Como emprendedores y empresarios debemos mantenernos constantemente informados, capacitándonos, actualizando el intelecto y conocimientos respecto al campo en el que nos desarrollamos.
La tecnología atravesó completamente la forma en la que trabajamos; desde procesos productivos, atención al cliente, management de nuestro propio negocio o compañía. Por eso es clave entender a la tecnología y saber administrarla correctamente para conseguir el mejor rédito posible de ella.
Partamos de la siguiente premisa: tecnología supera persona; pero tecnología + persona, supera a tecnología.
Estamos transcurriendo tiempos de cambios generacionales y tecnológicos. Éstos son inevitables, y negarlos o querer frenarlos es como querer detener el viento con las manos. Es imposible, desgastante, frustrante y sin ninguna opción de que obtengamos resultados positivos. Menos aún cuando nuestra agenda se ve afectada por no contar con la perspectiva correcta, la imagen más amplia de lo que está sucediendo, para poder tomar decisiones correctas.
Si miramos a la tecnología como un gran enemigo, el resultado es inevitable: “tecnología supera persona”.
Pero si entendemos que es creada y utilizada por el hombre, y generamos el esfuerzo para aprender y ser parte del cambio, la ecuación y los resultados cambian: la tecnología sumada al conocimiento y talento de las personas, la superan ampliamente. Para ello, es necesario dejar de lado los estereotipos generacionales y las limitaciones que muchas veces nosotros mismos nos imponemos. El clásico “siempre se hizo de este modo” o “hasta ahora nos funcionó de este modo” o “así me lo enseñaron”, entre otros.
La tecnología viene acompañada de nuevas herramientas para gestionar en las organizaciones y para desarrollar nuestra vida diaria. Estas herramientas, bien utilizadas, deberían mejorar y facilitarnos muchas actividades. Es una nueva realidad donde conviven diferentes generaciones. El gran desafío es hacer que estos distintos grupos convivan, se capaciten y usen la tecnología logrando óptimos resultados y mejoras que impacten positivamente en sus vidas. Estoy convencido de que aliarse con la tecnología no tiene que ver con “capacidad”, sino con “intencionalidad”.
Necesitamos ser curiosos e intencionales para amigarnos con los avances tecnológicos.
Transversal a las generaciones
Quizás estés pensando que los nuevos avances son propiedad exclusiva de las nuevas generaciones. Quiero decirte que hoy se está hablando de una nueva definición, en la cual la edad no tiene importancia. Se los denomina “perennials”. Son personas que se encuentran en búsqueda de nuevos desafíos, que son conscientes de lo que ocurre en el mundo y que se mantienen al día de los avances tecnológicos.
Los «perennials» son capaces de convivir y desarrollar relaciones saludables e integrarse sin dificultades a grupos de distintas edades.
Desafiate a ser un “perennial”. Sería la mejor forma de seguir desarrollándote y creciendo en tu vida personal, familiar y laboral. De sentirte adentro y no afuera del cambio; de poder vivir la experiencia de las personas que aceptan y son parte del slogan: “tecnología + persona, superan tecnología”.
Hablar de sabiduría tiene un complemento especial para quienes depositamos nuestra fe en Dios. Sabemos que tenemos una fuente inmensurable e inagotable de sabiduría si se la pedimos a Él. Es nuestra responsabilidad que en nuestra relación personal con Dios tengamos el tiempo y la disciplina de pedirle que nos llene de sabiduría. ¡Cada persona es un mundo, cada trabajo o empleo también lo es! ¡Con todos sus desafíos!
Te animo a recurrir a LA fuente de sabiduría a diario, para tener entendimiento respecto a tu familia, trabajo, empleo, empresa, y de cómo gestionar correctamente la tecnología que lo afecta, para que no se convierta en algo contraproducente que compita con la calidad humana, sino que junto a las personas puedan sacar el mejor provecho.
Después de todo, como dice la canción, “solo es cuestión de actitud”, el conocimiento viene del Maestro. “Sólo Dios puede hacerte sabio; sólo Dios puede darte conocimiento”, Proverbios 2:6.
Hasta la próxima. ¡Dios te bendiga!
El autor
Rodolfo M Galloni
Gerente General Ilolay
Integrante PEC – Profesionales y Empresarios Cristianos