Hay hábitos en nuestra vida que los traemos desde la niñez, algunos muy buenos y dignos de transmitir. Y otros, que podemos animarnos a mejorar y cambiar, por nosotras mismas y por quienes nos rodean.
Me gustaría dejarte herramientas sencillas para que puedas meditar y evaluar qué pasos hay que repensar, para de esa forma crear hábitos nuevos.
Me gusta mucho el pasaje de Romanos 12:2 (DHH) que dice: «Cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto”.
Para cambiar nuestra manera de vivir, es decir, nuestras costumbres y hábitos, primero debe comenzar a gestarse un nuevo pensamiento en nosotros. Cambiar nuestra forma de pensar y de pensarnos a nosotros mismos; comprendiendo que lo que estás buscando al cambiar hábitos no es una dieta de unas semanas para verte más delgada, sino beneficiando tu salud y la de los tuyos. ¡Es tremendo!
Mi primer consejo es que puedas pensar a dónde quieres llegar.
María José Amiunes, Licenciada en Nutrición.
Claramente el primer paso no te lleva a la meta, pero te acerca, te define, te posiciona. Posicionarte hacia donde quieres llegar es clave; ¿necesitas bajar de peso por tu salud: controlar tu presión arterial, mejorar tus análisis clínicos, sentirte mejor para rendir mucho mejor en el día?
Fija tu meta, tiene que ser clara, real y específica. Y un detalle no menor, un día a la vez, querida mujer. Hay un proverbio chino que dice: “No tengas miedo de ir lento, ten miedo de quedarte quieto”. No importa el ritmo, lo valioso es ir hacia donde tenemos que avanzar.
Siguiente paso para dar es acción, acá no importa el tiempo, no importa cuánto te lleve lograrlo, ni si tropiezas. Lo importante es comenzar y sostener cada paso logrado.
Eclesiastés 4:9 dice: «Más valen dos que uno«. Pide ayuda si lo necesitas, transitar los cambios y procesos acompañados es saludable. Sobre todo si perteneces a una iglesia, que es tu familia de la fe, donde puedes encontrar consejo y compañía.
Atrévete a dejarte acompañar y ayudar.
María José Amiunes, Licenciada en Nutrición.
¿Qué hago para mejorar mi salud? Algunos consejos que quiero compartirte:
1. Invertir tiempo en cocinarte, en hacer actividad física, en meditar en la Palabra de Dios. Realizar todas las comidas.
2. Saber esperar. Muchos intentos fallidos tienen que ver con esta recompensa inmediata a la que nos fuimos acostumbrando. Y en proceso de hábitos, es un día a la vez, paso a paso. Cada día es un logro, la meta es vivir continuamente saludable.
3. Priorizar tu meta. Escucho a diario que comer saludable es caro, y eso lo vuelve difícil de seguir. En parte es cierto, pero también puede que sea cierto que si priorizamos nuestra salud, comprendiendo que empieza desde nuestra alimentación, los gastos que realmente nos parecerán excesivos son otros.
Por último, querida mujer: «Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas» (Filipenses 4:13, NTV). Sí, todo, inclusive modificar y reaprender hábitos saludables.