Ayer se cumplieron los diez días de lutos decretados por la corona de Inglaterra, sin embargo, recordaremos como uno de los evangelistas más relevante de nuestra generación ministró a la reina de Inglaterra.
Este hecho histórico, fue llevado a la pantalla chica y se retrata en la serie “The Crown” que está en la plataforma de Netflix. Claro, no es para menos, cuando se trata de que uno de los mayores evangelista de todos los tiempos se reúne con la familia real para compartir el Evangelio.
Pueden ser muchas las críticas que giren en torno a esta relación, pero reconocemos en Graham, su pasión por predicar de Cristo a toda persona, ya sea pobre, o alguien famoso, o ocupara un alto cargo en su función gubernamental como lo fue la reina Isabell II.
¿Cuándo se conocieron?
El primer encuentro personal fue cuando los pastores Billy y Ruth Graham recibieron una invitación del Palacio de Buckingham para predicar en el Castillo de Windsor. Entonces fue el 22 de mayo de 1955 cuando ellos conocieron a la reina de Inglaterra y al duque de Edimburgo.
Luego de la reunión en la capilla ubicada en los terrenos de la Casa Real ellos almorzaron con las autoridades. Franklin Graham reveló “ésta fue la primera vez que mis padres conocieron a la reina, pero no fue la última. La reina Isabel era una mujer de fe sincera, y encontró un amigo incondicional en mi padre el evangelista. Se reunieron al menos una docena de veces durante las tres décadas siguientes en el Reino Unido, la Casa Blanca y California”.
Billy Graham en su autobiografía, “Just As I Am”, dio fe del amor de la reina por la Biblia. “Nadie en Gran Bretaña ha sido más cordial con nosotros que Su Majestad la reina Isabel II”, detalló él en el libro. “Casi todas las ocasiones en las que he estado con ella han sido en un entorno cálido e informal, como un almuerzo o una cena, ya sea a solas o con algunos miembros de la familia u otros amigos cercanos”, reveló en el material.
Hambre por el Evangelio
“Siempre la encontré muy interesada en la Biblia y su mensaje. Un domingo, después de predicar en Windsor, me senté junto a la Reina en el almuerzo. Le conté que había estado indeciso hasta el último momento sobre la elección de mi sermón y que había estado a punto de predicar sobre la sanación del inválido en Juan 5. Le brillaron los ojos y rebosó de entusiasmo, como podía hacer en ocasiones. “¡Ojalá lo hubieras hecho!”, exclamó. ‘Esa es mi historia favorita’”, escribió el evangelista en su libro.
“Siempre que Billy venía a Inglaterra, la reina lo invitaba a predicar y, a menudo, cuando ella iba a Estados Unidos a menudo visitaba a Billy Graham porque tenían la misma fe fundamental”, detalló el historiador Robert Lacey, quien realizó la biografía de la reina antes de su fallecimiento.
Legado para las futuras generaciones
El pastor Franklin Graham reveló “el día en que nací, mi padre estaba planeando su primera campaña de evangelización en el Reino Unido”. Él detalló que “la Cruzada de 12 semanas tuvo lugar en la Arena Harringay de Londres en 1954, y fue el inicio del ministerio de la Asociación Evangelística Billy Graham en el Reino Unido. John Stott, antiguo capellán de la reina, calificó la Cruzada como ‘la mayor congregación religiosa por las 120 mil personas reunidas, jamás vista hasta entonces en las Islas Británicas”.
“A lo largo de mi vida, el mensaje y las enseñanzas de Cristo han sido mi guía y en ellos encuentro esperanza” afirmó la reina Isabel II en un mensaje de Navidad de 2014.Billy Graham falleció el 21 de febrero de 2018 y su hijo Franklin afirmó que recibió los saludos cordiales de la corona británica.
La reina Isabel II, la monarca británica que más tiempo ha estado en el poder en la historia, murió el 8 de septiembre los 96 años de edad.Luego de 10 días de luto, el pastor Franklin en un artículo publicado en la Asociación, compartió una reflexión “estoy profundamente agradecido con su majestad la reina Isabel II, y confío en que su compromiso con Dios y su dedicado servicio al Reino Unido tendrán un impacto duradero en las generaciones futuras”. Billy Graham, un hombre de fe que nos sigue inspirando por su extensa labor en el ministerio de predicar, evangelizar y discipular a las naciones.