El grupo reparte alimentos y comparte la Palabra a homeless , gente que vive en situación de calle. Ellos comenzaron en Argentina, luego viajaron a Uruguay, Brasil, Chile, Bolivia, Ecuador y México, y desde hace dos años están establecidos en el estado de Arizona con el mismo objetivo, predicar hasta lo último de la tierra.
Juan Cruz Vicente y su esposa Julilop comenzaron el trabajo evangelístico hace 10 años en Buenos Aires, Argentina. Él explicó “nuestro ministerio está enfocado en el evangelismo personal, mi esposa comenzó a tocar la guitarra y a cantar en la estación de tren de la ciudad de Lanús. Mientras llevábamos comida y ropa, compartimos tiempo con más de 160 personas en situación de calle, y luego de un tiempo, diferentes Iglesias e instituciones se conectaron para poder llevar esta tarea Espiritual y social a diferentes países”.
Vicente, parece una persona serena y en una conversación por teléfono decide contarnos su testimonio: “Dios me sacó de las drogas y de las calles. Siempre digo que si Dios hizo el cambio en mí, lo pude hacer en cualquier persona”. Toma una pausa, reflexionando lo que está a punto de decir y afirma “nuestro compromiso es hablarle de Dios a cada persona que nos crucemos, con o sin adicciones, para que tomen la decisión de aceptar a Cristo y que sepan que pueden vivir en Libertad”.
“Hace ya dos años que estamos sirviendo a Dios en Estados Unidos, pero en medio de la pandemia vimos con más claridad la necesidad que hay con los homeless aquí en la ciudad de Tucson Arizona Estados Unidos”, revela Juan Cruz. Además él acota “pudimos formar un equipo de personas para llevar a cabo toda tarea espiritual y también social”.
El ministerio A Un Solo Dios Adoramos realiza un tabajo en profundidad y de compromiso con aquellas personas que asisten, Vicente nos detalla la labor que realizan; “invertimos tiempo, los escuchamos, oramos y luego hacemos un seguimiento para derivarlos a muchos de ellos a diferentes instituciones de recuperación para que los contengan en el proceso”.
“ESTO ES LO QUE DIOS NOS LLAMÓ A HACER, LLEVAR A LA GENTE A LOS PIES DE CRISTO EN TIEMPOS EXTREMOS”
Juan Cruz Vicente
Si hay otra característica que Vicente transmite, es la convicción con la que habla y confiesa que “Dios fue muy claro cuando nos habló para poder fortalecer la obra evangelística aquí en Estados Unidos, puntualmente en la ciudad de Tucson Arizona”. Actualmente son un grupo de 15 personas colaborando con esta ardua tarea y para llevarla de manera sistemática y organizada se aliaron con la “Iglesia Cristo vive” perteneciente a Asambleas de Dios quien está a cargo de los pastores Alfonoso y Lilian Venalonzo en Tucson Arizona.
Juan Cruz trabaja desde hace muchos años con personas en adicciones, no solo en el alcoholismo y las drogas, también abarcan otras áreas como el juego, entre otras. Y cuenta que “la gran mayoría de las adicciones provienen de conflictos familiares no resueltos que en su momento no pudieron contar con la ayuda necesaria para no caer en esos abismos”.
Desde su experiencia detalla: “hay un gran porcentaje de mujeres que tienden a consumir antidepresivos y los hombres recurren al alcohol. Ambas son vías de escape fáciles para sobrellevar la crisis, entonces es ahí donde le presentamos el amor de Dios”.
Ellos cuentan que el único objetivo es llevar a Cristo a las calles, tanto a los que lo conocen o a aquellos que todavía nunca escucharon de su amor, para hablarles de la esperanza en Cristo y que Él es el único camino, la única salida”. “Llevamos semanalmente comida y ropa para más de 60 personas en situación de calle, luego mi esposa comparte alabanzas y yo termino con una prédica ”.
Testimonios de vida
Juan Cruz cuenta “cada semana Dios nos sorprende, uno de los casos más destacados que vivimos es el de una joven que hacía tres años estaba en situación de calle y consumía drogas”. Él continúa “una tarde fuimos a sorprender a una mujer que cumplía 63 años, festejamos con comida y regalos y esta chica que estaba cerca vio todo lo que estábamos haciendo, nos vino a hablar y ese fue el pie para contarle mi testimonio. Ella es una hija de pastores que se había peleado con la Iglesia, pero ese día que hablamos volvió a su casa, se reconcilió con Dios y volvió a recibir el amor de Cristo en su corazón”.
“Otro caso puntual fue el de un ex combatiente que tenía lastimada su pierna, oramos por él y recurrimos a un hospital para que le realizaran la curación correspondiente”, cuenta Juan Cruz. Y recuerda “la depresión había golpeado su vida fuertemente y eso afectó directamente la relación con su familia, pero luego de presentarle a Cristo pudimos llevarlo nuevamente a su hogar para que se reconcilie con toda su familia”.
Vicente junto a su esposa continúan la tarea de evangelismo en Estados Unidos y adelantan que, el departamento de salud de la Universidad de Arizona los invitó a dar en conjunto una charla abierta de interés público sobre adicciones, prevención y entrenamiento para intervenir en una sobredosis. El matrimonio afirma “nada nos llena más el corazón de felicidad que saber que estamos realizando la perfecta voluntad de Dios”.