A lo largo de toda nuestra vida es normal atravesar episodios tristes, situaciones dolorosas, y aunque no nos agrada pasar por estas vivencias, entendemos que, en muchos casos, nos han servido para crecer como personas y desarrollar nuevas herramientas que nos permitan seguir superando los obstáculos que la vida nos continúe presentando.
Sin embargo, es posible estar triste sin una razón aparente. Es una sensación más habitual de lo que creemos. Muchos se preguntan ¿Por qué estoy triste si todo a mi alrededor pareciera funcionar bien?. Al ser una sensación que muchos experimentan a diario y, como lo planteamos desde la psicología, es una conducta normal, por lo tanto no debes sentirte culpable por eso. Tenerlo todo, muchas veces, no es motivo suficiente para ser feliz.
Como saben, la tristeza es una emoción básica que podemos experimentar cuando algún aspecto de nuestro entorno o algún estado interno está afectado, generando una sensación desagradable. Esto no significa que la tristeza sea disfuncional o que la debamos anular o evitar, por el contrario debemos prestarle atención y poder descubrir su causa y así poder trabajarla.
Suelo decirle a mis pacientes: “permítanse estar tristes y conocerse para evaluar qué cosas desean modificar”.
La tristeza es una de las 6 emociones básicas y presenta características que la diferencian de otras y que todos debemos identificar. Suele ir acompañada de apatía, falta de motivación, dificultades en el sueño y la alimentación, y, siempre según los que la experimentan, la asocian con una sensación displacentera.
Que sea displacentera no significa que sea desadaptativa, por el contrario, todas las emociones, tanto las positivas como las negativas, son consideradas de forma funcional, porque están queriendo transmitir algo, actúan como señal de cómo está nuestro entorno y nuestro mundo interior.
Lo importante es no confundir los términos “tristeza” y “depresión”, ya que esta confusión es muy típica en la sociedad en la que vivimos. Se tiende a usar conceptos como “estoy deprimido” y “estoy triste” como iguales, cuando en realidad, son completamente diferentes.
La depresión es un trastorno que es necesario abordar desde la psicoterapia para que la persona mejore su calidad de vida. Recordemos que la depresión mayor es un trastorno del estado de ánimo que se caracteriza por la aparición de uno o varios episodios depresivos. Es una perturbación emocional que causa un sentimiento de tristeza constante y una pérdida de interés en realizar diferentes actividades. Afecta los sentimientos, los pensamientos y el comportamiento de una persona, y puede causar una variedad de problemas físicos y emocionales.
Cuando las personas creen que están depresivos y no saben por qué, habría que indagar si no están transitando una sensación de tristeza, el cual es muy diferente del síndrome de la depresión propiamente dicha.
Mientras la tristeza da un mensaje, la depresión irrumpe en las capacidades que la persona antes solía ejercitar de forma cotidiana.
Me agrada como el salmista en el capítulo 30 expresa:
Tener la convicción de que, por un momento podremos sentir la sensación desagradable que provoca la tristeza, pero Dios tiene preparado un mañana de gozo.
Te invito a reflexionar sobre si lo que sientes es tristeza, a causa de algún motivo que aun te falta esclarecer en tu vida, o si realmente estás atravesando un episodio depresivo que necesita ser abordado inmediatamente.
Lic. Débora Pedace
Directora y terapeuta CTI
MN 56404 – MP 98524