Ni la mejor App reemplaza el acompañamiento y la educación sexual preventiva y temprana dada por los padres.
Correr, dibujar, experimentar, disfrutar, amar, relacionarse y aprender son algunos de los deseos que tienen nuestros hijos e hijas en sus primeros años de desarrollo. Desean comerse la vida y que esta les sea apetecible. Cómo quisiéramos que fuera una realidad transversal para todos los niños que habitan este mundo, pero no, lamentablemente no es así.
Hablemos de pornografía
Existe un flagelo que permea la inocencia de un niño, que lo saca de su eje natural, en donde su desarrollo cognitivo y sexual se ven afectados. La forma de ver la sexualidad se distorsiona y aún peor, esas imágenes que están fuera de todo lo enseñado por papá y mamá se graban en su mente por décadas, inclusive, en algunos casos, de por vida.
Este flagelo se llama pornografía y se denomina así al conjunto de materiales que muestran órganos genitales o actos sexuales con la finalidad de producir excitación sexual. Aquella promueve un sexo centrado en las sensaciones personales, que utiliza al otro para la propia satisfacción, transformándolo en una cosa o instrumento de gratificación.
La exposición recurrente a ella genera nuevos deseos, antes impensados. En otras palabras, “formatea el cerebro”. La pornografía distorsiona el sexo en pareja al centrar todo en la práctica sexual, no existiendo lugar para el amor, la dulzura o el romance. Todo es físico y estrictamente genital.
Prevención, ¿cómo lo hago?
Frente a lo expuesto queda una sola pregunta y es la siguiente: ¿Cómo puedo prevenir el consumo de pornografía en mis hijos?
Muchos esperan que podamos entregar la mejor App de control parental, el mejor firewall que impida el más mínimo contenido pornográfico que pueda aparecer en los dispositivos que utilizan nuestros hijos. Lamentablemente muchos padres solo contratan estas aplicaciones y confían que ya está resuelto el problema, sin embargo, esta medida no lo contempla todo.
Dentro de los miles y miles de sitios pornográficos que hay en el mundo, podemos ver que en el sitio más visitado de internet hubieron más de 42 mil millones de visitas en un año, lo que significa un promedio de 115 millones de visitas por día. ¡Eso es el equivalente a las poblaciones de Canadá, Australia, Polonia y los Países Bajos!
El consumo inicial de pornografía está en el rango etario entre los 8 a 11 años.
Frente a esta situación el control parental no es la solución, más bien, esta se encuentra en la educación sexual preventiva y temprana dada por los padres. En esta etapa del desarrollo la causa del consumo no es por un deseo sexual desenfrenado sino, más bien, por factores externos, los cuales se exponen en alguna sala de clases, por personas de mayor edad o por algún tipo de abuso.
Esto despierta “curiosidad” a lo desconocido, en donde se visualiza con urgencia el rol protector que entregan los padres o cuidadores propiciando conversaciones con sus hijos sobre sexualidad y afectividad. La prevención consiste en progenitores realmente presentes e involucrados en la educación sexual y el cuidado de sus niños.
Algunas sugerencias:
Evita entregar dispositivos con internet: el cerebro de un niño no está diseñado para recibir tantos estímulos a temprana edad, de hecho, no los necesita. Por esta razón, mientras más tarde expongas a tu hijo a las redes, será menos probable un consumo a temprana edad. El 35% de las descargas tienen contenido pornográfico.
Supervisa los juegos en línea: el sitio de pornografía más visitado nos revela en sus estudios que los consumidores no solo buscan pornografía a través de los dispositivos tradicionales (Smartphone, Laptop, Tablet) sino, también, a través de Play Station, Xbox, Ps Vita. Es fundamental la supervisión, los horarios y el uso en lugares públicos.
Padres presentes: en los primeros años del desarrollo de tu hijo es vital generar espacios de confianza, ya que un niño al estar expuesto al consumo de pornografía en su mayoría lo vive en silencio, sin entender qué sucede en su mente y cuerpo frente a este nuevo episodio de su vida. En este ambiente de confianza, no se sentirá discriminado o castigado, sino que con amor puede ser contenido.
¿Qué hacer si descubrimos que nuestros hijos han consumido pornografía a temprana edad?
Nunca subestimar la capacidad de aprendizaje de tus hijos y como padres, cuidadores o adultos referentes, debemos desarrollar confianza y contención. No alarmarnos frente a alguno de estos eventos lamentables, más bien debemos reforzar conocimientos, estudiar, capacitarnos e identificar los procesos cognitivos de nuestros hijos con el fin de poder entregar las herramientas necesarias. El mejor control parental es tener padres presentes.
Recursos
· Lo veo no lo veo: cuento producido por el ministerio Ya Basta!, en Dallas, Texas. Para niños entre 5 y 8 años que tiene como objetivo la prevención de pornografía https://yabastaonline.com/tienda/
· Apps de control parental: Family Link, Qustodio, Blocker X
· Recursos para padres: La verdad sobre la pornografía libro de Gabriel Bustos, Buenos Aires, Argentina: JEBA, 2019.
· Seminario de Cosmovisión bíblica en Educación Sexual por fundación A un Clic de Salir (Chile).