mi corazón. Dos meses después estaba grabando esa canción con Chris Rocha. Y dos meses después de eso fui invitada a ser la primera artista en firmar con el sello discográfico418 Records.
La vida cambió en un abrir y cerrar de ojos. Siempre estaré agradecida porque cuando miro hacia atrás en mi pasado me doy cuenta de lo estratégico que es Dios y los recuerdos que antes eran tristes ya no lo son. Mi papá fue a la cárcel, lo que nos llevó a la iglesia, lo cual nos llevó a conocer, amar y servir a un Dios todopoderoso que nos cambió la vida para siempre.
Experimenté depresión y ansiedad, pero terminé acercándome más a Dios y mis experiencias con eso me inspiraron a escribir la canción que Dios me regaló para compartir con el mundo. No fuimos a Italia, pero pude tomar las clases de adoración durante el resto del año y finalmente crecí en mi fe y en mi relación con Dios.
Entendí que todo en esta vida tiene un propósito. Aunque podamos sufrir, también crecemos y mejoramos en nuestros hogares, en nuestras vidas, y en nuestra fe. He aprendido que puede que no me guste el proceso, pero necesito confiar en Él. Dios siempre está a nuestro favor y nunca contra nosotros, no importa cómo nos sintamos en ese momento. Cada uno de nosotros fuimos creados individualmente y puestos en esta tierra a propósito y con un prepósito. “Y sabemos que en todas las cosas Dios obra para bien de los que lo aman, los que conforme a su propósito han sido llamados”, Romanos 8:28.
Entre los muchos dichos y frases cristianas siempre se nos ha hablado de Jesús como modelo perfecto a seguir.
Perfecto. Qué palabra tan incómoda, sobre todo para nosotros simples-seres-mortales. Es relativamente sencillo asumir que Jesús siendo hijo de Dios alcanzó la perfección en cada área de su vida. No lo es, sin embargo, pasar de una simple aspiración a realmente tener el deseo de llegar a ser “perfectos”. ¿Por qué Dios, conociendo nuestra irrefutable naturaleza caída, puede pedirnos algo así? ¿Realmente es posible llegar a su nivel?
Si nos tomásemos un momento para tan solo observar la tapa más allá de las letras, daríamos cuenta de la perspicaz y simpática metáfora propuesta por la autora: Jesús, como una plomada de albañil. Aquello que dice qué es lo “vertical” y qué no. Quien verifica nuestra estabilidad e indica cuando todo está en perfecta alineación. La plomada expone el desvío rotundo sin espacio a equivocación. Llama a la corrección. Y es solo por ese camino, Jesús, que se llega a la exactitud libre de dudas.
“Yo puedo llegar a ser como Él. Solo existe una persona que puede producir semejante milagro en nosotros. Es el queridísimo Espíritu Santo”.
Joy Dawson
¿Qué significa hacer de Jesús el centro de nuestras vidas? Joy Dawson lo sabe muy bien y no se toma sus palabras a la ligera: la obra redentora de Cristo no solo implicó un camino en vía recta hacia la cruz. Todos y cada uno de los días que Jesús pasó en la tierra sirvieron para dejarnos un modelo a seguir. Ejemplo en carne viva, el Verbo y la Palabra misma caminando entre los hombres. Sí, Jesús era el Hijo de Dios. Pero también era hombre. Renunció a su deidad y dispuso por completo su cuerpo al servicio de todos. Quien niega la humanidad de Jesús, negará asimismo su llamado mesiánico.
“Cuanto más estudio la vida de Jesús, más me entristece ver hasta qué punto se ha distanciado el cuerpo de cristo del programa que Dios nos dio en su Palabra sobre cómo vivir”.
Joy Dawson
La autora no retrocede para confrontar: “¿nos gustaría que nuestras relaciones personales fueran conocidas por todos?”El diario vivir, siendo nosotros linaje de Cristo por la gracia divina, puede dar una imagen correcta o distorsionada de Dios a otras personas. La perfección demandada por Jesús trasciende el moralismo ético por sobre toda frivolidad. Lo vemos cuando notamos que reservó sus palabras más duras hacia los que solo se interesaron en cuestiones exteriores sin dar cuenta de una genuina trasformación de corazón.
“Por tanto, sean perfectos, así como su Padre celestial es perfecto” (Mateo 5:48 LBLA).
Joy Dawson
Cada capítulo nos mostrará una imagen de Jesús como el verdadero y único modelo a seguir para absolutamente todo. Como amigo, como líder, como civil y como predicador de la buena noticia. El libro no cae en la redundancia, se trata de una obra absolutamente cristocéntrica. ¿Anticuado? Ni en lo más mínimo. Podremos tener muchos mentores a lo largo de nuestra vida, pero solo un modelo a seguir. ¿Qué reflejo nos devuelve el espejo de La Palabra? ¿Qué tan dispuestos estamos a hacer del Hijo el verdadero Señor en nuestras vidas?
“Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu” (2 Corintios 3:18 LBLA).
Joy Dawson
Desde 1970 Joy Dawson ha recorrido el mundo enseñando la Palabra de Dios a multitudes a través de sus conferencias. Referente espiritual y consejera de líderes, autora de célebres éxitos literarios en el ámbito cristiano. Su ministerio también ha transformado vidas mediante radio y televisión. Junto con su esposo Jim forman parte de la organización misionera Youth With A Mission que alcanza a más de 170 países.
Una vez recuerdo estar orando por una mujer de mi congregación y decirle al Señor que estaba cansada, que no sabía cómo ayudarle, le pedía permiso para que esta vez me dejara “pasar esta copa”. Pero en ese momento Él me hizo una pregunta: si tú no la amas ¿Quién lo va a hacer?
En ese momento de su vida, hasta se habían rendido sus familiares cercanos, pero esa sola pregunta de parte de Dios para mi vida me dio la fuerza y el amor para continuar la lucha.
Como mujeres estamos preparadas para todo tipo de tareas. Podemos ser estudiantes, profesionales, hijas, esposas, madres; y tantas responsabilidades más que podríamos enumerar. Pero una responsabilidad enorme que no podemos ignorar es que en cada paso del camino podamos mantener nuestro corazón lo más puro posible, sin contaminaciones, hipocresías ni corrupción.
Y esta labor, mis amadas, es la más importante que podemos realizar en toda nuestra vida, porque si lo logramos, aseguraremos así que todo nos salga bien. Desde el corazón surge todo, eso nos enseña la Palabra, surgen los deseos que nos llevan a pecar, los pensamientos, los argumentos y todo aquello en relación a nuestra vida diaria, de ahí la importancia de poder cuidarlo y de saber que ésta fue la gran misión que Jesús tuvo al venir a esta tierra.
Siempre estuvo la iglesia, los sacerdotes, las actividades correctas que debían realizarse, pero lo que se había perdido era el corazón correcto para poder acercarse a Dios y a las personas.
Por esta razón a Jesús le seguían las multitudes y pudo dejar discípulos, porque mantuvo correcto y sin cargar su corazón para así poder llevar adelante el Reino de Dios y establecerlo en aquellos que tenía a su alrededor. Si podemos resumir el ministerio de Jesucristo en una sola frase sería “el corazón correcto para amar de manera efectiva”.
Nosotras fuimos llamadas a ser hijas y, en consecuencia, sus discípulas. Esta es nuestra gran ocupación, lograr parecernos a Él en su corazón, en sus virtudes, en el amor y compasión que tenía para con todos. En la empatía y misericordia de no juzgar y ponerse en el lugar del otro para hallar así una solución que lo saque de donde está.
«El mundo no necesita iglesias ni religiones, el mundo necesita personas que amen, que se pongan en el lugar del otro y le ayuden con paciencia a salir adelante».
Pra Noelia Bogdan
El mundo necesita una familia espiritual que los ayude incondicionalmente en un contexto en donde todo se deja de amar tan fácilmente, donde es más simple soltar que luchar por quien uno ama. Los que están a tu alrededor sueñan todos los días con que alguien les tome de la mano y no les suelte más, así como Jesús hace cotidianamente con nosotras, debemos ser esa representación visible de su corazón en la tierra.
Muchas veces te vas a cansar de hacer el bien, pero si te aferras a los caminos que Él tiene para tu vida encontrarás la fuerza y la valentía para seguir luchando por los tuyos, los ajenos y todos los que Dios te encomiende; poniendo el corazón en cada paso, creciendo y avanzando sabiendo que a su tiempo segaremos personas transformadas por el corazón de Cristo.
One Hope es una organización que en América Latina está trabajando en más de veintidós países, y durante este año tienen la meta de llevar la Palabra de Dios a más de nueve millones de niños a lo largo y ancho del mapa. Sebastián Carnival nos cuenta que en Argentina, por ejemplo, las iglesias pequeñas (aquellas que no tienen más de cien miembros) todos los años logran evangelizar a cincuenta niños, aproximadamente; las iglesias que tienen entre cien y doscientos miembros alcanzan a ciento cincuenta niños, y las iglesias de más de doscientos miembros llegan a unos trescientos cuarenta niños a lo largo de los años. Han hecho investigaciones, en donde pueden determinar que en Argentina tenemos un promedio de ciento cuarenta niños que todos los años reciben la palabra de Dios.
La Corriente entrevistó a Sebastián Carnival, quien es el director de Relaciones con la Iglesia para One Hope en América Latina, España y el Caribe. En diálogo con este medio nos ampliará sobre este audaz proyecto y sus planes a futuro.
LC: ¿Qué es One Hope?
SC: One Hope es una organización cristiana internacional que se dedica a llevarle la Palabra de Dios a cada niño en el mundo. Desde hace treinta años, One Hope lleva la Palabra a cada joven, a cada niño, a lo largo del planeta.
LC: ¿Por qué lo hacen?
SC: Hacer esto es parte de nuestra visión; desde nuestro fundador Bob Hoskins, él tuvo una visión en donde Dios le habló y le dijo que el futuro estaba en la niñez, y que desde ella podíamos transformar a las próximas generaciones. Él vio el dolor, el sufrimiento, la problemática que tienen los niños en el mundo y Dios le habló de poder llevarles la Palabra.
LC: ¿Cuáles son los programas que utilizan para llevar esto a los jóvenes y niños?
SC: Los programas que utiliza One Hope para llevarle la Palabra de Dios a cada niño, hoy en día, los podemos dividir en dos áreas. Por un lado, todo el material impreso, y por otro lado, el material que hoy se encuentra tanto en las plataformas digitales como en internet.
Por el lado de internet podemos encontrar que tenemos la Biblia para niños, una gran aplicación que hoy en día está descargada en más de sesenta millones de teléfonos y es usada por niños; y también estamos desarrollando la “Experiencia Bíblica de niños”, esto es para que los adolescentes puedan conectarse e interactuar con la Palabra de Dios.
LC: ¿Esto tiene algún costo para el usuario?
SC: Todos los programas de One Hope son gratuitos. Uno puede ingresar a la página web avivemos.nety descargarlo. Y también, mucho de nuestro material se lo entregamos a las iglesias. En este año tenemos el desafío de llevarle la Palabra de Dios a más de nueve millones de niños en América Latina, en España, y en el Caribe; esta misión, esta meta la hacemos a través de la iglesia local. Es la iglesia local la que se encarga de llevarle la Palabra de Dios a cada niño.
LC: ¿Por qué es importante llevar la Biblia de una manera innovadora a esta nueva generación?
SC: Creemos que llevarle la palabra de Dios a esta nueva generación es fundamental. Creemos que la palabra es el punto clave para poder transformar nuestro continente. A través de la palabra se ilumina y se transforma esta nueva generación.
LC: ¿Tienes algún testimonio de uno de estos niños que haya sido producido por el impacto de One Hope en su vida?
SC: Muchas veces somos parte de programas de One Hope en donde viajamos a distintos lugares del continente y llevamos la palabra de Dios; creo que eso es una semilla que uno siembra y luego a partir de los años uno puede ver cómo esa palabra, ese libro, ese tratado, ese programa que uno deja afecta y transforma las vidas.
LC: ¿Cómo puede colaborar la gente con este proyecto?
SC: Se puede colaborar con One Hope ingresando a avivemos.net, allí la gente que aporta hace posible que esta organización lleve la Palabra de Dios a cada niño, a cada joven para que pueda recibir la palabra viva del Evangelio. Ingresando allí uno puede hacer una donación, ya que toda la organización funciona a partir de los donantes. Entonces es fundamental que cada uno de ustedes pueda acompañarnos en este proyecto y programa para evangelizar.
LC: ¿Este mes especial de la Biblia, tienen programado algún evento?
SC: Este mes de la Biblia tenemos una campaña en nuestras redes sociales para impulsar el Evangelio, para que los niños y los jóvenes puedan conectarse e interactuar con las escrituras, creemos que es fundamental que los niños y los jóvenes puedan conectarse con la palabra de Dios, porque a través de ella sucede la transformación y podemos conectar con él.
Hace unas horas se emitió un comunicado por parte del ministerio La Cuarta Dimensión Latinoamérica, en donde se anuncia la partida del reconocido pastor surcoreano David Yonggi Cho, uno de los pastores más influyentes de la historia de la iglesia Cristiana Evangélica.
El pastor Yonggi Cho partió a la presencia de Dios a las 7:13 en la mañana de hoy, martes, en el hospital de Seúl, a los 85 años de edad. El pastor ya se encontraba luchando contra una hemorragia cerebral, según se informa, desde el 16 de julio de 2020. Su funeral será el sábado en el gran salón de la Iglesia del Evangelio Completo de Yoido, en el centro de Seúl, después de varios días de luto.
El conferencista coreano, reconocido por fundar y pastorear la congregación más grande del mundo, donde había sido declarado pastor emérito, conoció a Dios de joven, después de un diagnóstico de una tuberculosis fatal cuando tenía 17 años. Él dijo que Dios lo había sanado y desde entonces abrazó el evangelio con mucha fuerza y dedicación.
Pastor David Yonggi Cho de joven.
Después de graduarse de doctor en 1958, abrió una carpa en el noroeste de Seúl, que después se convirtió en la Iglesia del Evangelio Completo de Yoido, con más de 200.000 miembros, los cuales se fueron multiplicando hasta llegar a 700.000, y se convirtió en la iglesia evangélica más grande del mundo.
Imagen de la Iglesia del Evangelio Completo de Yoido.
Cho renunció como pastor principal de Yoido en 2008,y en ese momento dejó a la iglesia con más de 800.000 personas. Yonggi Cho, quien aseguró que Dios le había cambiado el nombre, por lo que siguió firmando como David, fue uno de los pastores contemporáneos más reconocidos y famosos del mundo. Escribió una gran cantidad de libros, pero probablemente el mas conocido fue La cuarta dimensión, el cual recorrió todo el mundo e inspiro a miles de cristianos, también escribió: 45 años de esperanza, El Apocalipsis, Cómo puedo ser sano, Cómo tener éxito en la vida, Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo, El tercer ojo, La fe en Dios mueve montañas, Fe que traerá felicidad, Grupos familiares y crecimiento, Historias del crecimiento de mi iglesia, y muchos más.
La palabra de Dios llegó a miles de almas a través de él, y mas allá de la cantidad de miembros, el pastor no dejó de predicar la palabra de Cristo, hasta sus últimos días. Ariel Kim, un ministro del pastor David Yonggi Cho, comunicó desde la cuenta oficial del ministerio La Cuarta Dimensión.
Desde el ministerio Cuarta Dimensión Latinoamérica anunciamos con mucho dolor la partida a la presencia del Señor del Dr. David Yonggi Cho en el día de hoy.
Nuestra misión seguirá siendo la de continuar con su legado y compartir el mensaje de la 4 dimensión en esta generación. Jamás olvidaremos su generosidad, sus palabras de bendición y su imposición de manos de unción.
Ariel Kim
Próximamente, en honor a al pastor Yonggi Cho, se publicará la reedición del libro La cuarta dimensión que constará de dos volúmenes.