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Descansar en la tormenta

La ansiedad es la ausencia de la gloria de Dios. ¿Alguna vez sentiste que tenías que hacer todo rápidamente? ¿Te alteras al ver que algo va a llevar más tiempo de lo que tenías pensado? Actualmente, estamos rodeados por un mundo que se mueve rápido para alcanzar ciertas cosas; incluso un simple vídeo nos incita a “ir más rápido”, salteando el proceso que nos lleva a obtener eso que queremos. Ese andar rápido es la carencia de Jesús, ya que circunstancias que despierten ansiedad en nosotros siempre va a haber, pero lo que hace la diferencia es saber si Él está presente en nuestro proceso, o no. Porque si Cristo no está ahí, eso no tiene nada para ofrecernos.

La ansiedad es la ausencia de la gloria de Dios. ¿Alguna vez sentiste que tenías que hacer todo rápidamente? ¿Te alteras al ver que algo va a llevar más tiempo de lo que tenías pensado? Actualmente, estamos rodeados por un mundo que se mueve rápido para alcanzar ciertas cosas; incluso un simple vídeo nos incita a “ir más rápido”, salteando el proceso que nos lleva a obtener eso que queremos. Ese andar rápido es la carencia de Jesús, ya que circunstancias que despierten ansiedad en nosotros siempre va a haber, pero lo que hace la diferencia es saber si Él está presente en nuestro proceso, o no. Porque si Cristo no está ahí, eso no tiene nada para ofrecernos.

Permíteme compartirte un ejemplo de esto. Hace unas semanas, estaba estudiando para un examen importante, y de repente empiezo a sentir el deseo por terminar de estudiar rápido. Seguido a eso, comienzo a rumiar acerca de cómo será el examen, si tendré una oportunidad para rendir otra vez en caso de desaprobar. Hubo un instante en que  Dios me preguntó: “¿Sentís que estoy en este momento?”, a lo cual yo le respondí que no. Entonces, me dijo: “Si yo no estoy, de nada sirve que apruebes”. Fue ahí donde entendí que, aunque lograse conseguir la mejor calificación, nada cambiaría en mí. Solo sentiría un minuto de placer para luego volver a ponerme ansioso por lo siguiente. Luego de eso, lo que hice fue darle el primer lugar a Él, sin importar el resultado. ¿Qué fue lo que cambió?, te estarás preguntando. Lo que cambió fue que Él era a quien miraba en todo momento. 

La diferencia que define si vamos a movernos en paz o en ansiedad es la presencia o la ausencia de Jesús. El hecho de estudiar lo haremos de todos modos, ya que lo que realizamos en el plano terrenal no cambia; pero sí cambia el proceso. Mateo 8:23-27 narra la historia en la que Jesús calma la tormenta que Él y sus discípulos estaban atravesando. Una parte de la palabra dice: “De repente se desató sobre el lago una fuerte tormenta, con olas que entraban en el barco. Pero Jesús dormía” (Mateo 8:24, NTV). ¿Por qué Jesús dormía en medio de la tormenta?, porque sabía que el final era bueno; por ende, no tenía nada de qué preocuparse. Pero en la barca también estaban los discípulos, quienes no dormían. Al ver esta escena de Jesús durmiendo, ellos lo despertaron para pedirle que los salvara, a lo que Jesús les respondió lo siguiente: “‘¿Por qué tienen miedo?’, preguntó Jesús. ‘¡Tienen tan poca fe!’. Entonces se levantó y reprendió al viento y a las olas y, de repente, hubo una gran calma” (Mateo 8:26, NTV). Lo que hizo que Jesús pudiera dormir fue que Él siempre vió la gloria de Dios. Los discípulos atravesaron esa tormenta en ansiedad, porque en lugar de mirar al Salvador, vieron las circunstancias humanas.

Probablemente, lo primero que venga a tu mente al leer esto sea: ¡Pero Él era Jesús! Sí, es verdad, era Jesús. Pero hoy ese mismo Jesús vive en nosotros, y está  esperando a poder darnos la misma paz que soltó aquel día en la tormenta. A veces, miramos más la tormenta que al Salvador que está en ella, sintiendo que nos estamos por ahogar en el mar de pensamientos que amenazan con derribarnos. Pero cuando lo hacemos partícipe a Él en nuestra tormenta mental, estamos dejando de ver nuestra realidad desde el plano terrenal; para fijar nuestra mirada en Él. Cuando lo miramos a Él por sobre todas las cosas, recibimos paz en nuestro corazón para atravesar nuestro proceso con gozo, aun en los momentos de turbulencia que, en definitiva, siempre están. Al ver a nuestro Salvador con nosotros, podemos descansar, porque sabemos que el final es bueno, sin importar la magnitud de nuestra tempestad. Verlo a Él es ver su gloria. Esa gloria resplandece, nos cubre y derriba nuestra ansiedad.

Jesús dijo: “Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo” (Juan 14:27, NTV). No necesitamos apresurarnos para tener un título, una pareja, una casa, las mejores calificaciones, lo que la cultura nos presenta como “gloria”. ¡Lo necesitamos a Él!, porque solo en Él hay verdadera paz que nos permite descansar aquí y ahora. Cuando Él se convierte en el protagonista de nuestra vida, su trono se establece en nuestro corazón, ocupando el lugar de todas las demás cosas que, en ansiedad, nos movíamos para obtener. Esto no quiere decir que esas cosas sean “malas”, sino que aunque sean buenas, nunca serán suficientes para nosotros. Pero Él sí lo es. La experiencia cara a cara con la persona de Jesús nos da su vida, la cual está completa. Esta vida que Él nos da al renunciar a la vieja naturaleza no tiene necesidad, por lo cual no hay ansiedad.

En quién pongas tus ojos define quién va a reinar en tu corazón. Mira a Jesús, pues en su Reino hayamos descanso en medio de la tormenta, debido a que Él ya venció toda nuestra ansiedad. La tormenta es calmada en su presencia.

 “Si miras el mundo, te angustiarás. Si miras dentro de ti, te deprimirás. Pero si miras a Cristo, encontrarás descanso” (Corrie Ten Boom).

EL NUEVO NACIMIENTO EN CRISTO

nuevo nacimiento

NACER DE NUEVO

¿Cómo será esto posible? Fue la pregunta que le formuló Nicodemo a Jesús y es la misma que nos hacemos nosotros constantemente. 

El hombre, en el huerto, decidió comer de una sustancia contraria a la vida —la muerte—, y así sucedió, tal como Dios le había advertido a Adán. Ahora su vida espiritual quedó sin la posibilidad de experimentar la comunión con el Padre.

Cristo, le explica a Nicodemo que para entrar al Reino de Dios y su dinámica, es necesario experimentar la regeneración. 

¿Por qué es necesario nacer de nuevo?

Tal como Dios le advirtió al primer hombre cuando le dijo que no comiera del árbol del conocimiento del bien y el mal, su vida espiritual murió y quedó separada de la comunión con el Padre. 

Pablo explica que el hombre natural no entiende las cosas del espíritu. Por lo tanto, si queremos entender a Dios, necesitamos convertirnos en hombres y mujeres espirituales. Dios busca homologarnos a su vida para que seamos partícipes de su naturaleza.

¿Cómo lo hacemos?

Jesús explica que Dios es dador de buenas dádivas; si le pedimos pan, no nos dará una serpiente, y si rogamos por su Espíritu Santo, Él nos lo dará de buena gana. Cristo vino justamente para esto. Para hacer morada en nosotros y crecer en nuestro interior. 

Una vez que su Espíritu se une al nuestro, uno somos en el Señor. Él nos guiará a la Palabra, nos confrontará con nuestros pecados, nos revelará la voluntad del Padre y nos guiará a realizar las obras que el Padre preparó de antemano para que anduviéramos en ellas. 

Al sepultar nuestra vida en Cristo, tanto en el bautismo de agua como el del Espíritu, podremos caminar en esta realidad eterna día a día. 

¿Qué estás esperando para entrar al reino de Dios? La invitación te fue extendida.

El día que Jesús me ganó

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cyntia-goluscio-de-ebel

No hubo un “momento mágico” pero sí un glorioso día en mi vida, el día que peleé con Jesús y Él me ganó. 

Me gustaría contarte esta historia como un cuento de hadas, pero claramente no fue así. Te cuento brevemente de mí, nací en una familia cristiana, mi papá es pastor hace casi cuatro décadas, mi mamá siempre ha estado acompañando y apoyando en el ministerio. 

Somos tres hermanos, yo soy la del medio. Mi vida fue bastante normal en mi infancia, en la adolescencia tuve alguno que otro momento de rebeldía, pero siempre me mantuve dentro de la iglesia, y siempre sirviendo a Dios, a un Dios que nunca había conocido. 

«Me casé a los veinte años, y tres años después todo se empezó a complicar. Mi vida carecía de sentido y de propósito, yo estaba asistiendo a la iglesia pero permanecía muy lejos de Dios, de verdad que no lo conocía». 

Empecé a vivir una doble vida, mostraba una cara llena de religiosidad y “buenas costumbres” pero a su vez estaba viviendo una vida de mentira, de engaños y de infidelidad, a mi esposo y, por supuesto, en primera instancia para con Dios. Sabía que lo que hacía estaba mal, pero me intentaba autoengañar pensando que “es mi vida y con ella puedo hacer lo que quiera”, creyendo que eso no me traería consecuencias. Qué ilusa de mí. Recuerdo haber dicho “es un juego y yo puedo salir cuando quiero”, nada más alejado de la realidad. 

En mayo de 2010 todo explotó, esa doble vida oculta salió a la luz y tomé la decisión de irme de mi casa. En mi ignorancia creí que iba a tener libertad, pero descubrí, tiempo después, que eso no era libertad, sino que era una esclavitud de la más profunda. 

El 11 de julio de 2010 fue el día que mi vida cambió para siempre. Me encontraba en lo más bajo que se podía haber caído, totalmente metida en mi pecado, en mi “nueva vida”, que lo único que me daba era más dolor a mi corazón ya roto y dolido. 

Ese día de julio, en medio de un estado lamentable, angustiada y vacía interiormente, Jesús se presentó para mostrarme que Él  SIEMPRE había querido ocupar mi vida. Tenía una pieza faltante que quise llenar con malas decisiones, con malas relaciones y ese vacío se hizo cada vez mas grande, rompiendo incluso otras partes de mi ser, el vacío tenía una forma específica, la forma de la cruz, era con Él o no había chances de sentirme realmente completa nunca más.

Y así fue, no como un momento mágico y sobrenatural, sino como un día glorioso donde pude confrontarme con Su amor y con Su cruz. 

«La cruz me mostró que la verdadera libertad nace en una genuina COMUNIÓN con Él». 

Sin muerte no hay resurrección

Yo ya estaba muerta por el pecado, necesitaba de Su vida en la mía. Todo lo que tenía hasta ese momento era una vida religiosa, maloliente, chata y Él me ofrecía una vida de relación permanente, una vida de amor y no dudé en aceptarla. 

Fue difícil, no te voy a mentir, fue una lucha. Por un lado Jesús queriendo toda mi atención, por otro mi “carne” quería seguir haciendo de las suyas y en ese momento de dolor pude entender y vivir el versículo que dice: “Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos” (Gálatas 5:24 NVI).

Es doloroso crucificar la carne, lo que hay en el mundo son cosas que nos gustan, que nos dan placeres momentáneos, pero sin lugar a dudas nos llevan a la destrucción total, así fue conmigo. En medio de un mar de lágrimas y al haber tenido, por primera vez, la convicción de mi pecado, decidí volverme a Dios y conocerlo, dejar todo atrás y seguirlo. Fue radical porque no encuentro otra manera de seguir a un Jesús que es radical en su amor por mí. Fue una lucha donde Él ganó y yo nunca más fui la misma.

Como el relato de la pelea de Jacob y el ángel (Génesis 32), salí rengueando como señal de esa lucha que me cambió para siempre.

Han pasado doce años y puedo asegurar que estos han sido los mejores de mi existencia. No fue todo color de rosa, todo lo contrario, pero sí empecé un camino donde entendí que lo más importante es mi relación con Él, porque es quien puede llenarme.

Cada vez que comienzo a desenfocarme porque creo que necesito algo más, vuelvo a recordar ese 11 de julio de 2010. Hoy puedo decir con total convicción que nada me apartará de seguirlo y servirle, porque cuando estuve hundida en el pecado hubo UNO que me amó y a pesar de todo decidió quedarse. Cómo no amarlo y elegirlo si Él me eligió con todos mis errores.

Si ves que alguien luchó con Jesús y renguea por el resto de su vida, te puedo decir que esas marcas son señales de guerra y significan mucho, son un testimonio vivo. En mi caso esas marcas son muy importantes y me recuerdan que cada día debo crucificar mi “yo” y dejar que Él viva en mí. A veces necesitamos perderlo todo para darnos cuenta de que Jesús siempre estuvo y que es lo único que necesitamos.

Te animo y te invito a que puedas dejarte amar de esa misma manera, acá no importa cuánto hace que vas a la iglesia (si es que vas) o cuánto lo servís o qué “título portás”, lo importante es ¿CUÁNTO LO CONOCÉS?

JORNADA DE ACTUALIZACIÓN PARA MINISTERIOS INFANTILES

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Jornada de E625

El próximo sábado 13 de mayo se realizará en Buenos Aires una actividad muy esperada y que ya está generando muchísima expectativa.

Se trata de la JORNADA DE ACTUALIZACIÓN PARA MINISTERIOS INFANTILES organizada por Especialidades 625, que reunirá a cientos de líderes y maestros de niños que llegarán desde distintos rincones del país.

Oradores nacionales e internacionales compartirán sus experiencias en torno a la gran necesidad que existe en las iglesias de estar a la altura de los desafíos que nos plantea la realidad de hoy en día.

Algunas de las temáticas que se abordarán serán: “Cómo pastorear a la niñez en un nuevo contexto”. “La Biblia frente a las ideologías actuales”. “Qué hacemos con los preadolescentes”. “Los niños y el manejo de sus emociones”. “Ideas para mejorar tu programación”.

Entre las voces que formarán parte de esta jornada presencial única, se encuentran Henry Pabón (pastor de niños de la iglesia El Lugar de su Presencia, en Bogotá, cuyo pastor principal es Andrés Corson), Mark Oestreicher (especialista destacado en preadolescencia a nivel internacional) y Lucas Leys (director internacional y fundador de e625).

El evento tendrá una llamativa particularidad: ¡No tendrá costo alguno de inscripción para los participantes!

Fernando Altare, director nacional de e625 en Argentina, lo explica con estas palabras: “Estamos haciendo una gran apuesta a la madurez de los líderes y al gran interés que ellos tienen en capacitarse. La registración será gratis y en la misma actividad se recogerá una ofrenda voluntaria en la que animaremos a los maestros a que ellos mismos inviertan a conciencia en la realización de esta jornada. Confiamos en ellos y, por sobre todo, confiamos en Dios al hacer un esfuerzo tan grande por algo que la Iglesia necesita, y mucho”.

El lugar elegido será el auditorio de la iglesia Centro Familiar Cristiano (CFC) de Martínez, ubicado en la calle Edison 2701 de esa localidad, y la registración dará comienzo a las 8:15 de la mañana. Desde la organización, animan a registrarse ya mismo, dado que los cupos son limitados y tenderán a agotarse. También destacan que, si bien registrarse no tiene costo alguno, no habrá manera de participar sin estar registrado.

El sitio web para registrarse y para encontrar toda la información relacionada con esta actividad es el siguiente: e625.com/infantilargentina.

Esta es una oportunidad para ser aprovechada por los equipos ministeriales que trabajan semanalmente en nuestras congregaciones con esta edad clave. Pastores, líderes, encargados y maestros de escuela bíblica para niños, educadores, padres y todos los que aman y sirven a las nuevas generaciones.

En cuanto a la logística, la jornada transcurrirá desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde, tratando de favorecer tanto los movimientos de quienes viajan del interior, como así también de los que dentro de la misma ciudad tienen actividades por la tarde en sus propias iglesias. Al mediodía, habrá opciones para poder almorzar dentro del mismo predio donde se realiza la actividad.

¿Cómo hago para hablar diariamente con Dios?

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¿Cómo hago para mantener una relación con Dios?

Quizás hace poco que te encontrás en los caminos del Señor, quizás lo conoces desde corta edad, pero aún así esta pregunta resuena en algún momento de nuestras vidas como cristianos. En esta nota, vamos a analizar nuestra relación día a día con Dios.

Muchos aprendimos en la escuela bíblica que, para andar en el Espíritu, debíamos apartar una hora cada mañana con el objeto de orar y leer la Biblia, y con ese fin, estar listos para nuestras oraciones desde la madrugada. Aun así, caemos muchas veces en una profunda decepción al ver que nuestra relación con Dios no fluye continuamente. 

Juan Carlos Ortíz escribió sobre este tema en su libro Jesús es el presente en nuestras vidas, en el cual relató de una manera dinámica y simpática (como tenía por costumbre) su experiencia personal, que lo llevó a una vida de constante conversación con Dios.

“Como me habían enseñado de niño, a las seis de la mañana debía hacer mi devocional. Tenía que levantarme a las cinco, y lo hacía. Día tras día, salía a la rastra de la cama para orar y leer la Palabra durante una hora. Pero, una vez, no pude hacerlo. Sencillamente, estaba muy cansado para levantarme y, a lo largo de toda la jornada, me sentí culpable. Sin embargo, llegó el día en que descubrí que Cristo vive en nosotros, que podemos gozar de un diálogo continuo con Él”, relató Ortíz.

“Al principio, cuando empecé a tener comunión con el Señor durante todo el día, seguía poniéndome de rodillas a las seis de la mañana, como de costumbre, pero la diferencia estaba en que, al incorporarme, seguía hablando con Él. Cierto día, tras levantarme después de mi período devocional matutino, Jesús me preguntó: ‘¿Por qué te arrodillas ahí? ¿Acaso no hablas conmigo durante todo el tiempo, incluso si no estás de rodillas?’”. Entonces, empecé a darme cuenta de que, cuando hablaba con Jesús a lo largo de todo el día, aquello formaba para mí parte de la vida real: era una relación con sentido”. dice el pastor.

El escritor confesaba que disfrutaba de su conversación con Jesús durante toda la jornada; sin embargo, el tiempo devocional lo tenía como una obligación. “Creo que hay muchísimas personas esclavizadas a un sistema religioso en sus vidas diarias porque no entienden que andar en el Espíritu es estar continuamente conscientes de la permanente presencia de Cristo dentro de nosotros”, dice Juan Carlos en su libro.

Hemos escuchado muchas veces frases como “Separa un momento de tu tiempo para el Señor”, cuando en realidad nuestro tiempo no nos pertenece, sino que es completamente de Él. Nuestra relación con Dios tiene que ser algo corriente. 

Juan Carlos lo ejemplifica de una forma muy entendible. 

Tan pronto como me despierto por la mañana, me desperezo y bostezo. Luego digo: 

—Buenos días, Señor Jesús. ¿Cómo estás? 

¡Esto lo digo mientras me encuentro en la cama, no de rodillas! 

Muy bien —me contesta—. ¿Y tú, Juan?

—Magníficamente —respondo—. He dormido muy bien esta noche.

Ya lo he visto. 

—Señor —expreso—, me parece que voy a quedarme en la cama unos minutos más.- Como es mi amigo y quiere que el día me vaya bien, me dice: 

Levántate, Juan. Sabes muy bien que, cuando te quedas en la cama, luego terminas corriendo. ¿Por qué vas a estropear la mañana por la prisa? Estás despierto, ¿no? Levántate, y podrás disponer de mucho tiempo. 

—Sí, Señor, pero… 

Vamos, levántate. Tal vez el domingo puedas quedarte durmiendo, pero hoy sal de la cama para que luego no tengas que correr. 

Me pongo de pie y voy al cuarto de baño para ducharme. Mientras lo hago, sigo conversando con Él

—Señor —le digo—, entretanto que me lavo por fuera, ¿podrías limpiarme por dentro?

Es verdad, Juan, lo necesitas. 

Cuando termino de ducharme, Él me enseña a ser un buen esposo, ya que he dejado un charco de agua en el baño, y me dice: 

Juan, seca el suelo, ahí tienes el trapo. Limpia también el lavatorio. 

—Señor —digo—, mi esposa puede hacerlo después. Ella dispone de más tiempo…

Hazlo tú mismo —me ordena—. Vamos, quiero enseñarte a ser un buen esposo. 

—Sí, Señor. —Y me dispongo a limpiar. 

¿Cómo te sientes ahora? —me pregunta.

 —Extraordinariamente, Señor. 

El mostrar amor hacia otros produce un sentimiento muy agradable. Entonces, vuelvo al dormitorio y me digo a mí mismo: “Veamos qué ropa me pongo hoy. Llevaré estos pantalones grises con el saco azul. Vaya, pero este saco azul está arrugado. ¿Y qué tal la camisa marrón? No, no pega con los pantalones grises. Bueno, me pondré los de color marrón”. Para entonces, ya tengo varias prendas extendidas sobre la cama, y planeo dejarlas ahí para que mi esposa las guarde. De nuevo, el Señor me dice: 

Juan. 

—¿Sí? 

Cuelga esa ropa. 

—Pero mi esposa puede hacerlo. 

Hazlo tú mismo. 

—Sí, Señor.

Vuelvo a colgar todas las prendas donde estaban, y la habitación recupera su aspecto ordenado.

¿Cómo te sientes ahora? 

—Muy bien, Señor, realmente bien. 

Ya es hora de partir como un rayo hacia la oficina o perderé el autobús. Estoy a punto de cruzar la puerta de mi casa, cuando el Señor me dice: 

Juan Carlos. 

—Sí. 

No le has dado un beso a tu esposa. 

—Pero, Señor, es tarde… 

Ve y hazlo

“Hasta luego, queridita”, le digo a Marta. Y me voy. Y, al salir, me detengo un momento para besarla. 

—Vaya —me dice aliviada de ver que no me había olvidado de ella—, creía que ibas a marcharte sin siquiera darme un beso. 

“Gracias, Jesús”, susurro agradecido de que Él sepa mostrar su amor en todas esas cosas pequeñas que son importantes para las mujeres.

¿Por qué nos cuesta tanto?

Como humanos que somos, vivimos constantemente influenciados por la carne que nos hace creer que el Evangelio es para adherir a nuestras vidas, cuando en realidad el Evangelio ES vida, porque es Cristo: “Una nueva vida”.(ver 2 Corintios 5:17).

Jesús quiere que vivamos su vida, que la disfrutemos y que dejemos de apartar solo un momento de nuestros quehaceres para caminar conversando sobre cada asunto.

La Corriente

Juan Carlos Ortíz, en su libro Jesús es el presente en nuestras vidas dice que si por un instante escucháramos la forma que nosotros tenemos de orar, comprenderíamos que no conocemos a Jesús como nuestro mejor amigo.

“Cuando uno tiene un amigo, habla con él mientras comparte las cosas corrientes de la vida. Su vocabulario, sus frases y los temas que trata son diferentes si está en su compañía que cuando se encuentra con alguien a quien solo ve ocasionalmente”, dice Juan Carlos.

“Con un amigo, se deja de lado todo protocolo y se tiene un trato íntimo. Si tú posees vida en vez de religión, tus relaciones con Jesús serán íntimas, ya que estás creciendo en su amistad. Lo que hables con Él será nuevo cada día”, agrega el pastor Ortíz.

No hay una actividad mágica que produzca que tu relación con Dios sea algo fluido. Sino, más bien, se trata de tomar consciencia de que ahora somos hijos porque estamos incluidos en el Hijo, y en Cristo tenemos acceso directo al Padre.

Te invitamos a vivir una vida de conversación constante con Dios, a fin de que puedas disfrutar día a día de Aquel que decidió llamarte amigo Juan 15:15-16 .

Cristianos planean expandir el Evangelio en los Juegos Olímpicos de París 2024

Según el misionero a cargo, se cree que se debe alentar a la iglesia para ser parte de la cita olímpica mundial.

Según el misionero a cargo, se cree que se debe alentar a la iglesia para ser parte de la cita olímpica mundial.

Los Juegos Olímpicos de 2024 se llevarán a cabo en París y contarán con más de 10.500 atletas de todo el mundo. Por eso, cristianos de todo el mundo, voluntarios del sur y misioneros de la Junta de Misiones Internacionales (IMB, por sus siglas en inglés) se prepararon para predicar el reino de Dios en los juegos.

El misionero de IMB Jason Harris, quien supervisa el trabajo de evangelización en París, dijo: “Ahora es el mejor momento para proclamar el Evangelio”.

La Junta de Misiones Internacionales (IMB, por sus siglas en inglés) afirma que las Olimpiadas presentan oportunidades para que las iglesias estadounidenses participen en el trabajo misionero y para que los misioneros en París desarrollen relaciones con las iglesias bautistas del sur.

“Al final, nuestra misión es ayudar a la iglesia francesa. En lo que podamos, queremos armarlo y fortalecerlo”, dijo Jason Harris.

Los misioneros de la IMB y los bautistas franceses armaron un plan de tres estrategias para las misiones olímpicas. 

Por un lado, para interactuar con otros voluntarios, atletas, entrenadores y seguridad, una estrategia es alentar a las personas a suscribirse a los canales oficiales de voluntarios olímpicos, así como instrucción en evangelismo personal.

El segundo es proclamar las Buenas Nuevas en las áreas donde se pretende establecer iglesias en cooperación con los bautistas franceses.

Mientras que la tercera estrategia involucra compartir el Evangelio ampliamente entre visitantes y atletas.

Las personas recibirán códigos QR que los llevarán a un sitio web donde podrán aprender más sobre la Biblia.

La IMB declaró que las iglesias pueden participar en el ministerio durante las Olimpiadas a través de la distribución de literatura cristiana, encuestas, distribución de botellas de agua, arte callejero, música y deportes.

Las estrategias ayudarán a expandir el alcance. El objetivo es llegar tanto a los turistas como a las personas que viven en Francia a nivel local publicando anuncios en las redes sociales.

Los anuncios tendrán enlaces a recursos bíblicos en la lengua materna del espectador y los pondrán en contacto con misioneros que sirven en sus países de origen.

Los cristianos del mundo y los bautistas del sur colaborarán. Al igual que los grupos de naciones olímpicas anteriores y los estudiantes de Corea del Sur también tienen la intención de ser voluntarios en el equipo de Jason.

Oro para que esta sea una oportunidad para que los cristianos en Francia realmente den un paso adelante y tomen en serio su responsabilidad de llegar a las naciones que se están mudando a su propio patio trasero, y realmente tomar la antorcha que se les está pasando. . para la comunidad evangélica”, dijo Jason.

Agregó que la inscripción de voluntarios aún está abierta hasta el 3 de mayo, “Creo que un evento como los Juegos Olímpicos podría estimular a la iglesia en términos de confianza en la escena evangélica”.

La aplicación de la Biblia para niños superó los 100 millones de usuarios

La Biblia App para niños está celebrando un gran hito después de alcanzar las 100 millones de descargas.

La Biblia App para niños está celebrando un gran hito después de alcanzar las 100 millones de descargas.

La Biblia App para Niños fue creada en 2013 por YouVersion, en asociación con OneHope, una organización cristiana que crea revistas, películas, juegos y otros contenidos dirigidos a niños. El objetivo fue crear una aplicación que animara a los niños a interactuar con la Palabra de Dios y, en la actualidad, luego de 10 años desde su lanzamiento, más de 100 millones de usuarios descargaron la aplicación.

Bobby Gruenewald, fundador y director ejecutivo de YouVersion, comentó: “Sabemos que la influencia más importante en la vida de un niño es su familia. Con eso en mente, nos alienta mucho ver a millones de familias en todo el mundo elegir recurrir a la Biblia y aprender juntos sobre Dios”.

También se ha traducido a muchos idiomas, incluidos español, chino, francés, polaco, mongol, swahili, armenio, islandés, serbio y birmano de Myanmar.

“A través de esta experiencia bíblica, estamos viendo a niños en todos los países enamorarse de la Palabra de Dios”, dijo Rob Hoskins, presidente de OneHope. “Nos apasiona equipar a la Iglesia global para involucrar a la próxima generación con historias interactivas de la Biblia y ayudar a sentar las bases para el crecimiento espiritual futuro”.

La app presenta 41 historias de las Escrituras y también ayuda a los niños a compartir la Palabra de Dios con sus amigos. Esto beneficia a los padres, pastores de iglesias y líderes de iglesias, ya que proporciona recursos para ellos y sus ministerios.

Melissa Glynn, de Life Valley Community Church en San José, California, dijo: “Nos encanta usar Bible App for Kids y el plan de estudios correspondiente para el ministerio de nuestros niños. Hace poco, una mamá me dijo que su hijo de 5 años corrió por la casa citando a Josué 1:9. Estos recursos están marcando una diferencia en la vida de nuestros niños y son una gran bendición para nuestra congregación”.

Te dejamos la pagina para que puedas descargar la aplicación: https://www.bible.com/es/kids

La vida que estamos llamados a vivir como familias

La cosmovisión de Dios sobre la familia
El llamado de Dios hacia la familia

Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salvación, escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y las glorias que vendrían tras ellos. A estos se les reveló que no para sí mismos, sino para nosotros, administraban las cosas que ahora os son anunciadas por los que os han predicado el evangelio por el Espíritu Santo enviado del cielo; cosas en las cuales anhelan mirar los ángeles”.

1 Pedro 1:9-12, RVR60

Como familias, debemos entender la trascendencia de que a los profetas se les revelara cosas que no eran para ellos sino para nosotros. Y, además, que los ángeles anhelen mirar lo que vivimos en Cristo. ¿Vemos la dimensión?

Desde Adán hasta la cruz, el propósito de Dios de darse a conocer fue escondido en tipos y sombras. Cristo fue anunciado de diversas maneras. Luego, fue encarnado y habitó entre nosotros. Desde la cruz, todo eso se transformó en la sustancia, en la realidad de lo anunciado. En las tinieblas, el hombre cayó de su propósito, falló en ser la sombra de la sustancia y escogió vivir para sí mismo. Posteriormente, llenó la sombra de maldad, y no solo eso: la humanidad cedió a Satanás el derecho de gobernar sobre la Tierra, derecho que Dios le había dado a Adán, a fin de llenar la Tierra con la sombra de Cristo. Muy rápidamente, Satanás obtuvo su reino de tinieblas y el derecho a reinar y gobernar en ellas.

Entendemos así por las Escrituras que pecado es cualquier cosa que se queda corta de la expresión de Dios. Todo fue creado para expresar a Cristo.

Cuando empezamos a ver y a entender que el verdadero Evangelio es una vida, que es Cristo mismo, llegamos a comprender que el problema es peor de lo que pensábamos. No solo cometemos pecados; nos hemos convertido en algo que por naturaleza se quedó corto de la gloria de Dios.

En Adán, escogimos ser y vivir de una manera que no se asemeja en absoluto a lo que Dios tuvo como propósito para nosotros desde el principio: que todo refleje la imagen de su Hijo, ya que por medio de Él y para Él fueron creadas todas las cosas, como Pablo les recuerda a los colosenses.

Debemos recordar que había dos árboles importantes en el jardín: el árbol del conocimiento del bien y del mal, y el árbol de la vida. A menudo, cuando los cristianos pensamos en estos dos árboles, solo vemos aquí una prueba de obediencia de parte de Dios, pero debemos entender que hubo mucho más que eso. En estos dos árboles, Dios le presentó a la humanidad una elección increíblemente importante. Adán tenía que escoger entre la vida de Dios ofrecida al hombre, o la mentira, el engaño y la muerte.

Es sumamente importante que como familias entendamos esta mentira, porque ella llegó a ser el fundamento y el origen de todo pensamiento humano. Debemos entender lo que ocurrió tras esta elección del primer matrimonio.

En el principio, y previo a la desobediencia, todo en la creación natural expresaba perfectamente el plan eterno de Dios en Cristo. Todo lo que Dios hizo le daba expresión física a su mundo invisible. El ámbito natural era una sombra de la realidad espiritual. Y así fue, hasta que Adán y Eva eligieron escuchar a quien no debían; creyeron la mentira y escogieron comer del árbol equivocado. Y cuando lo hicieron, repentinamente algo en la sombra dejó de concordar, algo se desalineó de la sustancia.

Eso fue lo que ocurrió en la desobediencia. El primer matrimonio se salió de la armonía de la mente y el propósito de Dios.

Cuando Dios creó la sombra, esta era buena; pero cuando la humanidad cayó, se salió del acuerdo con la perspectiva de Dios, del propósito. Cuando Adán desobedeció, se familiarizó con el mal. Habiendo conocido desde el comienzo solo lo bueno, se tornó consciente de lo maligno; ahora tenía el conocimiento del bien y del mal, de manera independiente de Dios.

Había algo de verdad entremezclada en la mentira de Satanás. En un sentido, el hombre “llegó a ser como Dios; conociendo el bien y el mal”; pero también hubo un terrible engaño. El problema de poseer el conocimiento del bien y del mal era que ellos, para obtenerlo, tuvieron que convertirse en el mal que estaba en oposición al bien. Dios entendía este contraste, pero, a diferencia de Él, Adán tuvo que cruzar la división y tornarse en el mal para entender el contraste. Tuvo que salirse del plan, propósito e imagen de Dios, y entrar en su propia independencia para descubrir el mundo de Satanás, el mundo del yo y de la rebelión. Y eso fue lo que hicieron. Por tal razón fueron expulsados del Edén. Y después de la terrible caída, Dios resguardó el camino al árbol de la vida, como leemos al final de Génesis 3.

Debemos entender que el hombre cayó de la gloria y propósito de Dios, y la humanidad entera cayó con él, pues Adán es padre de todos nosotros. Tal vez no hayamos escogido el árbol prohibido, pero somos fruto de Adán, quien comenzó a tener hijos según su propia imagen. Por lo tanto, como parte de esa naturaleza, de ese género, hemos quedado cortos de la gloria de Dios. Es decir, somos pecadores al igual que Adán.

Incluso si nosotros nunca hubiéramos pecado (lo cual es imposible), seguiríamos siendo pecadores por naturaleza. Esta, sencillamente, es la naturaleza en la que hemos nacido. Es así como tenemos una creación llena de pecado, que es expresión de la naturaleza caída, de la gloria de Adán y no, de la gloria de Dios. La Tierra se tornó expresión de esa condición, y todavía es la expresión de la creación caída, donde el hombre vive, gobierna y elige ser independiente de Dios.

Vemos así entonces que, en el Edén, inmediatamente después de la caída, Adán comenzó a verse de una manera enteramente diferente. Se volvió consciente de su desnudez, la cual, a la luz de los hechos, entendemos fácilmente que no se refiere a la desnudez física.

Se volvió totalmente autoconsciente y motivado por la autoconservación: se vio a sí mismo. Se vio a sí mismo desnudo y se escondió de Dios. Sintió la ausencia divina, se percibió aislado, independiente y avergonzado. Algo muy importante había sucedido en lo profundo del corazón y consciencia de Adán, algo había cambiado permanentemente. Lo único que deseaba hacer era cubrirse con algo por su cuenta. Esto es muy importante, y es parte de nuestra naturaleza; cubrirse es la perspectiva que motiva al hombre natural.

  • Cada acto de la humanidad tiene exactamente la misma motivación: esconderse, cubrirse con algo que no es Cristo.
David Firman

Si no entendemos la realidad del problema, si el diagnóstico está equivocado, todo lo demás que hagamos para solucionarlo estará equivocado y nunca volveremos nuestros corazones al Señor para hallar la grandeza de su solución. Seguiremos tratando de cubrirnos con algo que no es Cristo. Y eso fue precisamente lo que el primer matrimonio hizo en el Edén: se cubrieron con algo mucho menor que el propósito y la gloria de Dios, se taparon con hojas de higuera.

La religión es el intento del hombre de cubrir su propia caída, vergüenza y egoísmo con cosas que no son la vida de Cristo. En este sentido, todas las religiones son iguales; tienen diferentes reglas, lugares de culto, ceremonias y “profetas”, pero son iguales. Intentan abordar nuestra propia desnudez y culpabilidad. Es una cubierta falsa que nos hace sentir mejor con respecto a nosotros mismos, pero no nos enfrenta al problema.

Es muy importante que como familia entendamos bien esto, porque si el cristianismo no es una experiencia genuina de la vida de Cristo siendo formada y creciendo en nosotros, no es diferente a ninguna religión. Desafortunadamente, hay muchas versiones de la religión cristiana que tratan de cubrirnos con nuestras propias obras, con muchas oraciones, con autodisciplina, entre otras cosas. Pero, en el fondo, seguimos siendo el mismo hombre adámico que se autoconsume. Es exactamente lo que Jesús estaba tratando de exponer entre los fariseos, al confrontarlos y llamarlos “sepulcros blanqueados”.

Limpiaban el exterior del vaso, pero el interior estaba inmundo. Lavaban sus manos, pero sus corazones eran oscuros y fríos. Jesús estaba tratando de mostrarles que su religión era una cubierta falsa.

Como familias, estamos llamados a vivir una vida que es eterna, una vida verdadera, una vida que da evidencias que nos son fingidas, y esa vida es Cristo en nosotros.

Los beneficios de cultivar una vida de gratitud

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Ser agradecido

La gratitud es un sentimiento y actitud de reconocimiento por algún beneficio que se ha recibido de alguien más, que nos lleva a expresar ese reconocimiento de alguna manera. Puede ser a través de palabras, gestos e incluso obsequios. Es decir que la gratitud además de reconocer, nos mueve a la acción. 

La gratitud es una virtud que se puede cultivar y trae beneficios para una misma y para nuestras relaciones interpersonales. El filósofo romano Cicerón dijo: «La gratitud no es solo la más grande de las virtudes, sino la madre de todas las demás».

Desde la ciencia se han hecho estudios en el campo de la psicología y las neurociencias comprobando los beneficios en la salud física y emocional que produce la práctica de la gratitud. Mejora el bienestar general de las personas y la calidad del sueño. Disminuye la depresión, la ansiedad y la probabilidad de recurrir a adicciones. Produce una mayor satisfacción con la vida y se desarrolla más resiliencia. Además ayuda a aumentar la empatía y a disminuir el sentimiento de soledad.

El apóstol Pablo nos enseña: “Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús”. 1 Tesalonicenses‬ 5:18 RVA.  O sea que “dar gracias”, es decir, ser una persona agradecida y cultivar una vida de gratitud entonces es bueno, agradable y perfecto a los ojos de Dios.

Desarrollar una actitud de gratitud implica que nuestra mente se oriente a pensar y reconocer las cosas buenas que nos pasan y que tenemos. Al ejercitarla nuestros pensamientos se enfocarán más en lo positivo, lo que producirá un cambio en nuestro estado de ánimo. No se trata de un optimismo ingenuo o de negar las cosas malas que nos pasan, sino de elegir hacer foco en lo que es bueno, en lo que Jesús hace en nosotros.

No olvidemos que el pensamiento que permitamos que prime en nuestra mente determinará nuestro estado de ánimo, nuestras acciones, reacciones y palabras; en consecuencia, nuestra calidad de vida.

¡Tenemos tanto que agradecer! Detente a pensar un momento y seguí el consejo del salmista: “Que todo lo que soy alabe al Señor; que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí”.  Salmo 103:2 NTV. 

Hacé el ejercicio de traer a tu memoria las bendiciones que disfrutas en tu vida —desde los detalles más pequeños a las cosas más grandes—, reorienta así el flujo de tus pensamientos hacia lo bueno y comprobá cómo son transformadas tus emociones. 

Experimentá el bienestar que produce tener un estilo de vida de gratitud y la fortaleza que recibís para enfrentar los desafíos que se te presentan en la vida. Porque cuando recuerdo lo que Dios ya ha hecho por mí, puedo tener la seguridad de que seguirá obrando a mi favor en lo que venga por delante. 

Practicar el ser agradecidas también trae beneficios en nuestras relaciones con los demás. Una de las primeras cosas que les enseñamos a los niños es a dar las gracias. “Decile gracias a…” solemos decirles y está muy bien. Es algo que a medida que crecemos no debemos olvidar.

Pensá qué te produce cuando recibís un agradecimiento de alguien. Es agradable ¿verdad? Si bien recibir gratitud no debe ser nuestra motivación para hacer las cosas, se siente bien y nos predispone positivamente. Es decir, que cada vez que expresamos gratitud a alguien le estamos haciendo sentir esa sensación —que nos gusta para nosotras— y lo estamos motivando. 

Como vimos al principio, la gratitud se puede demostrar a través de palabras, gestos u obsequios. Así  que nos podemos poner bien creativas. 

Desde un saludo con la mano al conductor que te cedió el paso en el tránsito, un “muchas gracias, muy amable” a un desconocido que nos sostuvo la puerta para entrar a un comercio. O una notita de agradecimiento a una compañera que te ayudó con alguna tarea. Un chocolate para demostrar gratitud a esa amiga de fierro o algún detalle para tu esposo o algún familiar. 

¡Las posibilidades son muchísimas! No te limites, animate a que la gratitud sea una práctica continua en tu día a día, comienza a disfrutar los beneficios en tu vida, en tus relaciones y conviértete en un agente que inspire a otros a cultivar una vida de gratitud.

Una luz se enciende en la Feria del Libro

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Peniel, fila 9 y martita duran en la feria del libro

Editorial Peniel estará por primera vez en la feria internacional más importante de América Latina. 

Con más de 30 años sirviendo al pueblo de Dios, Editorial Peniel distribuye de forma nacional e internacional literatura cristiana a cada hermano, iglesia y ministerio que progresa en su edificación espiritual. Esta es otra de las puertas que el Señor les abre para poder presentarse en un evento en donde la palabra escrita es lo más importante 

«Esta es una oportunidad única para llevar nuestros valores y enseñanzas a un público más amplio, lo que contribuirá a difundir el mensaje del Evangelio y a generar un mayor acercamiento entre la comunidad cristiana y la sociedad en general».

Marcelo Ingrao – Dir. Editorial Peniel

Un libro transmite conceptos, valores y enseñanzas a la sociedad. Por eso hoy más que nunca se necesitan páginas con contenido edificante para el alma, y ¿Qué mejor contenido que el Evangelio? Este año aquellos que asistan a la Feria del Libro podrán encontrarse con libros llenos de Palabra de Dios, que edificarán sus vidas y les presentarán a Cristo.

Esta nueva edición de La internacional Feria del Libro 2023 ya abrió sus puertas al público. El acontecimiento cultural más importante del continente, que se realizará hasta el lunes 15 de mayo en el predio “La Rural” de la Ciudad de Buenos Aires, contará con invitados cristianos siendo una novedad sin precedentes. Las entradas se pueden adquirir de manera online o en puerta.

Para sumar a este acontecimiento, la banda argentina de rock alternativo, Fila 9, se presentará el día jueves 11 de mayo a las 19 horas y también contará con la participación de la escritora e influencer cristiana Martita Durán, en el que presentará su poemario “El día que mi alma le besó”.

Esta es la primera vez que la escritora Martita Durán visitará la feria del Libro en Argentina. Desde hace unos años la joven influencer se dedica a predicar el Evangelio a través de múltiples formas, siendo las redes sociales y la escritura algunas de las tantas herramientas con las cuales reflejar a Cristo. Nuestro medio forma parte de esos espacios en los cuales ella bendice a través de su contenido y notas.

También es la primera vez que el grupo Fila 9, la banda que inauguró las Live Sessions en nuestro estudio, va a presentarse en La Feria del Libro. Tras casi 10 años de estar comunicando la verdad del Evangelio a través de la música, Fila 9 brindará por primera vez una presentación en este evento en un formato diferente e íntimo.

«Estamos muy contentos de poder participar de un evento como es La Feria del Libro, y de poder expresar aquello que hemos visto y oído, que es Cristo en nosotros ̈»

Fila 9

Además, La Corriente estará presente en el stand para cubrir y acompañar este momento histórico en el que artistas cristianos podrán manifestar de manera pública el mensaje de salvación en medio de un caudal de personas sin precedentes.

Una luz se enciende, La Palabra llegó a la Feria Del Libro.

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