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Dios está en el tiempo: Un cambio de perspectiva del cristianismo

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Pasar tiempo con Dios

Cuando tenía 18 años, llegue por primera vez a Argentina. No era la primera vez que salía de mi casa, pero si la primera vez que lo hacía para quedarme por un tiempo, hasta el momento, indeterminado. Con un objetivo en la mente y un sueño en el corazón. Quería estudiar música.  Luego de despedirme de mi papá, me dirigí a la terminal de buses donde tomaría un autobús que me llevaría a la ciudad donde viviría los siguientes cinco años y que se volvería, no solo una casa física, sino un lugar lleno de memorias, amistades y encuentros con Jesús.

Cuando llegue a la ciudad y me baje del taxi en la dirección que tenia, toque la puerta y me recibe un rostro que solamente había visto por fotos. El amigo de un amigo, que estaba dispuesto a recibirme durante algún tiempo en lo que lograba empezar mi vida en este nuevo lugar, donde a la única persona que conocía estaba en el espejo.

Los primeros días pasaron y mis intentos de encontrar un lugar que se adecuara a lo que necesitaba y a mi presupuesto (sobre todo a mi presupuesto) eran infructuosos. Al cúmulo de intentos fallidos, se le sumaban horas de hablar con este nuevo personaje en la película de mi vida. Un tipo amable, muy hospitalario y dispuesto a enseñarme los primeros pasos en la navegación de ese lugar al que ahora llamaba casa. Donde comprar y donde no, que lugares visitar y cuales evitar, entre otras muchas cosas. A eso, sumémosle los encuentros culturales, el ritual del mate, la sagrada siesta y las cenas a altas horas de la noche, que eran todo, menos usuales para mí.

Al cabo de un par de semanas vimos que la amistad florecía, que las charlas daban resultados positivos y que compartir el apartamento funcionaba de maravilla para los dos. El amigo de un amigo dejaba ese título para tener nombre, o bien, solo mi amigo. Mariano se convertiría en uno de mis mejores amigos en ese lugar, alguien a quien quiero mucho e intentamos seguir en contacto a pesar de la distancia y los quehaceres de la vida.

Toda esta historia tiene un propósito

Hasta antes de la llegada de Jesucristo, todos los pueblos tenían asociado un lugar con la devoción y la comunión con sus dioses. Incluso los judíos tenían el templo como “El lugar de adoración a Dios». No se podía disociar el lugar físico con la devoción. Dios y el templo estaban unidos, nadie se atrevía a separarlos. Muchas de las construcciones de la antigüedad que se mantienen hasta el día de hoy son justamente lugares dedicados a la adoración de una deidad, vemos ahí la importancia que le daban a estos sitios. Estos funcionaban como puentes, como mediadores entre el dios y el pueblo.

Jesús se encuentra con una sociedad focalizada tanto en el rito, como en el templo. Los fariseos juraban por el templo y sus contenidos para hacer sus promesas (Mateo 23). Jesús señala esas prácticas y finaliza profetizando la destrucción del templo. Esto significaba una catástrofe para la religión.

El lugar de devoción, la pieza central del culto, lo que mantiene todo junto alrededor de los ritos, un día no muy lejano a ese, dejaría de ser.

Nuestro Señor, por el contario, en lugar de poner el foco en el templo como la pieza que sostiene todo el rompecabezas, hace un giro extraordinario y lo pone en el tiempo. Las enseñanzas de Jesús no anulan la necesidad de un lugar físico, pero acentúan una devoción mucho más profunda que se sostiene solamente a través del tiempo, de pasar tiempo con Él.

Jesús dice, en lugar de que los vean en el templo, el lugar de la atención y las multitudes, pasen tiempo en lo secreto, donde solamente su Padre que está en los cielos los ve. De repente no es quien va más al templo, o quien vive más cerca, sino quien pasa más tiempo en comunión.

Más adelante, el apóstol Pablo nos diría en 2 Corintios 6 que nosotros somos el templo del Espíritu Santo. Ahora bajo esta luz podemos comprender que la intención de Dios nunca fue deshacerse del templo, sino solamente establecerlo en nosotros. El lugar no era lo importante sino el tiempo de nuestro cuerpo, de nuestra mente, de nuestro ser, ese es el lugar que Dios quiere habitar. Él no quería una casa hecha por manos de hombres, él quería habitar en un templo hecho por Él mismo.

Ahora bien, con esto no quiero decir que el lugar donde nos reunimos no sea importante. La palabra Iglesia en griego quiere decir asamblea. Es necesaria la asamblea de los santos, a lo que me refiero es que no podemos sobreestimar el lugar físico cuando lo que Dios quiere no es un templo hecho de manos, sino tiempo. Dicho de otra forma, hoy no encontramos a Dios en un templo, lo encontramos en el tiempo. Los ritos sin la comunión son vacíos. El templo sin el tiempo, es vano.

La única forma en que un extraño se podría convertir en un gran amigo era a través de pasar tiempo juntos, de compartir comidas, caminatas, películas y experiencias. La única forma en que vamos a poder conocer verdaderamente a Dios va a ser pasando tiempo con Él. 

Este fin de semana se llevó a cabo el tercer foro nacional para docentes cristianos: ¿Cómo enseñar la educación sexual? 

Gastón Bruno en ADEEA
ADEEA

Cientos de profesionales se reunieron durante dos días seguidos para adquirir herramientas y poder combatir la ideología de género en las aulas.

La Asociación de Escuelas Evangélicas (ADEEA) realizó un simposio en la iglesia “Una vida Mejor” para equipar a los maestros, profesores y otros especialistas que combaten las nuevas doctrinas de educación sexual implementadas en los colegios y universidades de nuestro país. Comenzó el viernes a las 19 hs y se extendió el día sábado desde las 8 hasta las 16 hs. 

La Corriente se hizo presente y pudo hablar con parte de los disertantes que participaron de esta jornada.

“El foro trata de cómo enseñar educación sexual”.

ASOCIACIÓN DE ESCUELAS EVANGÉLICAS ARGENTINAS

Enrique Olivas y agrega “ estamos viviendo tiempos complicados con respecto a esta temática, donde hay mucha confusión y muchos mensajes que están siendo expresados y genera realmente un tiempo que no se sabe lo que está bien o lo que está mal, ¿cuál es la verdad?

Cientos de docentes se reunieron este fin de semana en el terce foro de ¿Cómo enseñar educación sexual?

El político Gastón Bruno profundizó porque es necesario realizar este tipo espacios de trabajo “hace tres generaciones atrás no había duda de que matrimonio era un hombre y una mujer unidos en el vínculo del amor para la procreación de la especie, para la felicidad para la vida abundante,  para la vida eterna y hoy ese énfasis se perdió porque no lo podemos recuperar ”.

El lema que se plantea en todo el simposio es enseñar la sexualidad desde el fundamento original, el de su Creador. Por eso ADEEA tomó la iniciativa y el desafío de colaborar de un modo relevante en esta tarea. 

El simposio se llevó a cabo en la iglesia «Una vida mejor».

 “El Señor nos pide que reconciliemos todas las cosas, desde la Asociación, lo planteamos en las aulas escolares, desde las instituciones, evangélicas primeros pero como algo centrípeto que pueda irradiar al resto del sistema” desarrolla más profundamente el referente de Gobernar Bien. 

“Creemos que toda la cultura puede ser transformada por la vida de Cristo”

Gastón Bruno

“Vemos que desde el Estado se nos está imponiendo todas estas filosofías, pensamientos y culturas que están avanzando mucho. Por eso creímos necesario crear este espacio para capacitarnos en varias áreas para poder salir a dar una batalla cultural con conocimiento, valores, principios y argumentos sólidos”, argumentó Roberto Disantis, representante legal de dos escuelas ubicadas en La Plata y Brandsen. 

Si en algo trabajan todos los actores que estuvieron a cargo de llevar adelante esta jornada es “poder volver a la sociedad al diseño original de Dios”. Para esa tarea es importante destacar que se lleva a cabo desde lo espiritual, entendiendo que Cristo nos delegó esta tarea como iglesia pero también desde lo profesional y vocacional para ser luz en medio de una sociedad en la que cada vez se degradan más los valores fundamentales en las que alguna vez se sostuvieron. 

El valor de la enseñanza y los maestros

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Maestros y Discipulos cristianos

En este Nuevo Pacto, el maestro entiende que el conocimiento de Dios es dado por gracia al espíritu de sus hijos.

Por lo tanto, la enseñanza se vuelve una herramienta de provocación a la revelación del Espíritu del conocimiento que ya está en ellos.

La enseñanza “despierta” aquello que ya fue depositado en su espíritu. Como lo señala el apóstol Pedro en su segunda carta, capítulo 1:12-13: “Por eso siempre les recordaré estas cosas, por más que las sepan y estén afianzados en la verdad que ahora tienen. Además, considero que tengo la obligación de refrescarles la memoria mientras viva en esta habitación pasajera que es mi cuerpo”. El maestro del Nuevo Pacto no solo es un conocedor de las Escrituras, sino que es un portador del Espíritu de las Escrituras hecho carne en él, y le ha sido asignada la tarea de provocarlo en la Iglesia.

Son sumamente importantes tanto la enseñanza como el aprendizaje. Si recordamos el principio, el mal mismo comenzó con una mala enseñanza. “¿Y quién te ha dicho que estás desnudo? —le preguntó Dios—. ¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?» (Génesis 3:11). La participación de la serpiente y el fruto de la ciencia del bien y del mal en Adán y Eva fue una enseñanza que perpetuó el pecado en la Tierra. De la misma manera, lo que entró por una mala enseñanza se sanará a través de una correcta.

La enseñanza correcta la trajo Jesús. Son incontables las veces que encontramos en los evangelios la insistencia de Jesús en la enseñanza clara de las Escrituras. Jesús sabía que la enseñanza imparte vida en los que la oyen. La etimología de esta palabra se refiere a “poner señales o dejar señales en el camino”.

¿Por qué es necesario tener señales en el camino? Bueno, si usted viajó alguna vez en la ruta, sabrá la importancia. Las señales en el camino indican muchas cosas, como saber que uno va por el camino correcto, conocer la distancia, ser capaz de regular la velocidad y también ser alertado sobre los peligros que hubiera a fin de poder evitarlos. 

La falta de enseñanza —tanto a través del oficio magisterial como de otros dones— en medio de la Iglesia nos ha perpetuado en un estado de informados pero no formados, porque muchas veces actúa más en nosotros la Información que la disposición a la formación. La gente que lee bastante y accede a la información sabe muchas cosas, pero no las ha experimentado, porque solo es letra que ha llegado por medio de la lectura y no de la enseñanza.

En medio de un sistema actual que prioriza la “información”, bombardeándonos todo el tiempo con noticias dirigidas a través de medios masivos, con un impacto intencional sobre la población, es importante entender que este tipo de información puede resultar muy perjudicial para nuestro espíritu. Por esta razón, Dios necesita despertar a los maestros en las Escrituras y otros ámbitos para que impartan formación en medio del Cuerpo de Cristo, para la expansión de su Reino.

Cuando Dios creó a Adán, sopló sobre él aliento de vida. Fue con este hombre que Dios se comunicó a través de la vida en el huerto, no por medio de un libro. Cuando se prioriza la información más que la vida, entonces violentamos el propósito original. Todos fuimos creados para la vida, no para el concepto; por eso en la vida de Dios no existen definiciones cerradas, siempre estamos conociendo.

Sumada a nuestra finitud que contrasta con la infinita sabiduría y ciencia de Dios está la reducción del lenguaje; muchas veces, las palabras no alcanzan para explicar lo que Dios hace en un segundo en nuestro interior, porque tanto usted como yo somos personas creadas para la vida y no para el concepto. El propósito de Dios para una creación tan compleja como el ser humano ha sido la vida, no el libro.

Las Escrituras tienen el objetivo de que el hombre de Dios sea perfecto, perfección que debe manifestarse, sabiendo que ya fue dada en el espíritu, para que ahora se exprese, a través de la naturaleza divina que portamos en el espíritu, por gracia de Dios.

Esta vida eterna recibida a través del Espíritu Santo no fue por méritos, sino solamente por su gracia, para que nadie se jacte; y en esa gracia nos fue dada una perfección que debemos manifestar viviendo. Entender que ya no se trata de un conocimiento intelectual teológico sino espiritual es revalorizar uno de los tantos beneficios dados en la cruz de Cristo, a través de su muerte y resurrección: es el conocimiento de Dios, algo que nosotros no podríamos alcanzar nunca a través del estudio de la Biblia, sino que nos fue dado en el espíritu y desde el primer día que recibimos a Cristo en nuestra vida, quien contiene todo el conocimiento de Dios en nuestro espíritu.

¡Esto es impresionante! No nos alcanzará la vida entera para conocer, experimentar a ese Dios que fue procesado, para poder ser impartido en cada uno de aquellos que le crean. 

Revaloricemos los ambientes de enseñanzas de las Escrituras; muchas veces se ha cometido el error de espiritualizar todo, dejando de lado la enseñanza metódica —pero no por eso orgánica— que impulse la vida del creyente hacia la estatura del varón perfecto, que es Cristo. Avancemos correspondiendo al digno Señor que nos llamó. “Acepta la enseñanza que mana de su boca; ¡grábate sus palabras en tu corazón!” (Job 22:22).

Una juventud feliz

Cuando hablamos de una juventud feliz, ¿qué es lo primero que viene a tu mente? Tal vez venga alguna imagen de Pinterest, o alguna foto de Instagram donde se muestra una vida que parece ser feliz. Pero si te dijera que nada de eso brinda felicidad a nuestra juventud, ¿lo creerías?

Cuando hablamos de una juventud feliz, ¿qué es lo primero que viene a tu mente? Tal vez venga alguna imagen de Pinterest, o alguna foto de Instagram donde se muestra una vida que parece ser feliz. Pero si te dijera que nada de eso brinda felicidad a nuestra juventud, ¿lo creerías?

Esta fue mi conversación con un compañero de clase hace algunas semanas, en la cual esta persona me decía que creía que mi juventud era aburrida, o que no era feliz porque no hacía cosas “normales” que los jóvenes hacen hoy en día. Y yo repliqué: “¿Cuáles son esas cosas que no hago?”. Y respondió con algunos ejemplos como: salir a fiestas, tomar, entre otras cosas. Entonces, pregunté: “¿Y qué cosas ves que hago?”. Su respuesta fue: Ir a la iglesia. 

En ese instante, pensé: “Pero mi vida no es aburrida o infeliz”. Tras ese pensamiento, le consulté: “¿Por qué creés que es una vida aburrida?”. Su respuesta fue silencio. Cuando pensamos en una juventud feliz, primariamente pensamos en lo que vemos alrededor nuestro. Idealizamos las imágenes que tenemos tan metidas como modelo de una juventud feliz. Esto sucede debido a que es la vida que desde chicos el mundo nos vendió como la mejor vida juvenil, la cual “hay que seguir” para vivir nuestra juventud a pleno; entonces, corremos una carrera para alcanzar una vida que… no es vida. 

Eclesiastés 11:9-10, NTV, dice:

Gente joven: ¡la juventud es hermosa! Disfruten de cada momento de ella. Hagan todo lo que quieran hacer, ¡no se pierdan nada! Pero recuerden que tendrán que rendirle cuentas a Dios de cada cosa que hagan. Así que dejen de preocuparse y mantengan un cuerpo sano; pero tengan presente que la juventud —con toda la vida por delante— no tiene sentido. 

Este pasaje nos invita a nosotros, jóvenes, a vivir este momento de nuestra vida disfrutando cada momento de ella, pero siendo conscientes de que Dios está presente. Sí, ¡Dios quiere que disfrutes este momento de tu vida! Porque la vida que Él nos preparó es una vida feliz, pero esta felicidad no es humana, sino celestial. Esa felicidad es la misma con la que Jesús vivió, la felicidad de ser uno con el Padre. Es verdad, las cosas que vemos en las redes forman parte de nuestra juventud, y por momentos nos pueden llegar a causar felicidad; pero la felicidad que Jesús da no tiene comparación. Esta felicidad le da sentido a toda esta etapa temporal, porque se sostiene en Aquel cuya vida está completa. 

Muchas veces, la emoción que, como jóvenes, experimentamos nos hace olvidar eso: que solo la vida con Jesús es una vida plenamente feliz. Entonces comenzamos a vivir en un loop que una y otra vez nos lleva a lo mismo, provocando que perdamos tiempo. Otro versículo dice: “No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: ‘La vida ya no es agradable’” (Eclesiastés 12:1, NTV). La emoción humana nos hace perder tiempo. Frecuentemente, los modelos de las circunstancias que nos rodean nos desvían del patrón original, generando como consecuencia la pérdida de nuestro tiempo en esta vida.

“Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: ‘La vida ya no es agradable’”. No pierdas tiempo. No desperdicies tu vida en algo que, tal vez, de un día para el otro desaparezca de tu vida. No seas como Job, un hombre que lo tenía todo, hasta que un día toda su riqueza se fue, y su vida quedó paralizada. Hasta que un día sus ojos volvieron a ver a quien tenían que ver. Su corazón recordó a su Creador, posando sus ojos en Él. Cuando nuestra mirada está en los parciales, la pareja que no llega, las mil y un tareas que no terminan, nuestra juventud es desperdiciada. No porque esas cosas sean malas o no sean importantes, sino porque no es para lo que Dios nos creó. Dios no nos creó para hacer todo, sino para tener una relación íntima con Él. Fuimos creados para una sola cosa: estar a los pies de nuestro Maestro.

“Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida” (Proverbios 4:23, NTV). Amado joven, no pierdas tu corazón en la rutina terrenal que día a día vivís, porque esto determina el rumbo de tu vida. No desperdicies tus días de juventud persiguiendo una felicidad inalcanzable. Al contrario, dedica tu vida a una sola cosa: estar a sus pies. Te aseguro que en la presencia de Dios somos verdaderamente felices, ya que la felicidad de Él se hace la nuestra ahora.

«Cristo nunca se desesperó, a pesar de todo el dolor que atravesó por las injusticias que lo rodearon; hasta el último día de su vida, siempre tuvo luz. Fue traicionado, dejado, pero aun así mantuvo la alegría del Padre. Él nunca fue derribado por el desánimo, ni confundido por la negatividad del ambiente, ni nublado por las dificultades externas; nunca fue desconcertado por las malas interpretaciones que hacían de sus palabras, ni por el odio de sus enemigos. El Padre estaba en Él, y eso le alcanzaba«. —Bernardo Stamateas

Él está en vos.

Eso es suficiente para experimentar una juventud feliz.

Dallas Jenkins comenta que The Chosen continuará: ‘Tenemos otras historias bíblicas que contar’

El creador y director de la serie dice que la compañía detrás de la exitosa serie de televisión probablemente producirá otras historias basadas en la Biblia cuando termine la última temporada.

El creador y director de la serie dice que la compañía detrás del éxito de televisión probablemente producirá otras historias basadas en la Biblia cuando termine la última temporada.

Dallas Jenkins le confirmó en los K-Love Fan Awards a aquellos fanáticos que quieren saber cuáles son sus planes después de que se complete la séptima y última temporada de The Chosen.

“Con suerte, después de tomar una siesta de aproximadamente un año, cuando The Chosen haya terminado, tenemos otras historias bíblicas que contar, porque la demanda parece ser muy fuerte”, dijo Jenkins.

Texas se ha convertido en un hogar permanente para la serie ya que desde 2021, la productora se trasladó a Midlothian donde se construyó un escenario de sonido multimillonario y un escenario de aldea del primer siglo de aspecto realista. 

“Necesitábamos algo que pudiéramos tener para nosotros”, dijo Jenkins. “Y es el único así en América que nos permite poder usarlo para contar este tipo de historias”.

Además, comentó que los fanáticos le suelen preguntar: «¿Qué otras historias vamos a contar? Yo les respondo que tenemos la oportunidad de seguir generando contenido durante mucho tiempo más” dijo Jenkins.

Un dato no menor que Jenkins compartió es que la serie ha acercado al elenco y al equipo a Cristo mucho más de lo que uno se puede imaginar.

“Diría que más de la mitad de nuestro elenco y equipo no provienen de una fe tradicional”, dijo. “Aunque hemos tenido varios actores y miembros del equipo que han dicho: ‘Quiero conocer más a Jesús por ser parte del espectáculo’”, concluyó el director de The Chosen.

Yo, traidor: la película argentina inspirada en la parábola del hijo pródigo

“Yo, Traidor”, u n thriller político y dramático protagonizado por el reconocido actor argentino Mariano Martínez y dirigido por Rodrigo Fernández Engler.

Esta producción es una “versión libre, personal y contemporánea de la parábola del hijo pródigo”, detalló el director argentino en una entrevista exclusiva para  “La Corriente’‘.

A lo largo de la experiencia cinematográfica los espectadores conocerán la vida de Máximo Ferradas, un empresario ambicioso que busca hacer negocios en una localidad costera de la Patagonia Argentina luego de recibir su parte de la herencia familiar.

La codicia, el egoísmo, la corrupción y la mentira son algunos de los ejes centrales de este relato. Pero también lo son la redención, la reconciliación y el arrepentimiento.

«Esta podría ser tranquilamente la historia de todos nosotros».

Rodrigo Fernández Engler, director de Yo, Traidor.

Grandes figuras del cine argentino dan vida a esta película: Jorge Marrale, Osvaldo Santoro y Arturo Puig.

“No convencimos a los actores con la billetera. Convencimos a los actores con el guión”, asegura Engler. Sin duda sabemos que la historia escrita en Lucas 15:11-32 conmueve a quien la lee. Esta ficción logra traer a la pantalla grande una de las parábolas más conocidas de la Biblia.

TRAILER: 

RESEÑA:

Máximo Ferradas convence a su padre de vender la empresa familiar para así poder reclamar su parte de la herencia. Para cerrar finalmente el contrato viaja a un pueblo pesquero llamado Perla del Mar. Al llegar allí se conocen cuáles eran las verdaderas intenciones de Máximo: convertirse en gerente de una nueva empresa yanqui que comenzaría a liderar la industria de la pesca en los tres muelles del lugar.

El protagonista comienza a tomar una serie de decisiones que nos muestran cómo su codicia no tiene ningún tipo de límites y que está buscando constantemente su propio beneficio. Fácilmente consigue lo que tanto quería y cierra un negocio con Caviedes,  un empresario muy poderoso.

Un día mientras observaba la costa conoce a Maite, quien rápidamente logra despertarle algunos sentimientos y se roba su atención. Con el paso de los días ambos comparten su historia y logran entablar un vínculo tierno.

Todo parece marchar bien. Todo lo planeado parece estar dando fruto. Pero de un momento a otro su vida comienza a desmoronarse.

El futuro ya no era tan brillante cuando una serie de acontecimientos trágicos y violentos sacan a la luz la verdad detrás de los acuerdos millonarios.

En el medio de la película surge un momento de elipsis donde durante varios días no sabemos nada del protagonista y lo volvemos a ubicar en una especie de granja alejado de todo y de todos. El clímax  llega a su punto en estas escenas y le generan al espectador una multiplicidad de sentimientos que podrían ser similares a los que tendrían leyendo la historia original.

Si bien el desenlace de la obra no llega a cubrir en su totalidad la maravillosa e inspiradora parábola, podríamos decir que en cierta forma el espectador puede llegar a imaginar cómo terminan de desarrollarse los hechos.

Creemos en la esperanza de que el cine universal pueda sumar contenido cristiano en su lista de películas y que esto produzca un despertar de curiosidad en cada uno de los espectadores.

A pesar de no haber seguido al pie de la letra la historia entre el hijo pródigo y su Padre sabemos que este largometraje es y seguirá siendo de mucha bendición para el público que lo consuma. 

Si te quedaste con ganas de verla ya está disponible en STAR + en toda Latinoamérica en este link

Familias que multiplican lo eterno viven el verdadero evangelio sin simulación

FAMILIAS QUE MULTIPLICAN LO ETERNO VIVEN EL VERDADERO EVANGELIO SIN SIMULACIÓN
FAMILIAS QUE MULTIPLICAN LO ETERNO VIVEN EL VERDADERO EVANGELIO SIN SIMULACIÓN

Ser cristiano no es ser parte de ritos o costumbres. El Evangelio no es un conjunto de dogmas o frases que podemos repetir. Si hacemos un diagnóstico generacional (lo cual nos incluye), vemos claramente las mezclas que produce la religión y la ignorancia e inmadurez de los creyentes. Me refiero a inmadurez en el sentido de entender la madurez como la expresión de la vida de Cristo en nosotros.

El Evangelio es una Vida, es una Persona, es una Palabra viva, que es Cristo en nosotros. Es una oferta de Dios al espíritu humano, y esta oferta es darnos su vida, hacernos partícipes de su naturaleza. El verdadero Evangelio forma el carácter de Cristo en nosotros. Es una semilla que crece y da fruto, produciendo así su incremento.

El Evangelio es la Palabra de la cruz. Es la cruz de Cristo.

El Evangelio es la semilla de Cristo en nuestro espíritu. Cada día, el Espíritu Santo hará que esta semilla crezca y dé fruto. Pero sin cruz, no habrá madurez verdadera, sino solo apariencia de madurez. Madurez fingida.

En la carta a los Gálatas, encontramos al apóstol Pablo contando cómo tuvo que confrontar a Pedro por su simulación y por no andar conforme a la verdad del Evangelio como líder de la Iglesia.

Pero cuando Pedro vino a Antioquía, le resistí cara a cara, porque era de condenar. Pues antes que viniesen algunos de parte de Jacobo, comía con los gentiles; pero después que vinieron, se retraía y se apartaba, porque tenía miedo de los de la circuncisión. Y en su simulación participaban también los otros judíos, de tal manera que aun Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos. Pero cuando vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio, dije a Pedro delante de todos: Si tú, siendo judío, vives como los gentiles y no como judío, ¿por qué obligas a los gentiles a judaizar? —Gálatas 2:11-14, RVR60

Aquí Pablo no está enojado, sino que desde el amor confronta al apóstol Pedro por indignación para con lo que deforma o hace daño al Evangelio, que es Cristo mismo. 


Él empieza encarando la cuestión de la simulación de Pedro. Simular es representar o imitar algo de manera que se asemeje, sin serlo. El cristianismo es algo fácil de simular. Pero Dios no creó el cristianismo, sino que nos hizo ser y vivir una Vida. Él puso la naturaleza misma de Cristo en nosotros. 

Simular ser buenas familias, simular ser pastor, simular amar, simular adorar, simular una vida es algo que podemos hacer pero que desacredita al Evangelio.

Cuando vemos la historia, encontramos que las persecuciones nunca debilitaron a la Iglesia. Roma no debilitó a la Iglesia, sino que la Iglesia debilitó a Roma. La Iglesia solo comenzó a debilitarse cuando por la ausencia de amor se empezaron a crear doctrinas de hombres. 

Al perder el amor, creamos doctrinas para sostener a las personas por imposición en base a costumbres, rutinas, exigencias, sin priorizar la vida de Dios en las personas. Todo se sigue haciendo, pero sin amor, sin vida.

Lo que Dios espera es que operemos por el mismo amor con que fuimos amados: que sirvamos por amor, que adoremos por amor, que oremos por amor, que ofrendemos por amor. Todo debe ser el resultado, la expresión, el fruto del amor, que es Cristo en nosotros. Y esto comienza en las casas, es modelado en las familias.

El amor nos hace vencedores. Lo vemos claramente en Romanos 8, en donde encontramos que nada nos puede separar del amor de Dios en Cristo. Su amor lo es todo. Necesitamos más luz sobre el amor de Dios en Cristo, amor que es una naturaleza operando en nosotros.

Cuando se descuida el amor, que es una vida, se entra en el arte de la simulación. La vida, la oración, la adoración, la ofrenda y todo lo demás es hecho por simulación. Esto es con lo que Jesús confronta a los líderes religiosos en Mateo 6, que hacían las cosas para ser vistos por los demás.

Podríamos argumentar que a nosotros no nos va a pasar, pero vemos que le pasó al apóstol Pedro. Él anduvo con Jesús, lo vio morir y resucitar, y luego estuvo cuando ascendió al cielo. Recibió al Espíritu Santo e hizo grandes proezas en los comienzos de la Iglesia, alcanzando a miles de personas. Pero en algún momento aprendió el arte de la simulación. Y no solo eso, sino que también arrastró a otros y, entre ellos, a un gran líder como Bernabé. Es la simulación lo que hace que la gente no quiera el Evangelio.

La simulación se vence amando y viviendo genuinamente, experimentando una fe no fingida.

Por el texto, vemos que Pablo identifica varias cosas en el corazón de Pedro. En primer lugar, menciona el miedo a los de la circuncisión. Simulamos cuando le tenemos más temor a los hombres que a Dios. En segundo lugar, reconoce que la simulación produjo que otros continúen por ese mismo camino de simulación. La simulación, lamentablemente, contagia. Pablo dice: “Bernabé fue también arrastrado por la hipocresía de ellos”. Y él también era un gran líder de la Iglesia en ese momento.

Hay generaciones enteras, naciones completas que se han alejado del Evangelio debido a que la sustancia del amor se transformó en simulación. Nadie se aleja cuando ve fe y amor sin fingimiento. Y aunque el amor es sufrido, nuestros hijos pueden vernos sufrir por amor, pero no deben ver la simulación. El sufrimiento que experimentamos es uno sin victimización, sino vivido desde la fe. Por ejemplo, los hermanos fueron inspirados en las prisiones de Pablo. Sufrir en el Evangelio no trae decepción en nuestros hijos. Lo que sí trae decepción es la simulación. Nuestros hijos deben ver que el amor que hay en nosotros es mayor que las circunstancias externas. Debemos aprender a amar como Dios ama.

Cuando la sustancia del amor que es Cristo mismo está creciendo en nosotros, no va a haber simulación.

Pablo continúa diciendo: “vi que no andaban rectamente conforme a la verdad del evangelio”. Amor y verdad van de la mano. El amor no es cómplice. El amor verdadero es entrañable y es en la verdad, no es afectivo. La reprensión es para vacunar a todos contra lo que no es el Evangelio. Pablo lo reprende, porque eso no es el Evangelio. Y lo reprende públicamente porque el error fue público.

La sociedad podrá amarnos o aborrecernos, pero no debieran poder decir que simulamos y no representamos dignamente el Evangelio.

Debemos, como familia, honrar este Evangelio que nació en la eternidad, se expresó en una cruz y ahora somos sus representantes. Necesitamos ser corregidos por las autoridades delegadas por Dios sobre nosotros para que preserven la vida de Dios en nuestro ser y así entender y honrar el Evangelio. El primer lugar donde esto sucede es en las familias. Seamos familias alineadas a lo eterno, viviendo y multiplicando la vida de Dios en las generaciones.

Reclusos en prisión de máxima seguridad son bautizados y aceptan a Jesús

El ministerio “Dios tras las rejas” trabaja llevando el Evangelio dentro de las prisiones. Su objetivo es ayudar a los reclusos y sus familias a encontrar la verdadera libertad en Jesucristo. También se han encargado de plantar iglesias en las cárceles para que los reclusos puedan sentir el amor de Dios y vivir en una comunidad de fe.

El ministerio “Dios tras las rejas” trabaja llevando el Evangelio dentro de las prisiones. Su objetivo es ayudar a los reclusos y sus familias a encontrar la verdadera libertad en Jesucristo. También se han encargado de plantar iglesias en las cárceles para que los reclusos puedan sentir el amor de Dios y vivir en una comunidad de fe.

El sitio web God Behind Bars compartió, no nos detendremos ante nada, asegurándonos de que cada recluso en los EE. UU. tenga acceso directo y personal al Evangelio y los recursos espirituales para no solo ayudarlos a crecer en su fe, sino también sanar traumas y heridas, romper adicciones, ciclos y permitirles conocer su identidad como hijos e hijas Dios”.

El ministerio ya ha predicado la Palabra a más de 526.000 reclusos y ha plantado 60 iglesias en las prisiones. También lanzaron una aplicación móvil llamada “PandoApp” para ayudar a los reclusos desesperados en sus celdas a escuchar canciones de adoración o prédicas. Más de 208 mil presidiarios tienen acceso a la aplicación de manera gratuita.

En el último mes, el ministerio ha bautizado a 18 reclusos dentro de una prisión de máxima seguridad. Antes de los bautismos, habían estado compartiendo el Evangelio y 35 convictos aceptaron a Jesús en sus vidas, más de la mitad tomaron la decisión de pasar por las aguas.

“Los bautismos dentro de las prisiones son muy raros, lo que acaba de ocurrir es un milagro. Muchos de estos hombres están presos hace más de diez años pero ahora han encontrado su verdadera libertad, Jesús”.

Para celebrar esta gloriosa victoria, usaron YouTube para compartir algunos videos tomados del bautismo.

«¡Estamos alabando a Dios por esta victoria y sabemos que el cielo está celebrando con nosotros!»

Más de 4000 personas se bautizaron en una playa histórica de Estados Unidos

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Bautizan a más de 4000 personas en EE UU

Una multitud fue bautizada en Pirate ‘s Cove el pasado domingo para celebrar el regalo de la vida eterna pero también para conmemorar el 50 aniversario del Movimiento de Jesús en el país.

Estados Unidos fue testigo de un momento único en un lugar mítico de California en el que Oceans Church organizó el “Baptize SoCal”, un evento anunciado como «el bautismo en agua más grande de la historia». Fue realizado en una fecha muy importante, ya que coincidió con el aniversario del despertar cristiano en el que cientos de miles de jóvenes aceptaron a Cristo en los años ’60 y ’70.

En esta ocasión, más de 280 iglesias y 8000 personas, vieron cómo 4166 personas fueron bautizadas a la orilla de Pirates Cove para declarar su nueva vida en Cristo.

Ray Gene Wilson, músico y pastor de West Coast Life Church comentó, que «la atmósfera era eléctrica mientras la gente alababa a Dios y celebraba». 

«Es absolutamente asombroso orar por todos en su nuevo caminar con Jesús. Bienvenidos a la familia del Reino».

Comentó uno de los asistentes

La líder de adoración, Lindy Cofer, dijo: «¡La Iglesia está viva! ¡Qué hermosa vista ayer en el sur de California! En el 50 aniversario del movimiento del pueblo de Jesús».

Mientras que el videógrafo, Eddy Ferguson expresó, «Fue una gran bendición ver a tantas personas bautizándose para uno, pero poder ver el mismo lugar en el que lo hicieron los hippies hace 50 años para The Jesus People Movement fue simplemente surrealista».

Algo curioso que además sucede es que el movimiento del Pueblo de Jesús y los bautismos en Pirates Cove aparecen en la película «Jesús Revolution».

La película se convirtió en un éxito de taquilla después de su estreno en los cines en febrero. Además subió al primer puesto en ventas de DVD y Blu-ray este último mes. 

«Qué día tan increíble e histórico; Miles bautizados en Pirates Cove, ¡Dios se está moviendo en California!».

Ray Gene Wilson

Si bien el éxito de la película puede haber sorprendido a Hollywood, no sorprendió al pastor del sur de California, Greg Laurie, quien declaró ver a Dios obrando a través de la película.

«La gente tiene hambre de esto», dijo Laurie. «Nunca escuché de una película en el cine en la que la gente comenzara a orar y adorar espontáneamente o, como escuché una historia, se mostró en el cine y luego algunos niños querían ser bautizados y los bautizaron en la fuente en frente del teatro. Nunca he oído hablar de esas cosas, así que creo que todos estos son como pequeños indicios de que Dios está obrando».

¿Cómo enfrentar el desaliento?

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¿Te pasó alguna vez que un momento de dolor profundo en lo físico pueda repercutir en la esfera de tu espiritualidad? Claro que sí, somos seres integrales y lo que nos afecta en un área es capaz de hacer eco en las demás. 

Recuerdo que hace un tiempo transité el COVID-19. En esos casi dos años de pandemia que sufrimos como sociedad, nunca me había contagiado y había escuchado muchísimo acerca de los diversos síntomas que se pueden presentar. Uno de los que más me llamó la atención es el desánimo o desaliento. 

No fue sino hasta que lo viví en carne propia que pude darme cuenta de que me estaba enfrentando a algo mucho mayor que un virus conocido mundialmente, que es algo aún más profundo. 

Quisiera citar textualmente un extracto del libro En el ojo de la tormenta: un ensayo sobre desórdenes emocionales en el liderazgo cristiano, donde su autora, Marijo Hooft, nos dice: “El desaliento, a mi entender, es el enemigo de nuestras almas succionándonos el aliento de vida y respirando sobre nuestra nariz su aliento fétido de muerte”. Qué gran revelación, el enemigo queriendo succionarnos, queriendo apagar el aliento que Dios sopló en nosotros. 

Soy una convencida de que hay luchas que da nuestro cuerpo pero también las dan nuestra mente y nuestro espíritu. En lo personal, viví más de diez años con un diagnóstico de dolor (endometriosis) y lo que más me costó fue no caer en el desaliento. 

Cuando el dolor es tan constante, sentimos que una nube negra se posa en nuestra mente y no podemos pensar con claridad. 

Tal vez hoy estás transitando esa temporada. Pero, ¿qué podemos hacer? Creo que es tiempo de que nos podamos “blindar” con “anticuerpos” que protejan nuestra mente y nuestro espíritu. Nadie está exento de vivir una enfermedad o una temporada de dolor, porque estamos en un mundo donde tendremos aflicción, pero la esperanza radica en que Jesús venció al mundo.

El dolor es parte inevitable en nuestra vida pero el vivir en desaliento es una opción que no podemos permitirnos.

Somos parte de una sociedad que está desesperanzada, a la que le cuesta poder encontrar el ánimo en medio de tantas “pálidas”. La manera de combatir, de no caer en la trampa y librarnos de las garras del desaliento es librando esta lucha donde la debemos librar.

Nuestra mente es el campo de batalla, por eso lo mejor es que cultivemos nuestra mente con la verdad. La verdad es una PERSONA y se llama Jesús. 

Los momentos de desaliento y desesperanza van a tocar nuestra puerta, por eso debemos afirmamos en la esperanza de gloria que tenemos en Cristo Jesús. 

Al momento de tentación se lo gana con la Palabra. Nadie nos puede prometer que no estaremos cara a cara con el mismísimo enemigo en medio de un desierto, pero la Palabra de Dios es el arma que necesitamos para combatir, porque están escritas cada una de las salidas que nuestra vida necesita; cada una de las promesas que Dios nos da por ser sus hijos y cada palabra que permanece para siempre.

Te invito a que puedas llenar tu mente de Sus palabras. Sé intencional, conoce la Palabra. Aunque no tengas ganas, aunque el desaliento haya sacado ventaja en tu vida, aunque hoy te cueste saber por dónde arrancar, no te des por vencido, no nos demos por vencidos. No vivamos de las palabras de otros sino que nuestra vida se motorice con la Palabra de Dios para nuestra vida.

No puedes pelear una batalla con un arma que no conoces, por eso, cuando venga el desaliento (y créeme que va a venir) recuerda esto, que no es más ni menos que Su palabra: 

"Mantengámonos firmes y sin titubear en la esperanza que afirmamos, porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa"Hebreos 10: 23 NTV. 

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